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PREFACIO

El SEÑOR le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre,y vete a la tierra que te mostraré. »Haré de ti una nación grande, y te bendeciré;haré famoso tu nombre,y serás una bendición.Bendeciré a los que te bendigany maldeciré a los que te maldigan;¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!»

Génesis 12.1-3

La historia del pueblo de Israel

El libro que usted posee en sus manos tiene como objetivo principal, estudiar, analizar y presentar la historia del pueblo de Israel en el período bíblico. Nuestra finalidad básica, es evaluar las narraciones bíblicas, los documentos que provienen de otras comunidades y culturas del Oriente Medio Antiguo, y los artefactos que ha descubierto la arqueología, para tratar de entender mejor el contexto histórico del pueblo que nos legó la Biblia. Nuestra meta fundamental, es ponderar y entender la historia de una comunidad, que generó gente extraordinaria, hombres y mujeres de fe, personas de integridad, individuos de buenos valores éticos y morales, y que también nutrió la vida y las enseñanzas de grandes pensadores, visionarios, profetas y profetisas, patriarcas y matriarcas, poetas y poetisas…

La historia de Israel en ese singular período bíblico es de gran importancia teológica y política. En nuestro análisis, es menester comprender que los documentos que vamos a estudiar son esencialmente declaraciones teológicas, afirmaciones de fe, y comprensiones religiosas de las experiencias de la vida. Los textos bíblicos contienen más que «material histórico», como entendemos el concepto de «historia» en la sociedad contemporánea. La Biblia, más que un libro de recuentos históricos o narraciones de eventos, es primordialmente una obra fundamentada en la fe. Presenta, en efecto, más que la historia secular de las comunidades antiguas, una «la historia de la salvación»: Una colección de narraciones, poemas, proverbios, genealogías, profecías y mensajes, entre otras, que se fundamentan en las convicciones de fe más profundas de una comunidad. Y esas comunidades primarias de hebreos y posteriormente judíos, entendían sus orígenes como un llamado divino, que les impelía a descubrir, disfrutar y compartir la voluntad de Dios.

La historia de Israel en los tiempos bíblicos es también importante desde la perspectiva política, tanto religiosa como secular. Los entornos geográficos que fueron los escenarios básicos para los eventos que se presentan en la Biblia, han cobrado importancia capital en la geopolítica contemporánea. El Oriente Medio del siglo XXI no es un rincón aislado e ignorado del mundo, sin importancia económica y política internacional. Al contrario, por la necesidad del petróleo en la sociedad actual, los desafíos ideológicos que se vive en la región, y por las crisis políticas en varias de las naciones más grandes e importantes relacionadas con el islam, los pueblos del Oriente Medio cobran protagonismo en el escenario político y social contemporáneo.

Un muy importante componente de las implicaciones políticas y sociales del estudio de la historia de Israel se relaciona con algunos problemas contemporáneos en la región. Un muy buen ejemplo de esas repercusiones actuales es el problema palestino-israelí. En los diálogos de paz entre estas dos comunidades, que ciertamente ambas reclaman que sus antepasados vivieron en la región que en la actualidad viven o aspiran a vivir, las referencias a los patriarcas y las matriarcas en Hebrón, o las afirmaciones en torno a David en Jerusalén, no son infrecuentes.

No podemos ignorar que la historia bíblica del Israel es también la historia de los antepasados de Jesús de Nazaret. La comprensión que el fundador del cristianismo tenía de sí mismo, en gran medida estaba cimentada en sus estudios, reflexiones y memorizaciones de los textos y las narraciones fundamentales de las Escrituras de Israel. Creció con un sentido de pertenencia a un pueblo que entendía sus orígenes, como parte del plan divino primeramente para Israel, y posteriormente, para la humanidad. Y esas percepciones históricas, teológicas y familiares, marcaron de forma permanente el estilo de vida, la teología, el ministerio y las prioridades educativas, teológicas y proféticas de Jesús de Nazaret.

