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SURA V LA MESA 1

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Índice

Dado en Medina. - 120 versículos

En nombre del Dios clemente y misericordioso

1. ¡Oh creyentes! Sed fieles a vuestros compromisos. Os está permitido alimentaros de la carne de los animales que componen vuestros rebaños;2 pero no comáis de las cosas respecto de las cuales se ha hecho una prohibición en los venículos del Corán, ni piezas que no os está permitido matar en la caza, mientras que estáis vestidos con el traje de la peregrinación.3 Dios decide a su antojo.

2. ¡Oh creyentes! Guardaos de barrenar el mes sagrado; respetad las ofrendas4 y los ornamenteos que se les ruelga a las víctimas. Respetad a los que corren presurosos a la casa de Dios para buscar la gracia y la satisfacción de su Señor.

3. Cuando hayáis vuelto al estado profano5 podéis entregaros a la caza. Que el resentimiento contra los que procuraban rechazaros del oratorio sagrado no os lleve a acciones injustas. Ayudaos más bien mutuamente a practicar el bien y la piedad; pero no os ayudéis en el mal y en la injusticia, y temed a Dios, pues sus castigos son terribles. 4. Los animales muertos, la sangre, la carne de cerdo, todo lo que ha sido matado bajo la invocación de otro nombre distinto del de Dios;6 los animales asfixiados, acogotados, muertos de una caída o de alguna cornada; los que han sido mordidos por un animal feroz, a menos que no los hayáis purificado con una sangría; lo que ha sido inmolado en los altares de los ídolos; todo esto os está prohibido. No os los repartáis consultando las flechas, pues esto es una impiedad hoy.7 La desesperación espera a los que han renegado de vuestra religión; no los temáis; temedme.

5. Hoy8 he perfeccionado vuestra religión y he llevado al colmo mis beneficios para vosotros. Me ha complacido daros el islamismo por religión. El que cediendo a la necesidad del hambre y sin designio de obrar mal haya faltado a nuestras disposiciones, 9 ése será absuelto, pues Dios es indulgente y misericordioso.

6. Te pregutarán lo que les está permitido. Respóndeles: Las cosas buenas os están permitidas. La presa de los animales de caza que hayáis amaestrado a la manera de los perros, según la ciencia que habéis recibido de Dios, os está permitida. Comed lo que os hayan procurado invocando el nombre de Dios. Temedle, pues está pronto en hacer rendir cuenta.

7. Hoy se os ha permitido todo lo que es bueno;10 el alimento de los que han recibido las Escrituras es lícito para vosotros, y el vuestro lo es igualmente para ellos.11 Os está permitido casaros con las hijas honestas de los creyentes y de los que han recibido las Escrituras antes de vosotros,12 con tal que les deis su recompensa. Vivid castamente con ellas, guardándoos de la crápula y sin tomar concubinas.13 El que traicione su fe perderá el fruto de sus buenas obras y estará en el otro mundo entre el número de los desgraciados.

8. ¡Oh creyentes! Cuando os disponéis a hacer la oración, lavaos el rostro y las manos hasta el codo; enjugaos la cabeza y los pies hasta los talones.

9. Purificaos después de la cohabitación con vuestras esposas; pero cuando estéis enfermos o de viaje, cuando acabéis de satisfacer vuestras necesidades naturales y cuando hayáis tenido comercio con una mujer, si no halláis agua, frotaos el rostro y las manos con arena fina y pura.14 Dios no quiere imponeros ninguna carga; pero quiere haceros puros y llevar al colmo sus beneficios, a fin de que estéis agradecidos. 10. Acordaos, pues, de sus beneficios y del pacto que ha celebrado con vosotros, cuando pronunciasteis estas palabras: Hemos entendido y obedeceremos. Temed a Dios, pues conoce el interior de vuestros corazones.

11. ¡Oh vosotros los que creéis! Sed testigos firmes y justos ante Dios; que el odio no os lleve a apartaros de la línea recta. Sed justos: la justicia linda con la piedad. Temed a Dios, pues conoce vuestras acciones.

12. Dios ha hecho promesas a los que creen y practican las buenas obras; el perdón y una recompensa magnffica son de ellos.

