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CALÍMACO
Se considera habitualmente al poeta bibliotecario de Alejandría como el fundador del género paradoxográfico y, de hecho, aparece asociada a su nombre la primera obra conocida dedicada íntegramente a tratar de mirabilia 1 . Sin duda alguna, su imponente obra de catalogación, que se concretó en los Pínakes, debió de ejercer una profunda influencia a la hora de captar el interés de Calímaco hacia noticias y anécdotas de todas clases, al tiempo que le permitía una tarea de consulta relativamente fácil de los cuantiosos fondos que la Biblioteca había conseguido reunir. Los títulos de sus obras que han llegado hasta nosotros ponen de manifiesto la amplitud de sus intereses, que abarcaban casi todos las áreas del saber y afectaban incluso a campos hasta entonces descuidados o apenas incluidos dentro de los curricula tradicionales. Títulos tales como Costumbres bárbaras, Sobre los juegos, Sobre los ríos del mundo habitado, Sobre fundaciones y cambios de nombre de islas o Acerca de las Ninfas, testimonian a las claras la abnegada dedicación de Calímaco a recolectar informaciones curiosas procedentes de toda clase de obras, desde las más estrictamente científicas o geográficas hasta los repertorios mitológicos o las puramente históricas. La amplia gama de saberes en la que pudo ejercitarse la curiosidad infinita de Calímaco se pone de manifiesto cuando ni siquiera los tratados de cocina quedaron relegados y fueron también objeto de su labor selectiva y catalogadora 2 .
Su contacto directo y cotidiano con los libros tuvo sin duda una influencia decisiva en su forma de ver el mundo y, por tanto, de hacer un determinado tipo de literatura. Era del todo impensable que el recorrido casi vertiginoso por las apretadas líneas de los rollos de papiro que su actividad catalogadora le obligaba a desenrollar no le condujera de forma irremisible por los caminos de la erudición obsesiva y la fascinación absoluta por todo tipo de singularidades y aberraciones que iban apareciendo ante sus ojos. Calímaco las fue recogiendo y anotando, a veces de forma apresurada, para convertirlas en un catálogo de maravillas y curiosidades, que, tal y como ha señalado con agudeza Christian Jacob, se encuentra más próximo de lo que sería la moderna «base de datos» que de lo que podría considerarse con toda justicia un libro estructurado 3 . Es sorprendente además, que Calímaco, a diferencia del resto de los estudiosos del Museo, no editara o comentara los poemas homéricos a pesar del estrecho conocimiento que demuestra de los mismos en toda su poesía. Su tiempo, por tanto, parece que fue enteramente absorbido por su dedicación incansable a la recolección de noticias y aspectos curiosos, que fueron plasmándose en sus obras antes mencionadas y, en especial, en su colección de mirabilia.
Su obra estrictamente paradoxográfica parece que llevaba por título Colección de maravillas de toda la tierra clasificadas por lugares, y se hallaba dividida por regiones, abarcando todo el orbe habitado. Las diferentes secciones en que la obra se hallaba dividida seguían un determinado orden geográfico, y en el interior de cada una de ellas debía de imponerse una división por argumentos (Sobre fuentes, ríos y lagunas; Sobre los seres vivos, sobre las plantas....) 4 . Destacaba, al parecer, la sección correspondiente a las aguas, que en el origen del género fue el punto focal de atención de los paradoxógrafos. En su compilación de noticias de esta clase, Calímaco utilizó un número considerable de fuentes que iban desde autores como Aristóteles y Teofrasto, en los que en principio primaba el interés científico, a historiadores como Teopompo, Ctesias o Lico de Regio, en cuyas obras se había deslizado ya una gran cantidad de noticias de esta clase 5 . Con ello se trataba de otorgar credibilidad a una obra cuyo contenido podría prestarse a toda clase de especulaciones en sentido contrario. De esta forma la certificación de las fuentes avalaba la legitimidad de la noticia y respondía al tiempo al principio de conducta proclamado por el poeta de que nada que no fuera verdad podía ser objeto de su atención 6 . Calímaco daba, sin duda, pábulo a su típica curiosidad con una obra de estas características, sumido todavía dentro de la estela de los peripatéticos, pero, al mismo tiempo, construía un nuevo tipo de literatura que servía de entretenimiento y distracción a un público más amplio cuyos intereses se alejaban ya de forma considerable de los principios esenciales que habían presidido la investigación peripatética 7 .
