Читать книгу Tratados hipocráticos II - Varios autores - Страница 7
ОглавлениеBIBLIOGRAFÍA
SELECCIÓN DE EDICIONES Y TRADUCCIONES
Ediciones con el texto griego:
Omnia opera Hippocratis in aedibus Aldi et Andreae Asulani , Venecia, 1526.
J. L. HEIBERG , Hippocratis opera . Corpus Medicorum Graecorum, I, 1, Leipzig, 1927, págs. 56-78.
Texto con traducción:
J. ALSINA , Hipócrates. Tractats mèdics , vol. II, Barcelona, 1976. Con traducción catalana.
A. CORAY (o KORAÈS ), Hippokrátous Perì aérōn, hydátōn, tópōn (Traité d’Hippocrate des Airs, des Eaux et des Lieux) , I-II, París, 1800.
Hippocratis De aere aquis locis , con traducción al latín, por G. GUNDERMANN , Bonn, 1911.
H. DILLER , Ueber die Umwelt (De aere, aquis, locis) . Corpus Medicorum Graecorum, I, 1, 2, Berlín, 1970. Con traducción alemana.
G. JACOBI , Perì aérōn, hydátōn, kaì tópōn. Das goldene Buch des Hippokrates. Eine medizinische Geographie aus dem Altertum , Stuttgart, 1930. Contiene comentario y traducción alemana.
W. H. S. JONES , Hippocrates , vol. I, Londres-Cambridge (Mass.), 1972 (= 1923), págs. 66-137.
E. LITTRÉ , Oeuvres complètes d’Hippocrate , 10 vols., París, 1839-1861, vol. II (1840), págs. 1-93.
K. METROPOULOS , Perì horôn kaì tópōn. Eisagōgé, archaíon keímenon, metáphrasis , Atenas, 1954.
Sólo traducción:
a) A otras lenguas europeas:
J. CHADWICK -W. N. MANN , «Airs, waters, Places », en The Medical Works of Hippocrates , Oxford, 1950. Recogida ahora en Hippocratic Writings , ed. G. E. R. LLOYD , Aylesbury, 1978, páginas 148-169.
M. VEGETTI , Ippocrate. Opere , Turín, 1965, págs. 163 y sigs.
L. UNTERSTEINER CANDIA , Ippocrate. Dell’aria, delle acque, dei luoghi. Il juramento. La Legge , Florencia, 1957.
b) Al castellano (cronológicamente ordenadas):
1.
J. SERRANO MANZANO , Tratado del ayre, de las aguas y de los lugares , Madrid, 1796. Mencionada por algunos repertorios bibliográficos, resulta imposible de localizar.
2.
Tratado de Hipócrates de los ayres, aguas y lugares , por el DOCTOR CORAY , traducido al castellano por DON FRANCISCO BONAFON , Profesor de Medicina, Madrid, 1808. Bonafon vierte en buena prosa castellana la traducción francesa, de suerte que, aun tendiendo un tanto a la paráfrasis, se le lee con gusto. En el prólogo (págs. 3-52) alude a los problemas de traducción al castellano, surgidos de que los conocimientos médicos no estaban tan adelantados, dice, como en Francia, mas, en su opinión, debe sacrificarse la elegancia en beneficio de la claridad.
3.
Colección completa de las obras del grande Hipócrates traducidas nuevamente del texto griego con los manuscritos y todas las ediciones a la vista, precedidas de un examen crítico-filosófico y comentadas estensamente (sic) por Mr. E. Littré . Versión verificada al castellano y anotada con textos de nuestros más célebres comentadores españoles por D. TOMÁS SANTERO ... Licenciado en Medicina y Cirujía... y D. RAMÓN ESTEBAN FERRANDO , Licenciado en Medicina y Cirujía... (sic) , Madrid, 1842-1843. — Nuestro tratado aparece en el t. II, junto a Medicina antigua, Pronósticos y Enfermedades agudas . Pues bien, aunque en el t. I, dedicado a traducir sin más casi todo el vol. I de Littré, se afirma haber consultado, aparte de Littré, las ediciones latinas de «Rhavenna, de Van der Linden y Foesio y las inmortales de Francisco Valles, Cristobal de Vega...» (pag. VI), se trata simplemente de una traducción del francés, realizada, además, con poco sentido crítico.
