Читать книгу El Atraco al Banco del Niño - Max Marshall - Страница 6

Una tarde de sol, como Jack descansaba en su sillón favorito, pasando por los canales de la televisión, se topó con una película que de inmediato llamó su atención. Fue un lleno de acción thriller acerca de un audaz robo a un banco, que se completa con villanos enmascarados, persecuciones de alta velocidad, y las bolsas rebosante de brillantes monedas de oro. Jack ojos se ampliaron con emoción cuando vio que el aguerrido de los ladrones de engañar a los ineptos de la policía y hacerse con sus ganancias mal habidas.

Como los créditos finales y la pantalla se desvaneció a negro, Jack sintió una oleada de adrenalina corriendo por sus venas. La emoción de la ciudad, con la prisa de la persecución – que se diferencia de cualquier cosa que jamás había visto antes. Y en ese momento, una sonrisa pícara se dibujó en su rostro como un audaz idea echó raíces en su mente.

– Quiero robar bancos demasiado! – Jack declaró, su voz haciendo eco a través de la sala de estar.

Sus padres, que había sido ocupada en la cocina, intercambiaron perplejo miradas antes de la prisa en la habitación para ver lo que había conseguido su hijo lo trabajado.

– Robar bancos? – El padre Richard exclamó, sus cejas de disparar en sorpresa.

– Pero Jack, que no es algo que usted debe estar pensando. Es ilegal y peligroso! —

Pero Jack no fue disuadido. Su mente ya estaba carreras con posibilidades – la emoción de la ciudad, la emoción de engañar a las autoridades, la promesa de riquezas más allá de sus sueños más salvajes. Para él, todo parecía tan divertido y rentable, como en las películas.

– Puedo hacerlo, Papá! Voy a ser como el de los héroes de la película, Jack insistió, sus ojos brillaban con determinación.

La madre de Chloe intercambiaron una mirada preocupada con el Padre de Richard, su corazón pesado con preocupación. Ella sabía que Jack fascinación por las películas de acción fue la diversión inofensiva, pero la idea de él involucrarse en algo tan peligroso como el robo de un banco llenó de pavor.

– Toma, cariño, el robo de los bancos no es un juego, – ella dijo suavemente, su voz teñida de preocupación.

– Es importante tomar buenas decisiones y pensar en las consecuencias de nuestras acciones.

Pero Jack estaba demasiado atrapado en la emoción de su nueva ambición para escuchar a la razón. Con visiones de aventura y fortuna bailando en su cabeza, él ya estaba planeando su siguiente movimiento, ajenos a la preocupación de las miradas intercambiadas entre sus padres.