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CAPÍTULO 2

LA SALUD, LA ACTIVIDAD FÍSICA Y EL BIENESTAR (WELLNESS)

«Un hombre sabio debe darse cuenta de que la salud es su posesión más valiosa.» (Hipócrates 330 a.C.)

La salud es más compleja que una simple idea, es el completo estado de bienestar físico, mental, emocional, social y espiritual, y no únicamente la ausencia de enfermedad o incapacidad.

Nuestro cometido es explorar diversos conceptos relacionados con la salud y el bienestar y los factores apremiantes que determinan la salud y el comportamiento saludable. Un estilo de vida correcto afecta directamente la salud. Un papel activo y responsable, respecto a los hábitos, determinará el nivel de bienestar total.

En 1973, Pollock recomendaba una determinada cantidad y calidad de actividad física, de 3 a 5 veces por semana con una intensidad del 60-90% de la FC máx., equivalente al 50-85% del V . O2 máx. (consumo de oxígeno máximo). Estas sesiones tenían una duración de 15 a 60 minutos y se utilizaban grandes grupos musculares.

En 1995, «Dietary Guideline for Americans» recomendaba 30 minutos de actividad física moderada todos o casi todos los días.

En ambos casos, la conclusión es la misma, la actividad física mejora nuestra relación cuerpo-mente y previene futuras enfermedades de tipo coronario o de hipertensión.

2.1.COMPONENTES DE LA SALUD

Nuestro cometido como técnicos de fitness es preocuparnos por la salud física del individuo. La práctica de ejercicio se trata de algo positivo, divertido y con muchos beneficios que pueden mejorar la salud física, que, a su vez, repercute en nuestro bienestar psicológico. Es importante recalcar que no existe una buena salud si uno de los componentes o dimensiones de la salud, sea física, mental, emocional, social y/o espiritual, sobresale en detrimento de alguna otra.

2.1.1Salud física

Concepto

Se trata del nivel de susceptibilidad a una enfermedad, peso corporal, agudeza visual, fuerza, potencia, coordinación, nivel de tolerancia y rapidez de recuperación que posee un individuo.

La persona intuye subjetivamente que ninguno de sus órganos o funciones se encuentran dañados.

Características

•Funcionamiento eficaz del cuerpo.

•Resistencia a enfermedades.

•Capacidad física de responder apropiadamente a una diversidad de eventos.

•Nivel adecuado de aptitud física.

2.1.2Salud mental

Concepto

«La capacidad para mantener relaciones armoniosas con los demás, satisfacer necesidades instintivas potencialmente en conflicto sin lesionar a los demás y ser capaz de participar en las modificaciones positivas del ambiente físico y social.» 1

Características

Se trata del equilibrio interior, intelectual y afectivo. La persona se siente a gusto consigo misma y se relaciona de forma sana con los demás individuos, lo que refuerza la capacidad de poder hacer frente a las exigencias de la vida.

2.1.3Salud social

Concepto

La habilidad de relacionarse con la gente y el ambiente, satisfaciendo las relaciones inter-personales.

Características

La persona se encuentra integrada en su medio social; también se denomina cultura positiva.

2.1.4Salud espiritual

Concepto

Creencia en una fuerza unificadora que ayuda a descubrir y articular un propósito personal en la vida. Disfrute, paz y sentido de la autorrealización.

Características

Ayudarse a uno mismo y a otros para que alcancen su potencial máximo.

2.1.5Salud emocional

Concepto

La habilidad de controlar las emociones y expresarse de forma cómoda y apropiada.

Características

Compromiso para resolver conflictos. Las personas que conscientemente tratan de mejorar su salud emocional tienden a disfrutar mejor de la vida. Hablamos del ámbito sociológico.

2.1.6Salud nutricional

Concepto

La adquisición y mantenimiento de los hábitos alimentarios para el desarrollo físico y la prevención de enfermedades. Tener una dieta variada y equilibrada.

Características

La aportación de una cantidad de nutrientes suficiente para llevar a cabo los procesos metabólicos y reguladores (proteínas, minerales y vitaminas).

•Las proteínas deben suponer un 15 % del aporte calórico total.

•Los glúcidos aportarán al menos un 55-60 % del aporte calórico total.

