Читать книгу Universos corporales - María Fernanda Bals - Страница 4
Al lector
ОглавлениеEste libro nace de la intención de evidenciar la relevancia del vínculo con el propio cuerpo. Por eso mismo, lo primero a lo que te invito es a que, cuando lo leas, lo respires.
Es necesario que te predispongas a darte un tiempo de sentir las palabras, de sumergirte en ellas y descubrir cuándo y cuánto vibran en tu interior, porque las palabras tocan tu cerebro a través de un recuerdo, tu corazón a través de una emoción, tu piel a través de un roce, tus sentidos a través de infinitas posibilidades.
Comienzo desde un encuadre teórico, para poner de manifiesto el soporte sobre el que desarrollo los diferentes capítulos. Luego, en una segunda parte, me aboco de lleno a lo corporal desde lo autobiográfico. De este modo, preparo el terreno para una expansión desde lo individual a lo que compartimos como corporalidades humanas.
Finalmente, te hago llegar una invitación a vivir esta experiencia física con algunos de los tantos privilegios que nuestro ser físico nos regala para facilitarnos el tránsito vital. Más allá de este primer panorama, quiero compartir parte del camino recorrido para su construcción, lo que te permitirá tener más elementos para comprenderlo.
Una de las incertidumbres que fueron surgiendo a medida de que esto iba tomando forma fue ¿lo hago autorreferencial o lo despersonalizo? Elegí la primera opción porque me resultó disonante desdibujar el origen: mi propia experiencia corporal. Puesto que solo a partir de ella, puedo proponerte hoy este viaje introspectivo, profundo…
Estos caminos que se irán desenvolviendo proyectarán también, desde su despliegue, un entrenamiento de la mirada para que consideres, quizás, algunas otras alternativas.
En una época donde lo vertiginoso va liderando cada vez con más fuerza, detenerme a observar lo que simplemente sucede se ha ido convirtiendo en una posibilidad de comprender, en “carne propia”, que decodificar el lenguaje físico es posible. Y lo es a partir de algunos espejos con los que el propio cuerpo nos enfrenta permanentemente, y que, de a poco, cada uno puede empezar a descubrir. “Darme cuenta” de que, al fin y al cabo, el mensaje es simple, obvio, y que solo “debo” atender a lo que mi organismo, con humildad pero con contundencia, me muestra.
Entiendo que en terrenos personales no hay recetas universales. Por eso, es interesante desarrollar la creatividad interna, encontrar la propia forma. Soltar automatismos y vérselas con uno mismo. En ese sentido, este libro cobra existencia en el encuentro. Quizás el primero de ellos sea el habitual: el tuyo (como lector o lectora) conmigo como escritora de estas páginas. Pero hay más, otro encuentro es posible: el tuyo con tus propias resonancias. Entonces, en ese reverberar pueden surgir estímulos que conecten mi experiencia: ajena, desconocida, distinta, con la tuya y toda su impronta. Una “experiencia dialógica”, como la llamó P. Freire (2010, p. 63), donde el lector crea junto con el autor algo nuevo, al resignificar lo leído en su fuero interno, apropiándoselo.
Este entrenamiento que te ofrezco de la mirada se consolida a partir de mi formación como eutonista (en estas páginas encontrarás menciones de principios y formas de trabajo de esta disciplina). Una mirada que se construye también a partir de una característica distintiva: la de la permeabilidad que, cual membrana porosa, se deja atravesar para articular lo externo con lo interno y así, tal vez, las similitudes tengan chance de emerger.
Mirar juntos mi escenario que es trasladable al tuyo y al de otros, hermanándonos así en lo humano. Lo que nos convoca como especie se vuelve reconocible y reconocido. Entonces, desde esta permeabilidad, desde este reconocimiento, ciertos enlaces cobran sentido: la empatía, la compasión, el respeto, la responsabilidad y los reflejos, que adquieren vida al encontrarse con su propia imagen.
También vas a encontrar preguntas y repreguntas que me fueron surgiendo espontáneamente. Varias preguntas y pocas respuestas, en realidad. O respuestas que aprendí a relativizar, a sabiendas de que son mutantes, inquietas. Dice S. Mamana, docente corporalista argentina: “somos la pregunta”, expresando con ello la importancia de poner el foco en nuestra capacidad de indagación, lo que pincha, lo que no sé, eso que me impulsa a avanzar. Queda en tus manos qué hacer con ellas: ¿solo leerlas?, ¿intentar responderlas en vos?, ¿dejar que te interpelen para que te hagas tus propias preguntas?
Y, finalmente, aparecerán momentos en los que de pronto iremos desde la palabra al cuerpo, a través de la Eutonía, ofreciéndote una guía para acercamientos y resensibilizaciones simples, breves, pero que promoverán el sentir, con toda la potencialidad que tan simple verbo tiene.
En párrafos anteriores, cuando planteo esto de “trasladar escenarios”, cuando los enlaces mencionados empiezan a aparecer, ahí el campo de acción se amplía y, sobre todo, se diversifica, con lo cual este libro pretende llegar a:
cualquier persona que sienta el deseo de alinearse con su experiencia de vida física,
a personas que estén trabajando con su propio cuerpo y hasta con el cuerpo de otros, porque el feedback es inevitable, porque disociarnos nos aleja, porque el otro que acude a nosotros trae consigo su historia, su corporalidad, y cada uno decide desde dónde su ética afronta ese encuentro que, esencialmente, es sagrado. Y porque siempre es saludable volver a lo propio.
Creo fervientemente que la empatía es necesaria, en el ámbito que sea, para comunicarnos genuinamente. Dice la célebre frase socrática: “conócete a ti mismo” y mi madre la traducía desde su sabiduría cotidiana pregonando que “todo empieza por casa”. El mensaje es claro: el autoconocimiento es la base primordial para salir al mundo, y en este caso, un mundo muy particular: el mundo de los cuerpos. Si me encuentro amorosamente en mi cuerpo, podré ir hacia un encuentro amoroso con el cuerpo del otro.