La mayor parte de los cincuenta fragmentos que han llegado hasta nosotros se conservan en la obra de Antígono de Caristo (véase más adelante), quien pudo incluso haber utilizado la obra de Calímaco no de forma directa sino a través de alguna selección y resumen posterior. El carácter voluminoso de la obra original y el aparente descuido con que aparecen los fragmentos en la obra de Antígono abogan por esta última tesis 8 .
En definitiva, la obra paradoxográfica de Calímaco es, como ha señalado acertadamente Fraser, la aplicación a una esfera diferente de los mismos principios que subyacen en su obra «pinacográfica», dando entera preponderancia a aquellos temas o motivos sensacionalistas o de carácter excepcional 9 . Su obra en este terreno sirvió de inspiración a otras que buscaron imitarle y, sin ninguna duda, contribuyó a acrecentar el interés en todos los fenómenos extraños, tanto en el terreno puramente humano como en el natural, que se impuso en toda la literatura del período y en buena parte de las épocas posteriores.
SOBRE LAS MARA VILLAS DE TODAS CLASES REUNIDAS POR LUGARES (?)
TESTIMONIOS
1 a LÉXICO SUDA s.v. Calímaco: Colección de maravillas de toda la tierra reunidas por lugares.
b) Ibid. : Sobre las maravillas y curiosidades del Peloponeso e Italia.
2 ANTÍGONO , Mirabilia 129 : También Calímaco de Cirene ha llevado a cabo una selección de los fenómenos extraños.
3 ESTEBAN DE BIZANCIO , s.v. Cranón = Frag. 7.
FRAGMENTOS
POR REGIONES
A) Sobre las maravillas y curiosidades de Grecia:
1 ANTÍG., Mir. 138.
2 ANTÍG., Mir. 142.
3 ANTÍG., Mir. 143.
4 ANTÍG., Mir. 148.
5 ANTÍG., Mir. 164.
6 ANTÍG., Mir. 170.
7 ESTEBAN DE BIZANCIO, s.v. Cranón: ciudad de Tesalia... (hay también otra ciudad de Atamania) llamada así por Cranón 10 el hijo de Pelasgo. Se dice que en ésta había únicamente dos cuervos, según Calímaco en su libro sobre maravillas y Teopompo. Y cuando hacen salir del cascarón otra pollada, tras dejar un número igual de crías se marchan.
B) Sobre las maravillas y curiosidades del Peloponeso:
8 ANTÍG., Mir. 137.
9 ANTÍG., Mir. 153.
10 ANTÍG., Mir. 158.
11 ANTÍG., Mir. 163.
C) Sobre las maravillas y curiosidades de Tracia:
12 ANTÍG., Mir. 129, 1-2.
13 ANTÍG., Mir. 131.
14 ANTÍG., Mir. 136.
15 ANTÍG., Mir. 141.
16 ANTÍG., Mir. 147.
17 ANTÍG., Mir. 168.
D) Sobre las maravillas y curiosidades de Italia:
18 ANTÍG., Mir. 130.
19 ANTÍG., Mir. 133, 1-3.
20 ANTÍG., Mir. 134.
21 ANTÍG., Mir. 139, 1-3.
22 ANTÍG., Mir. 140, 1 y ss.
23 ANTÍG., Mir. 154.
24 ANTÍG., Mir. 155 (?).
25 ANTÍG., Mir. 159.
26 ANTÍG., Mir. 172.
27 ANTÍG., Mir. 173.
E) Sobre las maravillas y curiosidades de Libia
28 ANTÍG., Mir. 144.
29 ANTÍG., Mir. 145.
30 ESTEBAN DE BIZANCIO , s. v. Tebas: ... Calímaco afirma que en la Tebas de Egipto hay una gruta que todos los días se llena de viento, pero los días treinta no sopla en absoluto.
