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1 Queda excluida la Apocolocintosis , que mezcla verso y prosa al estilo menipeo. Respecto a las obras perdidas, cf. C. CODOÑER (ed.), Historia de la literatura latina, Madrid, 1997, pág. 547.

2 Excepto el primero, en adelante citados abreviadamente así: Providencia, etc.

3 Un claro ejemplo lo ofrece Marcia, cuando Séneca se dirige a una segunda persona masculina (9, 3) o plural (10, 4).

4 Cf. C. CODOÑER , «El adversario ficticio en Séneca», Helmantica 34 (1983), 131-148.

5 QUINTILIANO , X 1, 129.

6 Podrían aducirse, a favor de la tesis que supone a Séneca autor de la designación, sus propias palabras en Sobre los beneficios V 19, 8: «Pero para responder como un jurisconsulto, prescindiendo por el momento de la alternancia de los diálogos, diré...».

7 Algunos de ellos son clasificados expresamente como diálogos por los estudiosos antiguos (por ejemplo, Sobre la superstición, según el gramático Diomedes, cf. H. KEIL , Grammatici Latini I, Leipzig, 1855-1923, pág. 379). No parece prudente llegar al extremo de O. ROSSBACII , «De Senecae dialogis», Hermes 17 (1882), 365-376, según el cual Séneca escribió sesenta diálogos, de los que los doce conservados (incluye Sobre los beneficios y Sobre la clemencia ) sólo representarían, pues, una mínima parte.

8 Cf. 4. 1.

9 Sean cuales sean las dataciones que para ellas se defiendan, cf. 2. 1.

10 A pesar de todo esto, se ha llegado a sostener que no hay tal confusión, sino que los Diálogos fueron así ordenados incluso por el propio Séneca, cf. E. G. SCIIMIDT , «Die Anordnung der Dialoge Senecas», Helikon 1 (1961), 245-263.

11 Y no hay que olvidar, además, que precisamente a este tratado parece que Séneca dio, aun de forma implícita, la calificación de «diálogo», cf. n. 6.

12 Cf. C. CARDÓ, De la clemència a Neró Cèsar, Barcelona, 1926, pág. 98.

13 Distinguido claramente de los demás, recuérdese la breve clasificación de la obra de Séneca que da QUINTILIANO , loc. cit. en n. 5. Cf. también SUETONIO , Augusto 89, 3, cuando dice que este emperador asistía a la lectura de «no sólo poemas e historias, sino también discursos y diálogos.»

14 Empleó esta forma para disertar de filosofía (por ejemplo, en Sobre la vejez ), pero también de otros asuntos: políticos (Sobre la república), retóricos (Sobre el orador), religiosos (Sobre la adivinación), etc.

15 Cf. A. GUILLEMIN , «Sénèque, second fondateur de la prose latine», Rev. Ét. Lat. 35 (1957), 265-284.

16 Siguiendo otra costumbre también establecida de editarlas separadamente, cf. SÉNECA , Diálogos (Consolaciones). Apocolocintosis, Madrid, 1996, págs. 9-31 (B. C. G., 220).

17 Cf. P. GRIMAL , «Est-il possible de ‘dater’ un traité de Sénèque? À propos d´un livre», Rev. Ét. Lat. 27 (1949), 178-188.

18 Cf. L. CASTIGLIONI , «Studi intorno a Seneca prosatore e filosofo», Riv. Filol. Istru. Class. 2 (1924), 350-382.

19 Cf. M. COCCIA , I problemi del De ira di Seneca alla luce dell’analisi stilistica, Roma, 1958.

20 Cf. A. B. NIKOLOVA , «On the chronology of Seneca’s philosophical dialogues», Rev. Étud. Lang. Anc. Ordin. 2 (1975), 1-30.

21 Los datos que sobre Lucilio se tienen (su actividad política, sus aficiones literarias, sus inclinaciones ideológicas), están extraídos de las Epístolas, cf. L. DELATTE , «Lucilius, l’ami de Sénèque», Les Ét. Class. 4 (1935), 367-385; 546-590. Concretamente sobre su producción, cfr. H. BARDON , La littérature latine inconnue , II, París, 1956, págs. 126-127; 174.

22 Cf. K. ABEL , Bauformen in Senecas Dialogen, Heidelberg, 1967, pág. 158; también P. GRIMAL , Sénèque ou la conscience de l ’empire, París, 1978, págs. 298-300, según el cual la epístola que marca el término ante quem es exactamente la 16.

