Читать книгу El poder de la ropa - Lucy Lara - Страница 25
ОглавлениеLa meta
¿A dónde quieres llegar? En la vida hay que elegir un buen atuendo para ser competitivo. Tal como sucede con las modelos que van a buscar trabajo, nosotros somos observados y elegidos para un fin: desde obtener un puesto hasta conseguir pareja. Varios estudios comprueban, por ejemplo, que una persona bien parecida tiene mayores posibilidades de que le asignen un buen puesto, un incremento de sueldo e incluso le presten ayuda cuando se desmaya en la calle. Injusto, ¿verdad? Pero cierto. Sin embargo, ¿qué sucede cuando la naturaleza no nos favoreció con belleza? Pues siempre queda la posibilidad de impresionar al ojo humano a través de la ropa. Ahora que si tienes un buen físico y sabes usar la moda a tu favor, seguro obtendrás más fácilmente tus objetivos.
Las metas personales y profesionales no siempre se traducen en un guardarropa correcto. Nosotros hemos sido editores de revistas de moda desde hace muchos años y en esa larga trayectoria no podemos contar gran cantidad de colegas, responsables de publicaciones similares, que vistan conforme a su puesto y autoridad. Eso sólo comprueba que hasta en este mundo tan especializado se ignora el poder que tiene la ropa.
Nadie quiere ir a consulta con un nutriólogo obeso, de la misma manera que sería muy difícil confiar en un banquero con tatuajes, cabello morado y atuendo de cuero. Es decir, uno tiene que buscar la correspondencia entre el físico y lo que queremos proyectar. Si estás interesado en el poder, por ejemplo, la ropa de gran manufactura –no con logotipos obvios– puede ser tu mejor aliada. Un traje sastre de excelente calidad para ella, un traje liso muy fino para él, ya marca un estatus, se advierte que no se trata de un principiante o de alguien que trabaja eventualmente, sino de un profesional que ocupa un cargo importante. Si, por el contrario, tu interés está centrado en el mundo intelectual o creativo, las prendas serán más casuales y despreocupadas, pero correctas para este tipo de carrera y de metas planteadas.
Destino
¿A dónde vas? Tal vez tu manera de vestir se haya convertido en un “uniforme”. Sabemos perfectamente que la palabra puede provocar rechazo, pero míralo de esta forma: se trata de un código de identificación para un grupo determinado. El primer militar que uniformó a sus tropas, Napoleón, sabía del poder de este elemento y al vestirlas de la misma forma les dio la fuerza de la unidad, del grupo. Pero, atención, un “uniforme social” no significa vestirte igual que todo el mundo, sólo debes darte cuenta de que el rango de prendas que normalmente usas está inscrito en un estilo determinado por tu profesión y posición social. Entonces, el análisis se continúa justo con la actividad a la que te dedicas. Aquí hacemos una división en cinco grandes grupos, aunque no son categorías estrictas, pues hay tantas variaciones como personalidades posibles.