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El apóstol no estaba sujeto a la ley

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Uno de los versículos escritos por Pablo y utilizado constantemente por quienes niegan que la ley de Dios aún siga en vigencia, es el siguiente: “Me he hecho a los judíos como judío… a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley. A los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo) para ganar a los que están sin ley” (1° Corintios 9: 20, 21).

Tratemos de analizar estos versículos. Pablo dice que él no está sujeto a la ley. Pero, ¿Pablo no tenía ley? En el mismo texto dice “no estando yo sin ley”, y solo dos capítulos atrás había dicho: “La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, SINO EL GUARDAR LOS MANDAMIENTOS DE DIOS” (1° Corintios 7:19), enseñando que las ceremonias externas y los ritos no tienen valor sin la fe en Cristo.

Si Pablo declara que lo verdaderamente importante es guardar los mandamientos de Dios, ¿inmediatamente después puede sostener que los mandamientos de Dios fueron abolidos, y que no tienen ningún valor? Evidentemente no. ¿Pero entonces, que significa aunque yo no esté sujeto a la ley”?

Muchos creían que la salvación se ganaba guardando la ley, como era el caso de los judíos conversos, quienes sostenían que aún estaban obligados a cumplir con todas las observaciones rituales de la ley mosaica (ver Hechos 15: 1; 21: 20–26). Pero Pablo respetaba las leyes de los judíos, era tan cauteloso en cuanto a esto, que cuando fue acusado por los dirigentes judíos, pudo decir que había guardado las leyes judaicas (Hechos 25: 8, 28: 17), pero no se sentía “sujeto” a esas leyes, porque desde la muerte de Cristo eran rituales “ineficaces” según sus propias palabras, ya no dependía de la ley ni de ofrendas para sentirse limpio, Jesucristo lo limpiaba por su gracia, y su observancia a los diez mandamientos tampoco era producto de una sujeción legalista, sino el resultado de un corazón amante de Jesús y de su gracia salvadora.

Por lo tanto, de ese texto no se desprende que Pablo considerara abolida la ley de Dios, solo dice que no se “sujetaba” a ella, no la consideraba su medio de salvación, como tal vez lo fue en algún momento de su vida. Por otra parte, también aclara: No estando yo sin ley, sino bajo la ley de Cristo, y ¿Cuál es la ley de Cristo? A esta pregunta daré respuesta en otro capítulo. Aquí, lo importante es ver que Pablo no era un transgresor de la ley de Dios. En el libro de Romanos declaró que los “hacedores” de la ley serán los justos ante Dios, y que ser solamente “oidores” de la ley, no es suficiente.

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