23 Cf. A. BOURGERY , Sénèque prosateur , París, 1922, pág. 62; E. ALBERTINI , La composition dans les ouvrages philosophiques de Sénèque , París, 1923, págs. 41-42.

24 Cf. R. WALTZ , Dialogues IV , París, 1927, pág. 7.

25 Cf. A. FONTÁN , «De prouidentia y la cronología de las últimas obras de Séneca», Emerita 18 (1950), 367-376.

26 Cf. Epístolas 63, 14.

27 Cf. PLINIO , XXII 96; no precisa si el envenenamiento fue fortuito o por mano criminal, lo que no sería raro en la corte de Nerón (así se libró de Claudio, su padre adoptivo, para sucederlo, cf. SUETONIO , Nerón 33, 1). Sí informa del cargo que Sereno había ejercido: fue praefectus uigilum (jefe de la guardia imperial) de Nerón, y se desempeñó con mano firme, según parece deducirse de MARCIAL , VIII 81, cf. J. COLIN , «La main d’Annaeus Serenus, l’ami de Sénèque», Mnemosyne 8 (1955), 222-226. De creer a TÁCITO, Anales XIII 13, 1, la intimidad con Séneca llevó a Sereno a colaborar en los manejos del filósofo haciendo de tercero encubridor de los amores entre Nerón y Acté.

28 Cf. TÁCITO , Anales XI 3, 2.

29 Cf. A. GERCKE , Seneca - Studien , Leipzig, 1895, pág. 295; ALBERTINI , La composition ..., págs. 28-29.

30 Cf. BOURGERY , Sénèque ..., pág. 54.

31 Al igual que compuso Providencia para impresionar a Lucilio, cf. WALTZ , Dialogues IV , págs 32-33; pero este propósito, que en Helvia es palmario, aquí no pasa de simple suposición.

32 Sobre la dedicación de Ocio véase más adelante. Por otro lado, desde BOURGERY , Sénèque ..., pág. 56, esta trayectoria se pone en duda o se niega lisamente; cf., sin embargo, M. T. GRIFFIN , Seneca , a philosopher in politics , Oxford, 1976, págs 316-317.

33 Cf. P. GRIMAL , Sénèque . De constantia sapientis . Commentaire , París, 1953, págs 15-17.

34 Cf. GERCKE , Seneca ..., págs. 285-288.

35 Cf. ALBERTINI , La composition ..., pág. 18.

36 Cf. A. B. NIKOLOVA , «Observations stylistiques et lexicales des dialogues De ira et De clementia de Lucius Annaeus Seneca», Eirene 13 (1975), 87-108.

37 Cf. Ira , n. 1 y Vida feliz , n. 1.

38 Cf. A. BOURGERY , Dialogues I , París, 19755 , págs XXI-XXII; ABEL , Bauformen ..., pág. 159: GRIMAL , Sénèque ou ..., pág. 270.

39 Cf. GRIFFIN , Seneca ..., págs. 396-398.

40 Para los discordantes, todos de finales del siglo pasado o principios de éste, cf. C. CARDÓ , De la ira , Barcelona, 1924, pág. XXV.

41 Cf. P. ESPOSITO , «La felicità e il giudizio del volgo. Seneca, De uita beata 2, 2», Vichiana 17 (1988), 151-162.

42 Cf. Vida feliz , nn. 34 y 54.

43 Cf. P. GRIMAL ., «Sénèque. Du traité sur la vie heureuse aux Lettres á Lucilius», Vita latina 69 (1978), 2-11.

44 Lucilio, por el contrario, según L. HERRMANN , «Chronologie des oeuvres en prose de Sénèque», Latomus 1 (1937), 94-112.

45 Cf. WALTZ , Dialogues IV , págs. 109-110.

46 Cf. ABEL , Bauformen ..., pág. 162; GRIFFIN , Seneca ..., pág. 396.

47 Cf. WALTZ , Dialogues IV , págs. 63-64.

48 Cf. P. GRIMAL , «L’“exil” du roi Ptolomée et la date du De tranquilliate animi », Rev. Ét. Lat . 50 (1972), 211-223.

49 Muy probablemente, hermano de Paulina, la mujer de Séneca. De él nos da noticias TÁCITO , Anales XIII 53; XIV 18. Por otra parte, PLINIO , XXXIII 143, habla de su padre, Paulino Pompeyo, y de su costumbre de llevarse a las campañas su espléndida vajilla de plata. Cf., sin embargo, A. BOURGERY , Dialogues II , París, 1923, págs. 42-44: los tres Paulinos, el de Tácito, el de Plinio y el destinatario de Brevedad , son el mismo personaje, posiblemente el futuro suegro de Séneca.

