Читать книгу Código nuevo humano - Meme Landivar - Страница 9
TENGO UN MENSAJE PARA TI
ОглавлениеHola, ¿cómo estás?
Mi nombre es Vicky, y estoy aquí para transmitirte un mensaje, NO ESTÁS SOLO.
En este momento te sientes confuso, no sabes qué haces aquí, que este no es tu sitio.
Sientes que nadie te comprende, te sientes extraño. Tus emociones son como una montaña rusa, hoy estás en lo más alto y mañana bajas a la más abismal y oscura de las profundidades.
Estás cansado de luchar, de nadar contra la corriente, cansado de que todo lo malo que sucede solo te pase a ti, que el universo conspire en tu contra. ¡¡¡TE EQUIVOCAS!!!
¿Y por qué se todo esto? ¿Por qué se cómo te sientes? Porque a mí también me pasó, porque yo también me sentía así, te entiendo y quiero ayudarte, déjame que te cuente un poquito sobre mí y mi experiencia.
Desde muy pequeñita me sentí diferente, es más, mis padres, mis hermanas e incluso gran parte de la familia me hacían sentir así, “la oveja negra”. Me gustaba el contacto con la gente, pero a la misma vez, me gustaba la soledad, subirme en el columpio de la casa de mis abuelos y columpiarme alto, observar la forma que iban adquiriendo las nubes dependiendo del viento, y hablar con Dios, el universo como prefieras llamarlo. Conversaciones de tú a tú, y obtenía respuesta (durante mucho tiempo lo olvidé). Le explicaba cómo me sentía, recuerdo pedirle milagros, quería sentirme amada. Encontraba una paz indescriptible, alegría, serenidad y sobre todo me sentía comprendida y aceptada. Ahora sé que conectaba con mi yo superior, era pura conexión con la madre tierra, con el universo, realmente era feliz.
Otro lugar donde me encontraba segura, en paz y donde podía ser yo misma, sin tener que fingir para contentar a los demás, era en el agua. Fui nadadora de competición y me pasaba largas horas entrenando y era en esos momentos donde repasaba mi día, donde desde la tranquilidad evaluaba situaciones vividas o por vivir, donde soñaba despierta (ahora sé que se llama VISUALIZAR).
En esos momentos de conexión, me sentía libre, pero nunca sola.
Fui creciendo y en mi adolescencia, época muy muy dura y difícil, lloré mucho mirando a través de la ventana del salón de mi casa. Desde allí veía el río, que pasaba por delante, pasaba mucho rato con la frente pegada al cristal viendo fijamente cómo descendía lentamente el agua, y, cuando ya me había desahogado y me sentía mejor, me decía a mí misma: “mañana será otro día y lo veré diferente, seguro que se soluciona solo y en unos días me reiré de esto”.
Hoy sé que cada lágrima, cada dificultad, después de dejarla sentir, se la entregaba al universo, es él quien dispone.
Ahora lo sé. Ahora sé que cada dificultad, cada piedra en el camino, cada desafío es un gran aprendizaje.
Han pasado muchos años desde entonces, encontré el amor junto a una persona maravillosa, el mejor compañero de viaje hasta hoy, hemos formado una familia hermosa, muchas vivencias, unas maravillosas y otras no tanto, que tal vez tenga la oportunidad de explicarte en otro momento, pero hay algo MUY IMPORTANTE que quiero contarte hoy.
Hubo un momento en mi vida muy duro, tocamos fondo, después de iniciar con toda la ilusión un negocio familiar, tuvimos que cerrar perdiéndolo casi todo, me hundí, me sentí culpable.
Me encerré en casa, tenía pánico de salir a la calle, nuestra vida, la de toda la familia, cambió.
Debido a mi miedo de afrontar lo sucedido mi marido y yo nos mudamos de casa, de provincia, dejando todo atrás.
Solo veía y sentía oscuridad, donde la mente te dice que solo hay una salida, DESAPARECER de la vida de los que te aman para no hacerles daño, desaparecer de este mundo al que sientes que no perteneces, total, este no es tu sitio. Y cuando estaba a punto de obedecer a mi mente, ocurrió un milagro (tantas veces lo había pedido).
Oí una voz en mi interior que me susurró “espera, date una oportunidad, hay cosas maravillosas por las que seguir viviendo, no hagas sufrir realmente a las personas que te aman”, sentí que era mi alma y le hice caso.
A partir de aquí todo cambió, de repente el universo trajo a mi vida situaciones y personas que te cogen fuerte de la mano, te acompañan y te guían.
Entre todas estas personas, sobresalen algunas, irradian otra luz, vibras diferentes y sientes una conexión diferente, única y especial.
Son seres de luz extraordinarios. Tomé la decisión de dejarme guiar, y he trabajado con diferentes mentores. He trabajado en mí, en mi sanación, en mi crecimiento y en mis dones.
Hoy quiero hablarte de mi mentora, mi guía, mi hermana, mi luz, Meme Landívar. Tengo una conexión maravillosa con ella, he aprendido a amarme, a respetarme. ¡Cuánto amor, cuánta luz, cuánta sabiduría!
Estoy volviendo a encontrar la paz, a conectarme conmigo misma y con mis dones. Estoy dejándome fluir, dejándome sentir, porque si hay algo importante y bello que he aprendido, es que todos somos uno, lo que hay en mí está en ti y lo que está en ti está en mí. Somos únicos, con nuestras sombras y nuestras luces, SOMOS UNO.
Si estás perdido, no desesperes, estás en el camino, habla con Meme, conmigo, búscate a un mentor, que te guíe y te arrope.
Refléjate en su luz para que puedas brillar con luz propia. Suelta y confía.
Espero haberte ayudado aunque sea un poquito a entender, a comprender que no estás solo y que eres un alma bonita que espera ser escuchada.
Seguiré aquí, si me necesitas, recuerda que SOMOS UNO. Te AMO.
Vicky Tondo Giménez
IG: Essenzacala
P. D.: No dejes jamás de sonreír, una gran sonrisa es la puerta que abre tu alma.