Читать книгу La Navetierra Como Construir La Suya - Michael Reynolds - Страница 17

Coloque en la hornalla un sartén de fierro vaciado y uno de hoja de lata y caliente ambos. Luego apague la estufa. El sartén de hoja de lata se enfriara en unos dos minutos; quince minutos después, el de fierro vaciado podrá quemarle las manos si lo toca. Esto ocurre porque es mas grueso y tiene más masa que el de hoja de lata. Es una mejor ‘batería’ para conservar el calor.

La vivienda evolucionó en el planeta como respuesta a una necesidad física y emocional de protección, de refugio. En su primera etapa, este refugio empezó a usar energía. Se utilizaba el fuego dentro del refugio para recibir calor y cocinar alimentos. Luego aparecieron la luz eléctrica y varios otros aparatos. Ahora tenemos un sinfín de aparatos eléctricos y sofisticados sistemas de calefacción y enfriamiento que se han transformado en verdaderas necesidades de la vivienda. El resultado actual es que la energía es ahora un factor tan importante en la vivienda como lo es el factor de refugio y protección.

Realmente a nadie se le ocurriría construir una casa que no ofreciera protección. Por ejemplo, ¿se puede imaginar una hermosa casa construída sin techo? Seria absurdo. A esta altura de nuestra evolución, tenemos que aceptar que la energía es esencial para la vivienda; es tan absurdo construir una casa sin acceso a la energía, como lo seria construirla sin techo.

El factor de la energía se puede dividir en dos categorías - aparatos eléctricos y temperatura. Como se explicará más adelante, los requerimientos de energía eléctrica que tienen los aparatos eléctricos se pueden resolver de inmediato con la tecnología disponible que se obtiene del sol o del viento y se almacena en baterías para uso posterior. La temperatura se puede obtener y almacenar de una forma muy semejante a la energía eléctrica. Un muro de vidrio en el lado sur de la casa transmite calor al espacio y la masa que está atrás de el. Ese espacio y esa masa, potencialmente toda la casa, puede actuar como una batería para almacenar el calor. Este concepto se conoce como masa térmica, y funciona bien en cualquier lugar que reciba calor.

La masa térmica ha sido utilizada durante siglos por animales y civilizaciones antiguas, pero se ha substituido por métodos mas 'modernos' y 'económicos' de construcción que no pueden almacenar el calor.

La idea que conocemos como batería, es realmente el reflejo de un patrón o fenómeno en el que se basa todo el universo, o sea, la relación entre la energía y la materia. Toda la materia es en realidad energía almacenada, mientras que toda energía es realmente materia 'evaporada'. La materia en si es esencialmente una batería.

De la misma manera en que la materia almacena energía, la masa densa almacena temperatura. Cuanto más densa está la masa, más temperatura puede almacenar. Por lo tanto, una casa, o un refugio hecho de masa densa es mucho mejor para almacenar temperatura, que una casa hecha de madera delgada. Esto es cierto, independientemente de la fuente original de la temperatura, que puede ser calor o frío.

Se puede hacer una buena analogía con la forma en que un barril almacena agua. Si la capacidad de almacenamiento que tiene un barril se compara con la capacidad que tienen la mayoría de las casas de almacenar o retener la temperatura, el 'barril' estaría a 1" de profundidad, en lugar de 3' de profundidad. La mayoría de las casas tienen poca o nada de masa, por lo tanto no retienen temperatura.

Por consiguiente, se tiene que traer la energía continuamente por cables y tubos de fuentes externas para controlar la temperatura interior.

El aislamiento mejorado con que contamos en la actualidad ayuda a impedir que se escape este aire caliente, pero el aislamiento no absorbe o almacena el calor. Si las casas pudieran almacenar el calor de cualquier fuente, en la forma en que un barril puede almacenar agua, requerirían de menos energía para mantenerse 'llenos'. En lugar de usar masa, generalmente calentamos o enfriamos continuamente el aire en nuestros hogares para controlar la temperatura. El aire no retiene temperatura. Esto equivaldría a tratar de recoger agua en una superficie plana – simplemente se derramaría. Así como tenemos que recoger el agua en un barril si queremos guardarla, deberíamos recoger la temperatura en la masa si queremos almacenarla.

Ya que nos tomamos el trabajo y el gasto de meter calor a una casa, debemos hacer lo que podamos para que la casa retenga ese calor. Las casas deben construirse con masas rodeando cada espacio para dejarles actuar realmente como baterías.

Nuestros cuerpos, con un 96% de agua- que es masa, funcionan en forma similar. Se introduce cierta cantidad de energía en nuestros cuerpos, por medio del alimento, etc. Parte de esta energía se convierte en calor, que se almacena en la masa misma de nuestros cuerpos; nuestros cuerpos son baterías. Por tal razón podemos mantener una temperatura de 36° C. cuando el aire que nos rodea está a 10° C. y consumimos alimentos solo ocasionalmente. Si nuestros cuerpos no conservaran calor, tendríamos que comer todo el tiempo, metiendo energía constantemente para mantener nuestra temperatura corporal. Se nos agotaría el alimento, acabaríamos con nuestro sistema digestivo y solo tendíamos tiempo para comer.

La vivienda es similar. Sin masa, se nos termina el combustible, estamos agotando nuestro sistemas de energía, y malgastando casi todo nuestro tiempo haciendo o pagando por combustible. Este pago sufre tanto económica como ecológicamente. Si nuestros hogares van a retener calor como lo hacen nuestros cuerpos, éstos tienen que ser construidos con masa. Cuanto más densa la masa, más almacena temperatura. La Nave-Tierra, provee este almacenamiento, envolviendo cada habitación con muros de 1 metro de grosor. Se interrelaciona con la tierra, alineándose con el fenómeno de la masa termal.

El concepto de casa como batería es apropiado en cualquier lugar, independientemente de la disponibilidad solar. La batería conservará la temperatura, sin importar la fuente de calor o enfriamiento.