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Capítulo 1. La vieja radio del salón

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La programación radiofónica española hecha por y para mayores de 65 años

Virginia Guarinos

De todos los medios analizados en este volumen, si hay alguno que presente una relación “longeva” con la tercera edad, ese es, sin duda, el medio radiofónico, tanto por existencia histórica del mismo, que acaba de cumplir en agosto de 2020 su primer centenario, como por la fidelidad de los oyentes de este segmento de edad. En estas páginas se buscarán algunas relaciones más profundas entre la radio y el ser humano de edad superior a los 65 años, en concreto las que se mantienen entre la radio y el sector envejeciente como consumidor y como productor de discursos radiofónicos.

1.Un edadismo a gritos

El segmento de población que actualmente supera los 65 años ha tenido en la radio convencional su referente comunicativo a lo largo de toda su vida. La relación de la vejez con la radio, desde el punto de vista histórico y de audiencias, además de pertenecer a nuestro imaginario colectivo (¿quién no recuerda a un abuelo o abuela pegados a un transistor?), se fundamenta en la idea de encontrar en este tipo de oyente un consumidor fiel, diario, que participa activamente con intervenciones en directo a través de llamadas telefónicas o mensajes en contestador en una amplia gama de programas en todas las principales radios comerciales españolas, convirtiéndose en sustentadores del medio. No obstante, solo revisando el tipo de publicidad que se inserta en los programas de las diversas parrillas, ya se observa que no son muchos los productos destinados a ellos y ellas los que se emiten en cuñas, de lo que se deduce que existe una diferencia importante entre el oyente deseado y el oyente real, o una parte muy importante de ese número de oyentes. El oyente deseado de las radios es un hombre, o mujer, maduro, en plenitud de sus condiciones laborales y con poder adquisitivo medio-alto.

Este hecho ya supone dar la espalda, desde el punto de vista simbólico, a este sector, lo que se ve agravado de forma explícita por la escasez de programas dedicados a ellos y ellas y por la escasez de referencias al grupo de población como tema en los informativos o programas de otros géneros y formatos. En claro contraste con otros medios y productos audiovisuales, se puede decir que la radio adolece de edadismo, un edadismo positivo, pero edadismo al fin y al cabo. En la publicidad, en las series de ficción, en los programas de entretenimiento televisivo, la presencia como personajes o como protagonistas reales, e incluso público en plató de mujeres y hombres mayores, es una realidad. Aun tratándose de una representación interesada, al menos los espectadores se encuentran con correlatos en los productos audiovisuales con los que identificarse. En la radio no sucede este hecho.

En estas circunstancias se produce además otro elemento que concierne a la representación de los sujetos protagonistas: un vuelco diametral entre la imagen que desde hace dos décadas se lleva difundiendo de los mayores y la nueva imagen, que no es más que el retorno a la ancianidad del pasado. La “edad dorada” desaparece de la radio en los últimos tiempos. El sector de jubilados y envejecientes ha sido en las dos últimas décadas el objetivo de venta de todo tipo de productos vinculados al esplendor y la calidad de vida de un envejecimiento activo y económicamente potente, con mucho tiempo libre y poder adquisitivo para desarrollarse en el ocio y el cuidado personal. La edad dorada deseable, ociosa y solvente da paso a otra imagen atada a una realidad social que domina los medios (en época de pandemia, la sucedida a nivel mundial mientras se escribe este libro, desde marzo de 2020) vinculada a la dependencia, la enfermedad y la muerte.

Es cierto que hemos asistido en los últimos veinte años a la resignificación de todas las edades. Los niños se han convertido en sujetos con derechos, los jóvenes en sujetos de incertidumbre, los adultos en autoridades simbólicas y los envejecientes en potenciales consumidores de ocio, siempre presentes en series de televisión familiares o en el cine como personajes secundarios, y ya también con productos audiovisuales específicos destinados para ellos, como igualmente posibilidades de acceso, aprendizaje y disfrute de redes sociales y productos tecnológicos lúdicos. Del concepto de “tercera edad” se pasó al de “edad dorada”, una edad sana, activa, plena, que queda representada fundamentalmente en la publicidad y las series de televisión, construyendo un estereotipo de “viejóvenes”, tan distante de la realidad social como promocionado, potenciado, por los propios medios de comunicación y la publicidad. Es una vejez que, sin embargo, como afirma Rey-Beltrán, “se subvalora en muchas formas, entre otras cosas, por parte de los medios de comunicación, cuya influencia, como ya se ha señalado, permanece en debate”1. En palabras de Martín-Barbero:

Esta sociedad está produciendo una inversión de sentido (radical como jamás se había producido en ninguna otra sociedad del mundo), la cual hace que los modelos de vida hayan pasado de ser los ancianos a ser los jóvenes, de tal manera que los medios se están encargando de colocar actualmente a los jóvenes como modelos de cuerpo, de vida, de comportamiento, invirtiendo el sentido que esa relación había tenido en la sociedad durante milenios, en que los jóvenes no existían, porque eran la etapa intermedia entre el niño y el adulto. Y esto sucede más allá de la buena o mala voluntad de la gente que tiene que ver con los medios, puesto que, como veremos, tampoco es una acción de estos, sino de cómo los medios catalizan un profundo desplazamiento del modelo de vida, y sobre todo, del modo de saber que fueron los ancianos2.

La Teoría de la Vitalidad Etnolingüística, ya desde los años 70 del siglo XX, profundiza en la importancia del papel de los medios como elemento de fortaleza social y de influencia de los grupos en la sociedad3. La vitalidad es una medida de la fuerza de un grupo particular en la sociedad; es decir

del nivel de representación demográfica, apoyo institucional y estatus de los cuales disfruta (…) Un elemento fundamental de apoyo institucional es la representación de un grupo en los medios. Los medios son instituciones sociales claves y su apoyo es un indicador claro de un soporte más general para el posicionamiento de un grupo en la sociedad4.

En otras palabras, el contenido de los medios sobre un grupo social es un indicador de la fuerza y de la influencia de dicho grupo. Cuanta menor presencia del grupo en los medios, menor poder como grupo en su consideración por el resto de grupos sociales.

Dentro de esta parcela de estudios etarios, la perspectiva del edadismo se centra en la representación y consumo, como personajes y como receptores (a modo de espectadores, consumidores o usuarios), en este caso, de la tercera edad de modo discriminatorio o vejatorio. La definición de edadismo o etarismo se resume como “mantenimiento de estereotipos o actitudes prejuiciosas hacia una persona únicamente por el hecho de ser mayor”5. Si bien existe un edadismo positivo (no dañino) para algunos teóricos6, es poco común, siendo el edadismo negativo7 el más desarrollado y resurgido en el presente siglo8 como una de las tres grandes violencias, junto con la discriminación por género y por raza, paradójicamente, puesto que al mismo tiempo el de los jubilados es un sector deseado para el consumo, al menos en lo que a los medios se refiere, en un doble movimiento anti-age y pro-age9. A la vez que se resignifica el estereotipo del “viejoven”, se radicaliza y se omite por negación el estereotipo de vejez tradicionalmente entendido, silenciándolo porque “la ancianidad queda reflejada en el imaginario cultural como una situación indeseable frente a la que no queda sino la necesidad de combatirla, de alejarla por todos los medios, de enmascararla y disimularla”10. Tanto es así que, como afirma Zurian (además de Medina y Núñez)11

El término viejo(a) se ha convertido en un concepto negativo y la sociedad ha necesitado construir eufemismos para eliminar del imaginario los conceptos incómodos. En el caso de las mujeres, la terminología utilizada para describirlas es más negativa todavía, consolidando las imágenes desmoralizantes sobre el envejecimiento femenino12.

La asociación con la decrepitud, la enfermedad, la dependencia, la inutilidad, la pasividad, la fealdad, la debilidad provocan un rechazo social que se refleja en los medios de comunicación, a veces explícitamente, otras por omisión, mantenida junto con el perfil positivo de la vejez vigorosa, con la consecuente angustia que puede provocar en el propio espectador de estas edades13.