50 Praefectus annonae, alto funcionario encargado de la presidencia y supervisión del servicio de abastecimiento de trigo (annona , «cosecha anual», de annus , «año»), y de su distribución gratuita o a bajo precio. El cargo fue creado por Augusto en torno al año 8 d. C. y en sustitución de los curatores frumenti .

51 Cf., en cambio, M.T. GRIFFIN , «De breuitate uitae », Jour . Rom . Stud . 52 (1962), 104-113, que, en una de las dos posibilidades que plantea, pospone la prefectura de Paulino hasta el año 62 y, por tanto, la fecha de redacción del tratado.

52 Cf. Brevedad , n. 49.

53 Cf. L. HERRMANN , «L. Antistius Vetus et le pomoerium», Rev . Ét . Lat . 26 (1948), 222-228.

54 Como son la reciente muerte de Calígula y la escasa energía literaria que manifiesta Brevedad , propia de la producción temprana de Séneca, cf. BOURGERY , loc . cit . en n. 49. Inversamente, Griffin, en el art. cit. en n. 51, deduce, como segunda posibilidad, del mismo dato lo contrario: la redacción tuvo lugar precisamente después de la reforma claudiana, entre el 49 y el 55.

55 Cf. P. GRIMAL , «La date du De breuitate uitae », Rev . Ét . Lat . 25 (1947), 164-177.

56 Cf. A. B. NIKOLOVA , «De la brieveté de la vie de Sénèque. Essai de chronologie par stylométrie», Rev . Étud . Lang . Anc . Ordin. 22 (1986), 99-103.

57 Cf. E. PASOLI , «Le prefazione sallustiane e il primo capitolo del De breuitate uitae di Seneca», Euphrosyne 5 (1972), 437-445.

58 Cf. E. LEFÉVRE , «Seneca über Petron? (zu De breuitate uitae 12, 5)», Festgabe für Peter Steinmetz , Stuttgart, 1990, págs. 165-168.

59 Cf. A. TRAINA , Lo stile drammatico del filosofo Seneca , Bolonia, 1974, pág. 27.

60 Cf. A. SETAIOLI , «Elementi di sermo cotidianus nella lingua di Seneca prosatore», Stud . Ital . Filol . Class . 52 (1980), 5-47.

61 Cf. A. LÓPEZ KINDLER , Función y estructura de las «sententiae » en la prosa de Séneca , Pamplona, 1966; muchas de las que hay en los Diálogos se incluyen en la recolección de págs. 163-182.

62 Cf. A. L. MOTTO -J. R. CLARK , «Ingenium facile et copiosum . Point and counterpoint in Senecan style», Class . Bul. 52 (1975), 1-4.

63 Según el eximio especialista y más decidido defensor que ha tenido Séneca en este siglo, Pierre Grimal, no son éstos los únicos fines de la digresión en Séneca, antes bien secundarios frente al propósito principal, que es el de rebajar la tensión provocada por tanto raciocinio y preparar el descubrimiento revelador de la verdad: cf. P. GRIMAL , «Nature et fonction de la digression dans les oeuvres en prose de Sénèque», Sénèque et la prose latine , Ginebra, 1991, págs. 219-252.

64 Que Séneca glosa con matices distintos, con el fin de impresionar y convencer al lector; no son, pues, reiteraciones superfluas, cf. BOURGERY , Sénèque ..., pág. 104.

65 Cf. QUINTILIANO , X 1, 130.

66 Con el estudio de seis tipos de cláusula en Séneca, cf. J. SOUBIRAN , «Sénèque prosateur et poète: convergences métriques», Sénèque et la prose latine , Ginebra, 1991, págs. 347-384.

67 Imprescindible, además, para quien aspirara a la carrera política, como Séneca y sus hermanos, según atestigua su padre, cf. SÉNECA EL VIEJO , Controversias II pref., 4; precisamente para uso de sus hijos escribió éste su obra sobre retórica y declamación.

