Читать книгу Estrategias para un cambio saludable - Nidia María Tejada Rivera - Страница 6

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Introducción

Para lograr cambios de comportamiento es necesario abordar la educación para la salud, desde el rol de la enfermería. Esta se remonta a los inicios de la disciplina con Florence Nightingale, quien consideraba necesario impartir cuidados sanitarios preventivos para lograr la salud de los enfermos; para ello las enfermeras debían tener una formación completa compuesta de dos partes fundamentales: la instrucción en los principios científicos y la experiencia práctica para dominar las técnicas. Esto permitiría reconocer los problemas del entorno que para ella eran pieza primordial para mantener la salud de las personas (Amaro Proa, 2004, p. 1).

Con el transcurrir de los años, el concepto de educación para la salud se ha fortalecido, y se ha considerado, cada vez más, el medio para aumentar el conocimiento de las personas e inculcarles la importancia de transformar la relación entre la salud y el medio físico y social; de esta manera, se ha incrementado el aporte a la ciencia en salud. Es importante considerar que la educación para la salud es un proceso activo orientado a reforzar conductas positivas y se fundamenta en la filosofía de que el ser humano tiene un gran potencial para aprender, pensar, crear, discernir y tomar decisiones, basado en aquello que le afecta de su relación con el entorno.

La Organización Mundial de la Salud (oms, 1993) la define como “un proceso activo de aprendizaje, donde las acciones están dirigidas a facilitar que los individuos obtengan control sobre los determinantes, el comportamiento y las condiciones que afectan su estado de salud y el de las demás personas” (citada por Fortuny y Gallego,1998, p. 292). Es claro en estas apreciaciones que las personas adquieren un protagonismo que les permite en un momento dado construir saberes.

Complementando lo anterior, se puede decir que el propósito de la educación para la salud es contribuir al logro de la salud integral y al desarrollo humano, y así generar aprendizaje no solo para el autocuidado individual, sino también para el ejercicio de la ciudadanía, la movilización y la construcción colectiva de la salud, en la cual participan las personas y los diferentes sectores del desarrollo (Proinapsa, 2014, citado por oms y Organización Panamericana de la Salud [ops], 2017, p. 1).

Por tal razón, al hacer énfasis en las conductas y en los estilos de vida de las personas, también se deben tener en cuenta intervenciones desde la coordinación con organizaciones afines y la participación de la comunidad. Así, al combinar estas últimas con medidas educomunicativas se logra la efectividad de las acciones y, de esta forma, las situaciones y los problemas que se encuentren se asumirán de una manera integral.

Para lograr que la educación para la salud resulte efectiva y eficiente es importante realizar un trabajo interdisciplinar, participativo y coordinado, con el cual se puedan vivenciar los procesos educomunicativos que incluyan métodos, técnicas y diversidad de enfoques complementarios, que consigan una participación efectiva y concreta de la comunidad.

Este libro quiere dar a conocer cada una de las estrategias edocomunicativas en todo su proceso, para promover la adopción de estilos de vida saludable, que tuvieron origen en el desarrollo de un proyecto investigativo de extensión y proyección comunitaria de intervenciones efectivas en el área de salud pública, llevado a cabo en una comuna de Bucaramanga. Igualmente, este texto relaciona los métodos empleados, las técnicas desarrolladas y el proceso pedagógico y técnico que fueron más efectivos para obtener cambios de comportamiento y, por ende, hábitos y estilos de vida que mejoraron las condiciones de salud de las personas participantes y comprometidas.

El trabajo en equipo se asume desde una perspectiva interdisciplinaria en la cual la concepción metodológica hacia la promoción de estilos de vida saludable se convirtió en la herramienta integradora que facilitó la participación de la comunidad y el desarrollo de habilidades personales para el fomento de la salud. Esto se pudo evidenciar en conductas favorecedoras, que en su momento propiciaron cambios comportamentales y permitieron el fortalecimiento de la comunidad en su acción participativa.

Así, pues, objetivo de la autora es que esta edición se convierta en un manual orientador de una metodología de salud pública, para la intervención en comunidades con características similares a las estudiadas. Las condiciones de salud de las personas, las condiciones ambientales, las desigualdades sociales y las particularidades de su entorno hacen que el reto de los profesionales en Enfermería y otras disciplinas esté enfocado en el bienestar y la calidad de vida de la comunidad, y de esta forma generar conciencia de la importancia del cuidado propio, de todos los miembros de la familia y, por ende, de la colectividad. Se espera que este libro sea el vehículo que, a través de ideas, guías y consensos, ayude a los profesionales del área de la salud y social que estén interesados en esta tarea.


Estrategias para un cambio saludable

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