13. Los que no creen y los que tratan nuestros signos de mentiras, ésos serán encomendados al fuego.

14. ¡Oh creyentes! Acordaos de los beneficios del Señor. Cuando algunos hombres habían resuelto llevar sus brazos hacia vosotros, fue Dios el que rechazó sus brazos.15 Temed a Dios; que los verdaderos creyentes no cifren sus esperanzas más que en él. 15. Dios aceptó la alianza de los hijos de Israel. Nosotros suscitamos de en medio de ellos doce jefes, y Dios dijo:16 Estaré con vosotros. Si cumplís puntualmente la oración, si hacéis limosna, si prestáis fe a mis enviados, si les ayudáis y si hacéis a Dios un préstamo generoso, expiaré vuestras ofensas y os introduciré en los jardines regados por corrientes de agua. El que se niegue a creer después de estas advertencias, ése abandona el medio hermoso de la senda.

16. Pero como ellos han barrenado el pacto concluido, les hemos maldecido. Hemos endurecido sus corazones. Desvían 1as palabras de las Escrituras y olvidan una parte de lo que les fue enseñado. No cesaráas de descubrir alguna perfidia de su parte; salvo un pequeño número, todos son culpables; pero perdónales y pasa adelante, pues Dios ama a los que obran noblemente.

17. También hemos aceptado la alianza de los que dicen: Somos cristianos; pero éstos han olvidado también una parte de lo que les fue enseñado.17 Hemos suscitado en medio de ellos la enemistad y el odio, que deben durar hasta el día de la resurrección. Dios les enseñará lo que han hecho.

18. ¡Oh vosotros los que habéis recibido las Escrituras! Nuestro enviado os ha indicado muchos pasajes que ocultabais y ha pasado por encima muchos otros. La luz os ha venido de Dios, así como este Libro evidente por medio del cual guiará Dios a los que siguen su voluntad en la senda de la salvación. Les hará pasar de las tinieblas a la luz por su voluntad, y les dirigirá por la senda recta.

19. Los que dicen que Dios es el Mesías, hijo de Maria, son infieles. Respóndeles:

¿Quién podría, de cualquiera manera que esto sea, impedir a Dios si quisiese aniquilar al Mesías, hijo de Marla, y a su madre y a todos los seres de la tierra? 20. A Dios pertenece la soberanía de los cielos y de la tierra y del espacio que los separa. Él crea lo que quiere y lo puede todo.

21. Somos los hijos de Dios y sus amigos queridos, dicen los judíos y los cristianos. Respóndeles: ¿Por qué os castiga pues, por vuestros pecados? Vosotros no sois más que una porción de los hombres que ha creado; él perdona o castiga a su gusto. A él pertenece la soberanía de los cielos y de la tierra, y todo lo que hay entre ellos. Él es el término adonde todo irá a parar algún día.

22. ¡Oh vosotros los que habéis recibido las Escrituras! Nuestro enviado va a instruiros acerca de la oración de los profetas, a fin de que no digáis: No nos viene ya anunciador, amonestador ninguno. Hele en medio de vosotros a ese anunciador, a ese amonestador, y Dios es poderoso sobre todas las cosas.

23. Cuando Moisés dijo a los israelitas: Acordaos de los beneficios que habéis recibido de Dios; ha suscitado profetas en vuestro seno, os ha dado reyes, os ha concedido favores que no había concedido jamás a nación ninguna.

24. Entra, ¡oh pueblo mío!, en la tierra santa que Dios lo ha destinado; no os volváis atrás por temor a que os encaminéis a vuestra perdición.

25. Este país, respondieron los israelitas, está habitado por hombres poderosos. Mientras que lo ocupen, nosotros no entraremos en él. Si salen, nosotros tomaremos posesión de él. 26. Presentaos a la puerta de la villa, dijeron dos hombres que temían al Señor y que estaban favorecidos por sus gracias: No bien hayáis entrado, seréis vencedores. Poned vuestra confianza en Dios, si sois fieles.

27. ¡Oh Moisés!, dijo el pueblo, no entraremos mientras no haya salido el pueblo que la habita. Ve con tu Dios y combatid ambos. Nosotros permaneceremos aquí. 28. Señor, exclamó Moisés, sólo tengo poder sobre mí y sobre mi hermano; pronuncia entre nosotros y este pueblo de impíos.