La Biblia

Por generaciones, la Biblia ha sido un libro de importancia capital para millones y millones de personas. Para los creyentes, tanto judíos como cristianos, es fuente de inspiración espiritual, ética y moral, además de ser base para el desarrollo de enseñanzas, doctrinas y teologías. Y para no creyentes, su importancia reside en la naturaleza de su contenido, y en el particular despliegue de géneros literarios y temas que responden a los clamores más intensos e íntimos de la humanidad. Por esas características, entre otras, la Biblia ha sido declarada «Patrimonio de la Humanidad», o referida en círculos íntimos y de fe, como «el Libro», sin más explicaciones u orientaciones.

Es ciertamente la Biblia un ejemplo extraordinario de virtud literaria y estética. En sus testamentos, libros, capítulos, versículos y palabras se encuentran gran cantidad de géneros literarios y temas que revelan mucho más que sus virtudes espirituales. Sus páginas ponen claramente de manifiesto narraciones hermosas y poesías exquisitas: además, entre otros géneros, se incluyen cuentos, himnos, proverbios, oráculos, oraciones, profecías, leyendas…

Inclusive, en las Escrituras aparecen inmersos, entre los temas expuestos, asuntos que la convierten en literatura de éxito en cualquier librería: Por ejemplo, intriga, violencia, humor, sexo, ternura, odio, amor, esperanza… Algunas personas piensan que sus oráculos encierran mensajes ocultos que deben ser descifrados con métodos especiales que incluyen el conteo de las letras y palabras, y el análisis computadorizado de sus narraciones. No son pocas las personas que a través de la historia han intentado ver entre sus párrafos las predicciones certeras de los acontecimientos futuros.

La historia teológica de un pueblo

De fundamental importancia es saber, sin embargo, que la Biblia hebrea, Escrituras judías o A.T., trata de la historia nacional de una comunidad específica, se refiere a los orígenes del pueblo judío. Entre sus relatos, se pueden identificar, sin mucha dificultad, narraciones que explican sus orígenes históricos; e inclusive, se pueden leer poemas antiguos en torno la creación del mundo, y referente el inicio mismo de la vida y la historia. Al comienzo, se trata nada más de un grupo pequeño de individuos, familias y tribus nómadas que afirman ser llamados y elegidos por Dios, hasta posteriormente convertirse en un reino importante en la geopolítica del Oriente Medio.

La narración histórica de las vivencias del pueblo judío, que son ciertamente una extraordinaria interpretación teológica de las realidades de la comunidad, con el paso del tiempo, se ha convertido en modelo para el desarrollo de la esperanza en pueblos oprimidos y perseguidos, y para afirmar el porvenir grato y liberado entre personas cautivas por las diversas angustias de la existencia humana. Los relatos de la liberación extraordinaria del imperio egipcio del grupo nómada, que tradicionalmente se relaciona con Moisés, y las narraciones en torno a las intervenciones divinas para finalizar con el destierro en Babilonia se han convertido en modelos que brindan esperanza y futuro a quienes se han sentido cautivos y heridos a través de la historia de la humanidad. Los gozos y las tribulaciones de la comunidad judía antigua se han convertido en testimonio de fe para quienes sienten las marginaciones y los cautiverios políticos, sociales, económicos, religiosos y espirituales en la existencia humana.

Esos temas de esperanza y renovación tienen grandes repercusiones en la vida y las acciones de Jesús de Nazaret, que fue un joven judío de la Palestina del primer siglo, educado en las importantes tradiciones relacionadas con la Biblia hebrea. Este predicador galileo se destacó por sus interpretaciones transformadoras de los textos antiguos, pues se dedicó a hacer bienes a la comunidad que vivía en medio de una nueva cautividad y ocupación política y militar, la del poderoso imperio romano. Su proyecto de vida fue certero, firme y claro: Interpretar las antiguas Escrituras y tradiciones del pueblo judío, a la luz de las necesidades de la gente más angustiada y necesitada de la región galilea, popular y despectivamente conocida como la «Galilea de los gentiles».

La historia del Israel bíblico en las iglesias

Las iglesias cristianas siguieron el modelo de Jesús e hicieron de las Escrituras hebreas parte de sus Biblias. Sus lecturas de los textos antiguos, sin embargo, tomaban seriamente en consideración, no solo la historia antigua del pueblo judío, sino las actividades liberadoras y transformadoras de Jesús de Nazaret, y las implicaciones de esas acciones a través de la historia. Consideraban, además, el desarrollo de la incipiente comunidad cristiana a medida que el mensaje del Cristo resucitado se difundía en Palestina y el Oriente Medio, particularmente en el Asia Menor. Y esa particular comprensión de las Escrituras hebreas, es la que hace que el mensaje del Antiguo Testamento rompa los linderos del tiempo hasta llegar, entre las personas creyentes, hasta la sociedad contemporánea en el siglo XXI, con fuerza inusitada.

