Читать книгу La enseñanza de la bondad - Mary Beeke - Страница 7

Introducción

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Lo recuerdo como si hubiera sido ayer, aunque fue hace más de treinta y cinco años. Era la hora del recreo. Una pequeña multitud de estudiantes de secundaria se había reunido en la loma detrás de la escuela. Mis amigos y yo teníamos curiosidad. En el centro del grupo estaba de pie uno de sus compañeros de clase, con las manos atadas a la espalda. Le habían atado las manos tan apretadamente que una de sus manos estaba blanca como una hoja de papel y la otra roja como betabel. La campana marcó el final del recreo y lo dejaron parado en el campo.

Yo estaba asombrada y angustiada, pero demasiado paralizada para hacer algo. Yo era, después de todo, cuatro años más joven. Yo también lo dejé allí parado, y me preguntaba que sería de él. Pero he repetido esta escena en mi mente incontables veces. Las dos cosas que resaltan fuertemente eran el color de sus manos, y la mirada resignada, casi serena de su rostro. Sin embargo, en mi repetición mental, no me quedo parada solamente. Estoy pateando y golpeando a sus captores, y gritándoles con lágrimas de indignación: “¿Por qué son tan crueles? ¿Por qué no pueden ser amables?”.

Esta experiencia y muchas otras, tanto positivas como negativas, han inspirado en mí un deseo profundo de promover “simple y llana bondad” en mi propia vida, y más allá, en todas las formas que pueda. Hay incontables ocasiones en las que he violado este principio, y me disculpo con los que no haya sido bondadosa. He agonizado, incluso, sobre si debería o no escribir un libro como este. ¿Quién soy para presumir ser una autoridad en bondad? No soy ninguna autoridad, pero tengo que escribir este libro. Me quema por dentro. Así que, desde el principio, quiero aclarar que estoy escribiendo esto como una pecadora, como alguien que trata de ser gentil pero que se queda corta. Me encanta la bondad, pero todavía estoy luchando por vivir conforme a todo lo que he escrito. Y estoy segura de que lo estaré haciendo por el resto de mi vida. Dicho lo cual, es mi ferviente oración y deseo que Dios bendiga este libro para fomentar más bondad entre nuestros semejantes en este mundo.

He estado rodeada por personas sumamente gentiles toda mi vida. Esta es una bendición tremenda. También es una responsabilidad. Cuando era niña, mi madre, usualmente con una alegre sonrisa sobre su rostro, nos cuidaba, llevaba comida a sus amigas enfermas, conversaba con cualquier persona donde fuera, se ofrecía como voluntaria para diferentes causas, y mostraba hospitalidad en nuestro hogar. Ella todavía hace estas cosas y más en la actualidad. Ahora además, es “la señora de la cobija”, que compra cobijas por docenas en ventas de garaje y ventas patrimoniales, las lava y las distribuye alrededor del mundo a través de cualquier organización que pueda aprovecharlas.

Recuerdo a mi padre en su manera tranquila y solemne, sirviendo en la iglesia y en la escuela, donando sangre, nunca permitiéndonos que habláramos mal de nadie, tratando a cada persona con respeto (incluso si eran “diferentes”), y donando dinero a una diversidad de causas dignas. Siempre ha visto el lado positivo de los demás, y espera lo mejor de ellos, incluso cuando tienen un historial que demuestra evidencia de lo contrario. Todavía hoy sirve, y hasta la fecha ha donado 53 litros de sangre.

Luego, está mi marido. Es el mejor esposo del mundo. Joel rebosa de bondad y amor. Joel nunca me ha dicho una palabra poco amable. Exuda gentileza hacia mí y nuestros hijos. Cuando estoy irritable o me siento frustrada, él es el factor estabilizador en nuestro hogar. En su ministerio como pastor, su bondad es un hilo consistente tejido a lo largo de sus palabras y acciones. Nunca he conocido a nadie que haya soportado la variedad de aflicciones que él ha enfrentado en su vida y que haya permanecido siendo amable al final del proceso. Su bondad y amor impregnan sus patrones de pensamiento, y afectan su vida pública y privada. Gracias a sus experiencias personales y como pastor, le he pedido que escriba parte de este libro, con respecto a la bondad en el matrimonio desde la perspectiva de un esposo.

