Читать книгу Tienda de Comestibles con Agujas - Max Marshall - Страница 7

Capítulo 3: El Oso ayuda a construir

Оглавление

La construcción de Tyler tienda de alimentos seguido, llegó un día en un profundo estruendo hizo eco a través del bosque, la señalización de la llegada de un nuevo amigo – Brian, el oso. Imponente y fuerte, con la piel tan oscura como el cielo de la noche, Brian cortar una figura imponente como él se deslizó en el claro donde Tyler y su equipo trabajaron incansablemente.

– Hola, pequeño erizo! – Brian auge, su voz suave a pesar de su tamaño.

– He oído que usted podría utilizar una mano con su proyecto de construcción. ¿Cómo puedo ayudar?

Tyler ojos se ampliaron con delicia a la vista de la amigable oso.

– Oh, Brian, estoy tan contenta de que estés aquí! – él exclamó, con una voz rebosante de emoción.

– Ciertamente podríamos utilizar su fuerza y experiencia. ¿Estaría usted dispuesto a echarnos una pata?

Brian sonrió, revelando hileras de relucientes dientes.

– Por supuesto, Tyler! Voy a hacer lo que pueda para ayudar.

Y con eso, Brian se puso a trabajar, su enorme marco de moverse con gracia sorprendente como enarboló pesados troncos y rocas con facilidad. Con cada una poderosa zancada, llevó a los materiales al sitio de la construcción, sus poderosos músculos de ondulación debajo de su piel como trabajó junto a Tyler y su equipo.

– Mira que se vaya! – Tyler empezó a aplaudir, su corazón hinchazón con orgullo mientras la observaba de Brian esfuerzos.

– Con su ayuda, nuestra tienda estará terminado en ningún momento!

Y, de hecho, Brian contribución resultó muy valioso. Con su incomparable fuerza y determinación inquebrantable, él hizo un trabajo rápido de las tareas que han llevado a otros animales mucho más tiempo para completar. Los registros fueron levantadas, las piedras se apilan, y de las vigas se colocan, todos bajo la dirección de Brian ojo vigilante.

Pero no se trataba sólo de Brian brawn que lo hizo el equipo fue su cálida sonrisa y una actitud amigable, su disposición a echar una mano donde haga falta. Él compartió historias de sus aventuras en el bosque, deleitando a los demás con cuentos de arrojo y valentía, y de pronto él fue recibido en medio de ellos como un verdadero amigo.

Como el sol se sumerge por debajo del horizonte, lanzando un cálido resplandor sobre el claro, el último ladrillo fue puesto, y Tyler tienda de alimentos se situó completa – un testamento del poder de la colaboración y la amistad. Y como los animales se reunieron para admirar su obra, Tyler no podía evitar sentirse agradecido por el gran oso que había desempeñado un papel integral en llevar su sueño a la vida.

– Gracias, Brian, – dijo Tyler, su voz llena de sinceridad. – Sin tu ayuda, nada de esto habría sido posible.

Brian sonrió, sus ojos brillando con orgullo.

– Era mi placer, Tyler. En cualquier momento me necesitas, acaba de dar un grito. Después de todo, los amigos se aglutinan, a través de la espesa y fina.


Tienda de Comestibles con Agujas

Подняться наверх