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SURA III LA FAMILIA DE IMRÁN 1
ОглавлениеDado en Medina. - 200 versículos
En nombre del Dios clemente y misericordioso
1. ELIn LAM. MIM. 2 Dios. No hay más Dios que él, el Vivo, el Inmutable. 2. Te ha enviado en toda verdad el Libro que confirma lo que le ha precedido; ha hecho descender de lo alto el Pentateuco y el Evangelio para servir de dirección a los hombres. Ha hecho descender la Distinción. 3
3. Los que no crean en los signos de Dios, sufrirán un castigo terrible. Dios es poderoso, vengativo.
4. Nada de lo que hay en los cielos y en la tierra le permanece oculto. Él es el que os forma, como le place, en el seno de vuestras madres. No hay más Dios que él. Él es el Poderoso, el Sabio.
5. Él es el que lo ha enviado el Libro de su parte. Se hallan en él versículos inmutables que son como la madre del Libro, y otros que son metafóricos. 4 Aquellos a quienes su corazón desvía de la verdadera senda, corren detrás de las metáforas, por afán de desorden y por deseo de la interpretación. Los hombres de una ciencia sólida dirán: Nosotros creemos en ese libro; todo lo que encierra proviene de nuestro Señor. Sí, sólo reflexionan los hombres dotados de inteligencia.
6. ¡Señor! no permitáis a nuestros corazones desviarse de la senda recta, una vez que tú nos has dirigido a ella. Concédenos tu misericordia, pues tú eres el dispensador supremo. 7. ¡Señor! Tú reunirás al género humano en el día respecto del cual no hay duda. En verdad, Dios no falta a sus promesas.
8. En cuanto a los infieles, sus riquezas ni sus hijos podrían servirles en modo alguno como equivalente de Dios; serán alimento del fuego.
9. Tal fue la suerte de las gentes de Faraón 5 y de aquellos que le han precedido. Han tratado nuestros signos de mentiras. Dios les ha cogido por sus pecados y es terrible en sus castigos.
10. Di a los incrédulos: En breve seréis vencidos y reunidos en la gehena. ¡Qué horrible mansión!
11. En aquellas dos tropas que vinieron a las manos, la una que combatía en la senda de Dios, la otra infiel, había un signo para vosotros. Los infieles creían ver con sus ojos dos veces más enemigos, 6 pero es Dios el que apoyaba con su auxilio a aquel a quien quería. En verdad había en esto una advertencia para los hombres clarividentes. 12. El amor a los placeres, tales como las mujeres, los niños, los tesoros de montones de oro y plata, los caballos con marcas impresas, 7 los rebaños, los campos, todo esto parece hermoso a los hombres; pero no son más que goces pasajeros de este mundo; el retiro hermoso está junto a Dios.
13. Di: ¿Puedo anunciar a los que temen algo mejor? En su Señor hallarán jardines regados por corrientes de agua, donde permanecerán eternamente; mujeres exentas de toda marcha, y la satisfacción de Dios. Dios mira a sus servidores.
14. Tal será la suerte de los que dicen: Señor, hemos creído; perdónanos nuestros pecados y presérvanos de la pena del fuego.
15. De los que han sido pacientes, verídicos, sumisos, caritativos, a imploran el perdón de Dios a cada salida de la aurora.
16. Dios mismo es testigo de que no hay más Dios que él; los ángeles y los hombres dotados de ciencia y de rectitud, repiten: No hay más Dios que él, el Poderoso, el Sabio. 17. La religión de Dios es el Islam. 8 Los que siguen las Escrituras no están divididos entre sí hasta tanto que han recibido la ciencia 9 y por envidia. El que se niegue a creer en los signos de Dios sentirá cuán pronto es en pedir cuenta de las acciones humanas. 18. Di a los que discutan contigo: Yo me he entregado por entero a Dios, así como los que me siguen.
19. Di a los que han recibido las Escrituras y a los ignorantes: 10 ¿Os entregáis a Dios?. 11 Si lo hacen, estarán en la senda recta; si tergiversan, tú solo estás encargado de la predicación. Dios ve a sus servidores.
20. Anuncia a los que no creen en los signos de Dios, a los que matan a sus profetas contra toda justicia y a todos los que les predican justicia, a esos anúnciales un doloroso castigo.
21. A aquellos cuyas obras en este mundo y en el otro no sirvieron de nada y que no tendrán defensores.
22. ¿No has visto a los que han recibido una porción de las Escrituras (los judíos) recurrir al Libro de Dios, para que decida sus diferencias, y luego a una pane de ellos tergiversar y alejarse?
23. Es que se ha dicho: El fuego no nos alcanzará más que por espacio de unos pocos días. Sus mentiras les hacen ciegos acerca de sus creencias. 12
24. ¿Qué será cuando nos reunamos en ese día respecto al cual no hay duda, el día en que toda alma reciba el precio de sus obras y en que nadie será lesionado? 25. Di: Señor, el poder está entre tus manos; tú lo das a quien quieres y se lo quitas a quien te place; tú elevas a quien quieres y humillas a quien se te antoja. El bien está en tus manos porque eres omnipotente.
