Читать книгу Estoy Enamorado de un Esqueleto - Max Marshall - Страница 5

En un pequeño y pintoresco pueblo enclavado entre colinas y frondosos y verdes bosques, vivía una niña llamada Sofía. Con sus ojos brillantes y una sonrisa que podría iluminar el más oscuro de los días, ella fue conocida a lo largo y ancho de su corazón y de espíritu gentil.

Desde una temprana edad, Sofía cabeza siempre estaba en las nubes, soñando con tierras muy lejanas y mágicas aventuras. Ella podría pasar horas tumbado en el prado, viendo nubes blancas mullidas la deriva, imaginándose a sí misma surcan el cielo en la parte de atrás de un majestuoso dragón o con el baile de las hadas bajo la luz de una brillante luna.

Pero no se trataba sólo de lo fantástico, que capturaron a Sofía de la imaginación. Ella también era un romántico empedernido, tejiendo cuentos de amor y de encanto en su mente. Ella creía en el amor verdadero, en las almas gemelas destinadas a encontrarse unos a otros en contra de todos los pronósticos, y en el poder del amor para conquistar incluso el más oscuro de los males.

Cada noche, antes de caer en el sueño, Sofía susurraban sus esperanzas y sueños a las estrellas brillando por encima, deseando una vida llena de magia y maravilla. Y cada mañana, ella se levantaba con una sonrisa en su cara, listo para abrazar el día y todas las posibilidades que se celebró.

Sofía fue a sus quehaceres diarios y jugó con los niños de la aldea, su mente iba a menudo a pasear a tierras muy lejanas y audaces misiones. Sus amigos se ríen y sacuden sus cabezas, llamarla «„chica de ensueño“,» pero Sofía no la mente. Ella sabía que sus sueños eran lo que la hizo especial, lo que la distingue del resto.