Este edadismo se plantea desde la misma selección del oyente como miembro activo en los estudios de medios. La representación de mayores de 65 años era de entre un 2.8 y 1.3, sobre 5.0 (siendo este el máximo, correspondiente a oyentes de entre 40 y 49 años), por debajo incluso de la franja de edad comprendida entre los 14 y 19 años, que cuenta con una representación del 3.614. Aun así, el Estudio General de Medios, primera oleada de 2020, demuestra que de las siete franjas de edad establecidas para análisis, la población de más de 65 años supone el 24,9 %15, es decir, que una cuarta parte de la audiencia española carece de temas específicos destinados a ella y son tema de representación únicamente cuando suponen un foco de interés informativo.

2.La tercera edad como oyente deseado

Así las cosas, el rastreo de programas o secciones de programas ofertados para la tercera edad entre las cuatro emisoras generalistas más escuchadas del territorio nacional (por este orden, Cadena SER, COPE, Onda Cero y RNE, según el último EGM) arroja un resultado mínimo.

Juntos paso a paso (RNE)16 es el programa de mayor relevancia, si bien su franja horaria de emisión (sábados, de 7.00 a 8.00) lo convierte en un producto de difícil alcance, a pesar de la buena voluntad del ente por cumplir con su función de servicio público, ofreciendo temas de interés a los mayores, no solo de salud, ni mucho menos. Entre dichos temas se contemplan desde ofertas culturales hasta problemas legales o de jubilación. Su director, Juan Fernández Vegue, por un lado equilibra de un modo ejemplar los temas de interés, semana tras semana, y, por otro, también reproduce una imagen del segmento poblacional realista y, por tanto, multiforme, sin caer ni en paternalismos ni en falsas estereotipias alejadas de las personas que se encuentran en estas edades.

También del ente público, puede oírse El legado de nuestros mayores (Radio 5, Juan Presa)17, ya fuera de emisión, pero que estuvo en activo, a modo de píldoras de 5 minutos, entre 2018 y 2019 (los domingos a las 8.00 de la mañana), recogiendo testimonios de vida de toda la generación que vivió la Guerra Civil española, con motivo de la proximidad de la efeméride de los 80 años de su finalización. Se puede decir que RNE ha estado siempre al lado de este sector, puesto que no se pueden olvidar los 20 años de programa de El club de la vida, en antena desde octubre de 1987 hasta 2007, con doble emisión en Radio 1 y Radio 5, los sábados y domingos, de 6.00 a 7.30, por donde pasaron insignes mayores como Gabriel Celaya, José Luis Sampedro, Olga Ramos o Gloria Fuertes, dirigido por Loles Díaz Aledo y pionero en el sector.

Con un horario mucho más asequible, los martes, de 12.00 a 13.00 se emite Palabras mayores (Radio Internacional), un programa de larga trayectoria, que ha pasado por distintas radios, dirigido por una de las pocas periodistas españolas especializadas en el universo de temas que incumben al envejecimiento poblacional, Juani Loro. Como su propia cabecera indica, se trata de un espacio centrado en noticias de actualidad y otras informaciones para la mejora de la calidad de vida del sector, viajes, cultura y nuevas tecnologías a su alcance. Como en Paso a paso, el tratamiento que se da al oyente es respetuoso con la realidad social y ofrece perspectivas de temas generales bajo la óptica de la ancianidad, desde literatura a política o ciencia, tratando con sutileza problemas de difícil encaramiento por parte de los oyentes, como analizar el Alzheimer desde su representación en el cine, por ejemplo.

Y hasta aquí llegan las grandes radios. Loables son los intentos de otras radios del tercer sector que de alguna manera y con mucho esfuerzo dirigen sus miradas a los mayores. Siendo universitarios, no podemos dejar de hacer referencia al programa El arte de envejecer, dirigido y coordinado por los psicólogos Manuel Salgado y María del Carmen R. Matute, que con carácter mensual ahonda en los perfiles de personas anónimas (algunas no tanto) mayores de 65 años, profundizando en sus inquietudes, intereses e historias de vida, dando la voz necesaria a quienes tienen tan poca en la actual radio18.