29. Entonces el Señor dijo: Esta tierra les estará prohibida durante cuarenta años. Andarán errantes por el desierto, y tú cesa de atormentarte a causa de este pueblo de impíos.

30. Cuéntales la historia, tal cual es, de aquellos dos hijos de Adán que presentaron sus ofrendas.18 La ofrenda del uno fue aceptada, la del otro fue rechazada. Este le dijo a su hermano: Voy a matarte. Dios, respondió el otro, no recibe ofrendas más que de los hombres que le temen.

31. Aun cuando tú extendieses sobre mí tu mano para matarme, yo no extendería la mía para quitarte la vida, pues temo a Dios, el dueño del universo.

32. Prefiero que tú solo salgas cargado con mis pecados y con los tuyos y que seas encomendado al fuego, recompensa de los perversos.

33. Y su alma (su pasión) lo arrastró al asesinato de su hermano; lo mató y fue del número de los perdidos.

34. Dios envió un cuervo que arañaba la tierra para mostrarle cómo debía ocultar el crimen cometido en su hermano. ¡Desgraciado de mí!, exclamó el asesino. ¿He pasado a ser débil hasta el punto de no poder, como ese cuervo, ocultar el crimen cometido en mi hermano?.19 Caín era ya del número de los arrepentidos.

35. Por lo cual hemos escrito esta ley para los hijos de Israel: El que haya matado a un hombre sin que éste haya matado a otro hombre o sembrado el desorden en el país20, será considerado como el asesino del género humano, y el que haya devuelto la vida a un hombre será considerado como si hubiese devuelto la vida a todo el género humano. 36. Nuestros enviados han aparecido en medio de ellos acompañados de signos evidentes; pero aun después de la aparición de estos signos, la mayor parte de los hombres cometían excesos.

37. He aquí cuál será la recompensa de los que hacen la guerra a Dios y a su enviado, y que emplean todas sus fuerzas en cometer desórdenes en la tierra; les condenaréis a muerte o les haréis sufrir el suplicio de la cruz; les cortaréis las manos y los pies, alternados; serán expulsados de su país.21 La ignominia les cubrirá en este mundo, y un castigo cruel les espera en el otro.

38. Salvo los que se hayan arrepentido antes de que los tengáis en vuestro poder, pues sabed que Dios es indulgente y misericordioso.

39. ¡Oh creyentes! Temed a Dios; esforzaos por tener acceso cerca de él; combatid por su religión y seréis felices.

40. Aunque los infieles poseyesen dos veces más riquezas que contiene la tierra y las ofreciesen para librarse del suplicio el día de la resurrección, sus ofertas no serían aceptadas. Un castigo cruel les espera.

41. Desearían salir del fuego; pero no saldrán jamás. El castigo que les está reservado es eterno.

42. En cuanto al ladrón y a la ladrona, les cortaréis las manos como retribución a la obra de sus manos; como castigo proveniente de Dios; Dios es poderoso y prudente. 43. Todo el que esté arrepentido de sus iniquidades y se haya corregido, Dios acogerá su arrepentimiento, pues es indulgente y misericordioso.

44. ¿Ignoráis que Dios es el soberano de los cielos y de la tierra? Castiga a quien quiere y perdona a quien quiere; es omnipotente.

45. ¡Oh profeta! No te aflijas a causa de os que corren a porfía unos de otros hacia la infidelidad, ni a causa de aquellos cuyas voces dicen: Nosotros creemos mientras que sus corazones no creen; ni a causa de los judíos que, prestando ávidamente oídos a las mentiras y a las palabras de los otros, no vienen nunca a oír las tuyas. Desvían las palabras de la Escritura y dicen luego: Si os los dan así, tomadlos; si no, tened cuidado.22

¿Quién es el que podrá preservar del error a aquel a quien Dios quiera extraviar? Aquellos cuyo corazón no haya purificado Dios serán cubiertos de oprobio en este mundo y sufrirán en el otro un castigo terrible.

