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EL TEXTO HEBREO DE LOS SALMOS
ОглавлениеAl igual que el resto del Antiguo Testamento, el texto hebreo del Salterio fue fijado con sus consonantes mediante el trabajo de los escribas judíos del siglo 1 d.C., y desde entonces, ese texto ha sido preservado con bastante fidelidad a través de los siglos. Posteriormente, con el trabajo esmerado de un grupo de estudiosos judíos conocidos como los masoretas, se le añadió a los manuscritos consonánticos los signos vocálicos, que facilitaban la pronunciación, lectura y comprensión de las Escrituras Sagradas30 . Las traducciones que se hacen del Salterio en la actualidad generalmente utilizan con seguridad ese texto hebreo. En efecto, una vez se fijó por escrito el texto hebreo de los Salmos su transmisión y preservación fue bastante buena.
Sin embargo, antes de esa importante fijación textual, la historia de la transmisión de los salmos de forma oral fue compleja. Por muchos años los salmos se transmitían de generación en generación de manera oral, y estaban abiertos a adaptaciones, revisiones y añadiduras. A estas realidades de transmisión oral, que con el tiempo se hicieron por escrito, es que se deben la duplicación de algunos salmos –p.ej., Sal 14 y 53; Sal 40.14-17 y 70; Sal 57.8-12 y 108.2-6; Sal 18 y 1 S 22; Sal 105.1-15, junto al 96, y 1 Cr 16.8-36–, y las diferencias en las lecturas y la comparación de los salmos masoréticos con los de Qumrán y la Septuaginta. Además, a esos largos y complejos procesos de transmisión oral y literaria, debemos añadir las dificultades que se relacionan con los errores y las revisiones de los copistas –¡trabajan en condiciones no ideales!–, el deterioro natural de los manuscritos –¡tanto por el uso continuo como por el tiempo!–, y los cambios en la grafía hebrea a través de la historia.
El libro de los Salmos también enfrentó desafíos extraordinarios de supervivencia en la historia del pueblo de Israel. La experiencia de la destrucción del Templo y la posterior deportación de los judíos a Babilonia debió haber sido traumática para la comunidad y para las autoridades religiosas. De acuerdo con algunas fuentes literarias antiguas (2 Mal 2.13), Nehemías se esforzó por recoger y coleccionar nuevamente los manuscritos sagrados, particularmente los de David, en referencia a los Salmos. Posteriormente en la historia, Antíoco IV Epífanes (167-164 a.C.) intentó destruir los libros sagrados de los judíos (2 Mal 2.14). Por todas esas vicisitudes históricas y literarias, el libro de los Salmos presenta algunas variantes importantes que, aunque no afectan la integridad teológica y el valor religioso del libro, presentan a los estudiosos desafíos formidables.
Las traducciones antiguas del Salterio fueron importantes en la difusión y el uso de los salmos. La de mayor importancia es la Septuaginta, en el griego koiné, que fue utilizada en la liturgia tanto en las iglesias de Oriente como en las de Occidente hasta mediados del siglo 2 d.C. La Vetus Latina contenía los salmos traducidos al latín que se utilizaban en África y Roma desde el siglo 2 d.C., y sirvió de base para las revisiones y traducciones de San Jerónimo hechas en Belén a partir del 387 d.C.
Los manuscritos de los Salmos nos permiten ver algunas dimensiones históricas de la vida del pueblo de Israel que no debemos obviar ni ignorar31. Aunque la finalidad principal del Salterio es litúrgica y teológica, de la lectura de sus poemas se descubren algunos aspectos históricos que nos ayudan a comprender mejor la vida del pueblo de Israel. Los clamores del pueblo y sus reflexiones sobre los desafíos que debían enfrentar, les permitieron describir la vida con sus virtudes y complejidades.
Una lectura atenta de los salmos nos ayuda a comprender esa dimensión histórica de la realidad humana. Los salmos aluden a la trágica experiencia de la caída de la ciudad de Jerusalén, la dolorosa deportación de los judíos, y la angustia de vivir en el exilio babilónico (Sal 137), y también comenta en torno a las dinámicas militares de la antigüedad (Sal 5; 18; 20; 21; 35; 44; 46). Desde la perspectiva económica, el Salterio puede ser una buena fuente de información valiosa, pues describe algunas dinámicas fiscales de importancia en la antigüedad (Sal 15.5; 45.8; 48.8; 107.23). Y para las personas interesadas en la liturgia y la música, los salmos pueden ser una fuente importante de información, pues estos poemas surgen de esos contextos cúlticos de celebración, piedad y alabanzas (Sal 22.26; 50.14; 61.9; 65.2; 66.13; y también 33.2; 57.9; 92.4; 98.5-6; 108.3; 149.3; 150.3-5).