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Reconocimientos
ОглавлениеCuando se me acercaron para escribir este libro para los esposos, yo pensé, “Que proyecto ha de ser.” Me gustaría nada más que contribuir a la obra que trataría muchos de los asuntos principales con que Dios me ha confrontado y con los cuales, yo aconsejo a los hombres regularmente.” Y después, ¡la realidad me golpeó! “¿Qué estoy pensando?” me pregunté. “¿Cómo yo puedo pastorear efectivamente, enseñar eficientemente en la universidad y seminario, ser un esposo y padre correcto, y todavía encontrar tiempo para escribir?” Pero, la necesidad me pareció tan grande, que decidí que debería aunque sea empezar a trabajar en esto como yo pudiera tres años atrás.
Digo esto porque desde el principio yo he estado conciente de que este proyecto tendría que ser un esfuerzo de grupo. También he sido impactado con el hecho de que de mí mismo no tendré nada que decir. Yo completamente acepto la amonestación del Apóstol Pablo cuando dijo, “¿Qué tienes que no hayas recibido?” (1 Corintios 4:7). No puede haber jactancia alguna. Lo que yo sé que es verdadero, Dios me lo ha enseñado, directamente de Su Palabra o indirectamente por medio de mis maestros tales como mis padres, mis pastores anteriores, mis profesores, el ministerio del pastor Dr. John MacArthur.
También estoy en deuda con aquellos quienes el Señor compasivamente proveyó para ayudar a que este libro sea una realidad. Este libro fue en verdad el esfuerzo de grupo que yo anticipé sería. Dios me ha bendecido con una esposa maravillosa quien me ha ayudado diligentemente en este proyecto haciendo las revisiones iniciales, ayudándome en la investigación, organizando los ayudantes de la oficina, y siendo el contacto para todos mientras yo estaba enseñando en la escuela o pastoreando. ¡No lo pudiera haber hecho sin ti, Querida! También estoy agradecido a mis hijos quienes me apoyaron en este proyecto y han sido muy paciente conmigo durante el proceso.
Yo quiero agradecer a los hombres fieles quienes me han ayudado en esta obra. El Pastor John Crotts leyó el manuscrito capítulo por capítulo como un estudiante diligente de la Palabra, ofreciendo sugerencias provechosas. Mi buen amigo y alentador, Bryan Murphy, quien me ayuda como pasante en la iglesia, me ayudó a alivianar mi obra administrativa, trabajó muchas horas ayudando con el diseño y correcciones del libro, y trabajó para proveer un borrador de la guía de estudio junto con Andy Zinder. John Douglass y Gary Knussman fueron una ayuda tremenda como nuestros correctores de palabras técnicas. El pastor Lance Quinn y David Deuel me ayudaron ha clarificar el Capítulo 15. Nate Prince, nuestro experto en computadoras favorito, nos sirvió desinteresadamente cuando teníamos problemas de computadora. Jim Richard Sr., el director de la Fundación de Servicios Gerenciales, Santa Clarita, California, compasivamente proveyó los materiales necesarios para el área financiera. Bill Vaughan, un interno fiel, nos ayudó con algunos diagramas claves.
Yo quiero agradecer a todas las mujeres que también trabajaron en este proyecto. Martha Peace, autora de La Esposa Excelente y una amiga querida a nuestra familia, ofreció consejo valioso y me animó varias veces a perseverar hasta el final. Su hija, Anna Maupin, quien es una editora por excelencia, laboriosamente me guardó de no desviarme del tema, de ambigüedad, y errores gramaticales, mientras iluminaba sus correcciones con alentamiento y humor. Nuestra buena amiga, Bette Lou O’Brien, quien tiene el don de ayuda, ha servido a nuestra familia infatigablemente y gozosamente a lo largo de todo el proceso del libro. Chris Green fue el mecanógrafo que aguantó por más tiempo y que en verdad disfrutó la obra tediosa de sintetizar las correcciones de cinco personas diferentes. Erin Sokoff y Shonna Silva sacrificaron parte de su tiempo fuera de sus ocupados horarios como estudiantes para ayudarnos semanalmente. MaryAnn Vaughan fue nuestra servidora al tomar el liderazgo del grupo de oración de Zondra por un tiempo para que Zondra me pudiera ayudar, creando unos cuadros, haciendo mecanografía, ¡y dándonos una comida deliciosa! Nuestra amiga querida Marcia Griffiths sacrificó lo mejor de sus vacaciones. Jaime Schmidt, Lioni Kuypers, Teresa Smith, Trudy Feyereisen, Gabriela Contreras, y Joan Douglass también desinteresadamente dieron muchos días haciendo correcciones necesarias.
Quiero dar gracias especiales a Jan Haley, Barb Smith, y todos en Focus Publishing, quienes han sido extremadamente pacientes y alentadores durante este proyecto de tres años. También, sería negligente si no expresara mi gratitud especial a todos los que oraban por nosotros durante todo el camino. Había tiempos cuando no parecía que este libro sería realidad. ¡Agradezco al Señor y al súper equipo que me dio para concluir este libro para El!
Stuart Scott