Читать книгу Técnicas de apoyo psicológico y social en situaciones de crisis. SANT0208 - Sonia Núñez Fernández - Страница 8
3.1 La infancia hasta los tres años
ОглавлениеCuando nacen los niños están muy indefensos y necesitan ayuda, pero están bien dotados perceptivamente, tienen una gran capacidad para aprender y están preprogramados para interesarse por los estímulos sociales.
Los recién nacidos cuentan con sistemas sensoriales (detectan olores, pueden responder a caras y voces familiares...) que les ayudan a conocer el mundo progresivamente.
En la primera infancia el ser humano dispone de conductas reflejas innatas, como el reflejo de prensión, por ejemplo, por el que el bebé cierra la palma de la mano con fuerza cuando algo la toca. Estas conductas reflejas van desapareciendo poco a poco en los primeros meses de vida, solo dos son permanentes: el reflejo de parpadeo (consistente en cerrar los ojos cuando los enfocan con una luz fuerte) y el reflejo patelar (extensión de la pierna hacia delante cuando se golpea fuerte debajo de la rótula).
Especialmente en esta época de la vida, la relación con la figura de apego (madre, padre o cuidador principal) resulta fundamental, ya que es la base del aprendizaje de las primeras relaciones sociales. Entre ellos existe una comunicación perfecta e intuitiva. El bebé pronto la identifica como una persona diferente a las demás. La figura de apego, quien usualmente lo protege y cuida, también se convierte en fuente de afectividad y conocimiento, despertando, además, la atención y estimulándole la actividad. Poco a poco en esta relación (que es la primera relación que establece un bebé) comienza el desarrollo emocional y el control emocional del recién nacido.
En esta etapa también es donde aparecen los primeros juegos de imitación de gestos.
El juego en esta etapa se centra en la manipulación de objetos o juguetes (juegos de construcción). Cuando distintos niños de esta edad juegan juntos realmente lo que sucede es que juegan el uno al lado del otro, pero sin interactuar ni colaborar en una actividad. Este tipo de juego se denomina juego en paralelo.
Biológicamente empieza el aumento del control corporal, comenzando el desarrollo del lenguaje y el control de esfínteres.