Читать книгу La memoria del virus - Pedro Luis Romero - Страница 10
ОглавлениеEL PROPÓSITO
NO DEJES QUE SE ENTURBIE TU MENTE
Si dejas que el agua se asiente se verá clara. De igual forma, no dejes que se enturbie tu mente. Aclárala antes de decidir y busca tu propósito. Actuar por impulso o por ego, solo enturbia tu camino.
Todo lo que siembres, lo cosecharás. Si edificas a los demás, si edificas a tu entorno, entonces edificarás tu vida. Y en el camino, en búsqueda de tu propósito, encontrarás escollos, limitaciones y bloqueos de todo tipo, pues Dios doblará con premio toda injusticia.
No busques aprobación de las personas, controla y guía tu propia vida. Nadie del que critica lo que haces es libre, sino esclavo de su propia historia. Por tanto, no dependas de lo que otros piensen ni cuentes con su aprobación, pero tampoco busques que todo lo que hagas sea perfecto, porque te vas a desilusionar. Por tanto, preocúpate por no tener feliz a nadie, sino de sentirte satisfecho y con la claridad suficiente de lo que haces, y tener feliz a Dios.
Siempre pregúntate, ¿cumpliste el propósito y terminaste la tarea del día? Todos los días sin excepción debemos sumar a los demás. No tendremos una correspondencia inmediata necesariamente, pero tenemos la vida, en principio como regalo de Dios, tenemos las bendiciones que puedes contarlas una tras otra y no terminarás. Además, Dios compensará lo que haces. No debemos cambiar el amor y el espíritu por las balas y el dinero como está pasando en el mundo, sino sobrevivir más allá de nuestras historias. Para cumplir tu propósito, sentirás cansancio. Estar cansado es sentir el sentido del placer cuando la dificultad toma más de lo esperado, pero tuvimos el resultado esperado, dar. El cansancio siempre llega, pero debe tener un propósito. El tiempo no puede disuadir hacia dónde queremos llegar. No te canses de hacer el bien.
Cuando no eres fuerte con Dios, la energía que necesitas está siendo drenada, por tanto, únete a él, que la fatiga de la batalla no te alejará de la victoria. A esta altura de tu vida, has llegado demasiado lejos para detenerte, entonces, camina firme por la ruta correcta. El camino es difícil, pero no lo digas, porque invitas a llamar al desánimo. Recuerda que el Señor, nuestro Dios, pelea nuestras batallas. Porque mientras más esperamos, más grande es el desafío y el premio será superior. Él tiene tu ascenso, él no se cansa ni se desespera porque llegues a tu victoria, pero depende de ti. Dios verá un camino donde tú no. Por eso siempre cuida tu yo interior espiritual, emocional y físico. Tu vida se alargará feliz porque cuidas lo que Dios te dio, ya que trabajando por sueños falsos no cuidamos nuestro templo. Si pones a Dios primero se coronará tu éxito.
Para lograr tu propósito, no puedes pasar encima de otros, por más que consideres justo hacerlo, porque la otra persona se lo merezca. No eres nadie para juzgar, Dios lo hace. Porque no se pueden ganar batallas espirituales con armas emocionales o físicas. En el diario vivir en búsqueda de tu propósito, no encontrarás el camino fácil ni personas que te ayuden en tu camino; también encontrarás retos de todo tipo que tiene el camino hacia tu aprendizaje.
Porque cuando encuentras personas con las que no compartes hábitos o formas de pensar, las ofensas comienzan. Y estas son el escudo de aquellos que no saben qué decir y que demuestran su debilidad, mientras que, si tú ignoras, bendices a la persona, te bendices tú y demuestras tu fortaleza. Los que se ofenden fácilmente escogen poner su orgullo por encima de su propósito. La ofensa resalta la inmadurez y esta agrede hasta ofender. El propósito también te lleva al poder, a lograr influencia y amor de los demás. Pero que jamás esto te ciegue, porque con el propósito conseguirás quizás metas que te hagan sentir muy bien y que, eventualmente, si no sabes manejar ese poder, que implica una responsabilidad increíble, terminarás desvirtuando tu propósito, como pasa con muchos políticos, por ejemplo. El gran problema del ser humano, es que no sabe responder cuando tiene en sus manos el poder. El poder genera un compromiso con tus seguidores y se desarrolla con tu liderazgo.
Lamentablemente, no conocemos el concepto de ser líder y abusamos de ese privilegio que, quizás, nos formamos alguna vez. Siempre he tenido el concepto claro, desarrollar una alta capacidad de construir relaciones, siempre nos suma y nos sumerge a lograr un mayor aprendizaje. El que lidera, sirve, así como nuestro gran líder, nuestro Señor Jesucristo vino a servir, busquemos ese camino que nos lleve a ponernos a disposición de los demás, que te aseguro, mantendrá tu vida bendecida. Todo este amor está basado en el amor. Para amar hay que dar. El amor no se mendiga, en él no se ponen condiciones. Si tuvieras el mejor propósito, de hecho, que estaría basado en el amor. Si tuvieras la mejor voluntad, pero no tiene amor, no tendría sentido.
Si todos tenemos que estar bien para ser felices, entonces, somos víctimas de las circunstancias. La felicidad es simple, es conseguir un propósito, no compliquemos lo que ya tenemos encaminado. Todo ser humano tiene un excelente propósito, pero no muere cuando ese propósito no se cumple o su corazón deja de latir, sino cuando siente que deja de ser importante. Por esta razón, debemos amarnos y estar seguros de que detrás de nuestro propósito, con amor, voluntad y fe llegaremos al destino trazado.