3.Radiofonistas de cierta edad

Si las radios generalistas españolas presentan este desolador panorama en lo que respecta a programas dedicados a la tercera edad, el campo de programas producidos por mayores es sencillamente inexistente. Son muchos los oyentes mayores que intervienen opinando o preguntando en los programas, siendo parte del discurso. Son muchos los colaboradores, comentaristas, contertulios y voces autorizadas, jubiladas o no, mayores de 65 que intervienen en muchos programas en todas las franjas horarias, pero lo hacen no como representantes de ningún grupo de población, sino justo así, como voces autorizadas que tratan temas informativos de interés general y hablan a la audiencia de cualquier edad, no a la audiencia que tiene su misma edad. A excepción de esta representación, que tampoco es excesiva entre los columnistas o contertulios radiofónicos, no existe en las cadenas importantes citadas ningún programa producido y protagonizado por personas mayores. Hay que buscar en otros tipos de medios radiofónicos, alejados del modelo de negocio comercial, para localizar iniciativas que conviertan a este grupo de edad en generadores de programas.

En esta dirección se ha de destacar el proyecto Con mayor voz. Se trata de un programa importante porque aúna dos focos de alta discriminación en la actualidad, por género y por edad, puesto que en su base existe como objetivo la visibilización de las problemáticas de las mujeres mayores. Realizado por las Lideresas de Villaverde y los integrantes del proyecto Mayores en las Ondas, a través de OMC Radio (la radio comunitaria de Villaverde Bajo), cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid y la Obra Social de La Caixa. El objetivo principal del proyecto, como se lee en su página, es el de “dar voz al colectivo de mayores, especialmente a las mujeres, usuarias de los Centros Municipales de Mayores y vecinas de Villaverde, activas o no en el tejido asociativo; formándoles en materia de comunicación radiofónica 2.0 y producción radiofónica comunitaria para convertirlas en agentes de comunicación activas dentro de nuestro distrito”, un objetivo, sin duda conseguido, a la luz de los resultados que pueden oírse19. Como dinamizadoras del barrio, a estas mujeres les interesan los temas de apoyo vecinal en plena crisis social, la gestión de las emociones, la soledad, la nutrición y hasta la propia comunicación, como también en otro programa de OMC titulado Estoy contigo. Las palabras de la sintonía del programa son en sí mismas una gran declaración de intenciones: “Soy mujer, soy mayor. No tengo miedo, no tengo rencor. No tengo vergüenza, no tengo pudor. No tengo agilidad. No tengo lujos, tampoco malhumor. Sí tengo ilusión, sí tengo locura. Sí tengo rebeldía, sí tengo muchas ganas de vivir con alegría. Tengo barrio y tengo tesón. Y sobre todo tengo Con mayor voz”. Este final no puede interpretarse de otro modo: la radio como un elemento fundamental en sus vidas, un recurso de comunicación que les ha dado también esa ilusión, esa locura y esa rebeldía.

Además de las radios comunitarias, existe otro cauce sonoro que en los últimos tiempos en España ha acogido con gran éxito de audiencia a las voces mayores, son las radios universitarias y las aulas de mayores de las distintas universidades. Pionera en estas lides es Radio UAL, de la Universidad de Almería, que cuenta con el programa Querer saber más, producido por los estudiantes del programa Universidad de Mayores: Ciencia y Experiencia, con una ya dilatada experiencia. Este programa20 además tiene vocación de amplitud de oyentes, puesto que desean dirigirse a todo tipo de público, no solo al sector de edad al que pertenece su equipo, siendo capaces de construir una estructura de programa compleja y completa, con muy variadas secciones y haciendo uso de la amplia gama de géneros periodísticos radiofónicos, desde la noticia hasta las tertulias, reportajes o entrevistas de los más variados temas actuales o atemporales, de lunes a viernes durante una hora de duración.

