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Capítulo II

CORINTO Y EL IMPERIO ROMANO


Grabado 5. Mapa del Imperio romano.

Introducción

Las sociedades antiguas del mundo grecorromano se estructuraban alrededor de sus ciudades. Es interesante observar que varias de las ciudades principales y las más grandes del imperio estaban situadas en carreteras, cauces de ríos y cerca de puertos.

El Imperio romano dominaba el territorio y la gente alrededor del área mediterránea.1 D.F. Watson afirma que “Roma era una ciudad en la zona costera centro-occidental de Italia, que surgió de un pequeño asentamiento agrícola en el siglo VIII a.C. para convertirse en una potencia mundial dominando el Mediterráneo y más allá, próximo al nacimiento de Cristo”.2

La sociedad romana, sin embargo, se dividió en grupos legales en el primer siglo a.C. En la parte superior estaba el Senado que consistía en unos seiscientos miembros extraídos de, quizás, cientos de familias. Los hombres de este grupo llevaban a cabo las más altas magistraturas en Roma.3 El otro gran mérito dentro del Imperio romano era la obtención de la ciudadanía. Aelius Aristides observa que Antonino Pío no permitió fácilmente la ciudadanía “porque habéis dividido a todos los pueblos del Imperio... en dos clases: más cultos, mejor nacidos y más influyentes en todas partes; habéis declarado ciudadanos romanos, e incluso, de la misma población, los demás, vasallos y súbditos”.4

La ciudadanía podría ser concedida a personas de ciudades específicas. El apóstol Pablo mismo fue un ciudadano a través de esta medida. La ciudadanía romana también trajo sus beneficios, tales como penas más ligeras en los casos judiciales. Como se sabe, la ciudadanía romana de Pablo le permitió apelar a César y llevarlo a juicio en Roma. El imperio era muy jerárquico con inmensas disparidades de poder y riqueza. El emperador estaba a cargo de todo el imperio. Se centraba en lo financiero y asuntos militares, los cuales eran vitales para la preservación de las leyes y costumbres del poder romano.5 Las leyes romanas eran adoptadas por la mayoría de las ciudades (especialmente Corinto) y ciudadanos de todo el Imperio.

Corinto romana y el imperio

La antigua ciudad romana de Corinto estaba estratégicamente situada al sur y al oeste del estrecho istmo que une la parte septentrional del continente con el Peloponeso.6 Corinto era un cruce natural por tierra y mar. Fue una ciudad que se convirtió en una provincia senatorial independiente. Durante los años 15-44 d.C. se volvió a unir a la provincia imperial de Macedonia.7 En su época fue una metrópoli internacional, conocida por su comercio, industria, lujo e inmoralidad.

Era una de las ciudades comerciales más grandes y más importantes del Imperio romano, clasificada por algunos como la que seguía después de Roma y Alejandría.8 Strabo, el historiador griego, escribió que “la ciudad de Corinto siempre fue grande y rica”.9


Grabado 6. Reconstrucción de la ciudad de Corinto en el año 44 a.C. por el general romano Julio César.

Cuando fue fundada en el año 44 a.C., todo el sitio fue edificado de acuerdo con el ingenio urbano de planificación llamado centuriación.10 Era la costumbre romana en la mayoría de las ciudades (las fundadas por el emperador), reconstruir según el modelo romano.

A pesar del hecho de que la mayoría de las colonias romanas estaban colonizadas casi por completo por veteranos del ejército, varios de los enviados a Corinto eran tomados de entre los pobres de las zonas urbanas de Roma y muchos de ellos eran exesclavos.11 La filosofía del Imperio romano era fundar colonias en tierras conquistadas, otorgando tierras a veteranos y exportando a los pobres urbanos y esclavos liberados.

R. A. Horsley observa, sin embargo, que la mayoría de los que enviaban a Corinto no eran realmente romanos.12 Los esclavos liberados fueron traídos de otros países conquistados por Roma, en su mayoría del área del Mediterráneo. Los emperadores romanos dominaban todo el imperio.

Corinto y la influencia de los romanos

Además, el Imperio romano era legionario, los emperadores necesitaban legiones leales. El principal trabajo del ejército era hacer cumplir el sometimiento e intimidar a los que consideraban rebelarse.13 Los emperadores gobernaban en vínculo con los ricos, tanto en Roma como en las principales ciudades provinciales. El Imperio romano firmaba pactos con reyes-clientes, como Herodes que gobernaba con la autorización de Roma y promovía sus intereses.

