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Capítulo TresEL ENTENDIMIENTO DEL ESPOSO DEL HOMBRE Y EL PECADO

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Al aconsejar es normal tanto en esposos como esposas el tener una opinión incorrecta del hombre. Cuando el esposo tiene una opinión incorrecta del hombre, el puede ser como Bob o como Ralph. Bob es un hombre de edad madura que trabaja duro, sustenta a su familia, y se considera a sí mismo ser un tanto por encima del promedio. Después de todo, el llega a casa después del trabajo y trae su sueldo cada semana. El se enorgullece a sí mismo de ser un buen hombre. Bob no tiene ni idea del porque su esposa esta tan frustrada con el. En la opinión de Bob, ella debería estar agradecida por todo lo que el hace por ella en vez de quejarse de que el es egoísta. ¿Qué más puede ella querer? Bob va la iglesia casi cada domingo y da dinero casi regularmente. Cuando el piensa en Dios y el cielo el confiadamente se dice a sí mismo, “Yo soy tan bueno como cualquier hombre. Yo nunca haría lo que algunos de esos hombres hacen en el trabajo.”

En tanto que Bob se enorgullece en ser bueno, el pobre Ralph siente que el es una victima y un fracaso. El no puede creer que está atrapado en un matrimonio con una esposa que es de mucho genio e irrespetuosa. Ella suena justo como su madre cuando le grita, “Ralph, ¡eso fue muy estupido lo que hiciste!” Ralph dice con un suspiro, “Yo no necesito esto. Solo deseo que alguien me acepte y me apoye como soy. Pero eso nunca me ha pasado. Igual que los demás, mi esposa se enoja conmigo y me dice lo terrible que soy. No puedo cambiar como la vida me ha hecho, así que la evito tanto como puedo. Lo que quiero es una esposa que me haga sentir alguien de valor.”

Ni Bob ni Ralph tienen una perspectiva bíblica de sí mismos y esto afecta la relación de cada hombre con Dios y con su esposa. Ahora que tenemos un cuadro más claro de quien es Dios de acuerdo con el último capitulo, tomemos un buen vistazo a quienes somos.

¿Quiénes Somos?

No solo existe malentendidos acerca de quien es Dios sino que hay gran confusión acerca de quien el hombre es. Esta confusión viene del propio deseo del hombre de elevarse y justificarse a sí mismo, lo cual es ciertamente avivado por las influencias torcidas humanísticas que han tomado nuestra sociedad. Debemos establecer desde el inicio que la fuente de verdad concerniente al hombre no es la sociología (el estudio de nuestra sociedad), la psicología (el estudio humanístico del alma), ni la antropología secular (el estudio evolutivo del hombre), sino la mera Palabra de Dios. Recordemos, debemos construir sobre el terreno sólido de la Palabra de Dios en vez de arena movediza de la opinión del hombre.

Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.

Colosenses 2:8

Opiniones Falsas del Hombre

En este capítulo nos centraremos en algunas de las opiniones equivocadas más populares del hombre y comparemos estas opiniones con las Escrituras. Nuestra meta es descubrir exactamente que Dios dice de quien es el hombre y como el puede vivir como Dios lo destinó. Luego comenzaremos nuestro vistazo practico al tipo de vida que el esposo ejemplar puede modelar con la ayuda de Dios.

1. El hombre es básicamente bueno.

Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?

Jeremías 17:9

Dios dice que fuera de Su gracia y obra, el corazón del hombre esta inclinado a la maldad (Romanos 3:9-20). Puede que no seamos tan malos como pudiéramos ser pero eso es solamente por la gracia restrictiva en nuestras vidas. Aun el bien que ese hombre natural (no salvo) hace es hecho por la razón equivocada.

Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

Romanos 3:12

2. El hombre está mejorando.

También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita…y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.