26. Tú haces entrar la noche en el día y el día en la noche; tú haces salir la vida de la muerte y la muerte de la vida. Tú concedes el sustento a quien quieres sin cuenta ni medida.
27. Que los creyentes no tomen por amigos (o aliados o patronos) a infieles más bien que a creyentes. Los que lo hiciesen no deben esperar nada de parte de Dios, a menos que no tengan que temer algo de su pane. Dios os advierte que le temáis, pues volveréis a su lado. Diles: Ora que escondáis lo que hay en vuestros corazones, ora que lo expongáis a la luz del día, Dios lo sabrá. Conoce lo que hay en los cielos y en la tierra, es omnipotente.
28. El día en que toda alma halle ante sí el bien que ha hecho y el mal que ha cometido, ese día deseará que un espacio inmenso la separe de sus malas acciones. Dios os advierte que es preciso temerlo, pues es benévolo para sus servidores.
29. Diles: Si amáis a Dios, seguidme; os amará y os perdonará vuestros pecados; es indulgente y rnisericordioso. Obedeced a Dios y al profeta; pero si tergiversáis, sabed que Dios no ama a los infieles.
30. Dios ha escogido, con preferencia a todos los humanos, a Adán y a Noé, a la familia de Abrahán y a la de Imrán. 13 Estas familias han salido unas de otras. Dios lo sabe y lo entiende todo.
31. Acuérdate del día en que la esposa de Imrán dirigió esta piegaria a Dios: Señor, yo te he consagrado lo que hay en mi seno y te pertenece por entero; 14 dígnate recibirlo, pues lo oyes y lo conoces todo. Cuando ella hubo engendrado, dijo: Señor, he echado al mundo una hija (Dios sabía bien lo que había echado al mundo: el hijo no es como la hija 15), y la he nombrado Mariam (María); la pongo bajo tu protección, a ella y a su posteridad, a fin de. que los preserves de las astucias de Satán el Apedreado.16 32. El Señor hizo la mejor acogida a la mujer de Imrán; ahora bien, él le había hecho producir una hermosa criatura. 17 Zacarías cuidó al niño; siempre que iba a visitar a María en su celdo, hallaba alimento cerca de ella.18 ¡Oh María! ¿De dónde ós proviene este alimento? -Me proviene de Dios, respondió ella, pues Dios sustenta abundantemente a los que quiere y no les cuenta los bocados.
33. Y en esto, Zacarías empezó a orar a Dios. Señor, concédeme una posteridad bendita; tú gustas de escuchar las plegarias de los suplicantes. Sus ángeles le llamaron mientras que oraba en el santuario.
34. Dios te anuncia el nacimiento de Yahia (san Juan) que confirmará la verdad del Verbo de Dios; será grande, 19 casto, un profeta del número de los justos. 35. Señor, ¿de dónde vendrá ese hijo?, preguntó Zacarías; la vejez me ha alcanzado, y mi mujer es estéril. El ángel le respondió: Así es como Dios hace lo que quiere. 36. Zacarías dijo: Señor, dame un signo como prenda de tu promesa. Él dijo: He aquí el signo: durante tres días, tú no hablarás a los hombres más que por signos. Pronuncia sin cesar el nombre de Dios y celebra sus alabanzas noche y día.
37. Los ángeles dijeron a María: Dios te ha escogido, te ha dejado exenta de toda mancha, te ha elegido entre todas las mujeres del universo.
38. ¡Oh Maria! sé piadosa para con tu Señor; prostérnate y dobla la rodilla ante él con los que doblan la rodilla. 20
39. Tales son los relatos desconocidos hasta aquí por ti, ¡oh Mahoma! , a quien los revelamos. Tú no estabas entre ellos cuando tocaban sus zampoñas al que cuidase a María; tú no estabas entre ellos cuando disputaban. 21
40. Un día, los ángeles dijeron a María: Dios te anuncia su Verbo. Se llamará el Mesías, Jesús, hijo de María, ilustre en este mundo y en el otro, y uno de los familiares de Dios. 41. Pues hablará a los humanos, niño en la cuna y hombre hecho, y será del número de los justos.
42. Señor, respondió Maria, ¿cómo he de tener un hijo? Ningún hombre me ha tocado. Así es, respondió el ángel, como crea Dios lo que quiere. Dice: Sea, y es. 43. Le enseñará el Libro y la sabiduría, el Pentateuco y el Evangelio. Jesús será su enviado cerca de los hijos de Israel. Les dirá: Vengo hacia vosotros, acompañado de los signos del Señor; formaré de barro la figura de un pájaro, soplaré en él y, con el permiso de Dios, el pájaro será vivo; curaré al ciego de nacimiento y al leproso; resucitaré a los muertos con el permiso de Dios; os diré lo que hayáis comido y lo que hayáis escondido en vuestras casas. Todos estos hechos serán otros tantos signos para vosotros, si sois creyentes.
44. Vengo para confirmaros el Pentateuco, que habéis recibido antes que yo; os permitiré el use de ciertas cosas que os habían sido prohibidas. Vengo con signos de parte de vuestro Señor. Temedle y obedecedrne. Él es mi Señor y el vuestro. Adoradle: es el sendero recto.
