Читать книгу Competencias tecnológicas en el bachillerato - Ruth Padilla Muñoz - Страница 8
capítulo 1 Introducción y antecedentes Las competencias tecnológicas en el SNB
ОглавлениеEl cambio cultural producido socialmente a partir del uso masivo de las tic durante los últimos treinta años, ha sido estudiado desde diferentes disciplinas al tratarse de una nueva modalidad organizativa de la sociedad que ha sido llamada cibercultura, porque comprende un conjunto de valores, conocimientos y experiencias generadas por la comunidad virtual, surgida como consecuencia del desarrollo del internet. Éste es un modelo cultural que representa un parteaguas en las formas de convivencia e interpretación de la realidad y las relaciones humanas, por el impulso dado a nuevos desarrollos en diversos campos sociales y del conocimiento (Alonso y Arzoz, 2002).
Vessuri (2008: 57) menciona que ante el aumento de las incertidumbres y los vertiginosos cambios producidos durante el siglo xx, las visiones de futuros posibles para la humanidad han cambiado radicalmente, plantea la necesidad de reflexionar sobre los necesarios cambios sociales y se pregunta:
¿Cómo es que identificamos tecnofuturos posibles y deseables? Y una vez que lo hacemos, ¿cómo entendemos su extensión científica e institucional y sus implicaciones sociales? En particular, dadas nuestras características de países fundamentalmente consumidores de ciencia y tecnología, ¿qué autonomía y qué alternativas se nos ofrecen en la construcción de futuros?
Pero en este escenario es indispensable que las personas cuenten con las capacidades, para usar la tecnología en su vida cotidiana, en su desarrollo personal y profesional y en las relaciones sociales; por este motivo, todos los cambios producidos por el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación han impactado necesariamente a la educación en todos sus niveles.
Al respecto, Vessuri (2007: 61) cita a Serres (2007) quien dijo que “las nuevas tecnologías nos condenan como especie a volvernos más inteligentes,” y agrega que se refería a la “revolución de la información que repercute y cambia nuestra relación con el mundo y genera una transformación cognitiva y cultural en las facultades de la memoria, la imaginación y la razón, que se externalizan y así liberadas crecen vertiginosamente”.
En México, las tic se aplicaron rápidamente en las universidades a partir de su disposición masiva y desde ahí se ha producido nuevo conocimiento y aplicaciones en las diferentes ciencias, así como importantes innovaciones aportadas por los investigadores; al mismo tiempo, brindan espacios de aprendizaje y apropiación para sus comunidades y entornos.
Por otra parte, las experiencias del uso de las tic en la educación básica de nuestro país dieron lugar a un programa sexenal en la administración federal 2000-2006, mediante la aplicación de Enciclomedia en primaria y secundaria, como un intento de incorporar la tecnología a los primeros ciclos educativos. Sin embargo, en el nivel medio superior se empieza a hablar del tema a partir del Programa Sectorial 2007-2012 (sep, 2007: 15-22), donde se proponen seis objetivos básicos, acordes a los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo, entre los cuales destaca el número tres que se refiere específicamente a las tic:
Objetivo 3: Impulsar el desarrollo y utilización de tecnologías de la información y la comunicación en el sistema educativo, para apoyar el aprendizaje de los estudiantes, ampliar sus competencias para la vida y favorecer su inserción en la sociedad del conocimiento.
Asimismo, establece para la ems, como parte del primer Objetivo de las Estrategias y Líneas de Acción (p. 23) en su numeral 1.6, lo siguiente:
Alcanzar los acuerdos necesarios entre los distintos subsistemas y con instituciones de educación superior que operen servicios de educación media superior en el ámbito nacional, con la finalidad de integrar un sistema nacional de bachillerato en un marco de respeto a la diversidad de modelos, que permita dar pertinencia y relevancia a estos estudios, así como lograr el libre tránsito de los estudiantes entre subsistemas y contar con una certificación nacional de educación media superior. (p. 24)
A partir de esa premisa, se manifiesta la necesidad de establecer un marco curricular común “que garantice que los alumnos cuenten con las competencias básicas y capacidades requeridas en este nivel” (p. 24) para poder transitar de una modalidad de bachillerato a otra.
De igual manera, se menciona que es necesario “Establecer las competencias para la vida y el trabajo que todos los estudiantes de bachillerato deban desarrollar y que sean la unidad común que defina los mínimos requeridos, para obtener una certificación nacional de educación media superior.” (sep, 2007: 25), de donde nace la concepción de un perfil del egresado que sea común a todo el snb y el enfoque de competencias para lo que habría de ser unos meses más tarde el mcc.