•Los lípidos no sobrepasarán el 30 % de las calorías totales ingeridas.2

Factores que afectan la salud

FactorCaracterística% determinante del grado de salud
genéticoInevitable16%, factores biologías, etc.
SexoInevitable
EdadInevitable
Estilo de vidaEvitable53%, comportamiento, decisiín, etc.
AmbienteEvitable21%, conocimientos, creencias, estatus social, etc.
prevenciónEvitable10%, medicina preventiva, etc.

Si realizamos una suma de los factores que podrían causarnos la muerte, el 84% pueden ser controlados por nosotros mismos. El único determinante de salud que no es posible modificar es el factor genético.

2.2.PREVENCIÓN

2.2.1.Prevención primaria

Incluye la promoción y educación para la salud, con el fin de incrementar la concienciación de la población en cuanto a diferentes condiciones patológicas, de manera que se opte por la práctica de comportamientos y estilo de vida saludables. El objetivo es la prevención de enfermedades por medio del conocimiento y comprensión de las mismas, incluyendo enseñar el comportamiento que lo promueva y manteniendo una salud óptima.

Existen cuatro áreas de educación sanitarias:

•Educación sanitaria administrativa.

•Higiene individual.

•Educación nutricional.

•Recreación y educación física, salud emocional y física.

2.2.2.Prevención secundaria

Se trata de cualquier acción de protección que incluya un procedimiento que reduzca o suprima la posibilidad de los factores causantes de una enfermedad o alteración. Son medidas de interrupción del progreso de una enfermedad o daño irreversible.

Es un esfuerzo organizado de evaluación directa o educación pública para promover la detección de casos individuales con enfermedades, para poder detener el progreso patológico y limitar la incapacidad. En definitiva está dirigido a eliminar o disminuir la cantidad o la calidad de los factores de riesgo presentes en la población o el individuo. Se promueve:

•Estilo de vida adecuado.

•Ejercicio físico regular.

•Nutrición equilibrada.

•Control del distrés.

•Evitar el tabaquismo.

•Consumo moderado o nulo de alcohol.

•Evitar el uso o abuso de estupefacientes.

•No automedicarse.

•Reposo razonable (7-8 horas diarias).

•Aplicar medidas de prevención.

2.2.3.Prevención terciaria

En caso de que no se aplique la prevención secundaria, es la próxima acción de salud, aplicación del tratamiento correspondiente e intentar la reincorporación lo más eficazmente posible, de forma rápida, para poder controlar la evolución de la enfermedad. Son acciones médicas de recuperación y rehabilitación, dirigidas a procurar que el paciente recobre la actividad o funcionamiento normal del órgano o parte afectada del cuerpo, devolviendo la condición física, psíquica y social, y recuperando la capacidad para volver a la actividad habitual.

El técnico de fitness es parte activa del grupo de profesionales que promueven la prevención secundaria.

2.3.DEFINICIONES BÁSICAS

2.3.1.Actividad física (AF)

El movimiento del cuerpo humano que aumenta el metabolismo más allá del metabolismo basal. Es cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos (músculos voluntarios) que provoca un gasto energético sustancial.

Estos movimientos se consideran actividad física aunque no haya planificación diaria, ni se cuantifique la duración ni la intensidad. Por lo tanto, incluye cualquier movimiento creado por el cuerpo humano, no sólo las actividades deportivas o ejercicio.

Sin embargo, dentro del fitness utilizaremos la terminología de AF como un concepto más extenso: planeada y estructurada para ser repetida con el propósito de mantener o mejorar el estado físico o aptitud física.

2.3.2. Bienestar (wellness)

Describe la adecuada adaptación de las dimensiones física, mental, emocional, social y espiritual a cualquier nivel de salud o enfermedad.

¿Qué es bienestar?

La evolución desde el cuidado del cuerpo y la belleza física hasta la preocupación por el bienestar integral de cada persona. Esta necesidad ha ido ideando la forma más saludable de cercarse al equilibrio vital.

Bienestar o wellness es el estado que presenta tu cuerpo cuando te permite hacer lo que te gusta sin agitarte demasiado, cuando tienes la capacidad de controlar el estrés cotidiano sin que se convierta en distrés, cuando la comida es un placer saludable y no una obsesión, y cuando la actividad física y el ejercicio forman parte de tus hábitos es de vida. Si a todo ello le sumamos un reposo razonable, podremos denominarlo bienestar físico. Es un estado óptimo integral mediante el complemento del equilibrio físico y la disposición mental ideal.

