Читать книгу Íntimamente, Julia - Luis Alfonso Beltrán Grau - Страница 11
CAPÍTULO 3
En nuestra soledad Tono
ОглавлениеTermina de pasar el día y Tono se acuesta. Mañana tiene que madrugar y el sábado está ya en la punta de los dedos.
Tono intenta dormir, pero en su cabeza solo está su vecina. Su cama es muy grande; echa de menos a Nati. Su cabeza no para. Nati, su vecina; su vecina, Nati…
Cuando empieza a coger el sueño, suena la melodía de su móvil. El despertador hace su función. Tono se despierta con la misma sensación que se acostó la noche anterior. Se despereza, se hace un poco el remolón en la cama y finalmente se levanta. Su vejiga ya no aguanta más; se está meando, así que, por fin, con más obligación que ánimos, va al baño, agarra su pene y apunta a la taza. Su otra mano, apoyada en su cintura y mirando al techo, se desahoga al soltar su orina y… ¡Ufff! Qué alivio.
Abre la mampara de la ducha y coloca el grifo en posición tibia. No es hombre de agua muy caliente. No tiene mucho tiempo. Como siempre, se ha levantado algo justo para ir a trabajar, así que la ducha no dura mucho. Al terminar la ducha se afeita, ya que siempre tiene que ir afeitado al trabajo (normas de empresa). Se viste, coge las llaves de casa, del trabajo y de la moto y… a trabajar.