4.
«Hipócrates, De los aires, aguas y lugares ». Versión directa del griego por D. M. VÉLEZ , Revista Iberoamericama de Ciencias Médicas 1 (1899), 465-480. — Adelanta Vélez que su objetivo es «dar una traslación fiel y nimia, un Hipócrates a la castellana», sin vacilar «en emplear alguna que otra palabra desusada o nueva, y alguno que otro giro propio de las lenguas griega o latina, pero no desconocido de nuestros autores». Se atiene al texto de Kühlewein, pues tiene el de Littré por menos acertado en las elecciones textuales. No faltan pasajes en donde Vélez prefiere lecturas de V , publicado, a la sazón, por Ilberg, dando generalmente poco crédito a las traducciones latinas de nuestro escrito. Ofrece unas cuantas notas, de las que destacan algunas por su agudeza, como la dedicada al cap. 22, concretamente a la cuestión de los denominados «Anarieis» o escitas impotentes. La traducción es clara y fiel, en líneas generales.
5.
J. ALSINA , «Sobre el medio ambiente», Supl. Est. Clás . 2, 9 (1969), 323-353. — Después, con algunos retoques, en La Medicina hipocrática , Madrid, 1976, págs. 213-251, pero con el título, esta vez, de Sobre los aires, las aguas y los lugares . Dotada de bastantes notas, es, con mucho, la más filológica y fidedigna de todas.
BIBLIOGRAFÍA SELECTA
a) Problemas de lengua y unidad de la obra:
H. DILLER , Wanderarzt und Aitiologe. Studien zur hippokratischen Schrift Perì aérōn, hydátōn, tópōn , Leipzig, 1934.
L. EDELSTEIN , Perì aérōn und die Sammlung der hippokratischen Schriften , Berlín, 1931.
H. GRENSEMANN , Die hippokratische Schrift Ueber die heilige Krankheit , Berlín, 1968, págs. 7-18.
—, «Das 24 Kapitel von De aeribus, aquis, locis und die Einheit der Schrift», Hermes 107 (1979), 423-441.
F. JACOBI , «Zu Hippokrates Perì aérōn, hydátōn, tópōn », Hermes 46 (1911), 518-567.
A. RÜST , Monographie der Sprache des hippokratischen Traktates Perì aérōn, hydátōn, tópōn , Friburgo (Suiza), 1952.
W. J. VERDENIUS , «Notes on Hippocrates Air Waters Places », Mnemosyne 4, 8 (1955), 14-18.
J. WENZ , Quaestiones grammaticae ad vetustam translationem libri Hippocratis qui inscribitur perì aérōn, hydátōn, tópōn pertinentes , Marburgo, 1935.
K. ZEUGSWETTER , Die Einheit der hippokratischen Schrift Perì aérōn, hydátōn, tópōn , Viena, 1932.
b) Sobre la transmisión:
H. DILLER , Die Ueberlieferung der hippokratischen Schrift Perì aérōn, hydátōn, tópōn , Leipzig, 1932.
—, «Nochmals Ueberlieferung und Text der Schrift von der Umwelt », en Festschrift E. Kapp , Hamburgo, 1958, págs. 31-49.
K. FREUDENMANN , Beiträge zur Ueberlieferung der hippokratischen Abhandlung Perì aérōn, hydátōn, tópōn . I: Die jüngere lateinische Uebersetzung; II: Die jüngeren griechischen Handschriften , Tubinga, 1922.
J. L. HEIBERG , «Die handschriftliche Grundlage der Schrift Perì aérōn, hydátōn, tópōn », Hermes 39 (1904), 133-145.
G. HELLMANN , «Bibliographie der gedruckten Ausgaben. Uebersetzungen und Auslegungen Perì aérōn, hydátōn, tópōn », Beiträge zur Gesch. der Meteorologie 3 (1922), 6-8.