2.3.3.Ejercicio

Es la AF que implica un planteamiento estructurado, repetitivo y dirigido hacia un fin u objetivo: el aumento o mejoría de la aptitud física.

Según el tipo de movimiento, puede ser isotónico o isométrico, y según el metabolismo, puede ser aeróbico o anaeróbico.

Debido al uso inapropiado y negativo que ha tenido la palabra ejercicio, relacionada con el esfuerzo excesivo y doloroso, las definiciones AF y ejercicio se fusionan cada vez más. Por ello muchas veces veremos descrito uno por el otro, o utilizaremos la terminología AF para describir la prescripción del ejercicio.

2.3.4. Prescripción de ejercicio

Se refiere al proceso mediante el cual a una persona se le diseña un programa de ejercicio de forma sistemática e individualizada; incluye la cuantificación de variables que determinan la dosis de los ejercicios, tales como el tipo de ejercicio, frecuencia, duración y progresión.

2.3.5. Ejercicio físico de baja intensidad

Es el que presenta una intensidad del 40-50% del consumo de oxígeno máximo o frecuencia cardíaca de reserva (FC res.). Se puede decir que son aquellos ejercicios durante los cuales la persona es capaz de hablar.

Por lo general el ejercicio físico de baja intensidad es recomendado para poblaciones con condiciones crónicas degenerativas (p. ej., cardiopatías coronarias)3, particularmente porque reduce los episodios coronarios fatales y no fatales, y aumenta las lipoproteínas de alta densidad.4

2.3.6. Ejercicio físico moderado

Es la actividad que presenta una intensidad del 55-70% del consumo de oxígeno máximo o frecuencia cardíaca de reserva (FC res.). También puede describirse como el ejercicio que produce un gasto energético de 150 a 200 kilocalorías (kcal) por día.5 La esperanza media de vida de aquellas personas que practican algún tipo de ejercicio físico moderado es mayor que la de las inactivas.

En un reciente estudio se midieron los diferentes niveles de capacidad física de más de 13.000 voluntarios, empleando un tapiz rodante. Los participantes fueron divididos en cinco grupos, de los cuales el primero no practicaba ningún tipo de actividad física, pasando por los grupos dos y tres que practicaban algún tipo de actividad, hasta llegar a los niveles más elevados de ejercicio físico, representados por los grupos cuatro y cinco.

Los resultados revelaron que los índices de mortalidad entre el primer grupo fueron de más del doble que los de los grupos de actividad física media, registrándose, por otra parte, una reducción de los índices entre los grupos dos y tres, y cuatro y cinco.

2.3.7Aptitud física

«Conjunto de atributos que las personas poseen o alcanzan relacionado con la habilidad para llevar a cabo actividades físicas.» 6

Es el conjunto de habilidades relacionadas con el funcionamiento del sistema cardiorrespiratorio, musculosquelético (resistencia, fuerza, velocidad, agilidad, flexibilidad) y la composición corporal.

Aspectos de la aptitud física que se relacionan con la salud:

•Resistencia cardiorrespiratoria.

•Fuerza (dos elementos: potencia cardiorrespiratoria y fuerza muscular).

•Resistencia muscular.

•Flexibilidad.

•Medidas antropométricas: composición corporal, en especial el porcentaje de grasa.

2.3.8Deporte

Se diferencia del ejercicio porque incorpora la competitividad, se rige por reglas estrictas y preestablecidas y su objetivo es el éxito.

Su práctica puede implicar una serie de problemas medicosanitarios: dopaje, lesiones, sobreentrenamiento, muerte súbita, etc.

2.4.ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD

M. Lalonde describió en 1996 que la salud de una comunidad está determinada por la interacción de cuatro variables: la biología humana, el medio ambiente, la asistencia sanitaria y el estilo de vida. De estos cuatro determinantes, el que más afecta la salud de las personas es el estilo de vida.

Para mejorar nuestro estilo de vida debemos actuar sobre hechos esencialmente básicos como es el estar vivos y mantenernos sanos. Recuperar el dominio del cuerpo y de la mente a través de la vuelta a lo natural y básico, alimentación simple, ejercicio moderado y enérgico, reposo razonado, además de una sensibilidad integral.

Actualmente podemos identificar tres grandes perspectivas de relación entre la actividad física y la salud: la rehabilitación, la prevención y el bienestar.