2 Timoteo 3:1-5, 15

La verdad es, los hombres no van mejorando, sino empeorando. Mientras que es verdad que la ciencia, la medicina, la tecnología, y muchas artes son más sofisticadas y más altamente desarrolladas que alguna vez en la historia, tenemos que admitir que con estas habilidades mayores nos hemos convertido, no en más grandes hombres de Dios, sino en mayores pecadores. Nuestras sociedades a través del mundo no son modelos de piedad, paz, y amor. Por el contrario, nuestras sociedades han consistentemente mejorado en la habilidad de pecar.

3. El hombre puede ser lo suficientemente bueno.

Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.

Santiago 2:10

La Biblia es muy clara que el hombre no puede ser lo suficientemente bueno para impresionar a Dios (Isaías 64:6). El estándar santo de Dios es la perfección (Habacuc 1:13a; Mateo 5:48). El hombre es condenado por su naturaleza de pecado, la cual es revelada al cometer solamente un pecado en contra de un Dios santo.

4. El hombre es una victima no responsable de circunstancias trágicas e insensibles.

De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.

Romanos 14:12

La Biblia enseña que cada persona es un gran pecador y dará cuenta por sus propias acciones, no importando sus circunstancias. También dice que, cualquiera que verdaderamente conoce a Dios y mora en Su verdad puede llevar el tipo de vida que Dios quiere que el siga, aunque el haya sido grandemente maltratado (2 Pedro 1:2-4). Esa persona simplemente debe aprender a aplicar adecuadamente la Palabra de Dios a sus circunstancias.

Somos también enseñados por la Escritura que mientras que algunos eventos en nuestras vidas puedan en verdad ser trágicos, Dios está en absoluto control (Romanos 8:28). Mientras que este hecho sea difícil de reconciliar en nuestras mentes, Dios es el que conoce el final desde el principio. Por consiguiente, solo Él sabe como una circunstancia puede servir para:

• Humillar a una persona (Job 42:1-6)

• Atraer una persona hacia El (Juan 6:44)

• Mostrarse como un Dios mayor que todo (Jeremías 32:17; Génesis 50:20)

• Revelarse a sí mismo a un creyente sufrido como Refugio, Fortaleza, y Ayudador (Salmo 46:1; Isaías 57:15; Juan 9:1-3)

La Visión de Dios del Hombre

Cada hombre deseoso de conocer a Dios y de ser el esposo que debería ser debe rechazar opiniones falsas acerca del hombre y adoptar la perspectiva de Dios. En el primer capítulo de Génesis, Dios ha revelado la verdad acerca de nuestro origen.

1. El Hombre fue creado por Dios.

La primera cosa que debemos creer es que Dios es el Creador y el hombre es Su creación.

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Génesis 1:27

Existen por lo menos tres cosas que podemos aprender acerca de la creación de Dios de nosotros. La cosa mas elemental que necesitamos captar es que no nos pertenecemos a nosotros mismos. Tampoco estamos en control ni somos independientes.

De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.

Salmo 24:1

Segundo, necesitamos entender que existe una gran distinción entre Dios quien es nuestro Creador, y nosotros, quienes somos sus criaturas (Salmo 8:4-8). A pesar de que somos una impresionante obra de Dios que es única del resto de la creación (personal, como Dios es), todavía somos simplemente una creación hecha por Uno que es mucho mayor.

Excelso sobre todas las naciones es Jehová, Sobre los cielos su gloria. ¿Quién como Jehová nuestro Dios, Que se sienta en las alturas, Que se humilla a mirar En el cielo y en la tierra?

Salmo 113:4-6

Tercero, necesitamos estar apercibidos de que la vida no gira en torno a nosotros. Como nuestro creador, Dios es la causa y el centro de todas las cosas. El es el enfoque correcto. El es el único digno de toda gloria (Apocalipsis 4:11).

2. El Hombre fue creado para Dios.

El hecho de que Dios creara el hombre a su propia imagen nos da una indicación del porque fuimos creados. Fuimos creados para El.

…todo fue creado por medio de él y para él.

