Читать книгу Postmodernismo y metaficción historiográfica. (2ª ed.) - Santiago Juan Navarro - Страница 10
ОглавлениеIntroducción
Hacia una lectura interamericana de la narrativa postmodernista
Los estudios comparados en las Américas han estado tradicionalmente orientados hacia el análisis de la relación entre obras producidas en el Nuevo Mundo y sus modelos europeos. Siempre que se ha discutido la relación entre las tradiciones de Estados Unidos o Canadá y Latinoamérica, la tendencia ha sido a señalar las diferencias, en lugar de las semejanzas. Como reconoce Gustavo Pérez Firmat, los estudios literarios interamericanos son todavía una terra incognita, un campo que aún necesita ser explorado (1990: 2).1 Esta escasez de estudios comparados panamericanos se debe muy probablemente a las rígidas fronteras entre las disciplinas académicas. Tanto en las universidades europeas, como en las latinoamericanas y norteamericanas, los departamentos de filología hispánica e inglesa raramente interactúan. Las conferencias y encuentros entre “americanistas” y “latinoamericanistas” han sido muy esporádicos.2 “América” y “lo americano” son conceptos frecuentemente tratados dentro de una perspectiva anglófona y nacionalista que excluye la mayoría de los países del hemisferio. Este fenómeno, que tiene su efecto más visible en la apropiación de la palabra “América” como sinónimo de los Estados Unidos, es solo uno de los muchos ejemplos de cómo la hegemonía política y económica llega a afectar incluso nociones geográficas. Los latinoamericanistas, por su parte, miran con sospecha cualquier intento de conectar su propia tradición literaria con la de los Estados Unidos, arguyendo que una historia de dominación económica y cultural dificulta cualquier interacción positiva entre ellos. Tanto los “americanistas” como los “latinoamericanistas” parecen más preocupados por establecer el carácter único y distintivo de sus respectivas culturas que por iniciar un diálogo que permita comprender tales culturas dentro de contextos que vayan más allá de estrechas perspectivas nacionalistas.
El campo de la narrativa histórica postmodernista en las Américas es problemático en este y en otros sentidos. Como la literatura latinoamericana se resiste a ser encasillada dentro de los modelos tradicionales de la historia literaria occidental, muchos hispanistas se han mostrado recelosos del debate en torno al postmodernismo. Por otro lado, y dado el uso de una epistemología crecientemente subjetiva, la narrativa postmoderna es a menudo considerada como ahistoricista. Como resultado de esta doble complejidad, la mayor parte de los estudios existentes sobre el tema tienden a la lectura descontextualizada de las obras, al mero inventario de técnicas formales. Los ejemplos aducidos en tales estudios son en su mayoría norteamericanos. Las obras latinoamericanas, o bien son ignoradas, o mencionadas como exóticas ilustraciones de teorías construidas sobre modelos europeos o estadounidenses.
El presente estudio, que analiza un grupo selecto de narrativas históricas y políticas escritas en Hispanoamérica y los Estados Unidos durante los años setenta, aspira, en última instancia, a corregir algunos de estos desequilibrios. Muchas de las novelas históricas de este periodo se caracterizan por una paradójica combinación de autorreferencialidad y meditación historiográfica. Son obras que ponen en primer plano su condición de artificio, mientras que simultáneamente reafirman su circunstancia histórica. Linda Hutcheon ha acuñado el término historiographic metafiction para referirse a este tipo de práctica narrativa (una de las más extendidas dentro de las obras de ficción postmodernistas). Partiendo de la base de su poética del postmodernismo, así como de la teoría del texto autorreflexivo de Lucien Dällenbach y de las nuevas filosofías de la historia, examinaré esta problemática articulación en las obras de cuatro autores representativos de este periodo en las Américas: el mexicano Carlos Fuentes, el argentino Julio Cortázar y los estadounidenses Ishmael Reed y E. L. Doctorow. Estos cuatro autores ejemplifican una serie de tendencias dominantes en la teoría y práctica de la metaficción historiográfica en las Américas: la recuperación de la marginalidad, el uso de filosofías políticas que dejan espacio a la heterodoxia y la disidencia, el concepto de la literatura como experiencia colectiva abierta a la participación del lector, y la reescritura paródica de las tradiciones históricas y literarias, con la intención de desmitificar los sistemas de representación dominantes. A través de un análisis textual de las metaficciones historiográficas más destacadas de estos autores, intentaré establecer algunos de los rasgos distintivos de este modo narrativo en las Américas.