46. Prestan ávidamente oídos a las mentiras y devoran con avidez lo que es ilícito.23 Si recurren a tu juicio, pronuncia entre ellos o abstente. Si te abstienes, no podrán dañarte; pero si tú te encargas de juzgar, júzgalos con equidad, pues Dios ama a los que juzgan con equidad.

47. Mas ¿cómo te habían de tomar por árbitro? Sin embargo, tienen el Pentateuco, donde están encerrados los preceptos del Señor; pero se ha alejado de ellos y no creen. 48. Hemos hecho descender el Pentateuco; contiene la dirección de la buena senda y la luz. Los profetas, verdaderos creyentes resignados a la voluntad de Dios, debían juzgar a los judíos según ese libro; los doctores y los sacerdotes debían juzgar según las partes del libro de Dios cuya custodia tenían a su cargo; eran como testigos de la ley respecto de los judíos. ¡Oh judíos! No temáis a los hombres; temedme y no deis mis signos a cambio de un precio ínfimo. Los que no juzguen conforme a la verdad que Dios ha hecho descender de lo alto, son infieles.

49. En este código hemos prescrito a los judíos: Alma por alma, ojo por ojo, nariz por nariz, oreja por oreja, diente por diente. Las heridas serán castigadas por la ley del talión. El que al recibir el precio de la pena lo convierta en limosna, hará bien; esto le servirá de expiación de sus pecados.24 Los que no juzguen según los libros que hemos hecho descender de lo alto, son infieles.

50. Detrás de los demás profetas hemos enviado a Jesús, hijo de María, para confirmar el Pentateuco; el Evangelio contiene también la dirección y la advertencia para los que temen a Dios.

51. Las gentes del Evangelio juzgarán según el Evangelio. Los que no juzgan por un libro de Dios son infieles.

52. Te hemos enviado el Libro que contiene la verdad, el cual confirma las Escrituras que le han precedido y las pone al abrigo de toda alteración. Juzga entre ellos a todos según los mandatos de Dios, y guárdate de alejarte de lo que te ha sido dado especialmente. Hemos asignado a cada uno de vosotros un sendero, un camino trillado.25 53. Si Dios hubiese querido, hubiese hecho de todos vosotros un solo pueblo; -pero ha querido poner a prueba vuestra fidelidad en observar lo que os ha dado. Corred a porfía unos de otros hacia las buenas acciones; todos volveréis a Dios; él mismo os esclarecerá la materia de vuestras disputas.

54. Pronuncia entre ellos según los mandatos descendidos de lo alto, no escuches sus votos y manténte en guardia, no sea que te alejen de ciertos mandatos que tr fueron dados de lo alto. Si ellos se alejan, sabe que es por algunos pecados que Dios quiere castigar en ellos, y en verdad el número de los perversos es considerable.

55. ¿Es el juicio de la ignorancia lo que desean?.26 Sin embargo, ¿qué mejor juez que Dios pueden hallar los que creen firmemente?

56. ¡Oh creyentes! No toméis por amigos a los judíos y a los cristianos que son amigos unos de otros. El que los tome por amigos acabará por semejárseles, y Dios no será la guía de los perversos.

57. Verás a aquellos cuyo corazón está atacado de algún achaque correr a cuál más al lado de los infieles y decirles: Tememos que nos alcancen las vicisitudes de la suerte. ¿ Qué saben ellos? Tal vez vendrá Dios con la victoria o hará acaecer algún acontecimiento y es posible que entonces estos hombres se arrepientan de sus pensamientos secretos. 58. Entonces dirán los fieles: ¿Son ésos los que juraban con juramentos solemnes que no eran de nuestro partido? Sus esfuerzos no habrán dado ningún resultado, y perecerán. 59. ¡Oh vosotros los que creéis! Si hay entre vosotros quien reniega de su religión, en verdad Dios suscitará otros hombres a quienes amará y que le amarán. Humildes para con los creyentes y altivos para con los infieles, combatirán por la fe y no temerán el vituperio de nadie.27 Éste es el favor de Dios, que lo concede a quien quiere. Es inmenso y sabio.

60. Vuestros amigos son Dios y su apóstol y los que creen, los que cumplen puntualmente la oración, los que dan limosna y se indinan ante Dios. 61. Los que toman por amigo28 a Dios, a su apóstol y a los creyentes, forman el partido de Dios. Ellos son los que serán los más fuertes.