No soy la misma persona hoy que cuando me propuse escribir este libro. Fue necesario diseccionar mis creencias con el fin de explicarlas en el papel. Al hacerlo, algunas de mis actitudes han cambiado. Mis actitudes deben ser guiadas por los mismos principios que se profesan en este libro. La necesidad dictaba que volviera a la Biblia cada vez, porque Dios nos diseñó y nos creó, y es a través de Su revelación divina que podemos interpretar el mundo que ha creado.

Este es un libro cristiano. Pero también es un libro para, y acerca de los que no son cristianos. (Utilizo la frase “los que no son cristianos” por falta de una mejor, sin intención de ofender). Es imposible llegar al corazón de la bondad por cualquier otro camino que no sea Dios, ya que Él es la esencia de la verdadera bondad. Solo hay un Dios. Él es el Dios del cielo y de la tierra. Él es el Dios de justicia; Él castiga el pecado. Pero también es el Dios de misericordia y bondad; Él perdona y limpia a todos los que vienen a Él verdaderamente arrepentidos de su pecado y creyendo en Jesús. La bondad de Jesús se refleja en Sus seguidores porque Él escribe la “ley de bondad” en su corazón (Proverbios 31:26). Mostrar amor y bondad a los demás se encuentra en el mismo centro de la vida de un cristiano.

La exclusividad del cristianismo puede ser muy ofensiva para algunos de Ustedes. No puedo tener una conversación con cada uno de ustedes; solo les pido, que si no se adhieren al cristianismo, por lo menos lean la Biblia. A medida que lean, traten de verificar las razones por las que no creen. Traten de determinar la personalidad de Jesucristo. ¿Puedo sugerirles que comiencen con Juan 8:1-11 y Lucas 10:25-37? Cualquier persona que realmente conoce a Jesús no puede evitar amarlo.

Prueben a Dios. Con la mente y el corazón abiertos oren: “Dios, si eres real, por favor, muéstramelo”. Con todo el amor de mi corazón, espero y oro que experimenten el poder de Dios en su vida. Jesús fue el hombre más compasivo que ha caminado sobre la faz de la tierra; ustedes verán eso en la manera en que trató a los marginados. Él es la única fuente posible de verdadero gozo y paz para su vida. Si alguna vez se encuentran en un apuro realmente difícil en su vida, recuerden a Dios; Él es la mejor fuente de ayuda disponible.

Creer en Dios no es opcional. Solo es cuestión de cuando creeremos (Vea Romanos 14:11-12). Si no creemos ahora, creeremos en el Día del Juicio. Pero entonces experimentaremos la realidad de Dios en su ira, y será demasiado tarde para experimentar su bondad y misericordia. Es amable de parte de Jesús advertirle ahora, antes de que sea demasiado tarde. Si estuviera viajando en una vía rápida y se encontrara con una barricada, quizás estaría irritado. Pero si se le dijera que el siguiente puente acaba de caerse, su irritación se convertiría en un agradecimiento de corazón. Es precisamente esta emoción la que sienten muchos cristianos nuevos cuando se dan cuenta que han sido arrebatados de las fauces del infierno por la bondad y misericordia de Jesucristo. Roger Roberts declara: “Aunque la bondad no eclipsa el juicio, no obstante, la bondad siempre se presenta como la preferencia de Dios sobre el juicio. Su deseo es que ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento.”1Isaías 28:21 señala que el juicio es Su ‘extraña obra’, aunque es una obra necesaria (hecha necesaria por Su justicia perfecta), mientras que la misericordia es la actitud en la que se deleita, y el perdón y la gracia Su obra deleitosa”1 (vea Miqueas 7:18).

Me preocupo por cada uno de ustedes. Quisiera que cada persona fuera bondadosa. Este mundo sería un mejor lugar. Pero la gentileza por sí sola no salva su alma. Solo Jesucristo puede hacerlo. Es mi sincera esperanza y oración que Dios traiga esta gran misericordia a usted. Mientras tanto, seamos bondadosos, todos nosotros, sin importar quién, sin importar qué.