Colosenses 1:16b

Esta verdad puede ser un golpe para aquel que cree que su propósito aquí es “sacar todo lo que pueda de la vida.” Puede que sea una sorpresa para cristianos profesantes quienes viven como si Dios estuviera allí para ellos, en vez de lo contrario. Pero el que ve a Dios y a sí mismo correctamente cuenta como un privilegio el existir para El.

Para Adorarle

Nosotros fuimos creados por Dios para que El recibiera la adoración que El merece. Dios es enteramente santo, poderoso, y verdadero. El, además, merece completamente nuestro enfoque, adoración, alabanza, y honor. El es merecedor de nuestra adoración y El legítimamente la espera.

Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.

1 Crónicas 29:11

Cada ser humano es nacido con una deuda de adoración hacia Dios (Salmo 96:7-9). Ninguno de nosotros ha pagado esa deuda completamente. Algunas personas están inconscientes de su necesidad de reconocer al Creador. Otras voluntariamente rehúsan adorarle. Es sorprendente que Dios espera pacientemente por el tiempo exacto para juzgar a la humanidad por su falta de adoración (Salmo 96:13).

Debemos preguntarnos a nosotros mismos si hemos acogido este primer propósito por el cual fuimos creados: adorar a Dios. ¿Es la actividad central de tu vida el adorar a Dios? El Padre está buscando adoradores.

Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.

Juan 4:23

Para ser Su Propio Pueblo

Fuimos también creados por Dios para que El tuviera un pueblo. El significado primario de la palabra santo en la Biblia frecuentemente envuelve la idea de separación, o de estar aislado de algo. Es frecuentemente usado en el Antiguo Testamento de personas o cosas estando “apartadas como santas para Señor” (Éxodo 13:12, 14,15; Números 3:11-13). Algo que es “separado” para el Señor está especialmente marcado para Su posesión y está reservado para Sus propósitos y uso justo. En el principio, el hombre fue separado para El con un propósito específico en vista. Dios iba a tener un pueblo de Su posesión.

Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.

Salmo 100:3

Dios ya ha condescendido bien bajo para aun preocuparse con nosotros. Aun así, El ha revelado Su deseo de caminar con el hombre a lo largo de la historia. Desde el Jardín de Edén, Dios caminó con el hombre (Génesis 3:8-10). El continuamente llamó al pueblo de Israel a que permaneciera en una relación con Sí mismo (Deuteronomio 7:6, 9,11). A través de Cristo, Dios todavía está llamando a las personas a caminar con El hoy.

[Jesucristo]… quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio… Tito 2:14 [énfasis añadido]

Para Manifestar su Carácter (Glorificarle a El)

Por medio de nuestra creación, Dios pudiera no solamente recibir la adoración que El merece y tener un pueblo de Su propiedad, sino también pudiera ser glorificado en una manera asombrosa. Al crearnos, amarnos, trabajar en medio nuestro, y llenarnos de gracia, el carácter de Dios ha sido manifestado. Él ha sido manifestado ante los ángeles en el cielo, el hombre, y aún ante Satanás y los demonios (1 Timoteo 3:16; Job 36:24-25; Marcos 1:23-24).

Venid, y ved las obras de Dios, Temible en hechos sobre los hijos de los hombres. / Salmo 66:5

Esos que han sido perdonados de sus pecados pueden unirse a Dios en la asombrosa manifestación de su carácter al reconocerle, al proclamar Sus grandes obras, y al hacer discípulos (Salmo 96:1-6; 1 Pedro 2:9-10). Aún esos que se rebelan contra Dios tendrán su parte en poner en manifiesto el carácter de Dios. Su justicia será vista por todos (Salmo 9:8).

A través de la historia, el hombre se ha apartado del propósito de Dios y ha escogido un camino egoísta y pecaminoso. Muchos buscan los placeres de esta vida. Otros buscan a Dios para sus propios fines. La verdad es, nuestro mayor propósito en la vida es el deleite de Dios.

