Читать книгу Currículo intercultural afrocolombiano - Luis Alfredo González Monroy - Страница 5
Introducción
ОглавлениеEste libro, escrito en un lenguaje natural y afable, tal como se expresan sus participantes, expone los resultados de una investigación que tuvo como propósito contribuir a la construcción de un currículo intercultural, afianzador de los saberes ancestrales de la comunidad afrocolombiana de San Juan de Palos Prieto, Magdalena, el cual surgió de las propuestas de sus fuerzas vivas, que identificó sus verdaderos intereses, expectativas y necesidades. Para ello, se realizó de manera metódica, una indagación, visibilización, comprensión y valoración de dichos saberes no tenidos en cuenta, en los procesos de diseño curricular en la escuela del contexto donde se efectuó la inmersión, los cuales pueden considerarse como aportes de enriquecimiento a las propuestas educativas contextualizadas en la educación colombiana.
En este sentido, se buscó explorar los significados que atribuye esta comunidad afrocolombiana a su riqueza y legado cultural como agente patrocinador de los procesos de aula, e incorporarlos, a posteriori, de forma transversal, en el currículo escolar construido por la comunidad como característica distintiva de su identidad sociocultural e histórica, y como parte del ejercicio ciudadano de comprensión y aceptación de las diferencias de nuestra sociedad colombiana que favorezca las relaciones diversas y plurales de las culturas existentes en condiciones de respeto, tolerancia y solidaridad.
Es así como se quiere destacar la importancia de hacer investigación desde escenarios de vulnerabilidad y diferenciación que permitan la visibilización de aspectos culturales y étnicos pocos reconocidos y aprovechados en las dinámicas escolares. Aspectos que, entre otras cosas, hacen referencia al objeto de este estudio, en favor de la cimentación de identidad afrocolombiana y su reconocimiento en el ámbito educativo desde una práctica pedagógica innovadora e incluyente.
Esta iniciativa educativa se muestra como el resultado de una exigencia social a la necesidad de crear espacios de diálogos interculturales que impulsen la sana convivencia entre sus miembros, en contextos en los que aún se evidencian actitudes discriminatorias por razón de etnia, credo e ideologías. Lo anterior significa que el estudio tiene una característica adicional, y es su naturaleza inclusiva, que convoca a otros mundos de saberes y cosmovisiones a dialogar y reflexionar sobre su papel y aportes a una sociedad cada vez más justa y equitativa, que en palabras de Santos (2006) se describe de la siguiente manera:
Existen diversos tipos de conocimientos, diferentes maneras de conocer. Se debe emprender una búsqueda de las diferentes alternativas de conocimiento y de acción, tanto en aquellos escenarios en donde han sufrido una supresión que resulta más obvia de rastrear, como en aquellos en donde se las han arreglado para subsistir, así sea de una forma desacreditada y marginal. Es una búsqueda que debe desarrollarse en el sur, como la metáfora con la que identifico el sufrimiento que ha padecido el ser humano bajo el sistema capitalista globalizado (p. ٥٠٦).
Es de acotar que una gran multiplicidad de conocimientos que llevan consigo una insuperable sabiduría ha desaparecido como consecuencia de las inhumanas acciones prejuiciosas de un sistema capitalista, que ha querido sobresalir subestimando y marginalizando otras formas de conocimiento, distintas a las reconocidas por este. Conocimientos que, en muchos casos, se han resistido a ser aniquilados y han sobrevivido buscando maneras “desacreditadas y marginales” de ocultarse, para no ser hallados por este sistema, que ha desaprovechado la experiencia y sapiencia de sus pueblos herederos.
Este desaprovechamiento ha tenido como resultado una pérdida irrecuperable para la ciencia y la sociedad, que han podido robustecer la comprensión y sabiduría de este universo diverso y plural a través de la aceptación, familiarización y profundización de otras cosmovisiones, a las que se les ha apartado del escenario social y científico, por considerarlas insignificantes y de poco valor. No se les ha dado el lugar ni la importancia que les corresponde. Por mucho tiempo se les ha subestimado y se les ha querido mantener ocultas. Situación que ha sido diferente para el conocimiento eurocéntrico, el cual, desde su llegada a lo que hoy es América, en el periodo de la Colonia, se ha impuesto arrogantemente sobre otras formas y ha permanecido hasta el día de hoy. ¿Cómo lo ha hecho? Walsh (2009a) afirma que ha sido mediante la “geopolítica del conocimiento que tiende a hacer despreciar y a oscurecer las historias locales, a la vez que, autoriza un sentido ‘universal’ de las sociedades ‘multiculturales y del mundo multicultural’” (p. 9).