68 De los que se cita una muestra a título de ejemplo; otros numerosísimos se hallarán en la lectura de los Diálogos , pues al traducirlos he procurado mantener todos los recursos de la prosa de Séneca, figuras y juegos de palabras, excepto, eso sí, el ritmo final de la frase.

69 Cf. los juicios favorables de COLUMELA , III 3, 3, y de PLINIO , V 51; por contra, la crítica ponderada de QUINTILIANO , loc . cit . en n. 5, lejos de las poco imparciales que le dedica AULO GELIO , XII 2, siguiendo a su admirado Frontón, que detestaba el estilo de Séneca.

70 Defectos que, por otra parte, algunos niegan, cf. H. MC L. CURRIE , «The younger Seneca’s style. Some observations», Bul . Inst . Class . Stu . 13 (1066), 76-87.

71 Cf. C. S. RAYMENT , «Echoes of the declamations in the dialogues of the younger Seneca», Class . Bul . 45 (1969), 51-52, 63.

72 Son los exempla, extraídos preferentemente de la historia nacional, cf. R. G. MAYER , «Roman historical exempla in Seneca», Sénèque et la prose latine, Ginebra, 1991, págs. 141-176. Hay que notar que Séneca a menudo en sus referencias históricas no es exacto o, sin más, se equivoca, como ya advirtió QUINTILIANO , X 1, 128.

73 Esta clasificación de sus argumentos en propria y communia la establece el mismo Séneca, cf. Firmeza 10, 1.

74 Cf. SUETONIO , Calígula 53, 2.

75 Cf. CASTIGLIONI , «Studi intorno...» (art. cit. en n. 18).

76 Cf. P. GRIMAL, «La composition dans les dialogues de Sénèque, I: Le De constando sapientis », Rev. Ét. Anc. 51 ( 1949) , 244-261; «La composition..., II: Le De prouidentia », ibid. 52 (1950), 238-257; «Le plan du De breuitate uitae », Studi in onore de L. Castiglioni , Florencia, 1960, págs. 407-419.

77 Cf. ABEL , Bauformen ...; los diálogos cuya estructura analiza son Providencia , Firmeza y las tres Consolaciones.

78 Cf. K. ABEL , «Die ‘beweisende’ Struktur des senecanischen Dialogs», Sénèque et la prose latine. Ginebra, 1991, págs 49-97.

79 Cf. BOURGERY , Dialogues II , págs. 44-45.

80 Cf. BOURGERY , Dialogues I , pág. XXI.

81 Cf. ALBERTINI , La composition ..., págs 56-59.

82 Donde, además, Séneca no sigue el esquema que él mismo plantea en 3, 1; cf. WALTZ , Dialogues IV, págs 7, 64 y 33, respectivamente y en orden inverso. Sin embargo, cf. L. THERON , «Progression of thought in Seneca’s De prouidentia c. VI», l’ Ant. Class. 13 (1971), 61-72, que precisamente con Providencia intenta demostrar el desarrollo lógico y continuo de las ideas en Séneca, a pesar de su estilo sincopado.

83 Cf. ALBERTINI , La composition ..., págs. 102 y 155-157. De hecho, esta crítica la extiende Albertini a todos los Diálogos; en contra, en el caso concreto de Vida feliz , puede verse una defensa de su cuidada estructura en E. ASMIS , «Seneca’s On the happy life and Stoic individualism», Apeiron 23, 4 (1990), 219-255.

84 Sobre esta visión desfavorable del hombre por parte de Séneca, cf. CH . FAVEZ , «Le pessimisme de Sénèque», Rev. Ét. Lat . 25 (1947), 158-163.

85 Cf. P. GRIMAL , «Nature et limites de l’éclectisme philosophique chez Sénèque», Les Ét. Class . 38 (1970), 3-17.

86 La cuestión de si conocía de primera mano la obra de todos ellos no está aún desentrañada; hay estudios particulares en el caso de Zenón, cf. A. SETAIOLI , «Citazioni da Zenone nelle opere morale di Seneca», Prometheus 12 (1986), 72-84, para quien no tuvo Séneca un acceso directo a los escritos de Zenón; no así a los de Platón, cf. el artículo del mismo autor citado en Ira n. 39; respecto a Demócrito, cf. R. LAURENTI , «L’εὐθυμία di Democrito in Seneca», Sicul. Gymnas . 33 (1980), 533-552, que, por falta de datos bastantes, deja sin decidir la cuestión.