Cuando el apóstol Pablo llegó a la ciudad romana de Corinto para empezar su labor misionera, la ciudad se colmó de comercio como la principal conexión entre Roma y sus provincias orientales, atrayendo a comerciantes de todo el imperio. Muchos residentes de Corinto eran tan ricos que sus riquezas y ostentaciones se convirtieron en característica de la ciudad.14 La ciudad se elevó en estatus como colonia romana mientras que las otras en Grecia permanecían como ciudades griegas normales.

La nueva ciudad de Corinto, hasta cierto punto, se modeló como las de Roma propiamente. El gobierno municipal consistía en un consejo en el que los esclavos libres podían servir con dos magistrados elegidos presidentes anualmente. Puesto que la ciudad pronto se convirtió en la capital de la provincia romana de Acaya, también se convirtió en la base administrativa para el gobernador de toda la provincia.15

El romano mantenía un personal administrativo mínimo y ningún ejército permanente en Grecia. En Corinto, y especialmente en toda la región de Grecia, el Imperio romano parece haber estado unido por una combinación de conexiones de clientelismo y el culto al emperador que se apoderó rápidamente bajo Augusto y sus sucesores.16

El poder imperial fue planeado por relaciones patronales y rituales en honor al emperador. El rol principal en el sistema patrono-cliente era conducido por los privilegiados locales y provinciales. En la Corinto romana, la riqueza contaba para más puesto que, incluso las familias ricas, podían tener puestos públicos y competían con el linaje más estable para los varios honores de la ciudad.17

En otras ciudades provinciales y en Corinto, las redes directas de poder e influencias eran controladas por familias patrocinadoras y prósperas.18 Por lo tanto, el fenómeno patronazgo-cliente era una realidad presente en la congregación corintia y en muchas otras iglesias alrededor del antiguo mundo mediterráneo. ¿Qué era el mecenazgo?19 ¿Era una de las organizaciones más importantes del mundo grecorromano y, en particular, del imperio?

El patronazgo en la Corinto romana

Un factor socioeconómico adicional en las misiones cristianas del comienzo era el patronazgo.20 ¿Cómo se establecía una relación de clientelismo? En esencia, era iniciada por el partido que necesitaba algo. Las relaciones entre patrono y cliente habían existido durante mucho tiempo en muchas ciudades del antiguo mundo mediterráneo. Normalmente, era costumbre que una persona libre naciera de una relación de dependencia con una persona influyente. Las dos partes firmaban un contrato basado en la confianza mutua y la lealtad (fides).

Se esperaba que el cliente demostrara respeto y gratitud al patrono, que le rindiera ciertos servicios (operae y obsequium) y cuidara de sus actividades políticas, económicas y sociales. La obediencia voluntaria y el servicio de un cliente que buscaba protección se llamaba aplicatio ad patronum.21 Significaba que el cliente podía decidir por sí mismo a cuyo poder (potestas), protección y lealtad (fides) quería someterse.

Según Dionysius de Halicarnassus, en la Roma temprana, había una situación única en el hogar que definía los derechos y deberes de clientes y protegía su estatus en relación con los patronos; esto se registró en el siglo quinto a.C.22 Añade que “debido a que ambas partes en el contrato voluntario y privado podían ser ciudadanos romanos, y porque el cliente conservaba su libertad y responsabilidad legal, el aspecto del poder (potestas) sobre un cliente inferior y obediente, desvanecía cada vez más en el fondo, mientras que el aspecto moral de la lealtad recíproca (fides) aumentaba”.23

¿Cómo sabemos que los lazos patrono-cliente eran reales en la Corinto romana?24 De hecho, la mayoría de las iglesias primitivas en el primer siglo se reunían en hogares grecorromanos.25 Es interesante observar que las familias de Estáfanos y Cloé también eran conversos de Pablo y, por lo tanto, miembros originales de la comunidad de la iglesia en Corinto romana (1 Corintios 1:11,16; 16:15).26 Pablo escribiendo desde Éfeso envía saludos de Aquila y Priscila “junto con la iglesia en su casa”, la iglesia de Corinto.27 Los cristianos de la Corinto romana, como la mayoría de los primeros creyentes del primer siglo, adoraban en hogares-iglesias (Romanos 16:5, 1 Corintios 16:19). Stambaugh y Balch afirman que “los sermones misioneros y apologéticos eran predicados en público, pero la vida de la iglesia empezaba en los hogares”.28