No cabe duda que esta geopolítica del conocimiento, promovida inicialmente por los europeos en el continente americano, ha descalificado y negado la riqueza epistémica de sus pueblos ancestrales. Es necesario entonces romper estructuras establecidas para empezar a abrir pequeñas brechas en las que, por medio de propuestas pedagógicas e investigativas, las personas puedan reconocerse en los otros, haciendo humanidad de manera correspondida, como ejercicio esencial para una vida social en tranquilidad. Por ello, se busca identificar y reconocer otros escenarios y alternativas de conocimiento que amplíen el panorama de aprendizajes, cada vez más significativos y particulares, como el que convocó al presente estudio, dentro de un marco de los saberes y tradiciones afrocolombianas. En ese orden de ideas, se reafirma la urgencia de formular, de acuerdo con Santos (2010):
[…] alternativas postcoloniales y post-imperiales, que incluya una crítica radical del imperialismo y cree una posibilidad de resistencia y alternativa contra hegemónicas, con un doble objetivo: establecer una nueva relación de equilibrio dinámico entre el principio de igualdad y el principio de reconocimiento de la diferencia; y mostrar el potencial de traducción intercultural para crear alianzas basadas en la idea de que la comprensión del mundo es mucho más amplia que la comprensión occidental del mundo y que la emancipación social debe ser repensada con la misma amplitud (pp. ٨-٩).
Sin lugar a equivocaciones, el colonialismo aún imperante en nuestras naciones sigue marginalizando los saberes de los pueblos indígenas, Rrom1 y afrocolombianos, los ha posicionado como saberes no modernos y locales frente a la universalidad del conocimiento occidental. Por esta razón resulta necesario proponer alternativas antiimperialistas que procuren la armonía entre las diferencias culturales y étnicas, que hoy conviven en condiciones de desigualdad e injusticia social. Al mismo tiempo que se establecen acuerdos para legitimar la multiplicidad de conocimientos que existen y que contribuirían a la consecución de una vasta comprensión del mundo.
Así las cosas, se apuesta en esta iniciativa pedagógica, sustentada en el reconocimiento a las diferencias, que busca avanzar en la construcción de una ideología intercultural, que acepte y valore la diversidad, la equidad, la democracia y los saberes ancestrales como conocimiento práctico y universal, que coexiste en igualdad de condiciones con el conocimiento occidental hegemónico, en un mundo cada vez más globalizado y dinámico, que exige nuevas formas de comprensión de las realidades existentes y que respondan a las actuales condiciones socioculturales de las territorialidades y las localidades.
Al respecto, De Sousa (2009) ofrece una explicación a dicha situación al poner en evidencia una de las posibles razones de la marginalización de los saberes ancestrales, cuando afirma: “que los intercambios e interpretaciones siempre han sido muy desiguales e inherentemente hostiles” (p. 81).
Y es que, a partir de la colonización de lo que actualmente se conoce como América, las comunidades originarias, raizales y palenques han recibido un trato desigual y hostil por parte de una sociedad hegemónica monocultural. Lamentablemente, hoy cuando se podría suponer que se han superado muchas de esas barreras étnicas, todavía se observan miramientos y reparos por su condición de indígenas, Rrom y/o afrocolombianos. Por tanto, la escuela en su papel de agente social ha de proponer escenarios de reconciliación que acerquen esas brechas que la misma sociedad ha puesto entre sus miembros solo por un color de piel, y que en este caso, se quiere amainar con la implementación de un currículo intercultural.
Por consiguiente, este currículo no se circunscribe únicamente a la escuela, es necesario que trascienda a todos los espacios comunitarios y sociales. Por ello, se involucró a toda la sociedad “sanjuanera”2 en la construcción de identidad afrocolombiana, en el afán de reproducir el legado ancestral que poseen, sin claudicar, en una postura de reivindicación, proyectándolo como instrumento de autorreconocimiento y autoaceptación. Consistió en un ejercicio de repontenciación de su memoria histórica-cultural, que permitió su empoderamiento como grupo poblacional. Así lo describe Villoro (1998):
La preservación de la propia identidad es un elemento indispensable de la resistencia a ser absorbidos por la cultura dominante. Tiene que presentarse bajo la forma de una reafirmación… de la propia tradición cultural, de la lengua, de las costumbres y símbolos heredados. En la persistencia de un pasado propio pretende un pueblo verse a sí mismo (p. ٥٦).
De esta manera, al proponer la elaboración de un currículo intercultural, en la comunidad educativa, esta hace aportes generosos referidos a su cosmovisión, simbologías, tradiciones y costumbres, conlleva revalidar un etnos propio, y a evitar una subalternización ante otras culturas. La probabilidad de que la esencia identitaria de los pueblos originarios, afro y Rrom desaparezca, invita a la comunidad científica latinoamericana a desarrollar trabajos investigativos que promuevan la conservación y preservación de la memoria colectiva de estos pueblos, a través de proyectos educativos que reflejen la naturaleza de estas comunidades mal llamadas “minoritarias” e incorpore aspectos de sus propias culturas.