2.4.1.Fitness, estar en forma o salud positiva

Estar en forma es la calidad de vida óptima. Es la capacidad para disfrutar la vida en todos sus aspectos. En un extremo tenemos la capacidad de afrontar con dedicación y atención las tareas cotidianas y haciendo frente a las emergencias con éxito, además de disponer de energía suficiente para disfrutar del deporte y ocio en el tiempo libre. Por otro lado tenemos la incapacidad, la capacidad disminuida, que no sirve ni para las menores exigencias físicas y que incluso puede crear dependencia de otras personas para poder vivir.

Esta condición dinámica y multidimensional está basada en la salud positiva e incluye objetivos de rendimiento individuales. Una calidad de vida superior tiene en cuenta componentes intelectuales, sociales, espirituales y físicos. La viveza mental, curiosidad, emotividad, las relaciones sinceras con otros seres humanos, el nivel de conciencia y la participación, y el fitness para lograr los objetivos personales con determinación parecen ser elementos esenciales de una vida sana.

2.4.2. Salud/enfermedad

Definición adoptada por la OMS: «La salud es sinónimo de bienestar «físico, mental y social». Por lo tanto es expresión de la condición de vida de la población.»

2.4.3.Enfermedades de la civilización

Hoy en día el hombre enferma y muere por causas muy distintas a las de antaño. Nuevas enfermedades nos acechan y están vinculadas a las condiciones en que el hombre produce y se reproduce.

Estas enfermedades representan el 70/80% de las muertes del mundo desarrollado. Además, según estimaciones de la OMS, estas enfermedades son responsables del 40-50% de la mortalidad total, incluso en los países en desarrollo.

La OMS estableció el programa Inter-Salud, cuyo objetivo es instar a los países a prevenir enfermedades que, según se teme, irán aumentando a medida que vaya envejeciendo la población. Inter-Salud se basa en la idea de que las enfermedades provocadas por una causa común (los modos de vida poco saludables) deben combatirse juntas, y no separadamente, mediante una estrategia común de prevención. De esta manera se ahorrarán recursos económicos y administrativos, sobre todo en los países del tercer mundo que soportan ya una carga intolerable.

Los estudios epidemiológicos a largo plazo han mostrado la vinculación existente entre los factores de riesgo derivados del entorno y de los modos de comportamiento con las enfermedades resultantes del modo de vida. El exceso de colesterol, la hipertensión, el tabaquismo, la obesidad y la falta de ejercicio son factores comunes a todas las grandes enfermedades derivadas del comportamiento.

Las principales enfermedades de la civilización descritas por las ciencias médicas, como la diabetes tipo II, cardiopatías, osteoporosis y las enfermedades degenerativas, comportan un alto nivel de impacto en la sociedad y resultan ser las causas más importantes de morbilidad y/o mortalidad. Esto sin contar la proliferación de cuadros premórbidos, como obesidad, desequilibrios musculares, estrés, fatiga crónica, etc., que quizá puedan ser considerados más que causa de pérdida de años de vida, «pérdida de vida en los años».

2.4.4.Enfermedades cardiovasculares

Arteriosclerosis. Enfermedad arterial que se caracteriza por el endurecimiento y estrecha-miento de las paredes de las arterias.

Aterosclerosis. Una variedad de arteriosclerosis en las que las sustancias grasas se acumulan en las paredes internas de las arterias.

Embolia. Obstrucción repentina de un vaso sanguíneo a causa de un cuerpo sólido, como un coágulo, en el flujo sanguíneo.

Trombosis. Un coágulo en un vaso sanguíneo.

Enfermedades coronarias. Aterosclerosis de las arterias coronarias.

Infarto de miocardio. Necrosis de una parte del tejido cardíaco por isquemia.

Apoplejía o accidente cerebrovascular (ACV). Embolia, hemorragia o trombosis en los vasos cerebrales, que suele tener como resultado una pérdida repentina de alguna función del organismo.

Diabetes mellitus no insulinodependiente o diabetes tipo II. Enfermedad metabólica carac-terizada por la resistencia a la insulina. Según estimaciones de la OMS, hay en el mundo 50 millones de diabéticos por lo menos. Estas personas corren un grave riesgo de hipertensión y otras afecciones cardiovasculares, así como de insuficiencia hepática y trastornos oculares, incluida la ceguera.

