Читать книгу Historia de los sismos en el Perú - Lizardo Seiner-Lizárraga - Страница 46

Оглавление

¿1545?


Fuentes contemporáneas

1. “Ordenanzas que para el buen gobierno de la Ciudad de los Reyes expidió en Madrid a 19 de noviembre de 1551”, en Torres Saldamando, Enrique. Libro primero de Cabildos de Lima. Tomo III. Lima, 1888.

ORDENANZAS [1551], 1888, III: 54

… Otro si: Vista la desorden que en esta ciudad ha havido en hazer oyos e cavas dentro del circuito della y muchas de ellas estan ruinosas, ordenaron e mandaron que de aquí en adelante ninguna persona pueda en ninguna parte en esta ciudad ni en un quarto de legua a la redonda habrir oyos ni sacar tierra para hacer adoves ni otra cosa alguna ni en los caminos reales aunque sea fuera del quarto de legua sopena de 50 pesos al que hiziere el tal hoyo y si hubiere hecho adoves los aya perdido…12

2. Cobo, Bernabé. “Historia del Nuevo Mundo” [1653], en Obras del P. Bernabé Cobo. Dos tomos. Madrid: Biblioteca de Autores Españoles, 1956.

COBO, [1653], 1956, II: 107

Lib. II, cap. XXI.

… No ha recibido esta ciudad [de Lima] gran daño de los temblores como otras de este reino y particularmente estos últimos años donde los temblores han sido menos y no tan rigurosos. Lo cual (allende que lo tengo por favor especial de Dios por la intrecesión de su Santísima Madre, a quien esta república tiene por abogada contra los temblores) lo atribuyen algunos a los muchos pozos que se han hecho de pocos años a esta parte

Fuentes secundarias

1. [Anónimo]. “Relación del temblor que arruinó a Lima el 20 de octubre de 1687” [1693], en Odriozola, Manuel de. Terremotos. Colección de las relaciones de los más notables que ha sufrido esta capital y que la han arruinado. Lima: Tipografía de Aurelio Alfaro, 1863, 205 pp.

ANÓNIMO [1693], 1863: 24

… Muchos son los terremotos que la han afligido, repitiendo la memoria otros tantos recuerdos la ira de Dios. El más terrible que se había padecido, según las historias, sucedió imperando el Señor Carlos V, que asoló la ciudad, si bien en aquel tiempo fue mucho menor la ruina, por ser más corta la población y sin la hermosura que ahora tenía de soberbios edificios y suntuosos templos; e informado el Señor Emperador Carlos V de la calamidad de Lima, despachó de parecer de San Pedro Alcántara, su confesor, una cédula de gran consuelo y honra, ordenando que las paredes de los edificios, por ser la rejión tan expuesta aterremotos, no excediesen la altura de seis varas; previendo sin duda el santo con luz profética las ruinas que después habían de sobrevenir. Y se notó por circunstancia especial que el día 20 de octubre, en que sucedió el temblor [de 1687] se celebraba el oficio y fiesta del dicho San Pedro Alcántara, por haber caído en Dominica su propio día, que es a 19, acordando el santo con el temblor en el día 20 el olvido y poco aprecio que se había hecho de su consejo y aviso…

2. Mendiburu, Manuel de. “Prontuario para recordar los terremotos y los más notables temblores experimentados en Lima y otros puntos en la época del gobierno español”, en Mendiburu, Manuel de. Diccionario histórico-biográfico del Perú [1874-1890]. Once tomos. 2.a ed. Adiciones y notas publicadas por Evaristo San Cristóbal. Lima: Librería e Imprenta Gil, 1931-1934.

MENDIBURU [1890], 1934, XI: 416

… Desde la fundación de Lima se experimentaron fuertes temblores, bien que no encontramos datos para conocer las fechas y la importancia de ellos. Carlos V con noticia de varios que habían acaecido, se ocupó de dictar disposiciones precautorias para que sus efectos fuesen menos perjudiciales…

3. Middendorf [1893], 1973, I: 98

Durante el tiempo del Emperador Carlos V se produjeron varios fuertes terremotos que causaron pocos daños, ya que los establecimientos contaban sólo con construcciones ligeras. De todos modos, el Emperador ordenó por consejo del padre franciscano Fray Pedro de Alcántara, que las paredes de las casas en el Perú no debían tener más de seis varas de alto en su construcción…

4. Polo, 1898: 324*

Cita a:

1. Maffei [s.a.]. Historiarum ab excessu Gregorii XIII […]. Bergamo.

… [1582] El 2 de julio, en la mañana temprano, a las 5h. 30 a.m. hubo un fuerte temblor que asoló a Arequipa y que hizo daños en Lima. El Quinistaquilla arrojó tanta ceniza que destruyó muchos viñedos y olivares y llegó a Lima. Se oyeron los rugidos del volcán hasta 150 leguas. Con motivo de este temblor, y por consejo de San Pedro de Alcántara, confesor entonces de Carlos V, ordenó éste por una real cédula, que no excediesen los muros de los edificios de seis varas de altura, disposición que se observó en lo sucesivo en todas las construcciones (3)13 [Maffei. Historiarum ab excessu Gregorii XIII. Lib. I]…

5. Bachmann, Carlos. “Fenómenos sísmicos notables habidos en Lima en los cuatrocientos años que tiene de fundada”. Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima. Tomo LII, 1935, pp. 83-96.

