Читать книгу Intervención en la atención higiénico-alimentaria en instituciones. SSCS0208 - Maria del Rocío Guardeño Ligero - Страница 5

La piel se considera el mayor órgano del cuerpo humano, su extensión es de aproximadamente 2 m2 y su espesor suele variar entre los 0.5 mm y los 4 mm, siendo la zona más gruesa el talón y la más fina los párpados.

La piel pesa aproximadamente 5 kg. Ésta es la encargada de cubrir y proteger el organismo, y sus funciones básicas son tres:

 Protege el organismo de las influencias externas.

 Mantiene intactas las estructuras (huesos, músculos y órganos).

 Actúa como sistema de comunicación con el entorno.

De la piel dependen unas estructuras, llamadas anejos cutáneos, estos anejos son las uñas, las glándulas sudoríparas y los folículos pilosebáceos, que están compuestos por el pelo, las glándulas sebáceas y el músculo erector del pelo.

Además, en la piel existe otro tipo de estructura que permite que se reconozcan las diferentes sensaciones, es decir, que conforman el sentido del tacto, son los corpúsculos:

 Corpúsculos de Meissner: están presentes en las partes de la piel que no tienen vello, como las palmas de las manos y la planta de los pies, dedos, labios, lengua, pezones, glande, clítoris, etc. Son los receptores encargados de la recepción del tacto, permiten diferenciar las formas de los objetos, diferenciar entre suave y áspero, etc. Se encuentran situados en la zona más externa de la piel.

 Corpúsculos de Merkel: surgen de las capas de piel más superficiales, se encuentran agrupados debajo de la cresta que forma la punta de los dedos, formando las huellas dactilares. Pueden encontrarse también en la piel con pelo y en las glándulas mamarias, para optimizar la transferencia de presión a la terminación nerviosa.

 Corpúsculos de Pacini: son los encargados de determinar el grado de presión que se siente, la consistencia de los objetos y su peso. Se encuentran ubicados en las zonas más profundas de la piel, y aunque no son muy numerosos, se concentran en los pies y manos.

 Corpúsculos de Krause: se sitúan en mayores concentraciones, en la zona de la dermis de la lengua y los órganos sexuales. Determinan la sensación de frío al entrar en contacto con un cuerpo o espacio que se encuentra a una temperatura inferior a la del propio cuerpo.

 Corpúsculo de Ruffini: estos corpúsculos son muy poco numerosos y sensibles al calor, se encuentran en mayor concentración en el dorso de las manos. Perciben los cambios de temperatura relacionados con el calor, a partir de la temperatura corporal, que oscila entre los 36° C y 37° C.

Otro tipo de estructuras que influyen en la recepción de las sensaciones, por parte de la piel, son las terminaciones nerviosas libres, estos nervios están presentes en la amplia mayoría de los tejidos del cuerpo y son los encargados del dolor, cuando los estímulos se presentan en condiciones que sobrepasan los límites normales (por ejemplo, por debajo de los 0° C o por encima de los 70° C) estas terminaciones nerviosas transmiten la sensación de dolor.