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CAPITULO I Nuestro origen

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Toda nuestra vida humana esta basada en un sinnúmero de relaciones especiales. Valoramos cada cuerpo que vemos y a su vez nos comparamos con otros, esto conlleva a alimentar uno de los hábitos destructivos y pernicioso que a cada instante repetimos en pensamientos, palabras o acciones, el cual es, nuestra propia desvalorización y empequeñecimiento progresivo. Esto conlleva a sentirnos menospreciados en cada instante, a vivir en una continua dependencia emocional, donde la mejor droga para atarnos a esta situación, la suministramos nosotros mismos, la creencia en la carencia de afecto, una búsqueda constante e insaciable de amor condicionado, sensación de vacío y carencia, depresión o ira, todo producto de una sensación de culpa que remuerde nuestra consciencia, sin recordar el cómo, cuándo y donde surgió esta y para que esta allí manteniéndote en un infierno constante.

“3. Si éste fuese el mundo real, Dios sería ciertamente cruel. 2 Pues ningún padre podría someter a sus hijos a eso como pago por la salvación y al mismo tiempo ser amoroso. 3 El amor no mata para salvar. 4 Si lo hiciera, el ataque sería la salvación, y ésa es la interpretación del ego, no la de Dios. 5 Sólo el mundo de la culpa podría exigir eso, pues sólo los que se sienten culpables podrían concebirlo. 6 El “pecado” de Adán no habría podido afectar a nadie si él no hubiese creído que fue el Padre Quien lo expulsó del Paraíso. 7 Pues a raíz de esa creencia se perdió el conocimiento del Padre, ya que sólo los que no Lo comprenden podrían haber creído tal cosa”. Un curso de Milagros (T-13.In.3:1-7)

Esta culpa inconsciente tiene un origen, la respuesta se encuentra en el interior de la mente. Tememos verla, el odio hacia nuestra verdadera naturaleza nos mantiene con temor, debido a una creencia arcaica y religiosa, de que Dios nos castigara. Ese mensaje proviene del dios de la culpa, no del verdadero Dios de amor que nos dio origen y como toda Madre a su hijo, solo le entrega amor. Por lo que, nuestra verdadera naturaleza es de amor. Nuestro único propósito en la tierra es ser felices. Para llegar a ello debemos dejar el odio hacia nosotros mismos en este momento y de ahora en adelante solo vivir para amarnos siendo seres, íntegros y racionales.

“1. La atracción de la culpabilidad reside en el pecado, no en el error. 2 El pecado volverá a repetirse por razón de esta atracción. 3 El miedo puede hacerse tan agudo que al pecado se le niega su expresión. 4 Pero mientras la culpabilidad continúe siendo atractiva, la mente sufrirá y no abandonará la idea del pecado. 5 Pues la culpa todavía la llama; y la mente la oye y la desea ardientemente y se deja cautivar voluntariamente por su enfermiza atracción. 6 El pecado es una idea de perversidad que no puede ser corregida, pero que, sin embargo, será siempre deseable. 7 Al ser parte esencial de lo que el ego cree que eres, siempre la desearás”. Un curso de Milagros (T-19.III.1:1-7).

“2. El ego no cree que sea posible que lo que realmente invoca el pecado es al amor, y no al miedo, y que el amor siempre responde. 2 Pues el ego lleva el pecado ante el miedo, exigiendo castigo. 3 Mas el castigo no es sino otra forma de proteger la culpa, pues lo que merece castigo tuvo que haber sucedido realmente. 4 El castigo es siempre el gran protector del pecado, al que trata con respeto y a quien honra por su perversidad. 5 Lo que clama por castigo, tiene que ser verdad. 6 Y lo que es verdad no puede sino ser eterno, y seguirá repitiéndose sin cesar. 7 Pues deseas lo que consideras real y no lo abandonas”. Un curso de Milagros (T-19.III.2:1-7).

Ahora bien, conozcamos cuales son los errores que nos agobian en nuestra mente, para dejar ir y liberar, eliminando el error y culpa, avanzando al amor.

