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Introducción

Este libro se ofrece con la convicción de que la crianza es una de las actividades más importantes, más gratificantes y más exigentes que los seres humanos llevan a cabo. El libro presenta 7 claves para liberar e inspirar capacidades específicas de la crianza, haciendo hincapié en generar respeto y cooperación en el seno de la familia. Dichas capacidades incluyen educar con un propósito claro en mente, mirar más allá de las conductas para ver las necesidades que las motivan y elegir activamente las estructuras y prácticas que están al servicio de los propósitos e intenciones propios.

Todavía recordamos de forma muy intensa nuestra juventud; cuando a los veinte fuimos madres primerizas; cuando a los treinta nuestros niños y niñas iban a la escuela; cuando a nuestros cuarenta iban al instituto. A lo largo de todo ese tiempo, siempre quisimos más comprensión, más claridad y más apoyo con la crianza. Lo que experimentábamos entonces iba a contracorriente respecto a las ideas prevalecientes en la sociedad acerca de la crianza y la educación. Veíamos una integridad y una perfección en nuestras hijas e hijos con las que queríamos interactuar para maravillarnos y aprender de ellos y ellas. Veíamos posibilidades de crecer y aprender conjuntamente y de llegar a comprender más profundamente el mundo por medio de nuestras interacciones con nuestras pequeñas y pequeños. En ese momento, en los años setenta y ochenta, la mayor parte del apoyo a la crianza no se centraba en cómo reducir los conflictos familiares y disfrutar de estar con los niños y las niñas, sino que se promovían maneras de gestionar los conflictos controlando su comportamiento.

Este enfoque de la crianza que se centra en manejar el comportamiento infantil sigue vigente hoy en día. Cada año se publican cientos de libros y artículos que enseñan a los padres a conseguir que sus hijas e hijos hagan lo que ellos quieren que hagan por medio de la inducción de culpa o vergüenza, por miedo al castigo o con la promesa de obtener una recompensa. En las últimas décadas este enfoque se ha suavizado un poco. Los términos que se usan actualmente, como “consecuencias naturales”, “tiempo fuera” o “incentivos positivos” suenan más amables, pero el objetivo final es el mismo: controlar el comportamiento infantil.

La mayoría de madres y padres que conocemos han probado al menos algunos de estos enfoques basados en el manejo del comportamiento infantil y los han encontrado poco satisfactorios. Aunque esos consejos y métodos a veces ayudan a conseguir que niños y niñas se comporten más veces como quieren sus padres y madres y a reducir el conflicto durante un tiempo, las ganancias son siempre a corto plazo y conllevan un coste muy alto: cuanto más intentan controlar el comportamiento de sus hijas e hijos sentando las reglas, imponiendo consecuencias y motivando a base de recompensas, más se encuentran con luchas de poder, peleas a gritos, portazos, lágrimas y miradas de hielo. Muchas madres y padres nos dicen que estos enfoques basados en el control del comportamiento infantil les resultan difíciles de aplicar porque van contra sus instintos y contra su deseo de crear buena voluntad y una conexión de corazón con sus hijas e hijos.

Lo que usted vive es lo que aprenden

Esta obra ofrece un enfoque innovador, alternativo al de la crianza basada en el control del comportamiento infantil. La buena noticia es que no es necesario desentrañar cómo cambiar el comportamiento de sus hijos e hijas ni controlar nada para acabar con los conflictos. La crianza por la que noso-tras abogamos es en muchos aspectos mucho más sencilla y más instintiva. También es más efectiva a la hora de satisfacer las necesidades de todas las personas en la familia, a corto y en especial a largo plazo. Se va construyendo sobre los buenos sentimientos que usted y sus hijos e hijas experimentan en los momentos de mayor conexión, y solo aborda un comportamiento (el único que puede cambiar en realidad): el suyo propio. Lo maravilloso de esto es que cuando usted cambie su comportamiento, el comportamiento de sus hijas e hijos también cambiará.

Es común la creencia de que el cometido de madres y padres es instruir a sus hijos e hijas e inculcarles valores culturales. Los métodos habituales para hacerlo incluyen echar sermones, dar consejos, soltar exigencias y corregir el comportamiento infantil. Esta orientación del “padre/madre-docente” es, desafortunadamente, un arreglo que resulta frustrante para madres y padres, irritante para niños y niñas, y en cualquier caso conflictivo. Mientras que como madre o padre usted hace todo lo que puede para inculcar valores culturales a sus hijas e hijos, ellas y ellos hacen todo lo que pueden para desarrollar un sentido de autodirección y autorespeto. Con demasiada frecuencia, hacen oídos sordos a sus consejos. Evitan decir algo que pueda desencadenar la siguiente charla, el siguiente sermón o el próximo ultimátum, pues todo esto les recuerda que no logran estar a la altura de sus expectativas.

Como madre o padre, por supuesto, usted quiere tener influencia sobre sus hijas e hijos; quiere traspasarles valores y guiarles para así contribuir a su felicidad y a su éxito en la vida. La pregunta es: ¿cómo puede usted tener más influencia? ¿A base de charlas y tareas impuestas o viviendo sus valores y compartiéndolos con ellas y ellos?