62. ¡Oh creyentes! No busquéis apoyo en los hombres que han recibido la Escritura, ni en los infieles que hacen de vuestro culto un objeto de mofa. Temed a Dios, si sois fieles. 63. No busquéis tampoco cerca de los que, cuando os oyen hacer la llamada para la oración, hacen de ella un objeto de burla y de irrisión. Están desprovistos de juicio. 64. Di a los que han recibido la Escritura: ¿Vais a desautorizarnos porque creemos en Dios, en lo que nos fue dado de lo alto y en lo que ha sido enviado anteriormente y porque la mayor parte de vosotros sois impíos?

65. Diles además: ¿Os anunciaré yo alguna retribución más terrible que la que Dios les reserva? Aquellos a quienes Dios ha maldecido, aquellos contra los cuales está irritado, a quienes ha transformado en monos y en cerdos; los que adoran a Tagut, esos tendrán un lugar detestable y estarán muy lejos del camino recto.

66. Cuando se han presentado ante vosotros, han dicho: Creemos. Han entrado con la infidelidad y han salido con ella. Pero Dios conoce lo que ocultaban. 67. Entre ellos verás a un gran número correr presurosamente hacia la iniquidad, hacia la injusticia, hacia el ávido goce de las cosas ilícitas. ¡Qué abominables son sus acciones!

68. Si no fuesen los doctores y los sacerdotes que les impiden entregarse a la impiedad en sus discursos y a las cosas ilícitas, ¿qué horrores no cometerían?

69. Los judíos dicen: La mano de Dios está encadenada. Que sus manos sean encadenadas a su cuello;29 que sean malditos como premio de sus blasfemias. Lejos de esto, las dos manos de Dios están abiertas; distribuye sus dones como quiere, y el don que Dios ha hecho descender para ti de lo alto no hará más que aumentar la rebelión y la infidelidad de un gran número de ellos. Pero nosotros hemos sumido en medio de ellos la enemistad y el odio, que durarán hasta el día de la resurrección. Siempre que enciendan el fuego de la guerra, Dios lo extinguirá. Recorren el país para devastarlo y para cometer en él desórdenes. Pero Dios no ama a los que cometen desórdenes.

70. ¡Oh, si los hombres de las Escrituras tuviesen fe y temor de Dios, borraríamos sus pecados, los introduciríamos en los jardines de delicias! Si observasen el Pentateuco y el Evangelio, y los libros que el Señor les ha enviado, gozarían de los bienes que se hallan por encima de sus cabezas y bajo sus pasos. Hay algunos de ellos que obran con rectitud; pero la mayor parte, ¡oh!, ¡cuán detestables son sus acciones!

71. ¡Oh profeta, da a conocer todo lo que ha descendido sobre ti de parte de tu Señor, porque, si no lo haces, no habrás cumplido tu mensaje! Dios te pondrá al abrigo de las violencias de los hombres; él no es el guía de los infieles.

72. Di a los hombres de las Escrituras: Vosotros no os apoyaréis en nada sólido, mientras no observéis el Pentateuco, el Evangelio y lo que Dios ha hecho descender de lo alto. El libro que has recibido del cielo, ¡oh Mahoma! , no hará más que aumentar la rebelión y la infidelidad de un gran número de ellos; pero no te preocupes de la suerte de los infieles. 73. Los que creen30 y los judíos, los sabeos, los cristianos, en una palabra, todo el que cree en Dios y en el día final y haya obrado el bien, ésos estarán exentos de todo temor y no serán afligidos.

74. Hemos aceptado la alianza de los hijos de Israel y les hemos enviado profetas; siempre que los profetas les anunciaban las verdades que se oponían a sus inclinaciones, acusaban a los unos de impostura y asesinaban a los otros.

75. Han pensado que no surgirá de aquí ningún mal;31 han pasado, pues, a ser ciegos y sordos. El Señor les ha perdonado; un gran número de ellos pasaron a ser de nuevo sordos y ciegos; pero Dios ve bien lo que hacen.