Al otro lado de la Andalucía Oriental, Radio Alberquilla, de Salteras (Sevilla) también ha hecho labor con los mayores, apostando con el programa El tren de la experiencia, magazine del Centro de Adultos de Salteras21, así como Desde la atalaya, programa del Aula Abierta de Mayores de la Universidad Pablo de Olavide, en colaboración con Radio Alberquilla22, que se emite por RadiOlavide desde el año académico 2018/2019, coordinado por Emilio Plazas. En este caso, a diferencia del anterior, de la UAL, el objetivo es claramente formativo, como recurso didáctico de formación, con emisión mensual los últimos viernes de cada mes, con un foco de atención prioritario hacia la literatura, el teatro, la música, la pintura… En el mismo sentido de temas abiertos de interés general se mueve Los reporteros del Aula, de RadiUS, la radio de la Universidad de Sevilla23. Con tres temporadas en su haber y unos índices de audiencia superior a la media del resto de programas de esta radio, el programa, dirigido por la periodista Sandra Camps, se plantea como magazine informativo que alterna entrevistas, tertulias y reportajes sobre temas de interés general, pero desde una perspectiva de experiencia, de largo tramo vital recorrido, contemplando la recogida de opiniones y participación de todos los miembros del Aula de la Experiencia, tanto estudiantes como docentes, además de otros invitados externos al Aula, especialistas en materias tratadas que comparten puntualmente algunos de los programas. Desde el sexo en la edad avanzada, hasta la organización del curso en el Aula de la Experiencia, desde las relaciones entre mayores y jóvenes, hasta la inmigración, se encuentran los temas que han tenido cabida en esta revista sonora, que tratando una amplitud de intereses informativos lo hacen para mayores, además de otro tipo de público que desee oírlos, pero especialmente para los demás compañeros y compañeras alumnos del Aula. En esta misma radio, e iniciando su segunda temporada, el programa TeatrUS al oído, es un programa de ficción sonora que adapta obras teatrales de muy diversos dramaturgos internacionales, interpretadas por el grupo de teatro del Aula de la Experiencia de la Universidad Hispalense. El repertorio del programa denota una pasión por el teatro sobre obras no vinculadas a problemas específicos de las personas mayores, demostrando que el interés de esta población supera los límites de los intereses particulares de aquello que afecte al sector por su edad y abriéndose a todo tipo de temas, autores, países y estilos dramatúrgicos, desde Darío Fo hasta Federico García Lorca, pasando por Tennessee Williams24.

Alguna otra experiencia derivada de un taller de radio para los integrantes de las universidades para mayores se ha desarrollado en la Universidad de Málaga, generando el podcast La voz de vida25. El universo podcast no está siendo muy visitado por los influencers de edad avanzada en España. Casi no se encuentran podcasters del sector envejeciente, a lo sumo algún programa donde los abuelos participan como protagonistas, como Jugando con los abuelos donde se recuperan y comentan “juegos viejunos” con gente de “cierta edad”, como se dice en su blog26.

4.La distancia sonora entre el decir y el oír

Como se ha podido interpretar, a la luz de los datos ofrecidos, existe una gran diferencia entre los programas hechos para mayores y los hechos por mayores. En primer lugar hay una diferencia de número, siendo mucho menor el número de los primeros con respecto a los segundos, de lo que se infiere una falta de interés por parte de las radios comerciales hacia este sector de población. En segundo lugar, hay una diferencia de modelo de radio, siendo el modelo del tercer sector el más activo en cuanto a oferta de este tipo de programas hechos por o para el sector de la tercera y cuarta edad. A ello es de añadir la distancia en lo que a temas e intereses se refiere. Las radios que ofertan programas dirigidos a población envejeciente enfocan los temas hacia cuestiones prácticas aplicables al día a día de una persona mayor; mientras, los mayores hacen sus programas enfocándolos sobre temas de interés general desde la perspectiva del mayor, no solo aquellos supuestos temas que tópicamente se asocian a intereses de ancianos, muy al contrario.

Para comprobarlo, no hay más que completar este capítulo con el programa de radio La isla etaria27, cuyo primer capítulo está dedicado a los mayores en la radio y donde podrán oír un resumen de estas páginas, además de tres entrevistas: a un director de programa hecho para mayores, a un radiofonista mayor miembro de un programa y a una oyente de “cierta edad”.

1 REY BELTRÁN, Germán. “Prácticas comunicativas y representación social de las edades en los medios”. En: AAVV. Periodismo y Comunicación para todas las edades. Bogotá: Ministerio de Comunicaciones, 2004, p.145.

2 MARTÍN BARBERO, Jesús. “Comunicación y construcción social de las edades”. En: AAVV. Periodismo y Comunicación para todas las edades. Bogotá: Ministerio de Comunicaciones, 2004, p. 162.

3 ABRAMS, Jessica R. y EVELAND, William P. “The Effects of Television on Group Vitality: Can Television Empower Nondomint Groups?”. Annals of The Internacional Communication Association, v. 27, n. 1, 2003, pp. 193-219.