Dado lo complejo del debate postmodernista, el primer capítulo se dedica a un detenido análisis de los conceptos de postmodernidad más comunes en el ámbito interamericano. La primera parte discute la naturaleza de este debate en las Américas, dedicando especial atención a los conceptos desarrollados por los críticos angloamericanos y al controvertido uso del término “postmodernismo” en las letras hispánicas. El capítulo se completa con una reconceptualización de la filosofía de la historia dentro del marco de la postmodernidad y un breve recorrido por las teorías más destacadas en torno a la autorreferencialidad textual. La finalidad de este capítulo introductorio no es analizar en profundidad todas las posibles interpretaciones de este fenómeno ni desarrollar un concepto completamente nuevo del postmodernismo, sino ofrecer una visión panorámica de aquellas perspectivas teóricas empleadas en mi análisis.
El capítulo 2 analiza la obra de Fuentes en el contexto de la narrativa histórica postmodernista. El capítulo se centra en Terra Nostra y comprende los tres temas dominantes de la novela: la visión crítica que Fuentes presenta de la España imperial y su imposición sobre Hispanoamérica (“El viejo mundo”), la reinvención de los mitos prehispánicos y crónicas de la conquista (“El mundo nuevo”) y la representación de los movimientos de oposición que se enfrentan a las instituciones monolíticas de la metrópoli colonizadora (“El otro mundo”). El análisis de estos tres motivos históricos se lleva a cabo a la luz de los ensayos históricos del propio Fuentes, los cuales son cotejados con las fuentes bibliográficas empleadas y obras historiográficas que confirman o niegan las propuestas de la novela. Al análisis histórico sucede un examen de la forma en que se expresan estos temas mediante metáforas autorreflexivas y un estudio de la visión cultural que se desprende de ellas.
El capítulo 3 interpreta el revisionismo histórico de Ishmael Reed como un modo de desplazar las perspectivas dominantes sobre el papel del mundo negro en la historia. En Mumbo Jumbo, Reed construye una nueva mitología que aspira a socavar los estereotipos existentes en torno a la supuesta inferioridad de la cultura afroamericana. Historiográficamente el capítulo se centra en dos temas: los orígenes de la cultura afroamericana y su variada expresión durante el Renacimiento de Harlem en los años veinte. Como Fuentes, que reescribe la historia de España desde la perspectiva de los colonizados, Reed invierte la dinámica del imperialismo cultural imponiendo una perspectiva periférica y marginal sobre la cultura judeocristiana. A continuación, se examina la radical autorreferencialidad de la estrategia metaficticia de la novela que es creada mediante el uso de duplicaciones paradójicas. Por medio de su estructura autorreflexiva, Mumbo Jumbo pone en primer plano la naturaleza textual de su universo referencial, incluyendo el referente histórico.
El capítulo 4 analiza la obra de dos autores, Julio Cortázar y E. L. Doctorow, que intentan articular una prosa experimental con temas políticos. A diferencia de los capítulos sobre las obras de Fuentes y Reed, cuya dimensión enciclopédica requiere de una exhaustiva clarificación, el foco de este capítulo se limita al estudio de dos de los rasgos más sobresalientes de Libro de Manuel y The Book of Daniel: la politización del collage y el montaje modernistas en la novela de Cortázar y la mise en abyme de la escritura de la historia y la ficción en la novela de Doctorow. El análisis de motivos históricos específicos en estas dos novelas (Argentina bajo la dictadura militar y los Estados Unidos durante el periodo de la Guerra Fría) es completado con una discusión de sus preocupaciones epistemológicas. Tanto Cortázar como Doctorow se valen del relativismo histórico postmoderno en su búsqueda de una historiografía “correctiva”, una narrativa histórica con el poder de superar la represión política y llevar a cabo cambios sociales específicos.