En el mismo documento se aborda el perfil del profesorado necesario para el ciclo educativo, se plantean algunas aproximaciones para su logro y se manifiesta que se requiere “Definir un perfil deseable del docente y elaborar un padrón sobre el nivel académico de los profesores de las escuelas públicas federales, con el propósito de orientar las acciones de actualización y capacitación y ofrecer los programas más adecuados” (p. 25). Es aquí donde se encuentra el origen de un “programa nacional de formación y actualización docente”, que integre el acceso a la titulación en licenciatura, los diplomados y el ingreso a estudios superiores, que después se constituiría en el Programa de Formación de Profesores de Educación Media Superior (Profordems), así como la certificación de las competencias docentes, que daría origen al Programa de Certificación de Profesores de la Educación Media Superior (Certidems), lo que puede ser un buen principio para lograr “el cierre de brechas en la calidad de la formación de los profesores” (Blanco, 2007: 7).
La formación del profesorado tuvo como referente el perfil del profesor aprobado mediante el Acuerdo Secretarial 447 emitido por la sep (Diario Oficial de la Federación 2008c) por el que se establecen las Competencias Docentes para quienes impartan Educación Media Superior en la modalidad escolarizada, mismo que se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 29 de octubre de 2008. En dicho ordenamiento se expone
Que desde el punto de vista de su contenido, las competencias docentes deben tener las características siguientes:
Son fundamentales para los docentes de la EMS, en el marco del Sistema Nacional de Bachillerato y el enfoque en competencias a partir del cual se construye.
Están referidas al contexto de trabajo de los docentes del tipo educativo, independientemente del subsistema en el que laboren, las asignaturas que tengan a su cargo y las condiciones socioeconómicas y culturales de su entorno.
Son transversales a las prácticas de enseñanza y aprendizaje de los distintos campos disciplinares.
Son trascendentales para el desarrollo profesional y formación continua de los docentes como formadores de personas integrales.
Son un parámetro que contribuye a la formación docente y a la mejora continua de la enseñanza y el aprendizaje en la ems. En este sentido, las competencias no reflejan la situación actual de la docencia en el tipo educativo, ni se refieren simplemente al deber ser; se trata de competencias que pueden y deben ser desarrolladas por todos los docentes del bachillerato en el mediano plazo, y sobre las cuales podrán seguir avanzando a lo largo de su trayectoria profesional.
Son conducentes a formar personas que reúnan las competencias que conforman el Perfil del Egresado de la ems.
Si bien es cierto que el espacio idóneo de concreción del hecho educativo es el aula, también lo es que no puede dejarse al azar lo que ocurre fuera de ella y, por ello, cada ámbito de intervención establece políticas, estrategias y acciones para construir marcos de regulación mínimos, que garanticen concordancia en las intenciones y propósitos de cada nivel educativo; es por eso que el logro de la calidad en la educación para cualquier país implica tener la capacidad para integrar armónica y diferencialmente los distintos componentes y actores involucrados en toda acción educativa, y México no es la excepción. Es por ello que se instrumentó el Programa de Formación de Profesores de Educación Media Superior (Profordems), en el marco de la implantación del snb, bajo la convocatoria de la Subsecretaría de Educación Media Superior de la sep. El programa para docentes tuvo inicialmente dos vertientes: un diplomado diseñado por la anuies e impartido por las instituciones de educación superior afiliadas a ella y las especializaciones ofrecidas por la Universidad Pedagógica Nacional.
El Diplomado en Competencias Docentes en el Nivel Medio Superior se diseñó por especialistas de cuatro universidades, para ser cursado en la modalidad mixta con un fuerte apoyo de las tic, mediante el uso de la plataforma educativa Moodle, entre otros recursos digitales; su duración es de 200 horas (118 presenciales y 82 en línea), en las cuales se cursan tres módulos: el primero incluye los aspectos normativos de la riems y los Acuerdos Secretariales que la fundamentan, para contar con una visión compartida y un vocabulario común; en el segundo se abordan los principios teóricos en que se sustenta un modelo educativo bajo el enfoque de competencias, y en el tercero se trabaja sobre la planeación didáctica de la unidad de aprendizaje o asignatura que imparte el profesor, así como la evaluación del curso.
Es así que, habiendo transcurrido cinco generaciones del programa, sin duda es el momento propicio para estudiar la apropiación tecnológica que han desarrollado profesores y estudiantes, por el papel relevante que se le ha dado a la tecnología, tanto en los procesos formativos del profesorado como en su aplicación como herramienta facilitadora para lograr los objetivos educativos.
En el modelo del bachillerato por competencias el referente conceptual de la tecnología reconoce, por principio, la marcada diferencia de los medios de comunicación masiva con relación a otros recursos aplicados en el pasado a la educación; ahora el aspecto nodal que se valora de la tecnología digital es el potencial que representa para que la información disponible sea procesada y cualificada para encontrar nuevas aplicaciones y se logre en algún momento la innovación.