La República de Roma era una sociedad bien estructurada, controlada por unas pocas familias ricas y patronos.29 En sus hogares, los romanos llevaban a cabo algunas actividades socio-religiosas (tales como banquetes, cumpleaños, bodas y sacrificios religiosos). Es probable, sin embargo, que algunas de las divisiones de la Corinto romana surgieran de las divisiones entre las congregaciones de hogar.30 Es muy probable que las congregaciones de hogar corintias se hubieran presentado a los extraños como clubes o sociedades que se reunían en hogares. Este mismo fenómeno se puede ver en la comunidad de la iglesia en Corinto. El concepto de relaciones personales y amistades era mucho más importante para el funcionamiento de la sociedad antigua en el mundo grecorromano que para la sociedad moderna.

El privilegiado patrono-cliente voluntario no perdía su libertad personal ni su capacidad jurídica, sino que se veía obligado a prestarle su lealtad y servicios al patrono.31 Estos servicios se daban de acuerdo con las necesidades de este. La estructura de patrocinio en Corinto estaba bien desarrollada y muchos miembros de la iglesia pertenecían a aquellos hogares que les patrocinaban el bienestar y la protección necesarios.32 Al poner sus hogares a disposición para la reunión cristiana, estos daban y garantizaban el material y el establecimiento organizacional para que la iglesia creciera y para su alcance misionero.

Las familias ricas romanas normalmente desarrollaban una estrecha relación de amistad.33 Amigos de similar estatus social recibían hospitalidad, préstamos y la ayuda que necesitaban. Las clases sociales inferiores estaban guiadas por la costumbre de la relación patrono-cliente. Es interesante observar que el patrono era visto, en cierto sentido, como el guardián del cliente.34

Sin embargo, las preguntas son: ¿era quizás la antigua relación patrono- cliente la matriz de la nueva comunidad cristiana?, ¿se puede deducir que los lazos patrono-cliente constituían una parte significativa de la relación social en la Corinto romana del primer siglo?35 Esta comunidad cristiana se encontraba, en su mayor parte, en la casa (oikos) del patrono. Es muy probable que el Imperio romano, con todo su territorio, fuera un lugar ideal para el patrono-cliente. Además, el patrono y el cliente en la sociedad romana tenían una relación de amistad, pero no compartían poderes iguales.

J. K. Chow describe claramente la situación: “En una relación patrono- cliente, el patrono le daba al cliente lo que necesitaba y, a su vez, obtenía del cliente lo que quería”.36 En otras palabras, la relación patrono-cliente era simplemente beneficiosa para el jefe de la familia (el patrono) en casi todos los negocios que hacían juntos. La organización del patrono-cliente ha ayudado a dilucidar cómo el Imperio romano fue capaz de gobernar un imperio tan grande con el número mínimo de administradores.37 Por ejemplo: la Corinto romana ya estaba influida por Roma en el lenguaje, la arquitectura y la administración de la ciudad.


Grabado 7. Corinto romana, su arquitectura y administración de la ciudad.

Si la relación romana patrono-cliente era un acontecimiento importante en el Imperio romano de los comienzos, sería comprensible anticipar que la Corinto sería influida por la vida social y costumbres romanas.38 La organización socioeconómica del antiguo patronazgo sirvió también para mantener las relaciones locales e interregionales en Corinto.39 Parece claro que el apóstol Pablo favoreció este tipo de patrocinio en la iglesia de Corinto.

El patrocinio y la misión de los corintios

La mayoría de los eruditos concuerdan en que el papel que desempeñó (la relación patrono-cliente) en el cumplimiento de la misión y el desarrollo de la iglesia no puede exagerarse.40 Era la práctica normal entre los políticos y patronos cuidar los intereses de los menos afortunados (los miembros débiles de la comunidad) en el mundo grecorromano.41

Los patrocinadores, al poner sus casas a disposición de las reuniones de la iglesia, proporcionaban y aseguraban la base material y organizativa para el desarrollo de la iglesia. La mayoría de estos hogares-iglesias se desarrollaban y se convertían en bases para las iglesias más estructuradas en el segundo siglo.42 Además, las estrategias de misión y de la predicación de Pablo dependían, en la mayor parte del tiempo, del apoyo de algunos de estos hogares-iglesias y su patrocinador. En otras palabras: los hogares- iglesias eran la plataforma que el apóstol Pablo utilizaba para su ministerio en todo el mundo grecorromano.