76. Infiel es el que dice: Dios es el Mesías, hijo de María. ¿No dijo el mismo Mesías de sí mismo: Oh hijos de Israel, adorad a Dios, que es mi Señor y el vuestro? A todo el que asocia a Dios otros dioses, Dios le prohibirá la entrada en el jardín, y su mansión será el fuego. Los perversos no tendrán ya socorros que esperar.

77. Infiel es el que dice: Dios es el tercero de la Trinidad, en tanto que no hay más Dios que el Dios único. Si no cesan..., en verdad, un castigo doloroso alcanzará a los infieles. 78. ¿No volverán al Señor, no implararán su perdón? Él es indulgente y misericordioso. 79. El Mesías, hijo de María, no es más que un apóstol; otros apóstoles le han precedido. Su madre era justa. Se alimentaban de manjares.32 Ya veis cómo les explicamos nosotros estos signos de Dios, y ya veis también cómo se apartan de ellos. 80. Diles: ¿Adoraréis al lado de Dios lo que no es capaz ni de dañaros ni de seros útil, mientras que Dios lo oye y lo sabe todo?

81. Di a los hombres de las Escrituras: No paséis la medida en vuestra religión contra la verdad33 y no sigáis las inclinaciones de los hombres que estaban extraviados antes de vosotros, que han arrastrado al error a la mayor parte de los hombres y que han abandonado el hermoso medio de la senda.

82. Aquellos hijos de Israel que han sido infieles están malditos34 por la boca de David y de jesús, hijo de Marfa, porque han sido rebeldes, transgresores, y no procuraban apartarse mutuamento de las malas acciones que cometían. ¡Cuán detestables son sus acciones!

83. Verás a gran número de ellos trabar amistad con los infieles. ¡Qué detestables son esas acciones que les han sido sugeridas por sus pasiones y que les han valido la ira de Dios mientras que permanecerán eternamente en el suplicio del ínfierno! 84. Si hubiesen creído en Dios, en el apóstol y en el Corán, no habrian buscado jamás la alianza de los infieles; pero la mayor parte de ellos no son más que perversos. 85. Reconocerás que los que alimentan el odio más violento contra los fieles son los judíos y los idólatras, y que los que están más dispuestos a amar a los fieles son los hombres que se dicen cristianos; esto es porque tienen sacerdotes y monjes y porque carecen de orgullo.

86. Cuando oyen los versículos del Corán, verás que brotan de sus ojos abundantes lágrimas, pues han reconocido la verdad. Exclaman: ¡Oh Sefior, nosotros creemos!

Inscnibenos en el número de los que dan testimonio de la verdad del Corán. 87. ¿Por qué no habíamos de creer en Dios y en las verdades que nos declara? ¿Por qué no habíamos de desear que nos diese un lugar entre los justos?

88. Como recompensa de sus palabras, Dios les ha concedido los jardines regados por corrientes de agua, donde permanecerán eternamente; tal es la recompensa de los que obran el bien. Pero los que no creen, los que tratan de mentira nuestros signos, están encomendados al infierno.

89. ¡Oh creyentes! No prohibáis las cosas buenas cuyo uso os ha permitido Dios, y no vayáis más allá, pues Dios no ama a los que pasan el límite.

90. Alimentaos con los alimentos que Dios os concede, con los alimentos lícitos y buenos, y temed a ese mismo Dios que es objeto de vuestra creencia.

91. No os castigará por un error en vuestros juramentos, pero os castigará a causa de los compromisos serios que violéis; y la expiación de tal violación será el alimento de diez pobres, alimento de calidad media y tal como lo dais a vuestras familias, o bien sus ropas, o bien la libertad de un esclavo. El que no esté en situación de satisfacer esta pena ayunará tres días. Tal será la expiación de vuestros juramentos violados, cuando hayáis jurado. Observad, pues, vuestros juramentos. Así es como os manifiesta Dios sus signos, a fin de que estéis agradecidos.

92. ¡Oh creyentes! El vino, los juegos de azar, las estatuas35 y la suerte de las flechas36 son una abominación inventada por Satán; absteneros de ellos y seréis felices. 93. Satán desea excitar el odio y la enemistad entre vosotros con el vino y el juego, y alejaros del recuerdo de Dios y de la oración. ¿No os abstendréis, pues, de eso? Obedeced a Dios, obedeced al profeta, y manteneos en guardia, porque si os extraviáis, sabed que el apóstol sólo está obligado a la predicación.

