Читать книгу Ratón en el Timón - Max Marshall - Страница 6

Fue un brillante, soleado por la mañana, y hubo emoción en el aire como la familia Martínez preparado para su fin de semana de aventura. Padre Pedro, la madre de Samantha, y su hija Jessica fueron animado alrededor de la casa, preparar las maletas y volver a verificar los billetes, mientras que Jordania el ratón miró con los ojos muy abiertos, con impaciencia a la espera de lo que estaba por delante.

– ¿Estás listo, Jordania? – Jessica le preguntó, arrodillándose a golpe de ratón de la cabeza.

– Vamos en un viaje en avión!

Jordan bigote arrugó con anticipación ya que llegó a Jessica en el bolsillo, listo para unirse a sus amigos en su viaje emocionante.

Muy pronto toda la familia se metió en el coche y se dirigió al aeropuerto, y con cada milla que el alegre zumbido se hizo mayor. Cuando llegaron a la terminal, Jordania corazón comenzó a latir más rápido con emoción. Él nunca había volado en un avión antes, y el pensamiento de alza en las nubes le llenaba de una sensación de asombro.

Después de comprobar en su equipaje y pasar por la seguridad, la familia Martínez abordaron el avión, encontrar sus asientos y preparado para el vuelo. Jordan miró a Jessica del bolsillo y la miró, con los ojos abiertos por el asombro, como los asistentes de vuelo afanaban alrededor de la cabina, la preparación para el despegue.

Los motores rugieron y el avión rodó en la pista, Jordan sintió una oleada de emoción. La sensación de ser levantado fuera de la tierra, cuando la tierra se encuentra a la izquierda detrás y él se eleva hacia el cielo, se diferencia de cualquier cosa que jamás había experimentado antes.

Se elevó más alto, más alto, más alto, la tierra salió de debajo de sus pies, y se levantaron más y más alto en el cielo. Jordan apretó la nariz contra la ventana, admirando las impresionantes vistas de abajo, las casas pequeñas y ríos serpenteantes, que se convirtieron en puntos pequeños, ya que voló.

Para Jordan, volar era una mágica aventura, un viaje a lo desconocido, lleno de maravillas y la emoción. Y cuando llegaron a su destino y se dirigió a la casa, Jessica no podía esperar para decirle a su pequeño ratón amigo acerca de su increíble aventura.

“Jordania el ratón,” ella dijo, sus ojos brillando con emoción,

“Volar en un avión era la mejor cosa que jamás he visto!” Usted sólo debe ver las nubes y la vista desde arriba. Fue como nos fueron volando con las aves!