Читать книгу Muchachos que no besan en la boca - Luis Angel Aguilar - Страница 10
Оглавлениеson expertos en cualquiercosaa
saben de qué hablan los militares los mecánicos los panaderos los taxistas
pasan horas acompañando a los mendigos
hablando con los mudos
aunque la gente piensa lo contrario
suelen ser tan felices [tan (tan) felices
–si ven a rabillo de ojo es porque el manual
para despertar interés así sugiere]
van todos los días a los parques
caminan sin prisa el resto de las calles las zonas
por donde nadie pasa
gustan de ver a lo lejos las luces de los apartamentos
y el gruñir de los barcos que a media tarde
violenta la bahía
quieren al mundo entero no discriminan
particularmente se inclinan por los feos
los obesos la mal fingida arrogancia
cualquier extranjería
están bien enterados saben sin falta
lo que acontece en miami italia o venezuela
y tratan de mantenerse al día
sobre las acciones de las marcas
traídas desde el yumaii
les gustan los colmillos de lacoste
la violencia neoavantgarde de rabanne
el rugir de un par de pumas
para arañar la casta
también suelen ser cultos
visitan cementerios [las tumbas de famosos
son un tema] tienen un directorio
de anticuarios de la ciudad
y paladares económicos
conocen al dedillo a los libreros
de plaza de armas
visitan monumentos museos galerías
e iglesias [sólo las de valor histórico
para iniciar charlas]
y cuando entran a la habitación
despliegan su ritual de encantamientos para dar paso
a la ternura
de desnudarse como quien hace un cuento
de la santa cuya tumba tiene siempre flores
porque hace procrear a las estériles
no besan en la boca
pero saben su nombre: santa amelia
[y saben que la iglesia no la reconoce–
luego
pero
antes
de despeñar su espuma blanca
gimen como ángeles en pijama
bufan como quien sabe que dios se les parece tanto
a cualquiercosa es eso
: cualquiercosa [no dejan espacio
entrepalabra] no refiere a la especificidad
de oficio o profesión alguna.
: lo saben todo
porque todo ya lo imaginaron.