94. Los que crean y hayan obrado el bien no serán considerados como culpables a causa de lo que comen, si han creído y si están penetrados de temor de Dios, si obran el bien y temen a Dios, si creen y temen aún y obran el bien, y en verdad, Dios ama a los que obran el bien.37

95. ¡Oh vosotros los que creéis! Dios procurará probaros, cuando os ofrezca, durante vuestras pengrinaciones a la Meca, alguna pieza de caza de las que pueden procuraros vuestros brazos y vuestras lanzas. Hace esto para saber quién es el que le teme desde el fondo de su corazón. En lo sucesivo, todo el que falte a sus leyes será entregado al doloroso castigo.

96. ¡Oh vosotros los que creéis! No os entreguéis a la caza mientras que llevéis el traje sagrado de la peregrinación.38 Todo el que mate un animal en la caza con premeditación estará obligado a compensarlo con un animal doméstico de valor igual; dos hombres concienzudos pronunciarán sentencia sobre el caso, y el animal dado como compensación será enviado en ofrenda a la Caaba, o bien la expiación tendrá lugar mediante alimento dado a los pobres, o bien mediante el ayuno, para que el culpable sienta las tristes consecuencias de su acción. Dios olvida el pasado; pero el que vuelve a caer en el pecado incurrirá en la venganza de Dios, y en verdad, Dios es poderoso y vengativo. 97. Os está permitido entregaros a la pesca para alimentaros y para los viajeros; pero la caza os está prohibida durante todo el tiempo en que llevéis el traje sagrado de la peregrinación. Temed a Dios: algún día seréis congregados en torno de él. 98. Dios ha hecho de la Caaba una casa sagrada destinada a ser una estación para los hombres; ha establecido un mes sagrado (dhulhidjdja) y la ofrenda de la oveja, y los ornamentos suspendidos de las víctimas, a fin de que sepáis que conoce todo lo que ha pasado en los cielos y en la tierra, que lo conoce todo. Sabed también que Dios es terrible en sus castigos, pero al mismo tiempo indulgente y misericordioso. 99. El profeta sólo está obligado a la predicación. Dios conoce lo que manifestáis y lo que ocultáis.

100. Diles: Lo bueno y lo malo no pueden tener el mismo premio, aunque os guste la abundancia de lo que es malo. ¡Oh hombres dotados de sentido, temed a Dios y seréis felices!

101. ¡Oh vosotros los que creéis! No nos interroguéis respecto de las cosas que si os fuesen reveladas podrían dañaros. Si les preguntáis cuándo será revelado por completo el Corán, os serán reveladas aquéllas. Dios os perdonará vuestra curiosidad, porque es indulgente y misericordioso. Antes de vosotros, hubo hombres que quisieron conocerlas a toda costa; su conocimiento les ha hecho infieles.

102. Dios no ha prescrito nada respecto de Bahira y Saiba, y de Vasila y Hami;39 los infieles forjan esas mentiras y las atribuyen a Dios; pero la mayor parte de ellos carecen de inteligencia.

103. Cuando se les ha dicho: Venid a adoptar lo que Dios ha enviado de lo alto: venid a su apóstol; han respondido: Nos basta la creencia que hemos hallado en nuestros padres.

¿Pues qué? ¿Aunque sus padres no hubiesen sabido nada de las cosas de Dios, ni recibido ningún guía?

104. ¡Oh creyentes! A vosotros os toca pensar en vosotros mismos. El extravío de los demás no os dañará si os guiáis por el libro sagrado Todos cuantos sois volveréis a Dios, el cual os hará presentes vuestras obras.

105. ¡Oh creyentes! Los testimonios entre vosotros, cuando alguno de vosotros se halle en el artículo de la muerte y quiera hacer un testamento, se prestarán así: Tomad dos personas rectors entre vosotros o entre otros,40 si estáis en algún punto distante del país y os sorprende la calamidad de la muerte; las encerraréis a las dos después de hacer la oración, y si dudáis aún de ellas, les haréis prestar el juramento siguente: No venderemos nuestro testimonio por ningún precio, ni siquiera a nuestros parientes, y no ocultaremos nuestro testimonio, porque seríamos criminales.