H. KÜHLEWEIN , «Zu dem Texte und den Handschriften der hippokratischen Abhandlung Ueber Wasser, Luft und Orte », Hermes 18 (1883), 353-365.
—, «Die Schrift Perì aérōn, hydátōn, tópōn in der lateinischen Uebersetzung des Cod. Parisinus 7027», Hermes 40 (1905), 248-274.
M. ULLMANN , «Galens Kommentar zu der Schrift De aere, aquis, locis », en Corpus Hippocraticum , Mons, 1977, págs. 353-365.
TEXTO UTILIZADO
Hemos seguido la edición de Diller ya mencionada (Ueber die Umwelt , Berlín, 1970), donde el gran conocedor de los problemas de transmisión del texto, se muestra demasiado proclive, a nuestro entender, a secluir, añadir conjeturas y preferir lecturas no atestiguadas por los manuscritos griegos. Damos una lista de los pasajes en donde, a nuestro juicio, no es preciso enmendar los manuscritos ni aceptar conjeturas. Nos referimos siempre a la paginación y distribución de Diller. Por nuestro lado, hemos tenido siempre en cuenta las ediciones de Heiberg, Littré y Jones, al inclinarnos por una determinada lectura.
Asi, creemos innecesarias las conjeturas o añadidos en: 26, 11 y 19; 30, 18; 32, 4; 40, 16, 17, 19 y 26; 42, 4; 44, 12 y 26; 46, 6; 54, 4; 58, 14 y 20; 62, 6 y 9; 66, 7 y 12; 70, 15, y 76, 11. Sobran las seclusiones en: 33, 11-12; 42, 3; 46, 15; 48, 1, 6 y 7-8; 54, 1; 56, 16 y 19; 58, 15 y 19; 70, 7 y 74, 12.
JUAN ANTONIO LÓPEZ FÉREZ
1 R. JOLY , Le niveau de la science hippocratique , París, 1966, página 180. Sobre el carácter auténtico del escrito, cf. Tratados hipocráticos , B.C.G., vol., I, Madrid, 1983, págs. 222-223. Aparte de los autores allí mencionados, lo tienen por auténtico: K. DEICHGRÄBER , Die Epidemien und das Corpus Hippocraticum , Berlín, 1933, pág. 163 (junto a Epidemias I y III, II, IV y VI, Sobre los humores, Sobre el dispensario médico, Instrumentos de reducción, Pronóstico, Sobre las fracturas, Sobre las articulaciones, Sobre la naturaleza del hombre, Sobre la enfermedad sagrada y, quizá, Epidemias V y VII), y M. POHLENZ , Hippokrates und die Begründung der wissenschaftlichen Medizin , Berlín, 1938, págs. 79-80 (al lado de Sobre la enfermedad sagrada, Pronóstico, Epidemias I y III y, probablemente, Sobre las fracturas y Sobre las articulaciones) .
2 POHLENZ , op. cit ., pág. 3.
3 W. H. S. JONES , Hippocrates , vol. I, Londres, 1972 (= 1923), página XXI.
4 Oeuvres complètes d’Hippocrate , 10 vols., París, 1839-1861, volumen II (1840), pág. 1.
5 Wanderarzt und Aitiologe. Stundien zur hippokratischen Schrift Perì aérōn, hydátōn, tópōn , Leipzig, 1934, pág. 41.
6 Así lo reconoce el propio L. EDELSTEIN , Perì aérōn und die Sammlung der hippokratischen Schriften , Berlín, 1931, págs. 52 y sigs.
7 Cf. L. BOURGEY , Observation et expérience chez les médecins de la Collection Hippocratique , París, 1953, pág. 158, destacó en varios pasajes las profundas concordancias de Aforismos y Epidemias I y III con el tratado que estudiamos.