87 Cf. Ira , n. 123.

88 Cf. C. MORESCHINI , «Cicerone filosofo fonte di Seneca», Riv. Cult. class. med. 19 (1977), 527-534.

89 Estudiadas pormenorizadamente en diversos artículos por A. L. MOTTO - J. R. CLARK , «Seneca e il paradosso dell’avversità», Atene e Rome 30 (1985), 137-153; «The paradox of genius and madness: Seneca and his influence», Cuad, Filol. Clás . ( Lat.) 2 (1992), 189-199; «Seneca and the paradox of poverty», Res pub. litte. 15 (1992), 77-82; y «Sènéque et le paradoxe de felicitas », Rev. Ét. Lat. 71 (1993), 25-32.

90 Presentes ambas incluso en los relatos más truculentos, cf. G. B. LAVERY , «Sons and rulers. Paradox in Seneca’s De ira », L 'Ant. Class . 56 (1987), 279-283.

91 Cf. G. SOURY , «Le problème de la providence chez Sénèque», Bul . Soc . Ant . Fran . (1945-1947), 30.

92 Cf. I. DIONIGI , «II De prouidentia: Seneca tra Crisippo e Agostino», Seneca e la cultura, Nápoles, 1991, págs. 47-66.

93 Según informa AULO GELIO , VII 1, 2.

94 Cf. A. L. MOTTO - J. R. CLARK , «Dramatic art and irony in Seneca’s De prouidentia », L’Ant . Class . 42 (1973), 28-35.

95 Cf. G. VIANSINO , De prouidentia . De constantia sapientis (Dialogi I-II) , Roma, 1968, pág. XV.

96 Cf. R. LAURENTI , «Aristotele e il De ira di Seneca», Stud . Filos . 2 (1979), 61-91; sin embargo, cf. también J. FILLION -LAIHLLE , «Une méprise á propos du De ira de Sénèque. La polémique du livre II ne vise pas Aristote mais Épicure», Rev . Ét . Lat . 48 (1970), 296-308, en cuya opinión no es la teoría peripatética la única en ser criticada, sino también la epicúrea.

97 Cf. BOURGERY , Dialogues I , págs. XVI-XIX.

98 Filodemo y Cicerón, equivocadamente, creyeron que Aristóteles daba como elemento esencial del valor la ira, cuando en realidad se refería al tímos , la energía vital o presencia de ánimo; cf. F. BECCHI , «La nozione di ỏργή e di ἀοργησία in Aristotele e in Plutarco», Prometheus 16 (1990), 65-87.

99 Cf. A. SETAIOLI , «Dalla narrazione all’exemplum . Episodi erodotei nell’opera senecana», Mate . Contrib . Storia Narra . 3 (1981), 379-396.

100 Cf. M. GIACCHERO, «Le reminiscenze erodotee in Seneca e la condamna di Caligula», Sandalion 3 (1080), 175-189.

101 Cf. ASMIS , «Seneca’s...», art. cit. en n. 83.

102 Cf. E. CIZEK , «Sur la rédaction du dialogue De uita beata », Stud . Clas . 5 (1963), 211-222.

103 Cf. E. BIGNONE , «Seneca, Marco Aurelio e il Protrettico di Aristotele», Anna . Scuo . Nor . Pisa (1940), 241-249; I. DIONIGI , «Seneca, de otio 3, 3 e Platone, respublica 496 C-D: analogia o dipendenza?», Satura . Studi in onore di Elio Pasoli . Bolonia, 1981, págs. 23-45.

104 Algunos aspectos que se tratan en este apartado ya se adelantaron, por su peso en la datación probable de los Diálogos, en 2. 1.

105 Cf. A. FONTÁN , «Graeci euthymían... ego tranquillitatem uoco (Sen. Dial. 9, 2, 3)», Athlon. Satura grammatica in honorem F. R. Adrados, II, Madrid, 1987, págs. 247-269.

106 Cf. A. FONTÁN , «Séneca, un intelectual en la política», Atlántida 4 (1966), 145-147.

107 Cf. A. BERTINI , «Seneca e il tempo nel De breuitate uitae e nelle Epistulae ad Lucilium», Anna. Ist. Ital. Stu. Stor. (1983-1984), 75-92. A su vez, esta autora renueva una opinión que ya había apuntado J. MOREAU , «Sénèque et le prix du temps», Bul. Asso. Guill. Budé (1969), 119-124. Por su parte, niega toda originalidad a Séneca, tanto en la ideas como en su exposición, H. BAUMOARTIN , «Vitam breuem esse, longam artem. Das Proömium der Schrift Senecas De breuitate uitae», Gymnasium 77 (1970), 299-323.