3. El Hombre es enemigo de Dios por naturaleza.

Por mucho que Dios desee recibir nuestra adoración y tener una relación duradera con nosotros, El no puede y ni ignorará injustamente la gran barrera que nuestro pecado ha creado entre El y nosotros.

Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. / Isaías 59:2

Puede que nunca nos sintamos como el enemigo de Dios, pero por el simple hecho de que heredamos la naturaleza pecaminosa de Adán, somos Sus enemigos desde nuestro nacimiento. Nuestra condición pecaminosa es vista tanto en nuestro fracaso en adorar a Dios como El merece y en nuestro postrarnos hacia el pecado y el egoísmo (romanos 1:18-25; 5:10). Pero Dios no nos dejo es esta desesperada situación. ¡No necesitamos permanecer siendo los enemigos de Dios!

Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él.Colosenses 1:21-22 [énfasis añadido]

Hasta ahora hemos aprendido que el hombre es pecaminoso de corazón, muerto en sus delitos y pecados, un enemigo de Dios, completamente responsable, e incapaz de llenar el estándar de Dios o de ayudarse a sí mismo (Efesios 2:1-7). El hombre nació con una deuda de reverencia a su Creador, pero por el contrario se ha reverenciado y servido a sí mismo, aun en sus “buenas obras.” Está limitado a los deseos lujuriosos, egoístas, y pecaminosos de su carne y está engañado por su mente empañada por el pecado y corazón tonto. Aunque el hombre está restringido de la plena expresión de su pecaminosidad, está condenado (apartado de la directa intervención de Dios a su favor) a sufrir las consecuencias de su propio pecado y rebelión, a pasar una eternidad en el infierno, pagando por sus pecados contra un Dios santo (2 Tesalonicenses 1:9; Apocalipsis 20:11-15). ¡Que feo cuadro de nosotros mismos! Pero Dios en Su misericordia está deseoso de hacer un cuadro diferente de ti—un hombre diferente.

Definiendo las Necesidades del Hombre

Entonces, ¿cuál es la necesidad de cada esposo? ¡Seguramente, buenas noticias! Entender cuales son nuestras necesidades específicas nos conducirá directo a las buenas noticias. Hasta que un hombre tenga una correcta relación con Dios por medio de la salvación, no verá sus necesidades correctamente (2 Corintios 4:4). Este fracaso puede afectar grandemente la relación del matrimonio. Lo que Dios dice son tus necesidades, podría ser bien diferente a lo que has sido enseñado.

La Lista de la Psicología

La Psicología (el estudio secular del hombre) nos ofrece una miríada de necesidades personales. Nos es dicho que estas necesidades deben ser satisfechas antes de que podamos ser lo que deberíamos. Dios no dice tal cosa. Contrario al pensamiento popular, nosotros no necesitamos ser bien respetados y honrados o tener nuestros apetitos sexuales satisfechos. No necesitamos estar cómodos, premiados por nuestros esfuerzos, o reconocidos por nuestros logros. No necesitamos tener un buen matrimonio, buenos hijos, o un buen trabajo. No necesitamos que otros nos “entiendan” o entiendan de dónde venimos. Dios tampoco dice que necesitamos el amor de otros o la seguridad. Ciertamente, podemos desear todas estas cosas, pero no las necesitamos (2 Pedro 1:2-4).

Es muy importante que nos guardemos de llamar una necesidad a algo que Dios no llama. Usualmente cuando nos fijamos en los deseos, bendiciones, o cosas que son normativas como necesidades, estamos diciendo (nos demos cuenta o no) que no podemos vivir como Dios destinó sin ellas. El razonamiento que frecuentemente sigue es que Dios debe proveerlas si El es bueno. Sin embargo, muchos del pueblo de Dios han prescindido de estas llamadas “necesidades.” Las Escrituras están llenas de tales individuos (José, David, Jeremías, Pablo, y muchos más). Y aun, mira lo que Dios dice en el Salmo 34:10:

Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien. / [Énfasis añadido]

Dios ha prometido darnos exactamente lo que necesitamos o que es bueno para nosotros. Él es único suficientemente sabio para saber cuáles son nuestras necesidades en el amplio esquema de las cosas.