8 U. VON WILAMOWITZ -MOELLENDORF , Die hippokratische Schrift Perì hirês noúsou , Berlín, 1901, págs. 16 y sigs., recogido en Kleine Schriften , III, Berlín, 1969, págs. 278-302. Además, O. REGENBOGEN , Symbola Hippocratea , Berlín, 1914, págs. 24 y sigs.; M. WELLMANN , «Die Schrift Perì hirês noúsou des Corpus Hippocraticum », Sudhoffs Arch. Gesch. Mediz . 22 (1929), 290 ss., y DEICHGRÄBER , Die Epidemien.. ., págs. 122 y sigs., piensan que el autor de ambos escritos es el mismo. En cambio, EDELSTEIN , Perì aérōn.. ., pág. 181, no está de acuerdo con tal postulado, siguiendo una actitud ya adoptada por C. FRIEDRICH , Hippokratische Untersuchungen , Berlín, 1899, pág. 32. Por su lado, DILLER , Wanderarzt.. ., pág. 94, sostiene que el autor de Sobre la enfermedad sagrada y de Sobre los aires, aguas y lugares es la misma persona por razones de estilo y contenido. En ambos escritos, dice, los datos empíricos están claramente subordinados al sistema teórico que los abarca. Y añade (pág. 100) que Sobre la enfermedad sagrada sería algo más antigua que la obra que estudiamos. BOURGEY , Observation.. ., pág. 76, advirtió que, frente a Sobre la enfermedad sagrada , donde aparece un sentimiento religioso real, nuestra obra muestra una concepción más burda de la divinidad. La religión resulta aquí un mero intercambio de bienes materiales, un do ut des , entre los hombres y los dioses. Por tal motivo, H. HEINIMANN , Nomos und Physis (Herkunft und Bedeutung einer Antithese im griechischen Denken des 5 Jahrhunderts) , Basilea, 1945, págs. 170 y sigs., concluye que Sobre la enfermedad sagrada es veinte años posterior a nuestro libro. Citamos según Tratados hipocráticos , vol. I, de esta colección.
9 Esta teoría aparece también en Sobre la generación 8.
10 Cf. HEINIMANN , Nomos.. ., págs. 170 y sigs.
11 Cf. H. GRENSEMANN , Die hippokratische Schrift Ueber die heilige Krankheit , Berlín, 1968, págs. 7-18, atribuye ambos escritos al mismo autor.
12 Dedica a la cuestión el cap. II de Perì aérōn.. ., recogido en Ancient Medicine, Selected Papers of L. Edelstein , ed. O. y C. L. TEMKIN , Baltimore, 1967, págs. 65-85.
13 Cf. E. LITTRÉ , Oeuvres complètes d’Hippocrate , vol. I, París, 1961 (= 1839), pág. 451; CH . DAREMBERG , Oeuvres choisies d’Hippocrate , París, 1855, págs. 121-122; y, antes que nadie, F. ERMERINS , De Hippocratis doctrina a prognostice oriunda , Leiden, 1832.
14 La medicina hipocrática , Madrid, 1970, pág. 243.
15 Nada importante para la cuestión, a pesar de tan sugerente título, se nos muestra el trabajo de L. VON BRUNN , «Hippokrates und die meteorologische Medizin», Gesnerus 3 (1946), 151-192, y 4 (1947), 65-85.
16 Cf. E. D. PHILIPPS , Greek Medicine , Londres, 1973, págs. 32 y 36-7.
17 Cf. PLATÓN , Leyes V 747 d; ARISTÓTELES , Política VII 1327b23-38; Problemas I 8-12 (859b21 ss.) y 19-20 (861b ss.). En el citado pasaje de la Política , el estagirita distingue tres clases: países fríos y pueblos de Europa, con gentes valientes, pero un tanto insuficientes en inteligencia y arte; pueblos asiáticos, inteligentes y artistas, pero que viven en permanente esclavitud; y, por último, los griegos, que participan de los dos grupos anteriores y están en medio de ellos en el aspecto geográfico: son hombres valerosos e inteligentes, libres y capaces de gobernar a toda la humanidad.