La misión de la iglesia romana de Corinto dependía de la ayuda económica de sus patrocinadores más ricos. D. A. De Silva observa, que en un mundo en el que la riqueza y la propiedad se concentraban en manos de un grupo muy pequeño de personas, la mayoría de la gente se veía, a menudo, necesitada de ayuda por parte de las familias ricas y del patrocinador.43 Es interesante observar que, en este contexto, patrono-cliente, la iglesia primitiva crecía en una comunidad fuerte alrededor del mundo grecorromano, especialmente en el caso de la ciudad de la Corinto romana.44 También se convirtió en el patrón normal en muchas ciudades en el mundo del antiguo Mediterráneo. Además, estos hogares-iglesias eran las células básicas de las iglesias en crecimiento, en un momento en que tensiones sociales significativas rodeaban a la familia en la sociedad romana.

La principal diferencia entre las reuniones de hogar de la iglesia cristiana y esas sociedades es que la comunidad cristiana era esencialmente para el culto religioso y la comunión, no la socialización ordinaria con un elemento religioso.45 Sin embargo, había también algún tipo de comunión entre los creyentes cristianos en Corinto, que el apóstol Pablo deseaba que siguiera. El compañerismo (koinonia) era su principal objetivo para la comunidad de la iglesia en Cristo; la división y el faccionalismo no eran aceptables en la iglesia de Cristo. No es de extrañar, por lo tanto, que mucha admonición ética cristiana primitiva se dirigiera a los hogares.46 Pablo, sin embargo, utilizó el hogar-iglesia para las exhortaciones y las cartas que envió a las diferentes iglesias alrededor de todas las ciudades grecorromanas en el primer siglo.


1. Jeffers, The Greco-Roman, 48-70.

2. D. F. Watson, Roman Empire in Dictionary of New Testament Background. Editors: C. A. Evans & S. E. Porter (Downers Grove: InterVarsity Press, 2000), 974.

3. David W. J. Gill, Acts and the Urban Elites in The Book of Acts in Its First Century Setting (Grand Rapids: Eerdmans, 1994), 106.

4. Aelius Aristides, To Rome, 59-60.

5. Carter, The Roman Empire, 4-6.

6. Victor Paul Furnish, The Theology of the First Letter to the Corinthians. New Testament Theology (Cambridge: Cambridge University Press, 1999), 1. “Corinto no solo era importante como centro de negocio y comercio, pero en los días de Pablo era también la capital de la provincia romana de Acaya. Por lo tanto, era el lugar de residencia del procónsul romano, nombrado anualmente”. Ver también Puskas y Reasoner, The Letters, 90. “Situada en un estrecho istmo que conecta los mares Egeo y Adriático, Corinto se beneficiaba tanto del comercio marítimo como terrestre”.

7. Bo Reicke, The New Testament Era: The World of the Bible from 500 B.C. to A. D. 100 (Philadelphia: Fortress Press, 1968), 232.

8. John. R. McRay, Corinth in Dictionary of New Testament Background. Edited by Craig A. Evans and S. E. Porter (Downers Grove: InterVarsity Press, 2000), 228.

9. Strabo, Geography. 8.6.23.

10. Bruce W. Winter, After Paul Left Corinth: The Influence of Secular Ethics and Social Change (Grand Rapids: Eerdmans, 2001), 8. Ver también Spaeth, Imperial Cult in Roman Corinth, 63.

11. Strabo, Geography. 8.6.26.

12. Horsley, 1 Corinthians, 24.

13. Carter, The Roman Empire, 24-5. “En Roma, el poder se concentraba en el Senado, que incluía a unos seiscientos miembros muy ricos. Tenía la responsabilidad de la legislación y supervisaba el gobierno de sus miembros ejercido a través de diversas posiciones cívicas y militares. El Senado incluía tanto a los romanos como a los provinciales de élite nombrados por el emperador”.

14. Gill and Gemph, The Books of Acts, 434-435.

15. Carter, The Roman Empire, 25.

16. Carter, The Roman Empire, 25-28.

17. Horsley, 1 Corinthians, 26. “El patrono aristocrático daba protección, recursos, influencia y otros beneficios. A cambio, los clientes proporcionaban un apoyo popular leal al patrono, reforzando su estatus social acercándose a su puerta para la ‘salutación’ de la mañana y formando una multitud a su alrededor mientras recorría sus rondas de negocios públicos durante el día”.