4 ANDERSON, Karen y HARWOOD, Jake. “Imágenes de grupos de edad en los medios”. En: AAVV. Periodismo y Comunicación para todas las edades. Bogotá: Ministerio de Comunicaciones, 2004, p. 96.

5 LOSADA BALTAR, Andrés. Edadismo: consecuencias de los estereotipos, del prejuicio y la discriminación en la atención a las personas mayores. Algunas pautas para la intervención. Informes Portal Mayores, n. 14, Madrid: Portal Mayores, 2004, p.2.

6 PALMORE, Erdman. Ageism: Negative and positive. New York: Springer, 1999. O bien PALMORE, Erdmand. “The Ageism Survey: First findings”. Gerontologist, n. 41, 2001, pp. 572-575.

7 BUTLER, Robert N. “Ageism: A foreword”. Journal of Social Issues, n. 36, 1980, pp. 8-11.

8 GULLETTE, Margaret M. Agewise: Fighting the New Ageism in America. Chicago: University of Chicago Press, 2011.

9 IACUB, Ricardo. “Estéticas de la existencia: ¿La vida es bella en la vejez?”. Perspectivas en Psicología, v. 5, n. 2, 2008, pp. 10-18.

10 GRACIA, Jorge. «La pantalla anciana. Algunas reflexiones sobre los derechos humanos de las personas mayores a través del cine». InterseXiones, n. 2, 2011, p. 56.

11 MEDINA, Raquel. “Vejez, envejecimiento y edadismo”. En: AGUADO, Txetxu y RODRÍGUEZ, Pilar (eds.) Representaciones artísticas y sociales del envejecimiento. Madrid: Dykson, 2018, pp. 27-42. NÚÑEZ, Trinidad. “Cine y envejecimiento activo: la imagen de la actividad física en las películas”. Escritos de Psicología, v. 6, n. 2, 2013, pp. 20-25.

12 Zurian, Francisco. “La problemática de la violencia y la edad en el cine”. En: ZURIAN, Francisco, MENÉNDEZ, Isabel y GARCÍA-RAMOS, Francisco J. (eds.) Edad y violencia en el cine. Diálogos entre estudios etarios, de género y fílmicos. Palma de Mallorca: Universidad de las Islas Baleares, 2019, p.8.

13 BRAVO SEGAL, Stephany. “Edadismo en medios masivos de comunicación: una forma de maltrato discursivo hacia las personas mayores”. Discurso & Sociedad, v. 12, n. 1, 2018, pp. 1-28.

14 Así puede leerse en la página 10 del Marco General de los Medios de España, 2020, https://www.aimc.es/a1mc-c0nt3nt/uploads/2020/01/marco2020.pdf

15 Dato extraído del propio estudio. Fuente: http://reporting.aimc.es/index.html#/main/radio

16 Enlace del programa: https://www.rtve.es/alacarta/audios/juntos-paso-a-paso/

17 Archivo sonoro de los programas: https://legadodenuestrosmayores.es/

18 Acceso al programa: https://radio.us.es/programa/el_arte_de_envejecer/

19 Y se puede hacer aquí: https://conmayorvoz.es/una-radio-de-mayores/programas/

20 Óigase en https://www.ual.es/vida-universitaria/radioual/programas/programa/5/querer-saber-mas

21 Compruébese en este enlace: https://www.ivoox.com/podcast-tren-de-la-experiencia_sq_f1641049_1.html

22 Acceso al programa: https://radiolavide.org/categoria-audios/atalaya

23 Puede seguirse desde aquí: https://radio.us.es/programa/loa-reporteros-del-aula/

24 Las obras hasta el momento adaptadas a radio pueden oírse en este enlace: https://radio.us.es/programa/teatrus-al-oido/

25 Cuentan como vehículo de difusión con un canal en iVoox: https://www.ivoox.com/podcast-voz-vida_sq_f1494459_1.html

26 El blog es http://jugandoconlosabuelos.blogspot.com/. También cuenta con un canal en iVoox: https://www.ivoox.com/jugando-con-abuelos_sw_1_1.html

27 El programa correspondiente a este capítulo puede ser escuchado en este enlace: https://radio.us.es/programa/la-isla-etaria/

La isla etaria

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