18 Cf., en esta misma colección, Tratados hipocráticos , págs. 32 y sigs. de la Introducción de C. GARCÍA GUAL .— El «del todo» (toû hólou) de 270c ha sido muy discutido. Los partidarios de entenderlo como «todo el cuerpo» tienen a su favor que, en 265a-266b, estaba aplicándose el método dialéctico. Afirman, además, que no hay alusión alguna a la medicina cosmológica ni ambiental, y que el término «meteorología» debe entenderse como «discursos elevados». Por el contrario, los defensores de referir «del todo» al universo entero se apoyan en que Platón venía hablando, hasta ese momento, de la meteorología o cosmología de Anaxágoras, de donde puede deducirse, dicen, que, al igual que acontece con la retórica, una medicina que se precie no puede alcanzar sus fines sin tener en cuenta la cosmología. Por todo ello, deducen que «del todo» ha de apuntar al universo, sin cuyo conocimiento tampoco puede estudiarse el cuerpo.
19 «The genuine works of Hippocrates», Amer. Journ. of Philol . 61 (1940), 221-229, ahora en Ancient Medicine.. ., págs. 133 y sigs.
20 «The hippocratic Question», Class. Quarter . 25 (1975), 171-192, especialmente, 174.
21 The hippocratic Tradition , Ithaca-Londres, 1979, págs. 44 y sigs.
22 En Fedro 270b leemos que, «sin la división, tanto la retórica como la medicina se quedarían en simple rutina y experiencia (tribḕ kaì empeiría) , en vez de ciencia (téchnē) ».
23 «Plato and the Method of Hippocrates», Greek Rom. and Byz. Stud . 21, 4 (1980) 341-362. Hace más de un siglo Ermerins llegó ya a la misma idea, precisamente en 1839. Además, POHLENZ dedicó buena parte de su trabajo de 1938 (Hippokrates...) a apoyar la tesis del influjo de las fuerzas naturales sobre la constitución física y las formas del cuerpo.
24 Sobre la influencia de las fuerzas naturales en la constitución física, véase E. C. EVANS , Physiognomics in the ancient world , Filadelfia, 1969, págs. 19 y sigs.
25 «Plato...», 352 ss. Recordemos que en Fedro 270c dice Sócrates que todas las grandes artes andan necesitadas de «conversación ingeniosa y estudio respecto a la naturaleza» (adoleschías kaì meteōrologías phýseōs péri) . Realmente, «meteorología», más que interpretarse como «discurso o estudios elevados», debe entenderse como estudio de los fenómenos celestes. Para todo esto, cf. n. 9 de la traducción.
26 Cf. J. A. LÓPEZ FÉREZ , «La etiología democritea y su influjo en el Corpus Hippocraticum », Est. Clás . 18 (1974), 347-356.
27 Wanderarzt.. ., pág. 46. Además, nuestro tratado está en la misma línea democritea de atribuirlo todo a causas precisas y de sostener que nada acontece sin motivo. Este punto es importante a la hora de fechar el escrito que estudiamos, toda vez que Demócrito fue el primero en formular taxativamente la ley de causalidad.
28 K. E. MÜLLER , Geschichte der antiken Ethnographie und ethnologischen Theorienbildung. Von den Anfängen bis auf die byzantinischen Historiographen , vol. I, Wiesbaden, 1972, págs. 137-144, es de la opinión de que Hipócrates visitó las costas del Mar Negro y viajó mucho por Oriente, pero desconoció todo el Occidente. Otros estudios anteriores sobre la cuestión son los de R. PÖHLMANN , Hellenische Anschauungen über den Zusammenhang zwischen Natur und Geschichte , Leipzig, 1879, págs. 10 y sigs., y K. TRÜDINGER , Studien zur Geschichte der griechisch-römischen Ethnographie , Basilea, 1918, págs. 37 y sigs. Por su parte, G. JACOBI vio en el autor de nuestro escrito al padre de la geografía médica. Así lo expuso en sus Geographischen Beobachtungen und Anschauungen im Corpus Hippocraticum , Jena, 1928, página 61, y, asimismo, en su traducción Perì aérōn, hydátōn, tópōn. Das goldene Buch des Hippokrates. Eine medizinische Geographie aus dem Altertum , Stuttgart, 1930.
29 Griechische Denker , vol. I, Leipzig, 1896, pág. 250.
30 Cf. W. BACKHAUS , «Der Hellenen-Barbaren-Gegensatz und die hippokratische Schrift Perì aérōn, hydátōn, tópōn », Historia 25 (1976), 170-185, esp. 184-185.
