Читать книгу Observar, escuchar y comprender sobre la tradición cualitativa en la investigación social - Osmar Gonzales - Страница 4

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Presentación

Los métodos cualitativos han adquirido en las últimas décadas una gran aceptación entre los científicos sociales latinoamericanos. No sólo constituyen una herramienta básica de la investigación social, sino que han tenido un impacto creciente en áreas disciplinarias consideradas ajenas a este tipo de perspectivas científicas, como son, entre otros, los estudios de mercado, el análisis organizacional, la evaluación de proyectos sociales, el diagnóstico de políticas y los sondeos de opinión pública o los problemas demográficos.

El actual interés que despiertan estas metodologías está relacionado sobre todo con el desarrollo de la crisis de paradigmas que han experimentado recientemente las ciencias sociales. Los abrumadores cambios sociales, políticos, económicos y culturales que han impactado a la región en las últimas cuatro décadas desbordaron los marcos teórico-metodológicos que ordenaban el trabajo de los científicos sociales, con lo que obstaculizaron en forma drástica las ya de por sí limitadas capacidades explicativas de la investigación social.

La crisis puso en evidencia que tanto el estructural funcionalismo como el marxismo presentan limitaciones para dar cuenta de la realidad social de nuestra región. Ambos enfoques son de algún modo herederos de la tradición positivista del siglo XIX, pues comparten una creencia básica que subyace en las posiciones positivistas: la idea de que los fenómenos sociales son regidos por leyes universales que el científico social debe tratar de descubrir.

El marxismo y el funcionalismo diferían en cuanto a la estructura legaliforme que, según cada una de estas corrientes, explicaba mejor la acción social. Para los primeros, los individuos actúan produciendo un determinado orden material y en ese proceso establecen entre sí relaciones sociales y políticas determinadas, de modo que el objetivo de la investigación sería develar la trabazón existente entre la organización sociopolítica y la producción material. Para los funcionalistas, el orden social está constituido por una pluralidad de individuos que interactúan entre sí, motivados por una tendencia a maximizar las gratificaciones y cuya orientación está mediada por ideas, creencias, valores y normas.

No obstante que diferían en cuáles eran los rasgos universales más importantes, ambas corrientes en el fondo aceptaban la idea de que la búsqueda de leyes universales era la labor básica de la ciencia y que finalmente la principal diferencia entre las ciencias sociales y las ciencias naturales era que ambas tenían distintos objetos de estudio, pero compartían los mismos principios epistemológicos, empleaban una metodología similar y buscaban la construcción del mismo tipo de conocimiento.

Esta concepción del siglo XIX prevaleció en las ciencias sociales de América Latina en la mayor parte del siglo XX, pese a que ya en las últimas décadas del siglo pasado, muchos estudiosos se rebelaban contra estas concepciones. Así, se puso en entredicho la similitud epistémica entre las ciencias sociales y naturales, y se revivió la antigua polémica iniciada por el historicismo alemán sobre la diferencia entre las ciencias sociales, ciencias ideográficas, que intentan comprender la especificidad histórica particular y las ciencias naturales, ciencias nomotéticas, que intentan explicar por medio de leyes.

En la sociedad contemporánea muchos estudiosos recuperaron los planteamientos del individualismo metodológico expuestos por Max Weber y la atención pasó de los grandes procesos estructurales a las construcciones sociales de significados en las comunidades locales. Fue un salto del universalismo positivista al individualismo metodológico, un cambio de enfoque de lo macro a lo micro, de las grandes estructuras a la acción particular, de la historia a la biografía. Esta transformación ha significado una búsqueda de identidad como científicos sociales, de aquello que nos diferencia en la comunidad académica, de lo que constituye nuestra especificidad.

En este contexto genealógico las metodologías cualitativas se han redescubierto en la comunidad académica latinoamericana. Si el método dialéctico privilegiaba el marxismo y el uso de encuestas y métodos cuantitativos era lo característico del funcionalismo, los métodos cualitativos son el instrumento analítico privilegiado de quienes se preocupan por la comprensión de significados.

A pesar del gran interés que existe en la comunidad académica, los investigadores preocupados por aprehender estos métodos se enfrentan a la difícil tarea de consultar una bibliografía muy dispersa y generada en lenguas extranjeras. Por ello, El Colegio de México y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede México (Flacso México), se hacen cargo de ofrecer a la comunidad académica mexicana y latinoamericana esta obra colectiva, en la que el lector podrá encontrar un pormenorizado panorama de los distintos métodos de la investigación cualitativa, que en gran medida orientan las prácticas de investigación de un creciente número de estudiosos de las ciencias sociales en el siglo que apenas se inicia.

La reflexión que nos ofrece este libro en torno a los métodos cualitativos en la investigación social se dirige a precisar las cualidades, potencialidades, alcances y acoplamientos que estos métodos tienen en la explicación e interpretación de nuestros problemas sociales, y además proporciona una base teórica y epistemológica que nos ayuda a evaluar el verdadero alcance de estos métodos, evitando transformar este esfuerzo científico del desarrollo de los métodos cualitativos en un simple conjunto de técnicas que puedan utilizarse con un alto grado de discrecionalidad.

Así, Observar, escuchar y comprender nos ofrece una sistematización rigurosa de las distintas técnicas e instrumentos que componen el acerbo metodológico del enfoque cualitativo, que además logra penetrar en una reflexión crucial de las ciencias sociales, esto es, el de las diversas formas de producción del conocimiento científico. Las distintas secciones que estructuran el texto conforman un mapa que delinea los contornos por los cuales debe atravesar la discusión teórico-metodológica sobre lo cualitativo, traza las fronteras y los límites de esta tradición y ayuda a reubicar las epistemes que subyacen en ella. Los capítulos guardan una estructura interna equivalente que incluye una exhaustiva revisión bibliográfica sobre cada una de las modalidades del quehacer cualitativo, una confrontación de sus límites y potencialidades (confiabilidad y validez), y la presentación de ciertas investigaciones, algunas de ellas efectuadas en el ámbito latinoamericano, ejemplificadoras. En suma, las contribuciones de este texto exceden el marco de lo descriptivo y de la mera enumeración de técnicas e instrumentos de recolección de información. Se trata de un texto que nos plantea debates y desafíos centrales para estudiar el tema del sujeto a partir del rescate y la resignificación de la palabra.

Se pretende así dar un impulso significativo al esfuerzo realizado en las últimas décadas por un creciente grupo de investigadores, que han tratado de imaginar nuevas rutas en el camino de la investigación social en nuestro continente.

María Luisa Tarrés

[México, D.F., 2001]

Observar, escuchar y comprender sobre la tradición cualitativa en la investigación social

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