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CENTRO DE MESA
ОглавлениеA Paula Bresci
Esta pequeña mujercita de porcelana
sólo sirve para echarle sal adentro,
y ponerla en el centro de la mesa
para que todos la compartan
esa mujercita
antes era barro
sus pequeños ojos
son estalactitas
salares diminutos donde pierde la fe
llora por la cabeza
por cuatro agujeros
salen
sólidas ya
sus lágrimas
y se posan en los platos de la gente
esas personas tan reales
que desconocen la realidad.
La muñequita no cambia de mueca
aunque le arda dentro
toda esa sal que trajo del desierto.
Disimula.
Como yo
y como vos
a veces
todas somos saleritos
muñequitas de porcelana.