La situación crucial que atraviesa el sistema educativo nacional ante su incapacidad para atender una demanda creciente y el cuestionamiento que sufre por la baja calidad de los servicios que ofrece, así como la ausencia de políticas y estrategias que permitan al país su plena incorporación a la sociedad del conocimiento —cuyas herramientas de difusión son en buena medida las tic—, ha obligado a las autoridades educativas a poner especial énfasis en las modalidades que permiten aprovechar de mejor manera el uso de la tecnología, tal es el caso de los ambientes virtuales que hoy se buscan para la educación a distancia y como un elemento enriquecedor de la formación presencial.
Sin embargo, la incorporación de los recursos tecnológicos, particularmente en el subsistema de educación media superior, pone, en el caso de profesores y estudiantes, frente a frente a generaciones distintas que interactúan para realizar las actividades académicas desde perspectivas totalmente distintas del uso de la tecnología. El hecho de confrontar sus particulares perspectivas deviene con frecuencia en un choque generacional debido a las contrapuestas visiones del qué y el cómo utilizar los medios disponibles.
Analizar el nivel de apropiación tecnológica en la comunidad académica de este nivel educativo permitirá conocer lo que ocurre en esa interacción profesor-alumno-conocimiento-tecnología, para descubrir cómo se está generando la relación entre la tecnología y la educación, toda vez que ésta es considerada una relación de carácter mecánico-cultural, en razón de que la disponibilidad de internet obliga a implementar estrategias para hacer más eficiente la transferencia y construcción del conocimiento, así como el logro de aprendizajes significativos.
Sobre la apropiación tecnológica en la educación superior, Corvi (2009) afirma que incorporar la tecnología al sistema educativo y superar el analfabetismo tecnológico presupone la implementación de dos acciones estratégicas: proveer la tecnología y enseñar su uso. El conocimiento y empleo de software e información digital son elementos importantes para la creación y distribución del conocimiento; sin embargo, no es suficiente disponer de los dispositivos necesarios para mejorar el aprendizaje. Si bien se considera de manera general en el ambiente académico como una ventaja que los sistemas multimedia favorecen una concentración a más largo plazo por parte de los alumnos, que apoyan la motivación y que mejoran la constancia para la realización de tareas complejas (Penuel, 1999), su uso sólo será provechoso si se utilizan correctamente, para lo cual es necesario aprender cómo aplicarlos.
La apropiación tecnológica como objeto de estudio refiere a un proceso complejo que alcanza y está determinado por los contextos educativo y social. La integración de la tecnología a la educación implica, además de usar recursos didácticos nuevos, la necesidad de producir métodos y otras formas de relacionar el conocimiento con la técnica; se trata de desarrollar nuevas prácticas y responsabilidades, lo que se ha convertido en ardua tarea para los profesores que deben desarrollar habilidades para usar la tecnología informática e involucrarse con el conocimiento y con la forma de promover aprendizajes, de una forma muy distinta a como ellos mismos aprendieron o están habituados a trabajar en el aula.
En este proceso, la actitud de los profesores frente a la tecnología se vuelve fundamental, ante la necesidad de transformar las prácticas tradicionales de la educación y adoptar el papel y la función de asesores, que diseñan y planean experiencias de aprendizaje, y luego acompañan a sus estudiantes en la gestión y transferencia del conocimiento. Tal transformación requiere cambiar el paradigma de un transmisor del conocimiento al de un facilitador del mismo (Destre, Anderson y Becker, citados por Di Benedetto, 2005: 2).
El consenso de que las tic impactan a la educación se basa en su potencial para facilitar, con fortalezas específicas, los procesos cognitivos y de enseñanza, la más reconocida es la diversificación de los ambientes de aprendizaje, que vino a revolucionar la educación por la forma en que los entornos virtuales incentivan el autoaprendizaje. Cabrero (1998) destaca como características educativas de las tic, entre otras, las siguientes: instantaneidad, digitalización, influencia mayor sobre los procesos que sobre los productos, penetración, innovación y tendencia a la automatización.
No se pueden obviar dos atributos tecnológicos que destacan en el uso educativo: la interactividad y la conectividad a la red global.El potencial tecnológico es amplio, en particular la posibilidad de transformar la información en conocimiento. Para Mattelart (2004), son precisamente los atributos de la tecnología los que dan marco a los desafíos para la educación de calidad, el acceso y la apropiación tecnológica.
La inclusión tecnológica ha provocado la manifestación de diversas posturas, a veces radicales, con relación a las actitudes que históricamente se habían tenido frente a la tecnología, en particular, a los usos y aplicaciones de la computadora en la educación (Becerra, 2003). Impulsar institucionalmente estudios sobre el tema tiene sentido desde la comprensión de que la educación es una parte integrante de la cultura, donde radica cualquier posibilidad de transformación, adaptación y ordenamiento social.