18. Gehring, House Church, 173.

19. Chow, Patronage and Power, 38. “Significativamente, un historiador antiguo sugiere que el patrocinio era el secreto para la integración del Imperio romano”.

20. Gehring, House Church, 292. Ver también Rice, Paul and Patronage, 10.

21. Cicero, De Or. 1.177.

22. Dionysius of Halic, Ant. Rom. 2.9.2.

23. Dionysius of Halic, Ant. Rom. 2.10.1.

24. Rice, Paul and Patronage, 102. Afirma que “hemos visto que las relaciones personales del clientelismo en el mundo antiguo se caracterizaban por asimetría y reciprocidad”.

25. John E. Stambugh and David L. Balch, The New Testament in Its Social Environment (Philadelphia: The Westminster Press, 1986), 138.

26. Puskas and Reasoner, The Letters, 92.

27. 1 Corinthians 16:19.

28. Stambaugh and Balch, The New Testament, 139. “Como converso y misionero, Pablo aceptó la hospitalidad en casa de Judas en Damasco (Hechos 9:11.17), en la de Jasón en Tesalónica (Hechos 17:5), en varias casas en Éfeso (Hechos 20:20), otra vez en Troas (Hechos 20:8), en la de Felipe en Cesarea (Hechos 21:8) y en la de Manson en Jerusalén (Hechos 21:16).

29. Jeffers, The Greco-Roman World, 298. “No es sorprendente que aquellos en la cima creyeran que la estabilidad social se basaba en que todos sabían y aceptaban su lugar en el orden social. Este gran énfasis en el orden afectó a todas las instituciones de Roma, llevando a una disciplina estricta en el ejército romano, poderes inusuales otorgados al jefe de la familia romana y estrictas barreras entre las clases sociales”.

30. Witherington, Conflict & Community, 30.

31. Perter Lampe, Paul, Patrons, and Clients in Paul in the Greco-Roman World. Edited by J. Paul Sampley (Harrisburg: Trinity Press International, 2003), 490. “Fortaleció el prestigio social del patrono y apoyó sus objetivos políticos. El patrono, a cambio, se comprometía a proteger y ayudar al cliente en todas sus necesidades, brindaba asesoramiento legal gratuito y representación, y ofrecía ventajas económicas”.

32. Winter, After Paul Left Corinth, 188.

33. Horsley, 1 Corinthians, 192.

34. Horsley, 1 Corinthians, 192ss. “Un cliente podía ser invitado a la mesa de banquete de un patrono simplemente para presenciar su riqueza y poder, no por amistad genuina. En tales casos, el cliente podía esperar bromas fuertes y recibir comida y vino muy inferior al de los invitados de honor, como lamenta Juvenal”.

35. Gehring, House Church, 192-194.

36. Chow, Patronage and Power, 31. “Los clientes generalmente devolvían más bienes intangibles. Podían, por ejemplo, divulgar el buen nombre del patrono a la gente en la comunidad. Podían apoyar al patrono en el proceso político, por ejemplo, votando a su favor. También podían servir como informantes al patrono”.

37. Chow, Patronage and Power, 40.

38. Winter, After Paul Left Corinth, 190.

39. Horsley, 1 Corinthians, 148. “Habría sido extremadamente difícil para cualquiera en la antigua Corinto, particularmente, una persona dependiente de una parroquia o red de patrocinio constituida en las fiestas de sacrificio, quitar y ser quitado de tal red”.

40. Gehring, House Church, 292. “Los primeros cristianos se aprovechaban de la red social en el hogar, la profesión, la culpabilidad y la asociación del jefe de familia para promover la evangelización misional y el desarrollo de la congregación”.

41. Coutsoumpos, Paul and the Lord’s Supper, 89.

42. Eckhard J. Schnabel, Paul the Missionary: Realities, Strategies and Methods (Downers Grove: InterVarsity Press, 2008), 304.

43. D. A. D. Silva, Patronage in Dictionary of New Testament Background. Eds. C. A. Evans & S. E. Porter (Downers Grove: InterVarsity Press, 2000), 767.

44. Witherington, The Paul Quest, 48.

45. Witherington, Conflict & Community, 32.

46. Grant, Paul in the Roman, 36-38.

Pablo, Corinto y el Imperio romano

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