108 Cf. M. SPANNEUT , «Permanence de Sénèque le Philosophe», Bul. Asso. Guill. Budé (1980), 361-375.

109 En su tratado Sobre el alma 20, 1. Precisamente en esta obra puede advertirse la presencia de Séneca, convenientemente adaptado, cf. C. TIBILETTI , «Seneca e la fonte di un passo di Tertulliano», Riv. Filol. Istru. Class . 35 (1957), 256-260.

110 Cf. A. MOMIGLIANO , «Note sulla leggenda del cristianesimo di Seneca», Riv. Stor. ital. 62 (1950), 325-344.

111 Cf. M. SPANNEUT , «Sénèque au moyen âge. Autour d’un livre», Recher. Théol. anc. med. 31 (1964), 32-42.

112 Cf. C. W. BARLOW , «Seneca in the middle ages», Class. World 35 (1941-1942), 257.

113 En estas tareas destacó Erasmo, muy inclinado a Séneca, cf. W. TRILLITZSCII , «Erasmus und Seneca», Philologus 109 (1965), 270-293.

114 Cf. E. FRUTOS , «La moral de Séneca en Descartes», Actas del Congreso Internacional de Filosofía , Córdoba, 1965, págs. 137-161.

115 Cf. G. PIRE , «De l’influence de Sénèque sur les Essais de Montaigne», Les Ét. Class. 22 (1954), 270-286; y «De l’influence de Sénèque sur les théories pédagogiques de Montaigne», ibid. , 379-387.

116 Cf E. DE SAINT -DENIS , «Sénèque et La Bruyère», Les Él. Class. 21 (1953), 379-395, donde prueba que Brevedad es una de las fuentes de Los caracteres.

117 Sea dicho esto dejando a un lado la discutida cuestión del senequismo español, cuya realidad niegan muchos y pocos defienden (cf. G. USCATESCU , Séneca, nuestro contemporáneo, Madrid, 1965, págs. 96-110).

118 Cf. J. D. BISHOP , «Juvenal 9. 96, a parody?», Latomus 35 (1976), 597.

119 Cf. los dos artículos de C. Lo CICERO , «Echi senecani e tecnica della contaminazione in un passo di Lattanzio», Pan 9 (1989), 65-69, y «Una ‘citazione’ di Seneca in Lattanzio e l’epilogo del V libro delle Diuinae Institutiones», Orpheus 12 (1991), 378-410.

120 Cf. G. LOPETEGUI , «Prosa métrica versus prosa rítmica: el De ira de Séneca en un resumen de Martín de Braga», Cuad. Filol. Clás. (Lat.) 3 (1992), 125-145.

121 Cf. 4, 1 y la n. 4 a Ira I. Y viceversa: el texto de Séneca sirve para enmendar algunos errores en los manuscritos de Sobre la ira, según hizo A. KURFESS , «Zu Martini episcopi Bracarensis libellus De ira», Athenaeum 32 (1954), 250-258.

122 Cf. L. D. REYNOLDS , «The medieval tradition of Seneca’s Dialogues», Class. Quart. 18 (1968), 355-372.

123 Cf. C. CASSANMAGNANO , «La ragione e la virtù de l’uomo nel De uita beata di Seneca, in rapporto alla fenomenologia di Husserl», Zetesis 7 (1987), 6-24.

124 Cf. L. D. REYNOLDS , L. Annaei Senecae Dialogorum libri duodecim, Oxford, 19853 , págs. XIII-XVIII, que compendian lo que ya trató más ampliamente en el art. cit. en n. 122.

125 Falta también un cuadernillo, el undécimo, pero esta pérdida sólo afecta a Polibio, cf. SÉNECA , Diálogos..., pág. 33 (B. C. G., 220).

126 Conviene añadir algunas siglas que utiliza Reynolds en su crítica del texto, pues aparecerán ahora en el apartado siguiente: ω indica el acuerdo entre A, R y V ; β entre C (o B ), P y Q; y, por último, ς designa la lectura de uno o más de los códices recentiores, excepto R y V , claro está.

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