Osteoporosis. No se dispone de una estimación del número mundial de casos, pero sólo en EE UU se registran 24 millones, cifra que indica las proporciones que alcanza esta afección, asociada en el mundo entero con el envejecimiento de la población.

Enfermedades degenerativas (cáncer). Cada año se producen unos siete millones de nuevos casos y cinco millones de defunciones. En todos los países, el cáncer de pulmón es ya la enfermedad más común, pues a mediados de los ochenta superó en frecuencia al cáncer de estómago, dejando en tercer lugar al cáncer de mama. Seis o siete de cada diez enfermos de cáncer sucumben a su enfermedad en el mundo industrializado, y nueve de cada diez en el Tercer Mundo. En cifras absolutas, hay más casos y muertes de cáncer en los países desarrollados que en los subdesarrollados.

Lumbalgia. El dolor de la zona lumbar es una de las quejas médicas más habituales entre los adultos. De hecho es la segunda causa de consulta médica después de resfriado/gripe. Los problemas relacionados con la zona lumbar son responsables de más horas de trabajo perdidas que cualquier otro tipo de lesión laboral, y son una de las causas más frecuentes de limitación de actividad en individuos menores de 45 años.

Prevención de las enfermedades cardiovasculares

Se basa en la identificación de aquellos factores que pueden ser eliminados o modificados mediante una intervención oportuna, aceptable y con una adecuada relación coste-beneficio. A partir de su informe original en 1959, el estudio Framingham ha contribuido sustancialmente al reconocimiento de las causas de la enfermedad coronaria. El mismo ilustra gráficamente cómo la enfermedad coronaria se ha convertido en una de las enfermedades crónicas más predecibles. Pero, lo que es más importante aún, la enfermedad coronaria es también prevenible ya que, a excepción de la edad y el sexo, otros importantes factores de riesgo pueden ser modificados.

Más de un estudio ha demostrado una relación directa entre el aumento de la tensión arterial, el tabaquismo y los lípidos séricos y la incidencia de enfermedades cardiovasculares, con la aceptación de la teoría «causal».

Factores de riesgo de las cardiopatías

El término «factor de riesgo» proviene de la medicina social y de la estadística, y expresa las influencias que se ejercen sobre el organismo, ya sean éstas internas o externas, relacionadas estadísticamente con una determinada enfermedad.

Según Richard Rost (1993), estos factores elevan el riesgo de padecer una enfermedad, pero no deben ser relacionados con una causalidad. El hábito de fumar favorece la aparición del infarto cardíaco, pero fumar no debe ser considerado la causa, ya que no fumadores también pueden padecer un infarto.

La cuestión de si los factores de riesgo pueden ser presentados como causales deberá esperar que la ciencia aclare el concepto de causalidad.

Mientras no se conozca definitivamente la razón o etiología de la enfermedad coronaria, la consideración de los factores de riesgo es aceptable, pero no definitiva, y se cae en la tentación de entender y explicar subjetivamente, con los consecuentes errores.

Existen dos tipos de factores de riesgo principalmente:

•Factores de riesgo inevitables: edad, sexo, raza y herencia.

•Factores de riesgo evitables: relacionados con el modo de vida, como fumar, estrés, errores alimentarios, obesidad, etc.

•Factores de riesgo internos: son en sí una enfermedad y por lo tanto elevan el riesgo de padecer una enfermedad, como hipertensión arterial, diabetes o dislipemias.

Factores de riesgo primarios (según Schaefer): consumo de nicotina, dislipemias e hipertensión arterial.

Factores de riesgo secundarios: estrés, obesidad, sedentarismo, hiperuricemia (concentración de ácido úrico en sangre), etc.

•Los factores de riesgo muy raramente pueden ser considerados de forma aislada, ya que no sólo se influyen entre ellos, sino que se potencian.

Cantidad de factores de riesgo

Los factores de riesgo que nos interesan son aquellos relacionados con los hábitos y con-ductas, ya que por sus características pueden ser relativamente controlados.

Hipertensión arterial (HTA). Es el factor más conocido y de mayor significación. El riesgo de infarto se incrementa con el aumento de la tensión arterial. Por ello la hipertensión debe ser tratada y disminuida. Un individuo con una tensión arterial por encima de 160/95 mmHg tiene un riesgo tres veces mayor con respecto a un individuo cuya tensión no sobrepase los 120 mmHg. Además, la edad, un alto índice de masa corporal, la ingesta de sodio, el consumo de alcohol y la vida sedentaria son predictores de HTA.