BACHMANN, 1935: 83

Cita a:

1. POLO, 1899. Sinopsis…, p. 324.

… El 2 de julio, a las 5:30 de la madrugada hubo un fuerte temblor que hizo daños en Lima y que asoló Arequipa. El Quinistaquilla arrojó tanta ceniza que destruyó muchos viñedos y olivares. Se oyeron los rugidos del volcán hasta 150 leguas. Con motivo de este temblor [sic], y por consejo de San Pedro de Alcántara, confesor entonces de Carlos V, ordenó éste por una real cédula, que no excediesen los muros de los edificios de seis varas de altura, disposición que se observó en lo sucesivo en todas las construcciones. Algún autor señala como fecha de este terremoto el mismo 2 de julio pero del año 1582 lo que indudablemente es un error, toda vez que Carlos V abdicó en 1555, retirándose desde entonces al monasterio de Yuste…

6. Huaco, 1986: s/p*

… PE00035/ IGH/ 1552 07 00/ 10:30:00/ -16.600, -71.300/ M/ 30/ OM.

Comentarios

Al indicar Bachmann que “Algún autor señala como fecha de este terremoto el mismo 2 de julio pero del año 1582 lo que indudablemente es un error, toda vez que Carlos V abdicó en 1555, retirándose desde entonces al monasterio de Yuste”, es evidente que se refiere a Polo. Si comparamos los textos de Bachmann (1935) y Polo (1899), encontraremos coincidencias literales. No obstante, aquel detecta y evidencia un error flagrante en Polo, pues si Carlos V dio órdenes específicas en materia de construcciones para Lima, ello no podía haber sido a consecuencia del terremoto de 1582 —como afirma Polo—, ya que para ese año tanto el emperador como san Pedro Alcántara habían fallecido: el primero en 1558, en Yuste, en donde se había recluido desde 1557, y el franciscano en 1562.14

Sin embargo, queda aún por resolver un hecho: identificar el sismo que llevó a tomar tales previsiones arquitectónicas para Lima. Las Ordenanzas expedidas por Carlos V no aluden directamente a un evento sísmico, sino a la costumbre de los vecinos de Lima de hacer hoyos, acción que en esos tiempos se entendía como eficaz mecanismo para paliar los efectos de los sismos. Se tenía la idea de que estos se originaban por la acción de vientos formados en el interior de la tierra y que en su avance hacia la superficie provocaban los movimientos telúricos; de ahí que la acción de cavar hoyos implicaba un método que facilitaba su paso hacia la superficie. Nótese que la idea seguía aún vigente al cabo de un siglo, como se desprende del testimonio del P. Cobo y del relato del terremoto de 1687.

La primera mención explícita a la acción del emperador Carlos en materia antisísmica aparece en la información proporcionada por el Anónimo — escrita a fines del siglo XVII—, reproducida por Odriozola; Mendiburu la retoma y la sintetiza. O se trata de un sismo anterior a la abdicación de Carlos V en 1555 —e incluso a la expedición de las ordenanzas de 1551—, o se trata más bien del terremoto de 1582, que refiere Polo, aunque reconociendo su yerro, pues insertó equívocamente las disposiciones arquitectónicas del Emperador, las cuales, de haber sido dadas en los términos descritos, se refieren necesariamente a un evento anterior. Y lo que además está por resolverse es identificar la fuente usada por Middendorf, que podríamos suponer es el Diccionario de Mendiburu, o bien la Relación de 1687 —probablemente la obra del P. Joseph de Buendía, como lo dilucidaremos en el catálogo correspondiente al siglo XVII—, publicada por Odriozola. Y hasta es posible que Polo haya tomado la información del alemán o haya accedido directamente a Mendiburu u Odriozola. Creemos, de lo expuesto, no exceder nuestra presunción si le reconocemos a este sismo, tan poco avalado documentalmente, apenas 1 como índice de confiabilidad, aun cuando no le asignemos numeración específica en el catálogo, pues estaría refiriéndose a una serie de eventos y no a uno en particular.

Historia de los sismos en el Perú

Подняться наверх