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Prólogo

Escribir un libro sobre planeamiento estratégico es un desafío. El mal endémico más grande en todas las organizaciones es su visión a corto plazo. El cortoplacismo destruye a las organizaciones porque es ir apagando incendios día a día y no mirar el futuro de la organización, su sostenibilidad en el tiempo y sobre todo su crecimiento. Se han escrito muchos libros sobre el proceso de planeamiento estratégico, y tengo que agradecer a Manuel Ramos por permitirme prologar este documento que estoy seguro va a ser de gran utilidad a un amplio sector de lectores. La forma como Manuel enfoca el planeamiento estratégico es muy inteligente, lo plantea de una manera secuencial, lo escribe con una gramática y una prosa para el lector de a pie, y también para el lector académico porque complementa muchos de los mejores textos que se han escrito sobre el tema alrededor del mundo.

El planeamiento estratégico es a largo plazo y ello depende del sector industrial donde la organización desarrolla sus operaciones. Por ejemplo, el largo plazo para el petrolero o para una empresa en este sector podría ser veinte años; el largo plazo para una industria textil o una empresa que se desarrolla en el mundo de las confecciones podría ser unos cinco años; en el otro extremo se encuentran las empresas de alta tecnología que tienen un largo plazo muy estrecho como de seis meses o un año a lo máximo. Por eso, un error conceptual es pensar que el largo plazo, en forma muy general, es cinco años o más, eso es un error y es una falacia. El largo plazo depende del sector industrial donde las empresas operan y tiene que ser visualizado así antes de elaborar un plan estratégico; el corto plazo es relativo al largo plazo, si el largo plazo es cinco años posiblemente el corto plazo va a ser cada año, o sea lo que consiga cada año me va a llevar a lo que logre en cinco años, que sería el largo plazo como mencionamos de una empresa de confecciones textiles.

El proceso de planeamiento estratégico que plantea Manuel está muy bien esquematizado, como siempre, parte de la visión que es la brújula de una organización, a dónde quiero llegar, qué quiero ser, y la misión, que es el motor que impulsa a llegar a esa visión deseada. Ambos realmente son el punto de partida de un planeamiento estratégico. El análisis de la situación y su diagnóstico son los pasos siguientes que enfoca Manuel de una forma muy bien desarrollada, para luego entrar a la formulación científica basada en las ventajas competitivas que la organización puede mantener sostenible en el tiempo. Lo más interesante de su planeamiento es que llega a los planes de acción, la alta dirección, que son las personas más importantes de la organización, no me refiero a las de mayor jerarquía, sino a las personas claves que son las que hacen el plan estratégico, pueden tener un asesor o un facilitador que los lleve de la mano pero no hay nadie mejor que la misma gente de la organización para que haga su plan estratégico, porque son ellos quienes realmente conocen la problemática interna y externa de la misma. Es un error darle a un foráneo experto el hacerlo, porque ese experto seguro sabrá mucho de la metodología, pero sin duda alguna no conoce el interior de la organización y del sector industrial donde la organización desarrolla sus actividades operacionales; el llevar esto a un plan de acción es pasar a la gerencia, el plan estratégico lo ejecuta la gerencia, por eso muchas veces usamos el nombre de CEO (Chief Executive Officer), que en nuestro lenguaje es el Gerente General, pero es un término muy bien utilizado en el anglicismo, Executive o sea ejecutor, porque el gerente general es el que ejecuta el planeamiento y es importante que también sea parte del equipo que lo desarrolla, porque será quien lo aterrice en las áreas funcionales de la organización.

La redacción empleada es realmente encomiable. Muchos libros son escritos en lenguajes revesados o con un léxico foráneo, usando términos que no aplican a nuestra realidad ni a nuestro vocabulario normal. Y ese es un gran aporte pues lleva al lector de la mano hacia las diferentes etapas que se desarrollan en un plan estratégico; es interesante ir leyéndolo la manera simple, y con mucha llegada al lector, de cómo han sido planteadas las ilustraciones del texto, haciendo que este se familiarice con lo que el autor está escribiendo.