Diabetes mellitus. Desde hace más de 100 años se habla de «angiopatía diabética». HTA, DMNID (diabetes mellitus no insulinodependiente) y enfermedad cardiovascular son al parecer manifestaciones de una misma patología, con una causa común: la resistencia a la insulina.

Dislipemias (trastornos metabólicos). Una relación colesterol total/HDL superior al numeral tres (CT: 240 mg/dl y HDL-C:80 mg/dl) y valores altos de la fracción VLDL y LDL se asocian a un mayor riesgo. Colesterol total es la suma de todos los tipos de colesterol. El LDL-C suele ser el factor principal en la cantidad total.

Tabaquismo (abuso de nicotina). Se acepta hoy sin duda que personas que fuman o inhalan tabaco regularmente poseen una esperanza de vida menor. Los fumadores corren riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, hipertensión, cáncer de pulmón y de la boca, osteoporosis y afecciones pulmonares crónicas. Aquí participan muchos factores: por un lado, el monóxido de carbono (CO) posee una mayor afinidad que el oxígeno (O2) y ocupa el lugar de éste en la hemoglobina, lo que reduce la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre. Por otro lado, la nicotina provoca un aumento de la tensión arterial, por mecanismo doble: la nicotina en contacto con las arterias estimula procesos de vasoconstricción y a la vez incrementa la secreción de catecolaminas en sangre, lo que aumenta la necesidad de oxígeno y el consecuente aumento de la fuerza de contracción cardíaca.

El monóxido de carbono (CO), además, daña gravemente las arterias, favoreciendo el proceso de aterogénesis (formación de placas de ateroma, las cuales al formarse bloquean de manera progresiva el flujo sanguíneo).

Trastornos alimentarios. Pueden contribuir notablemente al desarrollo de la arteriosclerosis, ataques cardíacos, hipertensión, accidentes cerebrovasculares, así como cáncer de colón, de mama y de estómago. Es un problema propio de los países desarrollados, donde las dietas son ricas en productos ricos en hidratos de carbono simples, grasas de origen animal y sal, a la vez que pobres en frutas y verduras frescas, que no aportan los elementos básicos. La falta de calcio (Ca), particularmente en la alimentación de las adolescentes y las mujeres llegadas a la menopausia, entraña el riesgo de osteoporosis. Actualmente se consume 20 veces más azúcar y cinco veces más grasa que en el año 1800.

Obesidad. Incremento en el porcentaje del tejido adiposo corporal, frecuentemente acompañado de aumento de peso, cuya magnitud y distribución condicionan la salud del individuo (Braguinsky J,1996). La obesidad también es considerada un factor de riesgo que incrementa la morbilidad y/o mortalidad, y está asociada a un incremento de hipertensión arterial, diabetes mellitus no insulinodependiente y quizás algunos cánceres y problemas articulares. Los riesgos aumentan en aquellas personas cuyo porcentaje de grasa corporal sobrepasa el 25% en los hombres y el 32% si son mujeres, así como en aquellas personas en las que la distribución corporal de la grasa es mayor en la región abdominal.

Las relaciones entre cintura y cadera superiores a 0,8 y 0,9 para hombres y mujeres, respectivamente, han sido asociadas con un mayor riesgo, al igual que un aumento del perímetro del cuello. Desde 1988 se sabe que se vincula una mayor mortalidad (en especial relacionada con la cardiopatía isquémica) con las obesidades centrales o abdominales. El conjunto de manifestaciones clínicas y metabólicas de la obesidad visceral se superpone al llamado «síndrome metabólico» descrito por Reaven en 1988.

Estrés. Con este nombre se entiende la reacción orgánica a una influencia externa o interna. Estrés es una reacción necesaria, vital. Si la reacción es inadecuada, hablamos de distrés, lo que supone un riesgo.

Hoy en día y por «educación» está vedada la posibilidad de responder de forma enérgica o ataque a la reacción de alarma, que eleva el metabolismo en general y lo prepara para la acción. El estrés tiene una participación activa en la hipertensión arterial lábil, acentúa o genera hiperlipemia, induce o exagera el hábito al tabaquismo y al sedentarismo, es causa de obesidad de difícil corrección, produce inestabilidades humorales que aceleran o desestabilizan la diabetes, aumenta el nivel de ácidos grasos libres, la retención de sodio, la eliminación de potasio y la mayor aglutinación de plaquetas.