Este libro está dividido en tres partes. La primera se llama “Análisis de la Bondad”, y en sus tres capítulos vamos a definir la bondad, a explicar de donde viene la bondad y luego a examinar motivos específicos para ella. La segunda sección, “Aprendizaje de la Bondad”, trata con el desarrollo de la bondad en las áreas del matrimonio y la paternidad. La sección continúa con el papel de los maestros en promover la bondad. Se habla específicamente de la intimidación escolar. Y el capítulo nueve es una carta para los niños y los adolescentes con el tema de la bondad y la agresión. “La Bondad en Acción”, la tercera parte, cubre pensamientos y palabras amables y no amables. Tratamos con la gentileza hacia los menos privilegiados. Por último, el capítulo de cierre lleva como título: “Su Demostración de Bondad”.

La bondad puede ser mejor descrita con ejemplos que con definiciones; por lo tanto, he tratado de presentar historias a lo largo del libro, para expresar lo que es la bondad. Los nombres de algunas personas han sido cambiados.

En todos los ejemplos negativos, historias de falta de amabilidad, se han cambiado las identidades por la gentileza de tener piedad del culpable y del que haya cometido un error. Algunos de los nombres se han cambiado en las historias positivas. Los nombres cambiados aparecen entre comillas. Algunos muestran solo el apellido con o sin inicial, y algunos están plenamente identificados. Los nombres de las historias tomadas de las noticias permanecen igual. Algunos ejemplos son situaciones hipotéticas que suceden en la vida diaria.

Quiero agradecerles a varias personas quienes han colaborado en diferentes maneras con este libro. Mi más sentida gratitud para Martha Fisher por su invaluable edición, para Kate DeVries por la lectura de pruebas, a Gary y a Linda den Hollander por la formación tipográfica y a Amy Zevenbergen por haber producido la portada. Mis disculpas a todos los que me han pedido que les eche una mano y a quienes he tenido que responder: “Discúlpame, estoy demasiado ocupada. Tengo un proyecto en el que estoy trabajando en casa”. Espero estar disponible pronto, ¡tengo muchas ganas de salir y practicar lo que estoy predicando! He mencionado el ejemplo y la instrucción de mis padres. Mi corazón está lleno de gratitud por todo lo que han hecho. Espero poder compensarlos por medio de criar a sus nietos en los mismos principios. Gracias al mar de personas en nuestra propia iglesia y a aquellos que conocemos dondequiera que vamos, especialmente a los que han orado por el ministerio de mi esposo y por nuestra familia. Han reconfortado nuestro corazón y nos han dado inspiración para tratar a otros con la misma bondad.

Un montón de gratitud le debo a mis preciosos hijos: Calvin, Esther y Lydia. Les agradezco las ideas con las que han colaborado con este libro por medio de nuestras discusiones a la hora de la cena, y gracias, Esther, por sugerir el título. Nuestros hijos, sin saberlo, me han impulsado en el área de la bondad. Nuestra propia familia nos conoce mejor. Así que les agradezco su paciencia, amor, apoyo y gentileza a pesar de todos mis fracasos e inconsistencias. Verdaderamente han sido bondadosos conmigo. Le doy gracias al Señor por esto y por la bondad que les veo brindar a otros. Esto conmueve mi corazón hasta lo más profundo.

Las palabras fracasan para expresar mi gratitud a mi querido esposo, Joel, por su amor perseverante y su apoyo tenaz. Me ha alentado a seguir escribiendo acerca de este tema que tanto me gusta, a pesar de las veces en las que me he sentido completamente indigna de hacerlo. Ha dejado a un lado el polvo y el desorden y se ha ofrecido a llevar a comer fuera a la familia más veces de las que probablemente debía hacerlo para que tuviera tiempo de escribir. Estoy profundamente agradecida con Dios por este hombre que vive por la enseñanza de bondad.

La enseñanza de la bondad

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