El capítulo 5 ofrece un repaso de las semejanzas y diferencias entre las obras comentadas en relación con su uso de la metaficción y la historiografía dentro del contexto de las Américas. En este apartado se identifican cuatro rasgos característicos de la novela histórica postmodernista en el Nuevo Mundo: el utopismo, la búsqueda de la identidad cultural, la hibridez y el intento de crear una cultura pedagógica y política dentro de un marco dominado por la falsificación de la realidad y el simulacro de la historia. El capítulo sintetiza las paradojas reveladas a través del análisis textual y establece las bases para una perspectiva interamericana de la novela histórica postmodernista.
Aunque la organización interna varía de acuerdo con cada uno de los temas discutidos, los tres capítulos centrales (el análisis textual de los autores y obras escogidos) responde a un patrón semejante. En primer lugar, se ofrece un breve repaso del uso de la autorreferencialidad y la historia en la producción literaria de cada escritor. A continuación, se estudia en profundidad una de sus metaficciones historiográficas desde esta perspectiva dual (autorreflexiva e histórica). El foco en este caso reside en las formas en que determinados motivos históricos son presentados en cada obra y en la visión histórica que se desprende de ellas. El rastreo de fuentes bibliográficas es imprescindible para un cabal entendimiento de obras que, aunque no pretenden ser fieles al registro histórico, usan la historia como principio organizador. De hecho, algunas de estas novelas llegan a sugerir que la ficción es un sistema de conocimiento superior al de la historia académica, una pretensión que será debidamente puesta a prueba mediante un detenido análisis tanto literario como historiográfico.
El estudio del componente metaficticio sigue las pautas establecidas por Lucien Dällenbach en su gramática de la mise en abyme. Con tal término se designa el recurso mediante el cual un elemento dentro de la obra refleja la obra en su conjunto. Dällenbach ofrece un análisis sistemático de los diferentes tipos y niveles de reflexión que es útil para el análisis de la narrativa autoconsciente. Mi interés, sin embargo, no está en la descripción ahistórica de esta dimensión especular del texto, sino en demostrar que las metáforas y tramas autorreflexivas son recurrentemente empleadas en estas novelas para subrayar y sintetizar una visión histórica particular. Mediante el uso de síntesis autorreferenciales, “autocitas” del contenido, debates estéticos y mitos del origen, estas obras no solo reflexionan sobre sí mismas, sino también sobre la naturaleza discursiva–y, por tanto, mediatizada–de sus referentes históricos.
Como el presente estudio explora la forma en que un problema narrativo (cómo la ficción postmodernista articula autorreferencialidad e historiografía) se resuelve en un contexto determinado (las Américas), su enfoque teórico combina el análisis formal y contextual. Mediante el examen del impasse cultural en el que fueron producidas estas obras, intentaré contestar algunas de las más importantes–y en gran medida inexploradas–cuestiones sugeridas por la teoría contemporánea. Como acertadamente sugiere Roberto González Echevarría (1990: 28), se ha convertido en un clisé casi acrítico el referirse a la importancia de la autoconciencia en la narrativa contemporánea. Pocos, sin embargo, han investigado sus funciones distintivas en obras específicas. Algo parecido podría decirse en relación con la nueva novela histórica. Aunque es muy común oír hablar de un renovado interés por materias históricas en la narrativa contemporánea, no son comunes, o al menos no en igual medida, los estudios en torno a las funciones y consecuencias del uso de temas históricos concretos. Este trabajo explora el tratamiento de estos dos elementos en la novela histórica postmodernista de Hispanoamérica y los Estados Unidos. A diferencia de gran parte de la teoría escrita en este campo, que celebra o rechaza el fenómeno global del postmodernismo, mi intención es ofrecer una evaluación crítica de los logros y contradicciones de esta nueva sensibilidad estética.