Siguiendo esta línea, el estudio hace un reconocimiento a la cultura y saberes afrocolombianos, pueblos que a lo largo de la historia del Nuevo Mundo se han resistido a desaparecer, siendo perseverantes en mantener vivo su pasado. Conocedores de manera consciente de ser poseedores de una inconmensurable riqueza y sabiduría ancestral, digna de ser tomada en cuenta para incorporarla como elemento dinamizador en los procesos formativos dentro y fuera del aula, que activen y redireccionen el quehacer pedagógico en cualquier escenario educativo, en el afán de consolidar en las personas in situ sentido de arraigo y oportunidad hacia el terruño donde se ha nacido y se pretende fallecer.
El diálogo reflexivo, respetuoso e incluyente, tomado como instrumento heurístico, propició un encuentro de intercambio intercultural, y puso al descubierto los sentimientos más íntimos y profundos de los actores de este escenario investigativo sobre el tema en cuestión. Este ejercicio se convirtió en la puerta que abrió la posibilidad de crear colectivamente acuerdos de convivencia, solidaridad, equidad y justicia social, que favorecieron las interrelaciones equilibradas entre culturas diversas y plurales. Al mismo tiempo, se suprimieron actitudes de subvaloración, estigmatización, discriminación e invisibilización.
Con la construcción de este currículo intercultural —afianzador de saberes ancestrales afrocolombianos— se pretenden garantizar los conocimientos y prácticas culturales propias de esta comunidad, que han sido subvaloradas e invisibilizadas por una sociedad dominante, asimétrica e injusta. Así mismo, se quiere hacer un aporte a las ciencias de la educación en la medida en que se fundamenten procesos de comprensión y producción de conocimientos que puedan ser tenidos en cuenta en contextos con características similares al abordado en el presente estudio.
Dado todo lo expuesto, el estudio se abordó desde las categorías: educación intercultural, currículo, currículo intercultural, comunidad afrocolombiana, saberes ancestrales, oralidad, diálogo de saberes y procesos lectoescriturales. A partir de estas categorías se realizó una indagación bibliográfica y contextual que permitió hacer interpretaciones y comprensiones de la realidad vivida y sentida por la comunidad de San Juan de Palos Prieto, Magdalena, en lo que se refiere a su significación y papel que han de desempeñar en las dinámicas escolares y en todos los aspectos de su vida como grupo poblacional.
La obra se plantea en tres momentos, a saber: en el primero se reflexiona alrededor de la episteme afrocolombianidad, se dibuja su horizonte curricular, desde la evocación de un continente de vida y esperanza traído a América, donde se cristaliza con una identidad propia en una línea del tiempo, en la cual se llega a comprender qué es ser y sentirse negro. En un segundo momento, se elaboró una narración inteligible sobre la lógica científica del objeto de estudio. Abordándose las categorías que fundamentaron el estudio: educación intercultural, currículo, currículo intercultural, comunidades afrocolombianas, saberes ancestrales, oralidad y diálogo de saberes, haciéndose en cada una de ellas una delimitación conceptual.
Por su parte, en el tercer momento se correlata la inmersión realizada en el escenario de investigación, obteniéndose una descripción profunda de este, con el fin de llevar al lector a una posición omnipresente y de participación pasiva en el hecho investigativo; se narra igualmente, el proceso metodológico llevado a cabo a lo largo de la investigación que permitió recorrer el camino para lograr los propósitos establecidos. El estudio se realizó a través de una etnografía doblemente reflexiva, en el cual la observación participativa, la entrevista y los grupos de discusión fueron las técnicas empleadas para obtener una información auténtica, que permitió el acercamiento al espacio simbólico de la comunidad afrocolombiana de San Juan de Palos Prieto, para hacer una lectura, lo más fiel posible de su realidad y cosmovisión, que condujo a un análisis honesto de la misma, con el objetivo de presentar una interpretación y comprensión de sus escenarios de vida, que conducirían a proponer en estudios posteriores, alternativas de mejora. De otra parte, se presentan los resultados desde un ejercicio de comprensión-interpretación que motivaron la formulación de algunas propuestas de planificación curricular a las que se le han llamado implicaciones pedagógicas. Se cierra con una exposición breve de las conclusiones después de analizar la realidad policrómica y multicultural de la comunidad afrocolombiana abordada.
Finalmente, la obra no es más que una invitación a los investigadores socioeducativos a asumir otras perspectivas para hacer ciencia, superando la tradición eurocéntrica, forjando trabajos que surgen desde abajo, donde la voz de los silenciados adquiere valor científico y contribuyen a revalorar al ser humano y a sus territorios de vida.
1. A esta comunidad también se le conoce como gitanos.
2. Gentilicio de las personas originarias de San Juan de Palos Prieto, lugar donde se llevó a cabo esta investigación.