F) Sobre las maravillas y curiosidades de Asia:
31 ANTÍG., Mir. 132.
32 ANTÍG., Mir. 135, 1 y ss.
33 ANTÍG., Mir. 146.
34 ANTÍG., Mir. 149.
35 ANTÍG., Mir. 150, 1 y ss.
36 ANTÍG., Mir. 151.
37 ANTÍG., Mir. 152 a.
38 ANTÍG., Mir. 156.
39 ANTÍG., Mir. 157.
40 ANTÍG., Mir. 160.
41 ANTÍG., Mir. 161, 1.
42 ANTÍG., Mir. 162.
43 ANTÍG., Mir. 165.
44 ANTÍG., Mir. 166.
45 ANTÍG., Mir. 171, 1.
46 PLINIO, N. H. XXXI, 9...: (en la isla Enaria 11 se curan los cálculos)... de la misma forma... también en Frigia en el río Galo, Calímaco lo afirma; pero allí, al beber, es necesaria la mesura para no volverse loco.
(X) De localización incierta:
47 PARADOXÓGRAFO PALATINO 15.
48 = ANTÍG ., Mir. 169, 1.
Dudosos:
(49) a) Escolio a NICANDRO, Alexiphármaka 611: «serpientes de las que siempre arrastran su lomo».
b) ELIANO, Historia de los animales IX, 27: Calímaco cuenta que en Traquis crece un árbol que dicen tejo y, si los animales reptantes se acercan a él y lo tocan mueren.
De género:
a) Sobre ríos, fuentes y lagunas: Frags. 1-5, 8-16, 18-25, 28, 29, 31-43, 46, 47.
b) Sobre animales: Frags. 7, 26, 27.
c) Sobre plantas: Frags. 48.
d) Sobre lugares: Frags. 6, 30, 45.
e) Sobre piedras: Frag. 17.
f) Sobre el fuego: Frag. 44.
1 Esa es la opinión de K. Ziegler, que considera las obras de los posibles precursores como obras espurias. Ésa es también la opinión de HERTER en el artículo correspondiente al poeta en PAULY -WISOWA (RE V Suppl., col. 403). Por su parte, WESTERMANN , en su edición de los Paradoxógrafos , se mostraba mucho más cauteloso sugiriendo la posibilidad de que ya ARISTÓTELES , ÉFORO o TEOPOMPO hubiesen dado carta de ley a las obras de esta clase con algunos de sus escritos.
2 R. PFEIFFER , The History of the Classical Scholarship. From the Beginnings to the Hellenistic Age = Historia de la filología clásica , I, [trad. J. VICUÑA y M.a R. LAFUENTE ] Madrid, 1981. pág. 241.
3 CH . JACOB , «Callimaque: un poète dans le labyrinthe», en CH . JACOB y F. DE POLIGNAC , Alexandrie III siècle av. J -C , París, 1992, págs. 100-112.
4 GIANNINI , «Studi sulla paradossografia greca II», pág. 106.
5 Sobre su empleo de Timeo, a cuya obra quizá tuvo acceso el poeta alejandrino pero cuya deuda con él resulta altamente problemática, véase P. M. FRASER , Ptolemaic Alexandria , Oxford, 3 vols., 1972, págs. 764 y ss.
6 Nos referimos a la célebre máxima calimaquea del amártyron oudèn aeídō (todo lo que cuenta es verdad porque está bien atestiguado).
7 Se ha señalado por parte de GIANNINI la comunidad de intereses con Heródoto, autor que fue tenido como modelo por el poeta alejandrino.
8 GIANNINI , art. cit, pág. 106.
9 FRASER , op. cit. , pág. 454.
10 Hijo de Pelasgo que resultó muerto cuando trataba de conseguir la mano de Hipodamía.
11 Isla al norte del golfo de Nápoles.