Partamos reconociendo que somos HIJOS HUMANOS NO DESEADOS, es posible que en este instante no aceptemos tal aseveración. Reflexionemos al respecto y observemos que al inicio la procreación solo se extendía para supervivencia de la especie, luego se transformó en deseo sexual, en un capricho condicionado al que solemos llamar equivocadamente amor. Era un deseo o temor oculto en la mente de alguno de nuestros padres, podría celebrarse, temerse o aceptarse al principio, pero luego de forma progresiva se proyectarían culpas en el otro, señalando cada uno los errores cometidos y marcando con una carga al Ser inocente que se desarrolla en el vientre materno.

En algún momento de la gestación se produjeron crisis, disputas, rabias y resentimientos ocultos, que alteraron el ambiente emocional en el entorno de la madre y el estado emocional mismo de ella. Nuestra madre de forma inconsciente alberga odio y resentimiento, está llena de ira en el interior de su mente, ansiedades y frustraciones. Esto la lleva a cometer homicidio mental, señalando al culpable que la mantiene ahora en esta situación, o desarrolla cualquier pensamiento suicida, hacia sí misma y los demás, olvido que en su interior se desarrollaba un Ser inocente, que ella le alimenta con su energía, que todos sus pensamientos se guardaran en él.

Antes de nacer, nos entregan tres historias, una historia ancestral, cargada de odio, resentimientos, depresiones, ira, de trastornos por estrés post traumático, esquizofrenia, desorden de identidad disociativa, disonancia cognitiva, egomania, por mencionar. Una segunda historia proveniente de la madre, de su estado mental y emocional, llena de egomania, odio y resentimientos a sí misma y los demás, ira, justificación, carencia y excesos, de victimas y victimarios, y de una gran culpa que desconoce de donde proviene. Por último, nuestra verdadera historia, oculta, tras las capas de odio e historia humana, la información que nos revela nuestra verdadera identidad, SER HUMANO, un ser de amor, integro y bondadoso, que despertara a medida que dejemos de lado, la vanidad, orgullo, soberbia, ira, codicia, envidia, apatía y carencia, cambiando por hábitos virtuosos como bondad, humildad, generosidad, caridad, diligencia, paciencia y templanza.

Repasemos una historia de amor y odio. Eva habitaba en Adán, que quiere decir, la madre de todos los Seres humanos habitaba en la tierra, en un permanente estado mental de Edén, paraíso o cielo, ahora bien, Eva durmió y olvido despertar, albergando una pesadilla ilusoria, su egomania mental, fabrico una ilusión y emitió un juicio, que llevo a separarse de su Ser interior, olvidando despertar llenándose de pensamientos de odio y temor, viviendo una fantasía de terror. Cambio su nombre celestial de Eva para que la olvidaran y paso a llamarse en el infierno Lilith, la madre de todos los demonios humanos, que habitan en la tierra infernal.

Es este, nuestro mayor temor inconsciente, volver a Dios, pensamos que el sueño es real, olvidamos que estamos durmiendo y es solo una pesadilla irreal. Ahora solo queda sonreír y recordar que soñamos, que hay que salir del infierno que fabricamos y volver al cielo, la paz y la felicidad, que somos dignos y merecedores del amor de Dios, liberarnos del odio y amarnos a nosotros mismos tal y como somos, seres de amor, santos y benditos.

“8. Los conflictos sólo pueden tener lugar entre dos fuerzas. 2 No pueden existir entre lo que es un poder y lo que no es nada. 3 No hay nada que puedas atacar que no forme parte de ti. 4 Y al atacarlo das lugar a dos ilusiones de ti mismo en conflicto entre sí. 5 Y esto ocurre siempre que contemplas alguna Creación de Dios de cualquier manera que no sea con amor. 6 El conflicto es temible, pues es la cuna del temor. 7 Mas lo que ha nacido de la nada no puede cobrar realidad mediante la pugna. 8 ¿Por qué llenar tu mundo de conflictos contigo mismo?. 9Deja que toda esa locura quede deshecha y vuélvete en paz al recuerdo de Dios, el cual brilla aún en tu mente serena”. Un curso de Milagros (T-23.I.8:1-9).