Todo el mundo sabe que los actos dicen más que las palabras. De hecho, hay estudios que muestran que solo el 5% de lo que aprendemos en la vida proviene de la educación: el 95% de lo que recordamos proviene de las interacciones familiares y sociales1. Es probable que ya sepa que sus hijos e hijas aprenden más de lo que usted hace que de lo que usted dice. Tal vez le parezca escuchar su propia voz cuando oye conversaciones entre hermanas o hermanos. Tal vez escuche a sus hijos e hijas usar la misma línea de razonamiento que usted haya empleado en casa.

Piense por un momento sobre lo que aprendió de su padre y de su madre. ¿Aprendió más por escuchar lo que le decían? ¿O de lo que les vio hacer y de cómo vivían sus vidas? Muchas madres y muchos padres nos dicen que aprendieron de las experiencias dolorosas con sus propias madres y padres lo que no querían hacer con sus hijos e hijas. Tanto si fueron modelos positivos como negativos, las acciones de su padre y de su madre son una fuerza primaria que motiva cómo aborda usted la crianza y cómo vive su vida en este momento.

Las niñas y los niños necesitan padres y madres que vivan con honestidad y se comprometan con sus valores. Las madres y los padres tienen la oportunidad de ser ejemplo y modelo de lo que quieren que sus hijos e hijas aprendan y vivan. Esto es una invitación y una oportunidad, y para muchas personas, un incentivo poderoso para aclararse acerca de qué tiene sentido y propósito en su caso particular y para hacer lo posible por vivir en armonía con ello.

El objetivo es vivir de forma auténtica, con claridad sobre lo que es importante y verdadero para usted. El objetivo no es alcanzar la perfección. Abandonar el ideal de perfección como madre o padre puede ser un alivio enorme. Cuando meta la pata y haga cosas que no concuerdan con sus valores –cosa que sin duda hará– no se deje llevar por la espiral de la autorrepulsa: usted será capaz de disfrutar la oportunidad de expresarse con honestidad hacia sus hijas e hijos, que de paso aprenderán lo que es la honestidad. Y puesto que no espera alcanzar la perfección como padre o madre, será menos probable que espere la perfección de sus hijos e hijas.

Aumente su capacidad de crear un hogar lleno de amor

Su hogar es el lugar donde sus hijas e hijos aprenden las lecciones más elementales de la vida humana: cómo cuidar de sus propias necesidades y cómo contribuir a cuidar las necesidades de las demás personas. El hogar establece los cimientos de las relaciones futuras de sus hijos e hijas con sus cónyuges, parejas, madres, padres, tías, tíos, abuelas, abuelos, buenos amigos y amigas, miembros de la comunidad, colegas de profesión y guardianes del planeta. Y el hogar es un santuario para proteger a sus hijas e hijos para que puedan aprender lecciones sobre el cuidado y la contribución a su propio ritmo de desarrollo con su apoyo, guía y respeto.

Un hogar lleno de amor está libre de miedo, que es la fuente de todo conflicto. Es un lugar donde las niñas y los niños confían en que sus necesiidades importan y en que las necesidades de todas las personas –las suyas incluidas– serán tenidas en cuenta y cuidadas. Así, pueden relajarse y entregarse a la vida, que les requiere con urgencia, y encontrar su lugar en la red del dar y recibir que forma una familia, una comunidad, una nación, y un mundo.

Este libro trata sobre todo las relaciones que mantienen madres y padres con sus hijos e hijas. Los procesos y sugerencias para mejorar el respeto yla cooperación se aplican a todas las edades y son también muy efectivos en la comunicación con otras personas adultas de la familia. Cada una de las tres partes de este libro contribuirá a que aumente la capacidad de los padres y las madres de crear un hogar lleno de amor y respeto.

Parte I. Los cimientos del respeto y la cooperación

Los tres capítulos de la Parte I se centran en las dinámicas subyacentes que vinculan lo que padres y madres dicen que más desean: respeto y cooperación.

Parte II. Las 7 claves para la cooperación

Las 7 claves que conforman la Parte II sirven para desarrollar gradualmente la capacidad de padres y madres de establecer un “hogar sin culpas”: un lugar en el que se valoran por igual las necesidades de todos los miembros de la familia y se hace lo posible para satisfacerlas, en lugar de buscar faltas, culpabilizar y motivar por medio de castigos y recompensas.

Parte III. Actividades familiares y relatos desde la Zona Sin Culpas

En la Parte III se proporcionan una amplia variedad de juegos, actividades y recortables para desarrollar las nuevas destrezas y también para pasarlo bien y seguir explorando. Si busca inspiración e historias reales de familias que utilizan los procesos presentados en este libro, vaya al final de la Parte III, donde encontrará los relatos de la Zona Sin Culpas (en todas las historias que aparecen en este libro se usan nombres ficticios).

Unas líneas sobre la Comunicación NoViolenta

Si bien la Comunicación NoViolenta (CNV) es el elemento que constituye la base de este libro, se presenta aquí como vehículo para alcanzar un estado de mente y de corazón que constituye el objetivo más profundo. Aunque los componentes específicos de la Comunicación NoViolenta se presentan en la Clave 5, el énfasis de este libro no está tanto en la mecánica del lenguaje como en adoptar una postura interna de crianza respetuosa. La práctica de la CNV transforma el pensamiento dualista, antagonista y basado en el miedo –que es la fuente de los conflictos internos y externos– en una conciencia respetuosa y llena de amor de las necesidades humanas, que enriquecen la vida y están detrás de todo comportamiento.

Ofrezco respeto, recibo respeto

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