La Lista de Dios

La Biblia, sin embargo, presenta estos asuntos y las necesidades del hombre muy diferente de lo que lo hace el hombre. ¿Quién está en lo correcto? Dios lo está, por supuesto. El es claro acerca de dos necesidades básicas del hombre:

1. El Hombre necesita andar con Dios en Su verdad.

¡La verdad es, nuestra necesidad más básica es Dios Mismo (Eclesiastés 12:13; Lucas 10:42)! Necesitamos ser perdonados de nuestros pecados para poder ser reconciliados con El (2 Corintios 5:17, 20-21). Esta es la necesidad del hombre que solo Dios puede llenar. Cuando conocemos a Dios realmente y estamos humildemente caminando con El, tenemos todo lo que necesitamos. El solo es suficiente.

Porque sacia al alma menesterosa, Y llena de bien al alma hambrienta. / Salmo 107:9

Lo que también necesitamos es glorificar a Dios al caminar de acuerdo a Sus principios (Deuteronomio 10:12-22). Además, necesitamos la Palabra de Dios (2 Pedro 1:3-4), necesitamos amar a Dios y a los demás (Mateo 22:37-40), y necesitamos servir a Dios y los demás (1 Pedro 4:10-11). De hecho, cada mandato de Dios es una necesidad. Mas allá de estas necesidades, Dios solo determina que es necesario en nuestras vidas (Filipenses 4:19). Esto ciertamente no es la manera que nuestra sociedad mira a las necesidades del hombre, ¿verdad?

2. El Hombre necesita que Dios actúe.

Como Cristo es nuestra única esperanza de caminar con Dios, el gran mensaje del evangelio es la necesidad principal del hombre (Juan 14:6). La Biblia dice, “la paga del pecado es muerte, mas la dadiva gratuita de Dios es vida eterna” (Romanos 6:23 [énfasis añadido]). Dios el Padre envió a Dios el Hijo a proveer un camino para que nosotros seamos perdonados y reconciliados (traídos de vuelta) con El Mismo. Dios actuó a nuestro favor para hacer un camino de salvación.

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

1 Juan 4:10

Cada persona también necesita que el Espíritu de Dios actúe en su corazón. Hasta que Dios trabaja estamos espiritualmente muertos y nunca buscaríamos a Dios por nuestra cuenta.

Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros. Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.Juan 6:43-44 [énfasis añadido]

Por lo tanto Dios el Hijo, en Su gran despliegue de gracia, se complació en iniciar un camino de salvación para la humanidad y a atraer a mucho a Sí Mismo (Hechos 13:48). El nos amó primero para poder satisfacer nuestra mayor necesidad de todas.

Las Provisiones de Dios para las Necesidades del Hombre

Dios específicamente proveyó para nuestras necesidades. El ha hecho un camino para nuestra salvación, nuestra santificación, y nuestra glorificación. Si tienes parte de estas tres provisiones puedes convertirte en el hombre que fuiste creado para ser.

1. La provisión de Dios de la salvación

Dios ha provisto un Salvador en la persona de Jesucristo. Asombrosamente, El estuvo dispuesto a pagar la penalidad por el pecado que debemos. Esto significa que aunque Cristo vivió una vida sin pecado, El, Todopoderoso Dios, dejó la gloria y la adoración que El merece para tolerar las condiciones de este mundo, sufrir vergüenza, ser rechazado por los hombres, morir la muerte horrenda de un criminal, llevar la culpa por todos nuestros pecados, ser amargamente rechazado por el Padre (con quien El tan solo conocía amor y armonía), y sufrir el infierno que nosotros bien merecíamos (Filipenses 2:6-8). Solamente Cristo pudo hacer lo que era necesario para traernos a Dios.

