Читать книгу Las competencias laborales en el mercado de profesionales de América Latina - Paola Ochoa - Страница 10

1. Antecedentes

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Para el Fondo Monetario Internacional (FMI), a mediados del 2016 las perspectivas de la economía mundial son de una recuperación moderada, con resultados débiles en términos de crecimiento. Estas perspectivas se verán afectadas por las cambiantes tendencias mundiales y los bajos precios de las materias primas (FMI, 2016).

Ese análisis encuentra que el crecimiento de América Latina y el Caribe ha caído por debajo de la tasa de incremento de la actividad mundial desde el 2013, y en el 2015 no se presentó crecimiento del producto interno bruto (PIB) en la región, a excepción de países como Colombia, el Perú y Paraguay (FMI, 2016). Algunos factores que determinan las perspectivas económicas para la zona en el corto plazo son una recuperación más débil de lo previsto en Estados Unidos de América (EUA) que impacta en sus socios comerciales, la estabilización de los precios de las materias primas, las circunstancias internas que continúan dominando países como Argentina, Brasil y Venezuela, y las tasas de interés aún más bajas en economías avanzadas, que pueden significar un repunte en los flujos de capital.

Paralelamente, la visión de otra entidad multilateral, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre las perspectivas sociales y del empleo en el mundo, elaborada con base en el estudio de 28 países acerca de la incertidumbre de la economía mundial, le hace prever que la tasa de desempleo de los jóvenes seguirá en aumento, esperándose que, entre el 2015 y el 2016, pase del 12.9% al 13.1% (OIT, 2016). El estudio pronostica que en el 2016 habrá medio millón más de jóvenes en situación de desempleo en todo el mundo, lo cual daría un total de 71 millones, y que aumentará cada vez más el número de jóvenes que ni trabaja ni estudia —los llamados Ni-Ni— y el de aquellos que tienden a buscar oportunidades en el extranjero. Las regiones en las que los jóvenes tienen mayor inclinación a emigrar son África Subsahariana, América Latina y el Caribe (38% en el 2015) y Europa Oriental (37%).

En este contexto, en los casos de Chile, Colombia, Ecuador y el Perú1, los países elegidos como universo del estudio, su crecimiento económico ha sido afectado por tres factores comunes: débil demanda externa, nuevas disminuciones de los precios de las materias primas y condiciones financieras volátiles (cuadro 1).

Como se verá, a partir de análisis nacionales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y de otras fuentes, la tendencia general esbozada se expresa de diversas formas en Chile, Colombia, Ecuador y el Perú.

En Chile, el crecimiento del PIB fue del 2% en el 2015, a pesar de la caída de la inversión durante varios trimestres consecutivos (Cepal, 2016a). Como consecuencia de la caída de precios de las materias primas, el sector minero exportó 21.7% menos en el tercer trimestre del 2015 en comparación con igual periodo del año anterior, dada la cotización internacional del cobre (2.23 USD/libra a inicios del 2015 en comparación con 2.02 USD/libra a comienzos del 2016, manteniéndose estable en los últimos meses), lo que contribuye al incremento del déficit en la balanza de cuenta corriente (Cepal, 2016a). Para el 2016, el FMI (2016) proyecta un crecimiento del PIB del 1.7%, y del 2% para el 2017. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el 2015 la tasa de desempleo se ubicó en el 6.4%, mientras que en el 2016 fue del 6.8% (INE, 2016). El INE clasifica a la población económicamente activa (PEA) solo en ocupados y desocupados (cesantes y buscan trabajo por primera vez), por lo que no es posible presentar cifras referentes al subempleo (cuadro 1).

Cuadro 1. Chile, Colombia, Ecuador y el Perú: principales indicadores macroeconómicos 2015-2016 y proyección 2017, y cotizaciones internacionales de commodities 2015-2016


En Colombia, para el 2015 el crecimiento del PIB fue del 3.1%, impulsado por la actividad interna (Cepal, 2016b). La desaceleración económica se vio marcada por un ciclo de bajos precios internacionales de los hidrocarburos y otros bienes, además de la debilidad de la demanda internacional. En cuanto al sector externo, se observó un incremento significativo del déficit en la balanza comercial a pesar de la depreciación del peso colombiano frente al dólar iniciada en el 2014 y que se intensificó durante el 2015 (Cepal, 2016b). Para el 2016, el FMI (2016) proyecta un crecimiento del PIB del 2.2%, y del 2.7% para el 2017. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), en el 2015 la tasa de desempleo se ubicó en el 9.1%, mientras que en agosto del 2016 fue del 9%; sin embargo, el subempleo en el mismo periodo presentó una disminución del 27.85% en el 2015 al 26.73% en el 2016 (DANE, 2016) (cuadro 1).

En Ecuador, el crecimiento del PIB en el 2015 cerró en el 0.4% (Cepal, 2016c). Para el 2016, el FMI (2016) proyectó una caída del –2,3% y del –2.7% para el 2017. La contracción económica y las proyecciones negativas reflejan los ajustes por la disminución del precio del petróleo (que desde mediados del 2014 presentó una fuerte caída de aproximadamente 105 USD/barril a 48 USD/barril), con el consiguiente efecto sobre los ingresos fiscales; además del impacto de la apreciación del dólar en la competitividad de las exportaciones no petroleras (Cepal, 2016c). Debido a la desaceleración económica, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), la tasa nacional de desempleo se ubicó en el 4.28% en el 2015 y en el 5.2% en el 2016, lo que significó un incremento interanual del 0.92%. Además, en el 2015 el 14.76% de la PEA se encontraba subempleada, mientras que en el 2016 esta tasa se incrementó al 19.34% (INEC, 2016) (cuadro 1).

Para el Perú, el crecimiento del PIB durante el 2015 fue del 2.8%, según proyecciones de la Cepal (2016d). La situación fiscal se deterioró en un marco de disminución de los ingresos públicos y aumento del gasto; de igual manera, en el sector externo hubo un incremento en el déficit de la balanza comercial, fundamentalmente por la caída del precio internacional de los minerales, entre ellos el oro (1,216.00 USD/onza troy a inicios del 2015 en comparación con 1,107.70 USD/onza troy a comienzos del 2016, con una recuperación en los últimos meses) y la plata (16.39 USD/onza troy al inicio del 2015 en comparación con 13.92 USD/onza troy al inicio del 2016, también con una recuperación en los últimos meses). La caída de la inversión se reflejó en la reducción de las importaciones de bienes de capital y materias primas industriales (Cepal, 2016d). Para el 2016, el FMI (2016) proyecta un crecimiento del PIB del 3.7% y del 4.1% para el 2017. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la tasa nacional de desempleo se ubicó en el 2015 en el 6.4% y en el 6.5% en el 2016. Además, en el 2015 el 34.57% de la PEA se encontraba en el subempleo, mientras que en el 2016 esta tasa se incrementó al 35.31% (INEI, 2016) (cuadro 1).

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