El mito de Eva, hace referencia a la integridad del SER HUMANO, a estar en perfecta relación de unidad el Ser que habita en el interior de nuestra mente y el cuerpo humano. El cuerpo es un recipiente, este se encuentra al servicio del Ser y es a través del cuerpo que el Ser expresa su capacidad creativa y cocreadora del universo que observamos. El mito de Lilith nos muestra la despolarización y separación del Ser y el cuerpo humano, lo material o ego. Si vemos todo desde el punto de vista material, observaremos que todo es un infierno y un caos interminable, que es un constante sufrir y nuestro comportamiento es demoniaco.

“La única relación que debes de sanar, es contigo mismo”. Enric Corbera.

Las caras de las polaridades humanas son la ira o la depresión. Nos mantenemos en ambas, mostramos una y ocultamos la otra, por ejemplo, un humano que expresa ira, oculta depresión en su interior llevándolo a sentirse enojado y frustrado, con pensamientos homicidas; en caso contrario un humano que muestra su depresión, esconde ira en su interior, la cual lo lleva a actos suicidas, haciéndose daño físicamente o mental. Todos estos pensamientos tóxicos se alojan en nuestra mente oscureciendo nuestro juicio y futuro porvenir.

“Todos somos suicidas de closet” Odin Dupeyron

“Los odio por excluirme de tantas cosas. Los odio y será mejor que me tengan miedo ¡Odio! Estoy lleno de odio y me encanta. La naturaleza humana de la gente es su muerte”. Eric Harris.

Un Ser humano en plena integridad, observaría al mundo y reconocería que es una ilusión, pues el carácter de mundo material perecedero de por si solo lo hace insostenible en el tiempo, no daría importancia a ningún evento. Diría en su interior esto pasara en un instante y así quedara en el olvido de la inexistencia que obsequia el pasado y el futuro es inexistente.

“12. Las ilusiones encuentran ilusiones; la verdad se encuentra a sí misma. 2 El encuentro de las ilusiones conduce a la guerra. 3 Mas la paz se extiende a sí misma al contemplarse a sí misma. 4 La guerra es la condición en la que el miedo nace, crece e intenta dominarlo todo. 5 La paz es el estado donde mora el amor y donde busca compartirse a sí mismo. 6 La paz y el conflicto son opuestos. 7 Allí donde uno mora, el otro no puede estar; donde uno de ellos va, el otro desaparece. 8 Así es como el recuerdo de Dios queda nublado en las mentes que se han convertido en el campo de batalla de las ilusiones. 9 Mas Su recuerdo brilla muy por encima de esta guerra insensata listo para ser recordado cuando te pongas de parte de la paz”. Un curso de Milagros (T-23.I.12:1-9).

Este es un universo de cambios progresivos, avanzamos instante por instante durante el día, fijando como marcador recordatorio, el tiempo de un reloj, a cada tic tac, hemos evolucionado y avanzado hacia adelante, muriendo y renaciendo en cada inspiración y expiración que da el cuerpo. A cada instante de avance, se deja atrás la inexistencia del pasado, los instantes se viven en el presente, y es en el presente el único momento donde se vive y es real el bienestar que la mente en paz en su interior recibe.

“Para que sirve pensar en lo que fuimos si ya no somos”.

Mario Benedetti.

Nuestra historia humana, es repetitiva, hemos vivido las mismas situaciones que ocurren a diario, una y otra vez en diversas épocas, con diferentes tecnologías y modernismos. Continúan repitiéndose hasta sanar cada evento de odio y resentimiento, del pasado. Solo liberando el pasado avanzamos hacia el futuro, y el futuro se construye desde el presente, desde la incertidumbre, no del pasado que no existe. Estos pensamientos que se alojan en nuestras mentes, nos mantienen desequilibrados, presentando diversos trastornos mentales, que no aceptamos padecer y nos negamos a observar, por orgullo, soberbia y vanidad.