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.I Pedro 3:18 [énfasis añadido]

Fue a través de los sufrimientos y rechazo de Cristo que la justa ira de Dios contra el pecado fue satisfecha y un camino para obtener perdón fue hecho (Romanos 5:9). Este perdón es posible porque Dios está dispuesto ha intercambiar la justicia de Cristo por nuestra pecaminosidad (2 Corintios 5:21). Para que este intercambio tome lugar un esposo debe tener una fe salvadora. Una fe salvadora conlleva:

• Reconocer la verdadera razón para nuestra existencia y el completo derecho de Dios en nuestras vidas y como las vivimos (Mateo 16:24-26; Romanos 11:36; 1 Corintios 6:20).

• Venir a Dios en humildad, reconociendo que no tienes nada que ofrecerle a Dios en tu defensa (Santiago 4:6).

• Pedirle por Su misericordia y perdón, en vez de lo que es merecido (Lucas 18:9-14).

• Creer en quien Cristo es y Su pago por tu pecado (1Corintios 15:3).

• Creer que Cristo se levantó de los muertos como Señor sobre todo y se sienta a la diestra del Padre suplicando por la causa de aquellos que creen (1 Corintios 15:4; Filipenses 2:9-11; Hebreos 7:25).

Cristo también enseñó que para entrar al reino de Dios debemos ser como un pequeño niño. Esto puede abofetear nuestro orgullo masculino, pero Cristo estaba refiriéndose a actitudes importantes del corazón. Un pequeño niño conoce su lugar y tiene una fe humilde. Un pequeño niño es dependiente y necesitado. Debemos venir a Dios con este tipo de fe para recibir Su don de salvación.

De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.Marcos 10:15

Si en verdad contemplamos la fe salvadora, podemos entender porque Cristo dijo lo que dijo a aquellos que venían a escucharle hablar.

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.Mateo 7:13-14 [énfasis añadido]

No te engañes. Una oración dicha o una profesión hecha en el pasado no deberían asegurarte tu salvación. ¿Tienes fe salvadora ahora? ¿Estás creyendo ahora? Es una continua (obediente y perseverante) fe lo que demuestra que eres un hijo de Dios. Cristo dio esta advertencia a todos los que escuchan,

No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos.

Mateo 7:21a

Si nunca has cedido al plan de Dios (de ser perdonado y caminar con El) te suplico, toma tiempo ahora mismo de hablar con El acerca de estas cosas. Pídele que tenga misericordia de ti, no porque tú lo mereces, sino porque sabes que El es el Señor Dios que creó el universo. Confiesa tus pecados (de motivo, pensamiento, palabra, y obra) a Dios y busca Su perdón en la base del pago de Cristo por tu pecado. Si vienes a Dios en humildad y con fe salvadora, El te concederá la salvación.

[Jesús dijo], “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.” / Juan 6:37

2. La provisión de Dios de la santificación

La salvación no nos hace automáticamente ser todo lo que deberíamos. ¡Ni por mucho menos! Significa, sin embargo, que de todo corazón entraremos en un esfuerzo dependiente con Dios hacia un cambio a la semejanza de Cristo (Filipenses 3:12-14; 2 Pedro 3:18).

¿Te acuerdas de Ralph quien no tenia esperanza? El estaba inclinado a creer que poco podía ser hecho para cambiar su vida, pero obviamente estaba equivocado. Dios inicia la santificación o proceso de crecimiento. Dios mismo provee Su Palabra, Su Espíritu, y Su Iglesia para nuestro crecimiento (2 Pedro 1:2-11). Sin estas provisiones no podríamos cambiar en lo más mínimo. Por otra parte, Dios manda que “nos ejercitemos en la piedad” (1 Timoteo 4:7-9). ¿Qué significa esto? La palabra griega por “ejercitar” (gumnazo) es de donde vienen nuestras palabras gimnasio y gimnasia. Esto significa que debemos poner un esfuerzo vigoroso en volvernos mas como Cristo. Cuando hacemos nuestra parte, confiamos en la obra de Dios y en la promesa de Dios.