Sedentarismo. Hasta hace 100 años el hombre gastaba en movimientos mas del 90% de la energía ingerida en forma de alimentos; hoy no alcanza el 1%. Pequeñas y estrechas viviendas limitan nuestros movimientos y las máquinas realizan hasta el mínimo esfuerzo de avanzar, hasta el punto de que subir una escalera es el máximo esfuerzo del hombre moderno. La salida motriz, el movimiento, juega un rol vital en la capacidad de todo ser vivo, y éste no tiene más capacidad que la de su nivel de solicitación.7

Según Mellerowicz, se considera carencia de movimientos cuando las exigencias corporales permanecen de forma crónica por debajo del umbral de excitación necesaria para el mantenimiento y/o aumento de la capacidad funcional de las células. Para los dos pilares del rendimiento humano, esto significa no superar el umbral del 30% de la capacidad de rendimiento máximo en personas no entrenadas, lo que trae aparejado procesos de atrofia y pérdida de la función.

Los efectos negativos del sedentarismo se pueden comprobar a nivel de:

1.Aparato de sostén y locomotor. Responsables de la postura erecta son los músculos posturales en colaboración con el aparato de sostén pasivo, que deben luchar constantemente contra la fuerza de gravedad. En el caso de que dichos músculos, insuficientemente desarrollados como consecuencia de prolongados lapsos sedentes sin compensación correspondiente, no puedan cubrir su función natural, sobreviene la fatiga crónica, debilidades posturales crónicas y finalmente vicios posturales. Éstos repercuten desfavorablemente, en la niñez y adolescencia, sobre el desarrollo óseo del tórax y sobre la función cardiorrespiratoria, y en los adultos sobre la función de la zona lumbar. Debemos mencionar también la proliferación de trastornos de los arcos plantares, consecuencia de una insuficiente musculatura intrínseca y extrínseca y de una debilidad ligamentaria no pocas veces agravada por el peso.

2.Órganos internos. En los últimos años se ha comprobado un incremento de la tasa de incidencia de las ECV. El aumento de los factores de riesgo entre los que se cuenta el sedentarismo es al parecer la causa principal. El «moderno corazón de oficina» trae aparejado una serie de perjuicios:

•Reducida capacidad de carga.

•Desmesurado aumento de la frecuencia.

•Escaso aumento del volumen sistólico ante un esfuerzo.

•Tiempo diastólico (de reposo o irrigación) acortado.

La carencia de movimiento causa, asimismo, atrofia por inactividad y disminución del rendimiento del aparato respiratorio (capacidad vital y

. La capacidad de transporte del sistema cardiovascular por una pobre capilarización. Las disfunciones resultantes reducen aún más la capacidad de rendimiento, no pocas veces agravadas por el exceso de peso que evoluciona paralelamente al sedentarismo.

3.Trastornos reguladores. El sedentarismo influye negativamente sobre las glándulas de secreción interna, especialmente las suprarrenales, disminuyendo la capacidad de adaptación orgánica al trabajo y al rendimiento. La forma más significativa de trastorno regulador del sistema nervioso autónomo lo representa la hipertonía simpática crónica, que mutila la economía cardíaca y favorece la hipertensión arterial. El elevado tono simpático, por otro lado, perjudica las fases de recuperación y regeneración, especialmente postejercicio. Además, el sedentarismo disminuye la capacidad de tolerancia al estrés.

2.4.5.Actividad física frente a sedentarismo

El ejercicio físico influye positivamente en el desarrollo de una vida regular, modula la alimentación cualitativa y cuantitativamente, modera el consumo de alcohol, la adicción al tabaco y colabora en el control del estrés.

El entrenamiento tiene efectos preventivos sobre:

•Trastornos posturales.

•Alteraciones de la columna vertebral.

•Trastornos de la regulación simpática.

•Hipertensión arterial.

•Arteriosclerosis.

•Insuficiencia coronaria.

•Infarto de miocardio.

•Obesidad.

•Diabetes mellitus.

•Enfermedades geriátricas.

•Alteraciones circulatorias periféricas.