Imaginemos un computador por un instante, cuenta con una estructura física llamada hardware y una energética conocida como software. La física asemeja al cuerpo, sin el cuerpo no habría proyección de la información del software en el mundo físico. Hardware y software son construidos por ingenieros, diseñadores, arquitectos, desarrolladores, programadores, todos seres humanos. Ahora observemos, si al computador no se le han cargado los programas de forma predeterminada no expresara ninguna imagen en la pantalla al encenderlo, por lo que requiere de una información precargada para su funcionamiento. Cada programa lo escribe un desarrollador y lo almacena en forma de datos energéticos, el arquitecto toma esta información y le da forma en su imaginación, por último, el programador se encarga de programar el software, el sistema operativo y el uso y funcionamiento que ejecutara en un hardware determinado.

Nuestra información es similar, nuestros padres son los programadores, arquitectos y desarrolladores, recibimos la información mientras permanecemos nueve meses en el vientre de la madre, toda la información de su pasado, presente y futuro es transferida a nuestra mente. Disponemos de nueve meses en el vientre para elaborar el guion que viviremos desde el primer instante en que nacemos en la tierra. Es por esta razón que toda nuestra vida ha sido escrita y revisada por nosotros mismos antes de nacer, nada es casualidad. Nosotros elaboramos el guion y escribimos nuestro camino al despertar. Recibimos toda la teoría ahora solo queda un paso más, vivir la experiencia con amor. En el vientre somos seres íntegros, en perfecta unicidad con Dios. Todos somos ángeles y lo olvidamos al momento de nacer, pero no hay de que preocuparse, el guion esta escrito y dice que lo recordaremos en el camino que recorramos antes de transcender de nuevo al cielo y a la paz de Dios.

Cada evento critico que se vive es para recordarnos que es una experiencia toxica que debemos liberar para regresar a la paz, de igual manera, nos dice, que el mundo que vez es una ilusión pasajera, y cada evento que ocurre ha sido escrito por tu propia voluntad. Solo debemos superar las crisis lo más rápido posible, avanzar sin detenernos y aceptar cada evento, pues el detenernos es quedarnos atrapados en el libro de la vida, evitando llegar a su final.

“La mariposa siempre va a recordar que fue una oruga”.

Mario Benedetti.

La información que tenemos almacenada en nuestra mente, se encuentra en el cerebro, específicamente en la glándula pineal. Recordemos que el sistema nervioso central controla el cuerpo. El origen del sistema nervioso inicia en el sistema encefálico, donde se aloja la glándula pineal. Esta inicia su desarrollo y almacenamiento de energía e información, desde el día sesenta de gestación hasta la edad de los cuatro años de edad en el infante. Toda información se encuentra almacenada en forma de energía, y es a través del sistema binario o de pulsos electromagnéticos, ondas y frecuencias de radio, donde se le da traducción.

El cuerpo humano produce mil vatios de energía eléctrica a cada instante a través del mecanismo celular de la bomba sodio – potasio. A su vez, se desarrollan reacciones orgánicas e inorgánicas dentro del cuerpo, liberando energía, toda estos electrolitos son transportados por todo el cuerpo en la sangre y esta a su vez llega al cerebro, quien es el responsable de organizar, analizar y enviar los estímulos nerviosos pertinentes a cada célula del cuerpo producto de cada uno de los pensamientos que imaginamos primero en nuestra mente y que luego se proyectan al exterior, usando para esto el corazón, quien actúa como una central emisora y receptora de energía electromagnética, emitiendo pulsos electrónicos desde el interior hacia el exterior y recibiendo estos desde el exterior hacia el interior.

De esta forma es como atraemos todo lo que pensamos e imaginamos. Por naturaleza somos seres creativos, es nuestra expresión divina, en algunos casos experimentamos eventos favorables o desfavorables, sin percatarnos que cada unos de los eventos que nos suceden proceden de nuestros pensamientos previos, y que somos responsables de cada de evento externo que nos sucede. Esto quiere decir que somos la causa de todos los efectos que ocurren a nuestro alrededor. Dependiendo de como este el nivel de odio o felicidad en nuestra mente, se gestionará nuestra vida terrenal.

“Lo que somos proviene de nuestros pensamientos de ayer, y nuestros pensamientos actuales construyen nuestra vida de mañana: nuestra vida es la creación de nuestra mente”. Sidharta Gautama Buda.

La mujer sana el mundo

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