Estando persuadido de esto,

que el que comenzó en vosotros la buena obra,

la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

Filipenses 1:6

Cuando hacemos nuestra parte como cristianos, estamos cooperando con Dios en el proceso de crecimiento. Hacemos nuestra parte, primero que todo, al dedicar nuestras vidas a amar y vivir por El, en vez de nosotros mismos. Cuando una persona verdaderamente viene a la fe en Cristo, esta tendrá una nueva pasión—Cristo.

Y por todos murió, para que los que viven,

ya no vivan para sí, sino para aquel que murió

y resucitó por ellos.

2 Corintios 5:15

Debemos estar tan dedicados a nuestro Creador, que trabajemos para agradarle con cada fibra de nuestro ser. Nuestro amor por el Dios que nos creó y salvó debe ser tan grande que caminar con El sea más importante para nosotros que todo lo demás en el mundo.

Trabajar en dependencia de Dios en el proceso de cambio también significa que lidiaremos con cada pecado conocido a la manera de Dios. Algunas personas piensan que la manera de Dios de lidiar con el pecado es simplemente confesarlo y pedir perdón. La Biblia enseña que debemos lidiar con nuestro pecado en una manera más completa y práctica.

Cuando pecamos, Dios quiere que hagamos tres cosas:

• Confesar nuestro pecado como pecado (Proverbios 28:13; I Juan 1:9) y pedir perdón con la resolución de arrepentirnos (Mateo 6:12).

• Pedir a Dios por Su gracia transformadora para cambiar, con la misma resolución a arrepentirnos (Salmo 25:4; Juan 15:5).

• Arrepentirnos de acuerdo al proceso de cambio de Dios por:

a. Trabajando a renovar la mente con la Escritura (Romanos 12:1-2). Esto involucra conocer la Escritura acerca de cualquier asunto de pecado lo suficientemente bien para específicamente cambiar el pensamiento equivocado en un pensamiento que está en acuerdo con los principios y promesas de Dios. Debemos determinadamente guardar y renovar nuestras mentes. (Ver el Apéndice Uno para una forma de asistirte en la renovación de la mente.)

Ejemplo de Pensamientos a Renovar
Pensamientos pecaminosos, Desprovistos de Dios Pensamientos de Agradecimiento, Confianza, y Esperanza
¡Ya no puedo! No soporto más este trabajo.(desaliento/ renuncia) Señor, Tu conoces todo sobre esta difícil situación. Gracias porque tengo trabajo y porque tu puedes ayudarme a soportar. Oro para que suplas un trabajo diferente si eso es lo mejor. (Filipenses 2:14; 4:13)
Solo quiero que me dejen solo.(egoísmo) Señor, Tú sabes que no me siento con deseos de dar ahora mismo, pero te agradezco que tengo una familia y que tú puedes darme la fortaleza. Ayúdame a servirte y a los demás ahora. (Filipenses 2:3-4)
¿Y si pierdo mi trabajo?(preocupación) Señor, Oro que no pierda mi trabajo, pero si pasa, yo sé que de alguna forma proveerás. Te agradezco que eres fiel y estás en control. Confío en ti. (Mateo 6:25-34)

b. Trabajando a despojar acciones pecaminosas y vestirse con las justas (Efesios 4:20-24). Esto conlleva poner suficiente pensamiento en la vida de uno para: (1) específicamente planear como y cuando un pecado particular será evitado, y (2) determinar formas específicas de aplicar sus alternativas correctas. El verdadero arrepentimiento no toma lugar sin estas cosas. (Ver Apéndice Dos para una explicación más completa del proceso de cambio de Dios.)