31 Cf. BACKHAUS , ibid ., pág. 184.
32 Evidentemente, se advierte ese paralelo en Sobre los aires 17 y HERÓDOTO , IV, 46, 114, 116 y 117.
33 Nomos.. ., págs. 173 y sigs.
34 Sobre los aires 12, y HERÓDOTO , I 142 y III 106. Sin embargo, el planteamiento no es el mismo: el hipocrático nos habla del influjo del clima y la tierra sobre los habitantes; Heródoto, en cambio, no saca conclusiones de ese tipo.
35 Piensan que tenemos dos escritos diferentes, pero del mismo autor; C. FRIEDRICH , Hippokratische.. ., pág. 32, y WILAMOWITZ , Kleine Schriften.. ., pág. 295. EDELSTEIN dedica gran parte de su Perí aérōn.. . a defender la tesis de que ambas partes proceden de autores distintos, y, concretamente, la primera parte sería un escrito de carácter pronóstico (cf. págs. 4 y sigs., 60 y 88). BOURGEY (Observation.. ., pág. 58) insiste en que «es importante destacar la unidad de la obra». Puntualiza que, si es cierto que las consideraciones morales y sociales aparecen también en la primera parte, es en la segunda donde se precisa la influencia de los factores físicos sobre los individuos.
36 Perí aéron.. ., págs. 35 y sigs.. Parte de una cita de ATENEO , Banquete de los Sofistas II 46B.
37 DILLER , Wanderarzt.. ., págs. 27 y sigs., expone las coincidencias, en forma y contenido, de las dos partes, aunque se inclina por pensar que los caps. 12-24 forman un escrito aparte, porque las advertencias dirigidas a un médico cuando llega a una ciudad desconocida y el examen de las peculiaridades geográficas y étnicas no tienen, según él, nada en común, ni en forma ni en objetivos. En todo caso, dice, si se trata de escritos diferentes, pueden proceder del mismo autor y haber tenido la misma tradición literaria. M. POHLENZ , Hippokrates.. ., págs. 25-29, acepta dos unidades literarias (A, caps. 1-11, y B, capítulos 12-24), pero un solo autor. Señala la presencia de los mismos elementos básicos (cambios de las estaciones, orientación del lugar y propiedades de las aguas) en ambas partes. Afirma que «no hay ninguna duda de que A y B han sido escritas por el mismo hombre, un médico que, con su mirada científica, no sólo abarca el círculo muy próximo de sus pacientes, sino que mide, palmo a palmo, toda la tierra habitada y, por supuesto, el cosmos» (pág. 29). Así, según Pohlenz, si el objetivo de A era «mundo circunstante y estado de salud», el de B vendría a ser «mundo circundante y población».
38 Nomos.. ., pág. 197. Insiste, no obstante, en la unidad de la obra, partiendo de los rasgos estilísticos arcaicos que la caracterizan: cambios repentinos de sujeto, prolepsis de las subordinadas, especialmente de las interrogativas indirectas; paréntesis con gár; uso abundante de demostrativos, etc. Todas esas notas estilísticas aparecen uniformemente distribuidas por todo el escrito que estudiamos. Precisamente, añadimos nosotros, tales rasgos de estilo arcaico, sólo a medias es dado verterlos al castellano.
39 WILAMOWITZ , «Die hippokratische...», en Kleine Schriften.. ., páginas 295 y sigs., cree que el cap. 24 sería un añadido posterior. Por su parte, F. JACOBI , «Zu Hippokrates Perí aéron, hydátōn, tópōn », Hermes 46 (1911), 518 ss., opina que tal capítulo procedería de una interpolación prearistotélica. DILLER , Wanderarzt.. ., pág. 106, piensa que el autor de la segunda parte ha utilizado la primera y, además. Sobre la enfermedad sagrada , especialmente en lo relativo a la ley de causalidad. El autor de los caps. 12-24 habría conocido, según Diller, la obra de algún escritor del círculo de Demócrito, en todo lo concerniente a la teoría de la causalidad y la psicología de los pueblos. Diller daría como título a esos capítulos: «Causas sobre Asia y Europa y sus pueblos» (pág. 53). Por el contrario, POHLENZ , Hippokrates.. ., págs. 25 y sigs., sostiene que las especulaciones etiológicas, aun tomando carta de naturaleza a partir de Demócrito, se remontan hasta mucho antes del abderita. La segunda parte de nuestro escrito, no obstante, sería algo posterior a la primera, dice, y resultado de un viaje de estudios por el Ponto (Mar Negro) efectuado por quien la escribiera (pág. 30).