45. Pero tan pronto como Jesús advirtió su infidelidad, exclamó: ¿Quién será mi auxiliar para conducir los hombres hacia Dios? -Nosotros, respondieron los discípulos de Jesús, seremos los auxiliares de Dios. Creemos en Dios y tú testimoniarás que nosotros nos abandonamos a su voluntad.
46. Señor, nosotros creemos en lo que tú nos envías, y seguimos al apóstol. Inscríbenos entre el número de los que dan testimonio.
47. Los judíos imaginaron artificios contra Jesús. Dios los imaginó contra ellos, y, en verdad, Dios es el más hábil.
48. En verdad soy yo quien te hago sufrir la muerte 22 y soy yo quien te eleva a mí, quien te libra de los infieles, quien coloca a los que te siguen por encima de los que no creen, hasta el día de la resurrección. Todos volveréis a mí y yo juzgaré entre vosotros respecto a vuestras diferencias.
49. Yo castigaré a los infieles con un castigo cruel en este mundo y en el otro. En ninguna parte hallarán auxilio.
50. A los que creen y obran el bien les dará Dios la recompensa, pues no ama a los injustos.
51. He aquí la enseñanza y las sabias advertencias que te recitamos. 52. Jesús es a los ojos de Dios, lo que es Adán. Dios lo formó del polvo y luego dijo: Sea, y fue.
53. Estas palabras son la verdad que proviene de tu Señor. Guárdate de dudarlo. 54. A los que disputen contigo respecto de este punto, desde que has tenido conocimiento perfecto de él, respóndeles: Venid, llamemos a nuestros hijos y a los vuestros, a nuestras mujeres y a las vuestras, vengamos nosotros y vosotros, y luego conjuremos al Señor cada uno de nuestra parte y llamemos su maldición sobre los embusteros. 23 55. Lo que yo os predico es la verdad misma. No hay más dioses que Dios, que es Poderoso y Sabio.
56. Si tergiversan, ciertamente Dios conoce a los malos.
57. Di a los judíos y a los cristianos. ¡Oh gentes de las Escrituras! ¡venid a oír una sola palabra; que todo sea igual entre nosotros y vosotros; convengamos que nosotros no adoraremos más que al Dios único y que no le asociaremos nada, y que no buscaremos los unos entre los otros señores al lado de Dios. Si se niegan a ello, decidles: Vosotros mismos sois testigos de que nos resignamos por entero a la voluntad de Dios. 58. ¡Oh vosotros que habéis recibido las Escrituras! ¿Por qué disputáis respecto de Abrahán? El Pentateuco y el Evangelio no han sido enviados de lo alto hasta mucho tiempo después de él. ¿No lo comprenderéis, pues, jamás?
59. Vosotros que disputáis acerca de las cosas de que estáis instruidos, ¿por qué intentáis disputar acerca de las que no tenéis conocimiento? Dios sabe; pero vosotros, vosotros no sabéis.
60. Abrahán no era ni judío ni cristiano; era piadoso y resignado a la voluntad de Dios, y no era del número de los idólatras.
61. Los que más se atienen a la creencia de Abrahán son los que le siguen. Tal es el profeta (Mahoma) y los creyentes. Dios es el protector de los fieles. 62. Una parte de los que han seguido las Escrituras desearían extraviaros; pero no hacen más que extraviarse a sí mismos y no lo sienten.
63. ¡Oh vosotros que habéis recibido las Escrituras! ¿Por qué no creéis en los signos del Señor, cuando habéis sido testigos de ellos?
64. ¡Oh vosotros los que habéis recibido las Escrituras! ¿Por qué revistís la verdad con el manto de la mentira? ¿Por qué la ocultáis, vosotros que la conocéis? 65. Una parte de los que han recibido las Escrituras han dicho: Creed en el Libro enviado a los creyentes (mahometanos) por la mañana y rechazad su creencia por la tarde; de este modo abandonarán su religión.
66. No prestéis fe a los que siguen vuestra religión. Diles: La verdadera dirección es la que viene de Dios; consiste en que los demás participen de la revelación que os ha sido dada en un principio. ¿Disputarán con vosotros ante el Señor? Diles: Los favores están en las manos de Dios y los concede a quien quiere. Es inmenso y sabio.
67. Concederá su misericordia a quien quiera. Es dueño de inmensos favores. 68. Entre los que han recibido las Escrituras los hay a quienes puedes confiar un talento 24 y que te lo devolverán intacto; hay otros que no te restituirán el depósito de un dinero, si tú no les obligas a ello.
69. Obran así porque dicen: Nosotros no estamos obligados a nada respecto de los ignorantes. 25 Atribuyen, a sabiendas, una mentira a Dios.
70. El que cumple sus compromisos y teme a Dios, sabrá que Dios ama a los que le temen.
71. Los que por el pacto con Dios y por sus juramentos compran un objeto de valor ínfimo, no tendrán ninguna parte en la vida futura. Dios no les dirigirá ni una sola palabra, no dirigirá ni una sola mirada sobre ellos en el día de la resurrección, no los absolverá; un castigo doloroso les está destinado.