106. Si resultase que estos dos testigos se hubiesen hecho culpables de una falsedad, otros dos, parientes del testador y del número de los que han descubierto el perjuro, serán sustituidos por los primeros. Prestarán juramento ante Dios en estos términos: Nuestro testimonio es más cierto que el de los otros dos; nosotros no declaramos nada injusto; de no ser así, seríamos del número de los criminales.

107. Por esta disposición será más fácil obtener que los hombres presten testimonio verdadero; pues temerán que otro se haya prestado después del suyo. Temed, pues, a Dios y escuchadle; no dirige a los perversos.

108. El día en que Dios convoque a los apóstoles a quienes había enviado, les preguntará:

¿Qué os han respondido?, y dirán: No somos nosotros los que poseemos la ciencia, tú sólo conoces los secretos.

109. Dirá a Jesús, hijo de María: Acuérdate de los beneficios que hemos difundido sobre ti y sobre tu madre, cuando te he fortificado con el espíritu de santidad, a fin de que tú hablases a los hombres, de niño, en la cuna, y hombre hecho.

110. Te he enseñado el Libro, la Sabiduría, el Pentateuco y el Evangelio; tú formaste de barro la figura de un pájaro con mi permiso; tu aliento la animó con mi permiso; tú curaste a un ciego de nacimiento y a un leproso con mi permiso; tú hiciste salir a los muertos de sus tumbas con mi permiso. Yo aparté de ti las manos de los judíos. En medio de los milagros que hiciste brillar a sus ojos, los incrédulos exclamaban: Todo esto no es más que magia.41

111. Cuando dije a los apóstoles: Creed en mí y en mi enviado, respondieron: Creemos, y tú eres testigo de que nos hemos resignado a la voluntad de Dios.

112. ¡Oh Jesús, hijo de María!, dijeron los apóstoles, ¿puede tu Señor hacernos descender de los cielos una mesa servida ya? -Temed al Señor, les respondió Jesús, si sois fieles. 113. Deseamos, dijeron, sentarnos y comer; entonces nuestros corazones estarán tranquilos, sabremos que nos has predicado la verdad y prestaremos testimonio en tu favor.

114. Jesús, hijo de María, dirigió esta oración: Dios, nuestro Señor, haz que nos baje una mesa del cielo; que sea un festín para el primero y el último de nosotros y un signo de tu poder. Aliméntanos, pues tú eres el mejor alimentador.

115. Entonces el Señor dijo: La haré descender; pero ¡desgraciado del que, después de este milagro, sea incrédulo! Prepararé para él el castigo más terrible que se preparó jamás para una critatura.

116. Dios dijo entonces a Jesús: ¿Has dicho alguna vez a los hombres: Tomad por dioses a mí y a mi madre, al lado del Dios único? ¡Por tu gloria, no! ¿Cómo habría podido yo decir lo que no es cierto? Si yo lo hubiese dicho, ¿no lo sabrías tú? Tú sabes lo que hay en el fondo de mi alma y yo ignoro lo que hay en el fondo de la tuya, pues sólo tú conoces los secretos.

117. No les he dicho más que lo que tú me has ordenado decirles: Adorad a Dios, mi Señor y el vuestro. Mientras yo permanecí en la tierra, podia testimoniar contra ellos, y cuando tú me has recogido en tu casa42 tenías los ojos en mí, pues tú eres testigo de todo. 118. Si los castigas, tienes derecho a ello, pues son tus servidores; si les perdonas, tú eres su dueño, pues eres poderoso y prudente.

119. El Señor dirá entonces: Este día es un día en que los justos ganarán en su justicia; los jardines regados por ríos serán su mansión eterna. Dios estará satisfecho de ellos, y ellos estarán satisfechos de Dios. Esto es una dicha inmensa.

120. A Dios pertenece la soberanía de los cielos y de la tierra, de todo lo que encierran. Él tiene poder sobre todas las cosas.

El Corán (texto completo, con índice activo)

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