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La educación media superior y su proceso de reforma
ОглавлениеHablar del tipo educativo medio superior obliga a recordar que sus alumnos tienen por lo general entre 15 y 18 años de edad, lo que significa que el estudiante se encuentra aún en el proceso de conformación de su personalidad y, el bachillerato a pesar de ello, tendrá que decidir sobre su proyecto de vida. El bachillerato se entiende como la etapa intermedia entre la formación elemental y la educación superior, que le permita al estudiante contar con una mayor madurez intelectual y emocional, para acceder en mejores condiciones al estudio de campos complejos del conocimiento, o con el fin de obtener las competencias necesarias para tener un adecuado desempeño laboral en caso de no continuar con estudios superiores.
En México, la educación media superior se ofrece en tres vertientes: el bachillerato general, el bachillerato tecnológico y la educación profesional técnica. Se estima que para el ciclo escolar 2011-2012 estuvieron matriculados en este nivel educativo 4’333,589 alumnos, de los cuales el 60.5 por ciento (3’950,126) correspondieron al bachillerato general, mientras que el 30.7 estuvieron inscritos en el bachillerato tecnológico y el 8.8 por ciento restante en la educación profesional y técnica. Los alumnos fueron atendidos por un total de 285,974 profesores en 15,427 escuelas. Los jóvenes asisten a una gran diversidad de planteles públicos o privados, entre los que se incluyen, además del bachillerato general, los bachilleratos tecnológicos (industrial, comercial y de servicios, forestal, agropecuario y del mar) y los Centros de Estudios Tecnológicos y de Servicios —todos ellos de carácter federal—, los bachilleratos estatales (Colegio de Bachilleres y Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos, entre otros), el Colegio Nacional de Educación Profesional (conalep), los bachilleratos autónomos o universitarios, el Instituto Politécnico Nacional, y los bachilleratos particulares incorporados a la sep o a las Secretarías de Educación de los Estados y a las universidades. Incrementa la complejidad del tipo educativo la multiplicidad de modalidades: mixtas, abiertas y a distancia.
Conviene también mencionar que el 45.8 por ciento de la matrícula se encuentra en escuelas de los subsistemas estatales, el 24.3 por ciento en el subsistema federal, el 12.4 por ciento en instituciones de carácter autónomo y 17.5 por ciento en escuelas particulares.
En este panorama surge —en palabras de Rodríguez (2008)— “…la iniciativa legislativa de incluir la Educación Media Superior en el esquema de obligatoriedad educativa considerado en el texto constitucional, y la propuesta de la reforma integral desarrollada por la sep” (p. 12) que tiene como antecedente el Programa Sectorial de Educación 2007-2012 (upepe-sep, 2007); el decreto mediante el cual se aprueba fue publicado el 17 de enero de 2008 en el Diario Oficial de la Federación. Es a partir de lo anterior que se plantea la Reforma Integral de la Educación Media Superior.
La creación del Sistema Nacional de Bachillerato se estipula en el Acuerdo Secretarial 442 (Diario Oficial de la Federación, 2008), en donde se establecen los cuatro ejes que articularán la reforma: 1) construcción de un Marco Curricular Común (mcc) con base en competencias; 2) definición de las características de las distintas opciones de operación de la ems, en las modalidades que contempla la Ley para integrarlas al snb; 3) los mecanismos de gestión de la Reforma, necesarios para fortalecer el desempeño académico de los alumnos y para mejorar la calidad de las instituciones (formación docente, mecanismos de apoyo a los estudiantes, evaluación integral); 4) reconocimiento de los estudios realizados en el marco de este Sistema que se verá reflejado en una certificación nacional complementaria a la que actualmente emite cada institución (p. 4). En otras palabras:
El snb busca fortalecer la identidad de la ems en el mediano plazo, al identificar con claridad sus objetivos formativos compartidos, que ofrezca opciones pertinentes y relevantes a los estudiantes, con métodos y recursos modernos para el aprendizaje y con mecanismos de evaluación que contribuyan a la calidad educativa, dentro de un marco de integración curricular que potencie los beneficios de la diversidad (Diario Oficial de la Federación, 2008a: 48).
Como el primer eje articulador de la reforma, el mcc pretende integrar lo que se ha dado en llamar “desempeños terminales compartidos”, así como una serie de componentes comunes a todos los subsistemas y planteles de la ems, a partir de un enfoque basado en competencias. El mcc propone un perfil del egresado estructurado en competencias, en el entendido que:
El enfoque de competencias considera que los conocimientos por sí mismos no son lo más importante sino el uso que se hace de ellos en situaciones específicas de la vida personal, social y profesional. De este modo, las competencias requieren una base sólida de conocimientos y ciertas habilidades, los cuales se integran para un mismo propósito en un determinado contexto. (Diario Oficial de la Federación 2008a: 56)
Así, el perfil del egresado contiene tres conjuntos de competencias que definirán los desempeños terminales que deberá demostrar al egresar del bachillerato: genéricas, disciplinares y profesionales. Para las últimas dos se acepta que deberán ser básicas y extendidas. Las competencias genéricas se caracterizan por ser claves, transversales y transferibles: son clave porque son básicas para adquirir nuevas competencias y se aplican a los contextos personales, sociales, académicos, o laborales, y serán útiles a lo largo de la vida de una persona; transversales porque son comunes y relevantes para todos los campos del saber y deben desarrollarse durante el tránsito por todo el plan de estudios; transferibles porque permiten hacer uso de ellas en contextos distintos, ya que refuerzan la capacidad de los estudiantes de adquirir otras competencias, ya sean genéricas o disciplinares.
Tanto en el planteamiento general de la riems, como en el mcc y los perfiles del egresado del bachillerato y del profesor, se establecen competencias (y atributos) relacionados con el conocimiento y uso de las tic, como elementos indispensables para lograr una educación con calidad y proyección de futuro. Por tal razón se han propuesto y desarrollado una serie de estrategias para lograr los objetivos establecidos, tales como la formación del profesorado y del personal directivo, la certificación de profesores, la evaluación externa de los planteles a través de un organismo, la creación del Consejo para la Evaluación de la Educación del tipo Medio Superior (Copeems) y del Comité Directivo del Sistema Nacional de Bachillerato; en este último, como instancia reguladora y de seguimiento del proceso de reforma, entre otros, sin restarle ni un ápice a la importancia de la modificación constitucional que hace obligatorio el ciclo de bachillerato. De lo anterior se desprende el enorme reto que enfrentan las autoridades educativas para implantar el snb y lograr una mejora sustancial en la formación de los egresados de bachillerato, que los haga más preparados para la vida, la ciudadanía y el desarrollo personal y social.