Desde esa particular perspectiva histórica, la Biblia hebrea se convierte en documento grato y familiar en medio de las iglesias y las personas cre-yentes en Cristo. Esa comprensión teológica y espiritual de los documentos judíos, pone en clara evidencia no solo la historia antigua de un pueblo que experimentó el poder divino en su liberación nacional, sino las vivencias de la humanidad. La Biblia hebrea, en efecto, contiene el mensaje que prepara a las personas a enfrentar la vida y sus desafíos, la existencia y sus aciertos, y la cotidianidad y sus desaciertos…

Las personas de fe entienden que el mensaje de la Biblia prepara a la gente a enfrentar, con valor y dignidad, las grandes crisis y dificultades de la vida, inclusive para afrontar la posibilidad de la muerte y sus temores. La Biblia no solo es historia antigua, pues contiene el mensaje relevante que prepara a las personas para superar con valentía los diversos desafíos que intentan cautivarle, disminuirle, oprimirle, subyugarle, marginarle, desorientarle…

La historia del Israel bíblico es «historia de la salvación»: Nos permite identificar, descubrir, analizar y presentar los temas que sirvieron de fundamento para el desarrollo, por ejemplo, de una buena y transformadora teología de la esperanza en momentos de crisis nacionales. Ese tipo de comprensión de la historia del Israel bíblico es fundamental para comprender mejor la obra de Jesús, pues fue el marco de referencia histórico y teológico, para el desarrollo de su ministerio homilético, pedagógico y profético.

En este sentido, la Biblia hebrea, con sus narraciones históricas, no solo es el libro antiguo de los judíos, pues incluye y representa valores morales y principios éticos que superan los límites étnicos, nacionales, regionales, temporales y hasta religiosos. El mensaje de esperanza, futuro, seguridad, redención, restauración, liberación y salvación es, en efecto, la palabra de Dios para la humanidad. Y esa palabra tiene implicaciones para la sociedad posmoderna que ha llegado al siglo XXI con signos de depresión, agotamiento, desorientación…

El A.T. incluye y articula la experiencia de fe del pueblo de Israel desde sus orígenes, inclusive desde la creación del mundo, hasta la época anterior a la llegada del Mesías cristiano, Jesús de Nazaret. Sus narraciones y poemas, sus oráculos y enseñanzas, y sus proverbios y parábolas, incorporan elocuentemente las respuestas de la comunidad hebrea a los grandes desafíos históricos y políticos que vivieron como pueblo e individuos, fundamentados en sus profundas convicciones en el Dios único y verdadero, descrito como el «viviente» (Sal 42.1-3), en contraposición a las deidades cananeas que carecían de esa característica fundamental.

El Dios del A.T., de acuerdo con los relatos bíblicos, escogió revelarse al pueblo de Israel en medio de la historia, específicamente decidió manifestarse en las vivencias reales y cotidianas de la comunidad, al revelar en el Monte Sinaí, la Ley y establecer un pacto o alianza con el pueblo, que era el claro objeto de su amor, misericordia, perdón y elección. Esa particular relación Dios-Israel reclamó del pueblo y sus líderes niveles éticos y morales que pusieran de manifiesto la santidad y la justicia del Señor. La Biblia hebrea, en efecto, presenta la historia de un pueblo desde esa tan particular y extraordinaria perspectiva de la fe.

Nuestro acercamiento a los temas expuestos

Esta obra se concibe y escribe para responder inicialmente a una necesidad y reclamo de las instituciones educativas de las iglesias (p.ej., universidades, seminarios teológicos, institutos bíblicos, escuelas bíblicas, y círculos de estudio y oración), en el extenso y complejo mundo de habla castellana (p.ej., América Latina, el Caribe, España y las comunidades latinas en los Estados Unidos). Se redacta con el propósito definido de iniciar a los lectores y las lectoras de este libro en el extraordinario mundo teológico y literario de la historia del Israel en los tiempos bíblicos.

