Читать книгу Cuaderno de Emaús - Luis de Lezama - Страница 35
Оглавление30
DE MI SOLEDAD
De mi soledad ando celoso
cuando te miro
y no encuentro las lágrimas en tus ojos.
Pienso si no me merezco ser recordado
por lo mucho que te quise
y aún te quiero.
Me fui al retiro
voluntario
buscando ser coherente conmigo mismo.
Me separé de ti por no romper
ese cristal inmaculado de mi signo:
mi voto voluntario;
quise ser obediente,
aunque cabizbajo
obedecí a mis deseos
de ser casto,
a mi promesa de ser fiel,
honesto,
consecuente con mi mundo de renuncias,
que no es el tuyo.
Añorando te busqué
en la intimidad de mi silencio.
Tú ni siquiera lo supiste.
No te enteraste
que aún estaba enamorado.
Lo que para ti era un honor era para mí un desespero.
Hoy he superado el tiempo y la distancia.
Guardo el secreto retrato de tu cuerpo.
Sé dónde está el lunar
con el último recorrido que hice de tu espíritu.
Guardo el pañuelo que encierra tu suspiro.
Guardo el recuerdo de lo que quise y nunca llegué a tener.
Es lo que queda de ti misma.
Guardo un rosario de porqués inexplicables.
Sin respuesta.
Guardo todos los billetes de los viajes de ida y vuelta
que hice hacia dentro de ti desde mí mismo,
en el carruaje de mi fantasía.
Viajes sin retorno,
perdido en el epitalamio
de un tránsfuga de mi mundo
a ninguno otro posible.
Guardo el olor,
mejor aún,
la fragancia fresca de tu cuerpo a manzana
que nunca llegué a arrancar de tu árbol.
Te guardo toda entera para ser consumida en otra vida.
De mi soledad ando celoso
cuando miro y no encuentro las lágrimas
que había buscado en tus ojos.