Читать книгу Con mi voz y mis manos tus ángeles hablan - Sandy Senes - Страница 6
Agradecimientos
ОглавлениеQuiero expresar mi profundo agradecimiento a todas las personas que abrieron sus almas y recibieron con amor y emoción las palabras que sus ángeles, guías espirituales y seres queridos ya fallecidos les han hecho llegar mediante mi voz y mis manos; y luego, con inmensa generosidad, las han ofrecido para que muchos otros puedan beneficiarse de esa fuente de luz y sabiduría a través de este libro, ayudándome a cumplir parte de la misión más importante que vine a realizar en esta vida.
En especial dedico este libro a mi hijo Julián, y a través suyo a sus hermanos que no pudieron nacer. Ha sido siempre la luz y la fuerza que me impulsó a seguir adelante en mi vida. Con generosidad compartió el tiempo de su madre, permitiéndome llevar adelante la tarea de servicio para con mis hermanos del alma. A mi familia toda y en especial a mis amados padres, quienes fueron el sostén y la base para que pudiera yo desarrollarme como la mujer, la profesional y la servidora de los seres divinos en esta vida, siendo mi padre el absoluto ejemplo de espiritualidad que seguí y mi mayor impulso para transmitir sus palabras en las psicografías después de su partida.
Un abrazo agradecido a mi colaboradora Nelva Lucía Duarte, por el estímulo y dedicación con que me ayudó a realizar la edición de este material, sin cuyo aporte me hubiera sido imposible llevar este proyecto adelante.
A todos y cada uno de mis amigos y seres queridos, que desde pequeña hasta hoy, me han permitido experimentar y sentir el amor, la lealtad, la entrega, la gratitud, el perdón, la franqueza y el reconocimiento para poder ser un instrumento vívido de los seres de luz para que otras personas puedan encontrar en ellas estas emociones. Gracias por ayudarme a ser yo misma sin temores ni limitaciones.
Al hombre que cuando me conoció, más allá de no comprender desde su intelecto, aceptó y respetó con su corazón a la mujer que se dispuso a acompañar en una especial tarea, como el “enfermero” que casi sin ser notado permite que el “médico” pueda llevar adelante su actividad sanadora. Gracias Eduardo por haberme acompañado con amor.
Y fundamentalmente, a mis ángeles, arcángeles, guías espirituales y amados seres queridos que ya conocieron “el secreto” al regresar a casa, por haberme elegido y permitido llevar adelante mi plan de vida como su herramienta de amor, como sus voces, como sus manos en cada palabra dicha y escrita con el impulso del Dios de Luz en mí.