40 «Das 24 Kapitel von De aeribus, aquis, locis und die Einheit der Schrift», Hermes 107 (1979), 423-441.
41 Observation.. ., pág. 36.
42 Nomos.. ., pág. 209. WILAMOWITZ , Die hippokratische.. ., fechó nuestro escrito en la época de Pericles, por el tratamiento dado a la oposición griegos / bárbaros, y por la postura orgullosa adoptada por el autor. Cf., también, POHLENZ , Hippokrates.. ., pág. 45.
43 Wanderarzt , pág. 124.
44 Para la cuestión, véanse las páginas introductorias (7-17) de DILLER , Ueber die Umwelt (De aere, aquis, locis) . Corpus Medicorum Graecorum, I, 1, 2, Berlín, 1970.
45 «Zur Ueberlieferung des Hippokratischen Corpus », Rh. Museum 42 (1887), 436 ss.
46 Hippocratis de aere aquis locis , Bonn, 1911 (19292 ).
47 Hippocratis opera , Corpus Medicorum Graecorum, I, 1, Leipzig, 1927, págs. 56-78.
48 Die Ueberlieferung der hippokratischen Schrift Perì aérōn, hydátōn, tópōn , Leipzig, 1932.
49 Ueber die Umwelt , págs. 7 y sigs.
50 Hippocratis Coi de aere aquis locis libellus. Eiusdem de flatibus graece et latine, Iano Cornario interprete , Basilea, 1529.
51 Había sido estudiada por J. BRINCKMANN , Vetusta Hippocratici libri Perí aérōn, hydátōn, tópōn inscripti versio latina ad codicum fidem recensita , Münster, 1922. Además, H. DILLER , «Ueberlieferung und Text der Schrift von der Umwetl », en Festschrift E. Kapp , Hamburgo, 1958, págs. 31-49, puntualiza que esta versión, que bien pudiera haber sido realizada en el siglo V , no ha sufrido los efectos propios de la transliteración, ni trastorno alguno en la paginación de sus folios.
52 M. ULLMANN , «Galens Kommentar zu der Schrift De aere, aquis, locis », en Corpus Hippocraticum , Mons, 1977, págs. 353-365, nos cuenta que el texto griego de ese comentario se perdió, aunque conservamos varias citas en Oribasio (siglo IV a. C.). En el siglo IX fue traducido al sirio, pero esta traducción no nos ha llegado. Tampoco se nos ha conservado la traducción del sirio al árabe, efectuada, en el siglo IX también, por HUBAIS IBN AL -HASAN . Posteriormente, en el siglo XII , fue vertida del árabe al hebreo. Precisamente una traducción alemana de la versión hebrea, conservada en un códice del siglo XV , fue utilizada por Diller en su edición de 1970. Asimismo, en fecha imprecisa, a partir del árabe se realizó una versión latina, la única que pudo manejar J. ILBERG en «Ueber die Schriftstellerei des Klaudios Galenos I», Rhein. Museum 44 (1889), 207-239. Esta versión latina, recogida en doce códices de los siglos XII-XIV , empezó a ser editada con las obras de Galeno a partir de 1600.
53 Galeno habría dedicado cuatro libros a comentar, respectivamente, los caps. 1-6, 7-9, 10-11 y 12-24. Cf. ULLMANN , «Galens...», pág. 362.
54 Hippocratis quae feruntur opera omnia , vols. I-II, Leipzig, 1894-1895. Nuestro escrito está en el vol. I, págs. 31-71.
55 Cf. ULLMANN , «Galens...», págs. 362-364.