A esa finalidad pedagógica y teológica inicial, se añade el componente de la identidad del autor, que es profesor y traductor de la Biblia, además de ser puertorriqueño, caribeño, hispano en los EUA y latinoamericano. Por esa razón, además de destacar los temas tradicionales de las diversas «historias de Israel», tomamos seriamente en consideración los asuntos, las preguntas, los desafíos y las preocupaciones que tienen pertinencia e inmediatez en nuestras comunidades de fe y en los diálogos académicos.

Además, escribimos este nuevo libro cuando paso gran parte de mi tiempo de investigación y escritura en Jerusalén y Belén. Ese particular contexto educativo inmediato, nos permite tomar en consideración algunos asuntos teológicos y exegéticos de importancia medular, relacionados, por ejemplo, con las culturas del Oriente Medio, la geografía y el clima de la región, además de las dinámicas geopolíticas que no solo afectaron las relaciones económicas, sociales, culturales, políticas y espirituales en épocas antiguas, sino que todavía el día de hoy se manifiestan con fuerza entre los pueblos palestino e israelí, en particular, y entre el Estado de Israel y los países árabes, en general.

Este libro sobre la historia de Israel bíblico, puede ser utilizado sin mucha dificultad en universidades, seminarios teológicos y pastorales, e institutos bíblicos; también puede ser de gran utilidad y formar parte de las bibliotecas personales de predicadores y predicadoras; además, esta obra puede ayudar a personas involucradas en los diversos programas educativos de las congregaciones, a aumentar su comprensión de los grandes temas teológicos, históricos y espirituales que se manifiestan en las enseñanzas de Jesús y en el ministerio de las primeras iglesias. Inclusive, personas nuevas en la fe encontrarán en estas páginas información variada que les permitirá crecer y desarrollar positivamente su vida cristiana.

Agradecimientos

Escribir un libro en torno a la Biblia es un trabajo complejo, arduo, desafiante, intenso y extenso, que requiere de una gran infraestructura bibliográfica y necesita el personal de apoyo adecuado para llegar a la culminación del proyecto. ¡Y este libro no es ninguna excepción!

Por esa razón, debo separar este espacio de calidad para agradecer sinceramente las contribuciones destacadas de las siguientes personas, que incentivaron, con sus comentarios y sugerencias, la culminación de esta obra:

 A Alfonso Triviño, director de CLIE, quien me invitó a escribir este volumen, y me permitió disfrutar los temas que aquí expongo.

 Al Dr. Mitri Raheb, amigo y colega, administrador y visionario, pastor y profeta en la famosa Aldehuela de Belén, que me desafió a escribir esta obra.

 Al Centro de Estudios Bíblicos de Jerusalén, que sirvió de marco de referencia académico y pastoral para las investigaciones que culminaron con esta nueva publicación.

 A mis hijos y nueras (Samuel y Yasmín, y Luis Daniel e Ileana), que peregrinaron conmigo el mundo de las Sagradas Escrituras, mientras crecían y se hacían personas de bien.

 A mis nietos (Samuel Andrés, Ian Gabriel y Mateo Alejandro) y nieta (Natallie Isabelle), que espero disfruten esta obra, que también es parte de la historia de nuestra salvación.

 Y a mi esposa, Nohemí, que revisa, descifra, critica, analiza y edita mis manuscritos, con paciencia, profesionalidad y amor.

Mi objetivo académico y profesional, teológico y pedagógico, personal y pastoral, es que podamos incorporarnos, al mundo de la gente sabia, que de acuerdo con el proverbio…

Presta atención, escucha mis palabras; aplica tu corazón a mi conocimiento. Grato es retenerlas dentro de ti, y tenerlas todas a flor de labio. A ti te las enseño en este día, para que pongas tu confianza en el SEÑOR. ¿Acaso no te he escrito treinta dichos que contienen sabios consejos?Son para enseñarte palabras ciertas y confiables,para que sepas responder bien a quien te pregunte.Proverbios 22.17-21

Samuel Pagán

Semana Santa 2018

Jerusalén

Historia del Israel bíblico

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