Читать книгу Por una vía "chilena" a la plurinacionalidad - Salvador Millaleo - Страница 5
Prólogo Sonia Montecino Premio Nacional de Historia y Ciencias Sociales 2013
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Por una vía “chilena” a la plurinacionalidad. Intervenciones de una década (2010-2020), de Salvador Millaleo, resulta un libro ineludible para comprender, por un lado, las interdicciones que los movimientos indígenas contemporáneos —especialmente mapuche— plantean al Estado y a la sociedad chilena, y, por el otro, para conocer una reflexión y propuesta política que persigue superar el estado actual de los vínculos entre el universo indígena y la nación chilena. Se trata de un texto estructurado en base a un conjunto de escritos, artículos, ensayos breves y columnas de opinión que, de manera hojaldrada, va construyendo un modo de asir, denunciar e interpretar las formas actuales en que las relaciones interétnicas son tensionadas por las diversas políticas llevadas a cabo durante una década en Chile.
El libro de Salvador Millaleo opera, desde mi óptica, en un triple movimiento de pliegues, permitiendo al lector varias posibilidades de lectura. En primer lugar, como registro y memoria de una serie de sucesos que se han ido repitiendo a lo largo de una década y que dan cuenta de la reiteración de los gestos del Estado frente a las demandas indígenas, en lo que el autor denomina “el escenario del mal llamado conflicto mapuche”, develando cómo se ha construido su narrativa, su atmósfera de violencia y los actores que asumen una voz en el mismo: el gobierno y la Fiscalía; los intereses económicos y los medios de comunicación en una triangulación que desvía por completo el sustrato del reconocimiento hacia la configuración de un vínculo de represalia y punición. La lectura de cada uno de los artículos en los contextos epocales en que se escribieron hace posible trazar una huella de ese triángulo en el que el “actor mapuche”, pese a esa configuración —exclusión del sujeto y su reemplazo por el mapuche pobre, el mapuche violento—, hace refulgir su agencia a través de huelgas de hambre (la machi Linconao), impugnaciones legales, uso del derecho internacional, horizontes políticos, entre otras acciones.
El otro pliegue que nos ofrece este libro es el de un fino trabajo conceptual y teórico de desnudamiento de las estructuras que operan en los nexos actuales entre los mapuche y los gobiernos de una década. Uno de los nudos del texto es contribuir a derribar el imaginario del “mapuche terrorista” y a mostrar cómo ese signo es transversal a la derecha y a la izquierda, funcionando como un dispositivo de poder para creer, ilusoriamente, que con la aplicación de la Ley Antiterrorista el “conflicto” terminaría. El autor descorre los tupidos velos de la responsabilidad común de ambas posiciones ideológicas, cuya incapacidad de escuchar la historicidad de las demandas, de entender el lenguaje de las acciones indígenas y la justicia de sus peticiones pone en la escena la imposibilidad de negociar con los intereses de las industrias forestales, hidroeléctricas y, en definitiva, con un estilo de desarrollo que arrasa con las maneras de habitar el mundo indígena. Pero revela también dos lógicas: la de los que entienden que sus protestas son políticas (los mapuche) y la de los que consideran que son delitos comunes (los gobiernos). De este modo, el dispositivo del “mapuche terrorista” viene a ser el espejo en el que derecha e izquierda se miran. Dice Millaleo:
La responsabilidad de la oposición en este trance es inescapable. Los graves errores del pasado, cuando la centroizquierda aceptó la aplicación de una Ley Antiterrorista, incluso a adolescentes, no pueden confundir a la oposición sobre cuál es el camino correcto. Como Saulo de Tarso, la oposición debe defender lo que antes algunos de sus miembros persiguieron y cuando otros se omitieron, al ver en la versión radicalizada de Piñera la profundización exasperante de los propios vicios.
Por último, el tercer pliegue del libro en comento es el de una propuesta política que pasa por hacer carne el Convenio Nº 169 de la OIT en aquellos aspectos de la vida territorial que afectan a todos los pueblos originarios que moran en el país: escaños indígenas en el Parlamento y la consideración de un país plurinacional en la nueva Constitución de la República. Varios de estos planteamientos aparecen en artículos en coautoría (por ejemplo, con Ariel León Bacián, Verónica Figueroa, Diego Ancalao, entre otros) e iluminan con claridad las posibilidades de un modo político y democrático de negociación y diálogo que lleve a un proceso de cambio en el vínculo entre Estado, sociedad y pueblos originarios. El mensaje de este pliegue está en muchos de los escritos del libro, ya sea explícito o como eco: la solución al vínculo complejo y tensionado del mundo indígena con el Estado y gobiernos pasa por un reconocimiento y por la participación política plena de sus pueblos. De allí que el autor hable de la vía “chilena” a la plurinacionalidad, entendiendo esta última como un “…concepto [que] busca describir Estados cuyos diseños institucionales reconocen diversas naciones o pueblos dentro de un mismo orden constitucional. Se refiere a la existencia de múltiples comunidades políticas —naciones— dentro de un mismo marco institucional”.
En la encrucijada actual de los episodios que se suceden en La Araucanía como en un “eterno retorno” de las mismas imágenes de incendios, represión, Ley Antiterrorista y ahora de civiles no mapuche ejerciendo violencia, así como en la actual coyuntura de la realidad inédita que la sociedad chilena escriba de manera plural y democrática una nueva Constitución, este libro se torna indispensable para reflexionar, tener información y conocer el punto de vista de un intelectual mapuche que observa y propone alternativas colectivas para avanzar en el camino de un “nuevo contrato” entre iguales, pero diferentes.