Читать книгу El Atraco al Banco del Niño - Max Marshall - Страница 8

Después de la escuela, Jack no podía sacudirse la emoción que se había apoderado de él desde que viendo la película llena de acción. Sabía que necesitaba aliados si iba a traer su gran plan de convertirse en un ladrón de bancos, a la vida. Con determinación corriendo por sus venas, él buscó a sus dos amigos más cercanos, Tony y Alex, para compartir su atrevida idea.

– Hey, chicos, tengo algo importante que hablar con usted acerca de, – dijo Jack, su voz rebosante de emoción mientras se acercaba a Tony y Alex durante el recreo.

Tony, un espíritu joven con un brillo travieso en sus ojos, y Alex, una rubia chico conocido por su carácter prudente, se volvió hacia Jack, sus picó la curiosidad por su tono serio.

– ¿Qué pasa, Jack? – Tony le preguntó, apoyándose en ansiosamente.

– Sí, se derrama, Jack. Tienes todos nosotros ahora curioso, – Alex interrumpió, sus ojos azules llenos de intriga.

Jack tomó una respiración profunda, robar a sí mismo por su reacción antes de que impulsivamente a cabo su plan en un torrente de palabras.

– Quiero que seamos un grupo de ladrones de bancos, – Jack declaró, su voz cargada de emoción.

Tony ojos se ampliaron con emoción, su sonrisa ampliación como él se inclinó más cerca.

– ¿Lo dices en serio, Jack? Eso suena épico!

Alex, por otro lado, miró vacilante, surcando su frente con preocupación.

– No sé, Jack. El robo de los bancos? Eso suena peligroso.

Pero Jack se dejó intimidar, su entusiasmo burbujeante como pintó una imagen de las emocionantes aventuras que les esperaba.

– Piensa, chicos! Vamos a ser como los héroes en las películas, tirando atrevidas robos y engañar a las autoridades. Va a ser la aventura de su vida! – Jack exclamó, con los ojos brillando de emoción.

Tony asintió con la cabeza con impaciencia, atrapado en la emoción de Jack visión.

– Estoy en, Jack! Vamos a hacer esto!

Alex dudó por un momento, su mirada vacilante entre sus dos amigos, antes de que finalmente ceder con un suspiro resignado.

– Muy bien, cuenta conmigo también. Pero tenemos que tener cuidado, ¿de acuerdo? No podemos dejar que nadie salga herido.

Con su alianza forjada y la mente puesta en su osada búsqueda, Jack, Tony, y Alex manos entrelazadas en un solemne voto a convertirse en el mayor banco de ladrones que el mundo jamás haya visto.