72. Algunos de ellos torturan las palabras de las Escrituras con sus lenguas, para haceros creer que lo que dicen se halla allí realmente. No, esto no forma parte de las Escrituras. Ellos dicen: Esto proviene de Dios. No, esto no proviene de Dios. Ellos dicen mentiras sobre Dios, y lo saben.
73. ¿Conviene que el hombre a quien Dios ha dado el Libro y la sabiduría y el don de profecía, diga a los hombres: Sed mis adoradores al mismo tiempo que lo sois de Dios?. 26 No, sed los adoradores de Dios, puesto que conocéis el Libro y lo estudiáis. 74. Dios no os manda tomar por maestros 27 a los ángeles ni a los profetas. ¿Iba a ordenaros que os hicieseis incrédulos, después que vosotros habéis resuelto resignaros a la voluntad de Dios ( musulmanes)?
75. Cuando Dios recibió el pacto de los profetas, les dijo: He aquí el libro y la sabiduría que yo os doy. Un día vendrá un profeta a confirmar lo que recibís. Creed en él y ayudadle con todo vuestro poder. ¿Consentís en ello y aceptáis el pacto con esta condición? Ellos respondieron: Consentimos. -Sed, pues, testigos, repuso el Señor, y yo soy también uno de los testigos, como vosotros.
76. Después de este compromiso, todo el que intentase sustraerse a él seria del número de los perversos.
77. ¿Desean otra religión que no sea la de Dios, mientras que todo lo que hay en los cielos y en la tierra se somete a sus órdenes, de grado o por fuerza, y que todo debe volver a él algún día?
78. Di: Creemos en Dios, en lo que él nos ha enviado, en lo que ha revelado a Abrahán, a Ismael, a Jacob y a las doce tribus; creemos en los libros santos que Moisés, Jesús y los profetas han recibido del cielo; no establecemos ninguna diferencia entre ellos; estamos resignados a la voluntad de Dios ( somos musulmanes).
79. Todo el que desee otro culto que no sea la resignación a la voluntad de Dios (islam), ese culto no será recibido de él, y él será en el otro mundo del número de los desgraciados.
80. ¿Cómo dirigiría Dios por el sendero recto a los que, después de haber creído y prestado testimonio de la verdad del apóstol, después de haber sido testigos de los signos, vuelven a la infidelidad? Dios no conduce a los perversos.
81. Su recompensa será la maldición de Dios, de los ángeles y de todos los hombres. 82. Serán cubiertos eternamente con ella. Su suplicio no se suavizará, y Dios no les dirigirá ni una sola mirada.
83. No ocurrirá lo mismo con los que vuelvan al Señor, por su arrepentimiento, y los que hagan el bien, pues Dios es indulgente y misericordioso.
84. Los que vuelven a ser infieles después de haber creido, y que no hacen después más que acrecentar su infidelidad, el arrepentimiento de esos no será acogido, y permanecerán en el extravío.
85. En cuanto a los que son infieles y mueren infieles, todo el oro que puede contener la tierra no bastará para librarlos del castigo cruel. No tendrán defensor. 86. No alcanzaréis la piedad perfecta hasta que hayáis hecho limosna de lo que más apreciáis. Todo lo que deis, lo sabrá Dios.
87. A los hijos de Israel les estaba permitido todo alimento, excepto el que Israel mismo (Jacob) se había prohibido, 28 antes de que hubiese venido el Pentateuco. Diles: Traed el Pentateuco y leed si sois sinceros.
88. Todo el que forja mentiras por cuenta de Dios es del número de los injustos. 89. Diles: Dios no dice más que la verdad. Seguid, pues, la religión de Abrahán, que era piadoso y no asociaba otros seres a Dios.
90. El primer templo que fue fundado entre los hombres es el de Becca. 29 Ha sido fundado para ser bendito y para servir de dirección a los humanos. 91. Veréis en él huellas de milagros evidentes. Allí está la estación de Abrahán. 30 Todo el que entra en su recinto está al abrigo de todo peligro. Hacer la peregrinación a él es un deber para con Dios por parte de todo el que está en estado de hacerlo. 92. En cuanto a los infieles, ¿qué importa? Dios puede pasar sin el universo entero. 93. Di a los que han recibido las Escrituras: ¿Por qué os negáis a creer en los signos de Dios? Él es testigo de vuestras acciones.
94. Diles: ¡Oh vosotros que habéis recibido las Escrituras! ¿Por qué rechazáis a los creyentes del sendero de Dios? Vosotros querríais hacerle tortuoso y, sin embargo, lo conocéis. Pero Dios no está desatento a lo que hacéis.
95. ¡Oh creyentes! Si escucháis a algunos de aquellos que han recibido las Escrituras, os harán llegar a ser infieles.
96. Pero ¿cómo podríais volver a ser infieles, cuando se os recitan los signos de Dios y cuando su enviado está en medio de vosotros? El que se une fuertemente a Dios será dirigido por la senda recta.
