Читать книгу Antiaging natural - Victoria Baras - Страница 7
Introducción
ОглавлениеLa voz de la locutora se oía desde la cocina; dejé en suspenso la tapa de la olla y no pude evitar esbozar una sonrisa: «Un joven de 40 años, decía, ha protagonizado un incidente…». Lo de menos era el incidente; lo que me pareció sorprendente fue que un hombre de 40 años fuera calificado de «joven» por la presentadora de un telediario. ¿No es una maravilla? ¡A los cuarenta, la edad de «no te mojes la barriga», resulta que somos jóvenes! Es cierto, algunos hijos de mis amigos a los 30 años siguen en casa estudiando un máster, tratando de salir de la categoría de mileurista desesperado por hallar vivienda propia. Y si a los 30 estudiantes, a los 40 jóvenes. Tiene su lógica. En fin, éste no es un libro-denuncia para jóvenes de 30 ni de 40, sino para gente que a esa edad ya se consideraba adulta y que ahora se acerca a la mitad de su vida, lo que yo denomino «El SegundoTiempo», por jugar con la deportiva imagen de la vida como un match.
Yo he cruzado esta frontera. Ya estoy en el Segundo Tiempo. La mayoría de mis pacientes también. Soy terapeuta y nutrióloga y me he especializado en nutrición antiaging, envejecimiento y menopausia. Por esas cosas de la vida, mi clientela ha ido formándose poco a poco por personas que frisan la cincuentena: muchas mujeres en el umbral del climaterio buscando orientación no medicalizada como alternativa a la menopausia vivida como «enfermedad carencial»; mucho hombre de negocios quemado sin saber que la alimentación y cuatro consejos podrían ayudarle a manejar su estrés. Muchos adultos-niño que, sintiéndose jóvenes y vibrantes, se negaban a aceptar que el cuerpo les impusiera limitaciones; muchos más que, sin poder señalar una causa física concreta, se sentían incapaces de seguir con su vida diaria o de emprender nuevos derroteros. Todos tenían algo en común y también conmigo: estaban envejeciendo y el envejecimiento comporta cambios físicos, mentales y hormonales que lo explican todo. Pero ellos no lo sabían. No sabían que el desinterés sexual por su pareja, el olvidar continuamente las llaves del coche, la creciente e inexplicable sensación de tristeza o irritabilidad, la dificultad para conciliar el sueño son signos de envejecimiento celular, al igual que el crujir de las articulaciones, las sombras azuladas en las piernas o la opacidad de la piel del rostro, trastornos que pueden ser remediados (¡y prevenidos!) con un buen Protocolo Antiaging Natural.
Este libro viene a ayudarnos, a proveernos de mucha información sobre el proceso de envejecer y también, sobre todo, lo que podemos hacer para vivir esta etapa vital con buen humor, sintiéndonos bien, protegiéndonos de problemas de salud evitables, nutriendo nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Propone un pacto con nosotros mismos, un compromiso de cuidarnos y hacer lo que esté en nuestras manos para que el SegundoTiempo sea tiempo de plenitud. El propósito de este libro es ofrecer una guía práctica de cómo seguir un Protocolo Antiaging Natural de forma amena y didáctica, y también con conciencia.
El concepto antiaging apareció como tantas otras cosas en Estados Unidos, proponiendo ralentizar el envejecimiento biológico respecto a la edad cronológica. Sabemos que es normal que el hombre, a partir de cierta edad, pierda masa muscular y acumule grasa; sabemos que es natural que la mujer se desmineralice; pero, ¿es eso deseable? ¿Que sea natural lo convierte en irremediable? Los tratamientos hormonales sustitutivos restauraron los niveles de testosterona en el hombre y éste recuperó sus bíceps; repusieron los niveles estrogénicos a la mujer y cesaron las fracturas de cadera. Sin embargo, los tratamientos hormonales no están exentos de riesgo.