2.4.6.Promoción de la salud y la actividad física

El comité integrado por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Medicina del Deporte, a través de su declaración, fechada en abril de 1994, recomienda:

•La actividad física diaria debe aceptarse como la base de un estilo de vida sano; por tanto, la actividad física debe integrarse en los hábitos cotidianos. Un primer paso lógico consistiría en usar escaleras en lugar de ascensores y recorrer trayectos cortos en bicicleta.

•Hay que ofrecer a los niños y adolescentes las instalaciones necesarias y la oportunidad de participar en programas diarios de ejercicio agradable para que la actividad física se convierta en hábito que dure toda la vida.

•Es preciso animar a los adultos a aumentar su actividad física habitual poco a poco, con el fin de que puedan hacer a diario por lo menos 30 minutos de ejercicio físico de intensidad moderada, por ejemplo caminar rápido y subir escaleras. Otras clases de ejercicios más fatigosos, como jogging, el ciclismo, practicar ejercicio y deporte (fútbol, tenis, etc.) y la natación pueden reportar beneficios adicionales.

•Conviene ofrecer una variedad de oportunidades y más estímulo a las mujeres para que dediquen tiempo a ejercicios saludables.

•Se debe instar a los ancianos, incluso a los de edad más avanzada, cuyo número va en aumento en todo el mundo, a llevar una vida físicamente activa para mantener su independencia de movimiento y autonomía personal, reducir los riesgos de lesiones físicas y promover una nutrición óptima. Con ello se facilitará su desempeño en la sociedad y sus relaciones sociales.

•Las personas con discapacidades o enfermedades crónicas deben recibir orientación con respecto al ejercicio y contar con instalaciones apropiadas a su capacidad.

•Es preciso divulgar ampliamente los beneficios que reporta comenzar una actividad física a cualquier edad.

Después de mencionar la importancia de la vida activa, tanto o más importante es la acción que hay que realizar. La prescripción de ejercicio es importante, pero el ejercicio puede ser tan positivo como negativo, depende de la forma de realizarlo; por ello es imprescindible que seamos los profesionales del ejercicio y fitness quienes prescribamos el ejercicio tanto en lo que respecta a su cantidad como a su calidad.

2.4.7.Efectos de la actividad física

Efecto metabólico

•Ayuda a mantener y disminuir el peso de grasa corporal.

•Estabiliza la glucemia.

•Ofrece protección contra la arteriosclerosis.

•Ayuda en el control del colesterol negativo (LDL y VLDL).

•Mejora la relación entre el colesterol bueno (HDL) y el malo (LDL y VLDL).

•Disminuye el ácido úrico.

•Segrega hormonas corporales positivas, mejorando el estado de humor de la persona que lo práctica.

Efecto cardiorrespiratorio

•Protege contra las lesiones que puede sufrir el sistema coronario.

•Economiza las funciones cardiorrespiratorias.

•Disminuye la tensión arterial alta.

•Ofrece protección contra la arteriosclerosis.

•Aumenta el riego sanguíneo cerebral.

•Incrementa la capilarización.

•Aumenta el volumen sistólico.

•Incrementa la coordinación y capacidad de los músculos respiratorios.

•Mejora la capacidad vital y aumenta el consumo de O2.

•Disminuye la frecuencia respiratoria en reposo y durante el ejercicio.

•Aumenta la función y la capacidad pulmonar.

•Se obtiene mayor volumen de reserva inspiratorio.

Efecto locomotor

•Aumenta el rendimiento corporal.

•Mejora el control neuromuscular.

•Aumenta el tejido muscular, lo cual proporciona estabilidad y mejora la calidad de vida.

•Mejora y ayuda a controlar lesiones o patologías óseas.

•Fortalece la columna.

Éstos son algunos de los beneficios que aporta estar en forma, sin mencionar los beneficios psicosociales que ofrece, como el aumento de la tolerancia al estrés físico y social, estabiliza el sistema vegetativo, aumenta el rendimiento laboral, ofrece una mejoría del sueño reparador después del ejercicio y un largo etcétera, que redunda en la conducta positiva de la persona.


1Según la OMS (Organización Mundial de la Salud).

2Datos aportados por la OMS.

3Según Pollock, Wilmore & Fox, 1990.

4Según Pollock, M.L. y cols. 1994.

5Pate y cols. 1995; USDHH5, 1996.

6Según Caspersen, Powell & Christenson, 1985.

7Según Wolt, Buchs y Mellerowics, 1973.

Manual para el técnico de sala de fitness (Color)

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