97. ¡Oh creyentes! Temed a Dios cual merece ser temido y no muráis sin haberos resignado a la voluntad de Dios (sin pasar a ser musulmanes). 98. Uníos todos fuertemente a Dios y no os separéis jamás de él, y acordaos de sus beneficios cuando, siendo enemigos como erais, reunió vuestros corazones, y por los efectos de su gloria habéis llegado a ser todos un pueblo de hermanos. 99. Estabais al borde del abismo del fuego y él os ha retirado. Así es como os hace ver sus signos, a fin de que tengáis un guía.
100. A fin de que lleguéis a ser un pueblo que llama a los otros al bien, que ordena las buenas acciones y que defiende las malas. Los hombres que obren así serán bienaventurados.
101. No seáis como los que, después de haber sido testigos de signos evidentes, se han dividido y se han entregado a las disputas, pues éstos sufrirán un castigo cruel. 102. En el día de la resurrección habrá rostros blancos y rostros negros. Dios les dirá a estos últimos: ¿No sois vosotros los que, después de haber creído, pasasteis a ser infieles? Id a probar el castigo, como premio de vuestra infidelidad.
103. Aquellos cuyos rostros sean blancos sentirán la misericordia de Dios y gozarán de ella eternamente.
104. Éstos son los signos de Dios que nosotros lo recitamos con toda verdad, pues Dios no quiere el mal de los humanos.
105. A él le pertenece todo lo que está en los cielos y en la tierra y todo volverá a él. 106. Sois el pueblo más excelente que ha surgido jamás entre los hombres; ordenáis lo que es bueno y prohibís lo que es malo, y creéis en Dios. Si los hombres que han recibido las Escrituras quisiesen creer, eso redundaría en provecho suyo; pero algunos de ellos creen, mientras que la mayor parte son perversos.
107. No podrían causaros más que daños insignificantes. Si se les ocurre haceros la guerra, pronto volverán la espalda y no serán socorridos.
108. Dondequiera que se detengan, el oprobio se extenderá como una tienda sobre sus cabezas, si no buscan una alianza con Dios o con los hombres. Se atraerán la ira de Dios y la miseria se extenderá aun como , una tienda por encima de sus cabezas. Esto tendrá lugar porque se han negado a creer en los signos de Dios y porque mataban injustamente a los profetas: éste será el premio de su rebelión y de sus iniquidades. 109. Todos los que han recibido las Escrituras no se parecen. Los hay cuyo corazón es recto; pasan noches enteras recitando las enseñanzas de Dios y adorándole. 110. Creen en Dios y en el día final; ordenan el bien y.prohíben el mal; corren hacia las buenas obras, a porfía unos de otros, y son virtuosos.
111. Por mucho bien que hagáis, no seréis frustrados en la recompensa. Dios conoce a los que le temen.
112. En cuanto a los infieles, sus riquezas y sus hijos no les servirán en modo alguno como un equivalente de Dios; serán entregados al fuego y permanecerán en él eternamente.
113. Las limosnas que hacen en este mundo serán como un viento glacial que sopla sobre los campos de los injustos y los destruye. No es Dios quien los tratará inicuamente; ellos han silo inicuos consigo mismos.
114. ¡Oh creyentes! No forméis uniones íntimas más que entre vosotros; los infieles no dejarían de corromperos: desean vuestra pérdida. Su odio se deja ver en sus palabras; pero lo que sus corazones ocultan todavía es peor. Ya os hemos hecho ver pruebas evidentes de, ello, si es que sabéis comprender.
115. Vosotros les amáis y ellos no os aman; vosotros creéis en el libro entero; cuando os encuentran dicen: Hemos creído; pero no bien os han abandonado, cuando, inflamados de ira, se muerden los dedos. Diles: Morid en medio de vuestra ira; Dios conoce el fondo de vuestros corazones.
116. El bien que os ocurre les aflige; que os ocurra una desgracia, y están llenos de alegría. Pero si tenéis paciencia y temor de Dios, sus artificios no podrán dañaros, pues Dios abarca con su ciencia todas sus acciones.
117. Acuérdate de que dejaste tu casa por la mañana, a fin de preparar a los fieles un campo para combatir, y Dios lo escuchaba y lo sabía todo.
118. Acuérdate del día en que dos tropas de vuestro ejército perdían de nuevo y que Dios fue su protector. Que los creyentes pongan, pues, su confianza en Dios. 119. Dios os ha socorrido en la jornada de Bedr, en que estabais bien débiles. Temed, pues, a Dios, y dadle acciones de gracias.
120. Entonces, tú, ¡oh Mahoma! , decías a los infieles: ¡No os basta que Dios os socorra con tres mil ángeles bajados del cielo?
121. Ciertamente, este número basta; pero si tenéis perseverancia, si teméis a Dios y los enemigos llegan de pronto a caer sobre vosotros, os prestará auxilio con cinco mil hombres completamente equipados. 31
122. Dios os lo comunica como una nueva feliz, a fin de que se tranquilicen vuestros corazones, y la victoria no proviene más que del Dios poderoso y sabio. Dios os enseña que despedazará a los infieles, a quienes traqueteará, y los cuales serán trastornados, derrotados sin remisión.