La propuesta de seguir un Protocolo Antiaging Natural es utilizar nutrientes y sustancias naturales, tanto incorporados a la dieta como en forma de complementos, al tiempo que revisamos conceptos y estilos de vida que han demostrado ser potentísimas fuentes de bienestar y longevidad. Cosas que pueden parecernos tontas o que damos por sentado que son normales para todo el mundo, como la amistad o el dormir, se han revelado en estudios científicos más poderosas que cualquier droga de laboratorio. Ha sido para mí un verdadero placer repasar las fichas de mis pacientes, sus historias cotidianas, y constatar una y otra vez cómo sus mejorías han venido asociadas a un cambio en la alimentación, una asunción de su papel de líderes de su propia vida, una mejor gestión del estrés o una reorganización de sus prioridades y de su tiempo libre. Todas estas experiencias se reúnen en esta obra que he dividido en cuatro partes.
En la primera parte se da un repaso a todo el organismo, desde la piel hasta el sistema inmune, pasando por huesos y articulaciones, circulación, libido, memoria, neurotransmisores… En fin, todos los órganos y sistemas (como si realmente fuera posible separar el ser humano en parcelitas estancas, ¡que no lo es!). Cada capítulo explica cómo envejece cada uno de estos sistemas, aconseja medidas a adoptar para mejorar los síntomas y propone como solución los alimentos y nutrientes con los que podemos apoyar la restauración y revitalización de esa zona, teniendo siempre en cuenta que no se trata de medicamentos y, por tanto, no persiguen curar enfermedades, sino prevenir y paliar los efectos del envejecimiento a base de regenerar y fortalecer.
La segunda parte se titula «Los aceleradores del envejecimiento». Vale la pena conocerlos y evitarlos, pues son los cimientos sobre los que se sostienen multitud de trastornos y procesos degenerativos asociados a la edad. La tercera parte, «Los pilares de la salud y la longevidad», son las bases que sustentan la fortaleza y la belleza de un organismo sano.
Por último, en «El ritual de iniciación», explico cómo iniciar el protocolo durante un fin de semana especial, trufadito de imágenes sugerentes, verdadero punto de inflexión psicológicamente necesario para reunir toda nuestra fuerza de voluntad para abordar los cambios propuestos superando la pereza y la inercia. El título de esta cuarta parte del libro bien merece una explicación.
Antiguamente, la sociedad estaba organizada en pequeñas tribus o clanes. Disponían de una gran diversidad de ritos de paso para indicar que el individuo entraba en una etapa de la vida y dejaba otra atrás. Los niños iban a cazar o a tener experiencias espirituales —según la etnia y la tradición cultural— y regresaban hombres. Las niñas se convertían en doncellas en grandes fiestas; la mujer entraba en una categoría superior al casarse y tener hijos y, más tarde, alcanzaba la consideración de mujer de sabiduría. La cultura maya ha dejado una preciosa información al respecto. Los ancianos eran investidos como consejeros de la tribu, respetados y escuchados. En nuestra época, todo esto es difuso; hemos conservado las novias vestidas de blanco, tules y frufrú, y poco más, pues debido a la secularización de nuestra sociedad, la primera comunión ya no celebra el entrar en posesión del uso de razón como antaño.
Cuando un adulto se plantea iniciar un tratamiento antiaging, frecuentemente se halla en una etapa de su vida muy especial, toma conciencia de haber alcanzado la madurez, y la vejez no le parece ya algo tan lejano y ajeno, pues sus primeros signos, cualesquiera que sean, han entrado ya a formar parte de su vida. En este sentido, cumplir los 50 es alcanzar un hito, es llegar al Segundo Tiempo del partido de nuestra vida. Así, iniciar un Protocolo de Antiaging Natural como el que aquí se propone se convierte en una toma de conciencia y de decisión de cuidarse, de convertir la necesidad en virtud, como reza el dicho, en la seguridad de que el Segundo Tiempo va a ser el de la plenitud y sería bueno vivirlo encontrándonos bien, con salud y energía. Tal decisión y compromiso con uno mismo implicará sin duda la revisión de conceptos, una nueva priorización de valores y, probablemente, la introducción de cambios en nuestros hábitos. En este sentido, la propuesta de la cuarta parte de mi obra es una visión un tanto innovadora y cariñosa que viene avalada por el éxito entre mis pacientes: vivir los primeros días del Protocolo como un verdadero Ritual de Iniciación a la Sabiduría. ¡Funciona!