El autor no deja de lado el uso de los grandes modelos como el de las cinco fuerzas de Porter, el concepto de ventaja competitiva, aspectos del FODA -otro de los temas cruciales en un planeamiento estratégico, llegar a conocer las oportunidades y amenazas que el entorno nos ofrece, así como las fortalezas y debilidades que tiene la organización inherente a su desarrollo operacional desde su fundación. Esas ventajas competitivas van a ser el resultado de esto; recordemos que los países tienen ventajas competitivas así como las empresas, basadas en sus competencias distintivas, lo que se conoce en inglés como core competence. Se puede tener una competencia distintiva, pero si no se convierte en una ventaja competitiva no voy a ganar en esta cancha que se llama industria. Recordemos que en el planeamiento estratégico, la estrategia es teoría de juegos: la sombrilla de la cual se aterriza el planeamiento estratégico; en el día a día todos juegan, las personas, las empresas, los sectores industriales, los países, ello sin darse cuenta porque lo hacen naturalmente y obviamente el que juega lo hace para ganar, nadie juega para perder. La ventaja de la teoría de juegos en el mundo empresarial es de suma no cero, no todos pierden, pierden algunos y ganan otros, y la diferencia de la teoría de juegos de suma cero es la estrategia empresarial, donde un competidor gana y otro pierde. Esa es la gran ventaja de estar en la estrategia empresarial, porque de alguna manera quién va a ganar más es quien haga mejores movimientos en la cancha, es decir, el que tenga un plan estratégico que dé sostenibilidad a la organización en el tiempo.

No quiero dejar de resaltar las referencias que hace uso Manuel Ramos en su documento porque está tomando sin duda alguna los libros y los artículos semilla. Los condensa de una manera muy inteligente y muy acuciosamente en su modelo de planeamiento estratégico que presenta.

Reitero mi agradecimiento a Manuel, yo soy un convencido del tema estratégico, de que las organizaciones deben mirar a largo plazo, y él no solo es un buen seguidor de la academia que muchos autores hemos desarrollado previamente, sino que lo lleva a la práctica con su visión propia, lo cual le da una personalidad notoria al poder plantear las cosas que otros ya han desarrollado. De una manera muy personal y añadiéndole ese “plus” como decimos, y usando ese término del argot del día a día; un autor que no le da un “plus” a lo escrito por otros, realmente no va a prevalecer en el tiempo y por ello creo que este libro sí lo hará porque está destinado a llegar a un auditorio muy grande no solo en el mundo académico sino en el mundo empresarial. Y como dijimos, en el mundo del día al día, el ciudadano de a pie que es el que tiene que saber de estas cosas.

Todos juegan, las personas en su día a día juegan y planean estratégicamente sin darse cuenta, porque si visualizamos la vida de una persona, empieza cuando un joven se proyecta a ingresar a tal carrera en la universidad, a hacer sus esfuerzos para que lo acepte la empresa que forma futuros líderes. Piensa en tener una pareja, casarse y tener hijos, comprar un departamento y después una casa. Piensa perfeccionarse en un posgrado y que su pareja también lo haga. La familia es el ente estratégico más importante que existe en la humanidad y son ellas las que hacen que los pueblos se desarrollen estratégicamente haciendo la gran diferencia. Recordemos siempre que las organizaciones no son exitosas, las personas son exitosas; los países no son los ganadores, sus ciudadanos son los ganadores; el ser humano es el eje de la humanidad y el conocimiento que adquiere lo pone en práctica en sus organizaciones y sobre todo trasmite estos conocimientos a las nuevas generaciones que tienen que ser muy superiores. Definitivamente el ser humano está dando un aporte a la humanidad, en ese sentido, Manuel Ramos va a perdurar en el tiempo porque va a formar mucha gente en el futuro como ya lo ha hecho antes, pero ahora con su libro. Es por ello que lo felicito, le deseo todos los éxitos del mundo y doy nuevamente gracias a Manuel Ramos porque es un profesional cabal y que va a hacer un aporte muy importante al mundo de las organizaciones.

Dr. Fernando D′Alessio Ipinza

Profesor de estrategia