123. No es a ti a quien importa esto, perdóneles o castígueles Dios; son malvados. 124. A Dios pertenece cuanto hay en los cielos y en la tierra: él perdona a quien quiere y castiga a quien quiere. Es indulgente y misericordioso.
125. ¡Oh creyentes! No os entreguéis a la usura elevando la suma al doble y siempre al doble. Temed al Señor y seréis felices.
126. Temed el fuego preparado para los infieles; obedeced a Dios y al profeta, a fin de obtener la misericordia de Dios.
127. Esforzaos por merecer la indulgencia del Señor y la posesión del paraíso, vasto como los cielos y la tierra 32 y destinado a los que temen a Dios.
128. A los que hacen limosna lo mismo en el bienestar que en situación apurada, que saben dominar su ira y que perdonan a los hombres que !es ofenden. En verdad, Dios ama a los que obran con bondad.
129. Los que, después de haber cometido una acción deshonesta o una iniquidad, se acuerdan inmediatamente del Señor, le piden perdón por sus pecados (pues ¿qué otro Dios tiene derecho a perdonar?) y no perseveran en los pecados que reconocen. 130. Todos éstos sentirán la indulgencia del Señor y habitarán eternamente jardines regados por cursos de aguas. ¡Qué hermosa es la recompensa de los que tienen buenas obras!
131. Antes de vosotros hubo castigos aplicados a los malos. Recorred la tierra y ved cuál fue el fin de los que trataban de impostores a los enviados de Dios. 132. Este libro es una declaración dirigida a los hombres: sirve de guía y de advertencia a los que temen.
133. No perdáis valor, no os aflijáis, que seréis victoriosos si sois creyentes. 134. Si las heridas os alcanzan, ¡oh!, ¿no han alcanzado a a muchos otros? Alternamos los reveses y los éxitos entre los hombres, a fin de que Dios conozca a los creyentes y que escoja entre vosotros sus testigos 33 (él odia a los malos).
135. A fin de probar a los creyentes y de destruir a los infieles.
136. ¿Creéis entrar en el paraíso antes que Dios sepa quiénes de vosotros son los que han combatido y perseverado?
137. Deseabais la muerte antes que se hubiese presentado 34, la habéis visto, la habéis considerado y os habéis humillado.
138. Mahoma no es más que un enviado. Otros enviados le han precedido. Si murise o si fuese matado, ¿os volveríais atrás?. 35 El que se volviese atrás no podría dañar a Dios, y Dios recompensa a los que le dan acciones de gracias.
139. El alma viva no muere más que con el permiso de Dios, según el Libro 36, que fija el término de la vida. Al que desea la recompensa de este mundo, nosotros se la concederemos; nosotros concederemos también la de la vida futura al que la desee y recompensaremos a los que son agradecidos.
140. Más de un profeta ha tenido que combatir a un enemigo seguido de innumerables tropas, y, sin embargo, estos profetas no se han dejado abatir por los reveses sufridos en la senda de Dios; no han vacilado en su fe y no se han sometido cobardemente al enemigo. En verdad, Dios ama a los que perseveran. 141. Se limitaban a decir: Señor, perdónanos nuestras faltas, los extravíos de que nos hemos hecho culpables en nuestra misión; da firmeza a nuestros pasos y préstanos tu asistencia contra los infieles. Dios les concedió la recompensa de este mundo y una hermosa parte en el otro, pues Dios ama a los que obran el bien.
142. ¡Oh creyentes! Si escucháis a los infieles, os harán volver a vuestros errores y volveréis a caer en la perdición.
143. Dios es vuestro protector. ¿Quién puede socorreros mejor que él? 144. Sembraremos el espanto en el corazón de los idólatras, porque han asociado a Dios divinidades, sin que Dios les haya dado ningún poder respecto a este punto; el fuego será su morada. ¡Qué horrible es la mansión de los impíos!
145. Dios ha realizado ya sus promesas, cuando, con su permiso, vosotros habéis aniquilado a vuestros enemigos; pero vuestro valor ha vacilado y habéis disputado en el asunto que sabéis; 37 habéis desobedecido después que el Profeta os hubo hecho entrever lo que deseabais. 38
146. Una parte de vosotros deseaba los bienes de este mundo; los demás deseaban la vida futura. Dios os ha hecho emprender la huida delante de vuestros enemigos para poneros a prueba; pero os perdonó en seguida, porque está lleno de generosidad para los creyentes. 147. Acordaos de que entonces huíais en desorden y no os esperabais unos a otros, mientras que el profeta iba detrás de vosotros para llamaros al combate. Dios os ha hecho sentir aflicción sobre aflicción, a fin de que no sintieseis ya pena a causa del botín que se os escapó, y de la desgracia que os alcanzó. Dios tiene noticia de todas vuestras acciones. 148. En seguida Dios hizo descender la seguridad y el sueño sobre una parte de los vuestros. En cuanto a la otra parte, sus pasiones les llevaron a pensamientos injustos contra Dios, a pensamientos de ignorancia. 39 Éstos decían: ¿Qué ganamos en todo este negocio? Respóndeles: Todo negocio depende de Dios. Ocultaban en el fondo de sus almas lo que no te manifestaban. Decían: Si hubiésemos tenido que obtener alguna ventaja de todo este asunto, ciertamente no habríamos sido derrorados aquí. Diles: Aun cuando hubieseis permanecido en vuestras casas, aquellos cuya muerte estaba escrita en lo alto habrían ido a sucumbir en este mismo lugar, a fin de que el Señor probara lo que ocultabais en vuestros senos y desembrollase lo que estaba en el fondo de vuestros corazones. Dios conoce lo que esconden los corazones.
