Читать книгу Equilibrista Elefante - Max Marshall - Страница 8

Luces iluminaban la carpa de circo como Javier el jolly elefante preparado para otra emocionante rendimiento. La anticipación en el aire era palpable a medida que las familias se reunieron para ser testigos de la magia del circo se despliegan ante sus ojos.

Con un ademán de trompetas, Javier se metió en el punto de mira, sus ojos brillando con emoción mientras se preparaba para mostrar sus talentos para el público ávido. El circo maestro se sitúa en el centro del anillo, su voz en auge con entusiasmo, como él introdujo la estrella del espectáculo – Javier el magnífico elefante!

Como la multitud estalló en aplausos, Javier sintió una oleada de adrenalina corriendo por sus venas. Este era su momento para brillar, para deslumbrar al público con sus increíbles habilidades y dejarlos cautivado por su encanto.

Con elegante facilidad, Javier saltó a través de los anillos suspendido en lo alto por encima de la arena, sus poderosas piernas lo motivó a través del aire con una agilidad pasmosa. La audiencia quedó boquiabierta de asombro como él se elevó a través del cielo, sus movimientos tan graciosa como un bailarín y tan majestuoso como un rey.

Pero Javier talentos no terminó allí. Con un juguetón giro, se transformó en una bola rodante, que deleitó a la multitud con su caprichoso travesuras. Ronda y ronda se fue, girar y caer con alegre abandono, su risa haciendo eco a través de la tienda como de la música.

Como el rendimiento alcanzado su emocionante clímax, Javier tomó una última reverencia, su corazón hinchazón con orgullo por los aplausos que le dieron la bienvenida. El público se levantó a sus pies, animando y aplaudiendo con salvaje abandono, como Javier tomaban el sol en la adoración de sus admiradores.

Para Javier, el circo era más que una etapa, era un lugar donde los sueños se hicieron realidad y los milagros que ocurrió cada día. Y como se contemplaba en las caras sonrientes de la audiencia, él sabía que estaba exactamente donde él estaba destinado a ser – traer la alegría y la maravilla a la gente de todas las edades, una deslumbrante actuación en un tiempo.