Pensamientos Pecaminosos a ser Remplazados
QuitarNecesito parar… AgregarNecesito empezar… CuandoNecesito practicar cuando… PensamientosNecesito renovar… Donde Empieza la TentaciónNecesito evitar…
Estando enojado: Siendo gentil y teniendo dominio propio: Estoy cansado “¡Este es mi tiempo de descansar y relajarme!” Falta de sueño
Hablando- Palabras odiosas Hablar con:- Palabras que solamente edifiquen Los niños son desobedientes “¡No aguanto esto!” Siendo negligente en instruir a mis niños
- Levantar la voz - Tono áspero - Un tono de voz gentil Necesito hacer algo y estoy siendo estorbado “¡Déjame tranquilo! No puedo hacer nada más.” Sobrecomprometiéndome a mí mismo
- Rostro enojado Versículos:Sal. 37:8Ef. 4:31Pro. 29:11a - Un rostro amable Versículos:1 Tes. 2:7Ef. 4:29Pro. 29:11b Alguien peca contra mí “¡Cómo se atreven!” Esperando buen trato y respeto

3. La Provisión de la Glorificación de Dios

Dios promete llevarnos al cielo donde Él está y liberarnos de nuestra inclinación pecaminosa (1 Corintios 15:50-58). ¡Qué gran esperanza tenemos! ¡Esta vida no es todo lo que existe! Nuestro corto tiempo sobre la Tierra no es ni siquiera de lo que se trata la vida. Todo está funcionando hacia el gran fin del pueblo de Dios morando con El por la eternidad (Apocalipsis 21:3, 7).

Cada esposo cristiano necesita tener una mente celestial (Colosenses 3:1-3; Mateo 6:33). Anhelaremos más el cielo si aceptamos plenamente el hecho de que esta vida no es el cielo, y nunca lo será. Si vivimos con el cielo en nuestras vistas, agradaremos a Dios y seremos menos dados a cansarnos en las dificultades de la vida (Hebreos 11:8-10; 12:1-3). Recodar que veremos a Jesús cara a cara un día puede también tener un efecto muy purificador para nuestras vidas (1 Juan 3:2-3). Deberíamos esforzarnos por mantener una perspectiva eterna y colocar toda nuestra esperanza y nuestro futuro con Cristo.

Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado.

1 Pedro 1:13

Debemos renovar nuestras mentes porque nuestras acciones fluyen de nuestros motivos, pensamientos, y creencias. Este hecho puede ser ilustrado algo como así:


Está Confiado

Hemos visto las opiniones falsas del hombre que necesitamos rechazar, quien el hombre es de acuerdo a Dios, y cuáles son las verdaderas necesidades del hombre. También hemos visto para qué fue creado el hombre y las provisiones de Dios para obtener esto. A menos que Bob y Ralph cambien su forma de pensar acerca de sí mismos, no hay esperanza para ellos de ser los esposos que Dios quiere que ellos sean. Tú, por otro lado, tienes gran esperanza si te agarras de estas verdades fundamentales acerca de quien tú eres. Lo más importante, ellas te permitirán relacionarte con Dios apropiadamente.

No puedo garantizar que si te dedicas a Dios y Su voluntad, tu esposa responderá en la misma manera. De hecho, para algunos, las cosas puede que se pongan peores si te conviertes más en el hombre que deberías ser. Pero, basado en la Palabra de Dios, si tienes fe salvadora en Cristo, yo puedo garantizar que el mismo Dios que murió por tus pecados y se levantó otra vez nunca te dejará o te abandonará, no importa cuales sean las circunstancias (Hebreos 13:5-6). Puedo asegurarte que tú puedes (por gracia) caminar con Dios y ser Su tipo de hombre (Colosenses 1:9-12). Y, puedo decirte con certeza que si eres un creyente, un día verás a Cristo cara a cara (Apocalipsis 22:4). Es, al en enfocarse en estas tres seguridades, que encontrarás gozo en tu peregrinaje hacia el cielo.

El esposo ejemplar

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