149. Los que se retiraron el día del encuentro de los dos ejércitos fueron seducidos por Satán, en castigo de alguna falta que habían cometido. Dios les ha perdonado, porque es indulgente y clemente.
150. ¡Oh creyentes! No os parezcáis a los infieles que dicen a sus hermanos, cuando éstos viajan por el pais o cuando van a la guerra: Si hubiesen permanecido con nosotros, no habrían muerto, no habrían sido matados. Dios ha querido que lo que ha ocurrido sembrase en los corazones amargos pesares. Dios da la vida y la muerte y ve vuestras acciones.
151. Si moris o si sois matados luchando en la senda de Dios, os alcanzan la indulgencia y la misericordia de Dios. Esto vale más que las riquezas que amontonáis. 152. Que muráis de muerte natural o que seáis matados Dios os reunirá en el día final. 153. Tú les has descrito la misericordia de Dios, dulce y fácil, ¡oh Mahoma! Si hubieses sido más severo y más duro, se habrían separado de ti. Ten, pues, indulgencia con ellos, ruega a Dios que les perdone, aconséjales en sus negocios, y, cuando emprendas algo, pon tu confianza en Dios, pues él ama a los que han puesto en él su confianza. 154. Si Dios viene en vuestro auxilio, ¿quién podrá venceros? Si os abandona, ¿quién podrá socorreros? Sólo en Dios ponen los i creyentes su confianza.
155. No es el profeta quien os engañaría. El que engaña, aparecerá con su engaño el día de la resurrección. 40 Entonces toda alma recibirá el premio de sus obras y nadie será tratado con injusticia.
156. ¿Creéis que el que haya seguido la voluntad de Dios será tratado como el que ha merecido su cólera y cuya morada será el fuego? ¡Qué detestable senda la tal senda!
157. Ocuparán grados diferentes cerca de Dios. Él ve vuestras acciones. 158. Dios ha hecho brillar su beneficencia para los fieles, enviándoles un apóstol de entre ellos para recitarles sus enseñanzas, hacerles puros a instruirles en el Libro (el Corán) y en la sabiduría, a ellos que estaban poco antes en un manifiesto extravío. 159. Cuando os ha alcanzado un revés por primera vez (y vosotros habéis hecho sentir a vuestros enemigos el doble de vuestras desgracias) habéis dicho: ¿De dónde nos proviene esa desgracia? Respóndeles: De vosotros mismos. Dios es todopoderoso. 160. El revés que sufristies el día en que se encontraron los dos ejércitos, tuvo lugar por la voluntad de Dios, a fin de que distinguiese a los infieles de los hipócritas. Cuando se les gritó: Avanzad, luchad en la senda de Dios, rechazad al enemigo, responderán ellos: Si supiésemos combatir, os seguiríamos. Aquel día estaban más cerca de la infidelidad que de la fe.
161. Pronunciaban con sus labios lo que no estaba en sus corazones; pero Dios conoce lo que ocultan.
162. A los que al quedar en sus hogares, dicen: Si nuestros hermanos nos hubiesen escuchado, no habrían sido muertos, responde: Poneos, pues, al abrigo de la muerte si sois verídicos.
163. No creáis que los que han sucumbido combatiendo en esa senda de Dios hayan muerto; viven cerca de Dios y reciben de él su alimento.
164. Llenos de goce a causa de los beneficios con que Dios les ha colmado, se regocijan porque los que siguen sus huellas y no les han alcanzado aún, estarán al abrigo de los espantos y de las penas.
165. Se regocijan a causa de los beneficios de Dios y de su generosidad y de que no deja perecer la recompensa de los fieles.
166. Los que, después del revés (sufrido en Ohod), obedecen a Dios y al profeta, obran el bien y temen al Señor, esos recibirán una magnífica recompensa.
167. Los que cuando se les anuncia que los enemigos se reúnen y que son de temer, no hacen más que acrecentar su fe y dicen: Dios nos basta, es un excelente protector. 168. Los que vuelven colmados de gracias de Dios, ninguna desgracia les alcanza; han seguido la voluntad de Dios, cuya liberalidad es infinita.
169. Con frecuencia Satán intimida a sus adherentes; no le temáis; pero temedme, si sois creyentes.
170. Que los que corren a pasos precipitados hacia la incredulidad no te causen aflicción; no sabrían causar la menor lástima a Dios. Dios les negará toda parte en la vida futura; sólo les está reservado un terrible castigo.
171. Los que compran la infidelidad a costa de su fe, no podrían causar ninguna lástima a Dios. Les espera un castigo doloroso.
172. Que los infieles no se imaginen que, si les concedemos una larga vida, es un bien. Nosotros se la concedemos larga para que multipliquen sus iniquidades. Les espera un castigo envilecedor.
173. Dios no podría dejar a los creyentes en el estado en que estáis; separará al malo del bueno.
174. Dios no podría descubriros las cosas ocultas. 41 Escoge a los enviados que le place para confiárselos. Creed, pues, en Dios y en sus enviados; si creéis y si teméis, recibiréis una recompensa generosa.
175. Que los hombres avaros de los bienes que Dios les dispensa en su generosidad no se imaginen que esto les aprovechará; lejos de aquí, eso les acarreará desgracia. 176. Los bienes que ambicionan les serán enganchados al cuello a modo de collar en el día de la resurrección. 42 La herencia de los cielos y de la tierra pertenece a Dios, que tiene noticias de todas vuestras acciones.
177. Ha oído las palabras de los que decían: Dios es pobre y nosotros somos ricos. 43 Tendremos en cuenta sus palabras y la sangre de los profetas muertos injustamente, y les diremos: Sufrid el castigo del fuego.
178. Como premio de las obras de vuestras manos, pues Dios no es injusto con sus servidores.
179. A los que dicen: Dios nos ha prometido que no estaremos obligados a creer en un profeta, a no ser cuando este profeta presente una ofrenda que el fuego del cielo consumirá en seguida.
180. Responde: Os han llegado antes que yo profetas que han hecho milagros, incluso el mismo que citáis. ¿Por qué los habéis, pues, matado? Decidlo, si sois veraces. 44 181. Si te tratan de impostor, ¡oh Mahoma! , los apóstoles enviados antes que tú fueron tratados lo mismo, aunque hubiesen operado milagros y aportado el libro de los Salmos y el Libro que ilumina. 45
182. Toda alma probará el brebaje de la muerte. 46 Recibiréis vuestras recompensas el día de la resurrección. El que haya evitado el fuego y entre en el paraiso, éste será bienaventurado, pues la vida de aquí abajo no es más que un goce engañoso. 183. Seréis puestos a prueba en vuestros bienes y en vuestras personas. Oiréis de parte de los que han recibido las Escrituras y de parte de los idólatras cosas duras; pero tened paciencia y temed a Dios: esto está en el orden de las cosas. 47
184. Dios ha estipulado con los judíos que tendrán que explicar el Pentateuco a los hombres, y que no lo ocultarán. Se lo han echado a la espalda y lo han vendido por un precio vil. ¡Triste mercancía la que han recibido en cambio!
185. No penséis que los que se regocijan de sus obras o los que quieren ser alabados de lo que no han hecho estén al abrigo de los castigos. Les espera un castigo doloroso. 186. El reino de los cielos y de la tierra es de Dios; Dios tiene poder sobre todas las cosas.
187. En la creación de los cielos y de la tierra, en la alternativas de los días y de las noches, hay indudablemente signos para los hombres de inteligencia.
188. Que, de pie, sentados, acostados, piensen en Dios y mediten sobre la creación de los cielos y de la tierra. Señor, dicen, tú no has creado en vano todo esto. Para tu gloria, no. 48 Presérvanos de la pena del fuego.
189. Señor, aquel a quien lances al fuego será cubierto de ignominias. Los perversos no obtendrán ningún socorro.
190. Señor, hemos oído al hombre que llamaba; nos llamaba a la fe, nos gritaba: Creed en Dios, y hemos creído.
191. Señor, perdónanos nuestras faltas, borra nuestros pecados y haz que muramos en la senda de los justos.
192. Señor, concédenos lo que nos has prometido por medio de tus apóstoles y no nos aflijas en el día de la resurrección; en verdad, tú no faltas a tus promesas. 193. Dios los escucha y les dice: No se perderá nínguna obra de ninguno de vosotros, ni hombre, ni mujer. Las mujeres han salido de los hombres.
194. Yo borraré los pecados de los que hayan emigrado o hayan sido expulsados de su país, de los que hayan sufrido en mi senda (por mi causa), de los que hayan combatido y sucumbido. Los introduciré en los jardines regados por corrientes de agua 195. Ésta es la recompensa de Dios, y, en verdad, Dios dispone de magníficas recompensas.
196. Que la posteridad de los infieles (que están en la Meca) no te deslumbre. 49 Es un goce de corta duración. Su morada será el fuego. ¡Qué horrible lugar de reposo!
197. Mas los que temen al Señor habitarán los jardines regados por corrientes de agua, y allí permanecerán etemamente. Tal será el recibimiento que hallarán en casa de Dios, y, en verdad, todo lo que viene de Dios vale más para los justos.
198. Entre los judíos y los cristianos, los hay que creen en Dios y en los libros enviados a vosotros y a ellos, que se humillan ante Dios y no venden sus enseñanzas por un precio vil.
199. Ellos hallarán su recompenses cerca de Dios, que está pronto a arreglar las cuentas. 50
200. ¡Oh creyentes! Sed pacientes; luchad en paciencia los unos con los otros; sed firmes y temed a Dios. Seréis feliax.