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CAPITULO PRIMERO

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De como el jeneral Pedro de Orsua, despues de la poblazon de Pamplona, fue proueido para que boluiese a pacificar a Muso, y despues de auer juntado los soldados que pudo, entro por tierra de Sauoya, y la pazifico.

Pocos dias despues de poblada la ciudad de Panplona entraron en el Nueuo Rreino los licenciados Gongora y Galarza, que asentaron la Audiencia en el Nueuo Rreino, lo qual espiro y fenecio de todo punto la jurisdiccion del gouernador Miguel Diaz; y digo de todo punto, porque aunque poco tiempo antes la Audienzia de Santo Domingo auia ynuiado al llicenciado Curita por juez de rresidencia contra Miguel Diaz, no auia sido ouedecido ni auia usado de su jurisdiccion enteramente, y asi se auia quedado y se estaua todauia Miguel Diaz con su titulo y cargo de gouernador, y asi vino a fenezer de todo punto con la llegada de los Oydores ya dichos y a mudar Pedro de Orsua proposito, porque luego que tuuieron asiento las cosas de la fundacion y poblazon de Pamplona, se determino de si Miguel Diaz, su tio del, daua licencia y comision yr en descubrimiento de la jornada y tierra del Dorado, noticia en aquel tiempo, y aun en este nuestro, muy famosa entre españoles, y como parescio con la causa dicha la jurisdiccion de Miguel Diaz que ya le auia dado licencia para que pudiese hazer esta jornada del Dorado, perdio, como e dicho, Pedro de Orsua la esperanza de hazerla; pero como el hera capitan afable y bien afortunado y que mediante su yndustria auia adquerido buena loa en todo el Rreino, tuuola tanbien entre estos dos Oydores que nuevamente entrauan a gouernar la tierra, los quales a personas que de parte de Pedro de Orsua les hablaron para que le diesen licencia o le confirmasen la que tenian, les dieron buena esperanza de que paresciendo el General ante hellos harian todo lo que conuiniesen y ellos pudiesen hazer.

Desta buena esperanza que los Oydores auian dado, tuuo noticia por la posta Pedro de Horsua, por mano de su propio tio y de otros amigos que le auisaron sobre hello, encargandole que luego se uiniese de Pamplona, donde estaua, a la ciudad de Santa Fee, que auia sesenta leguas, a uerse con los Oydores y ofrecerse a su seruicio.

Luego que el general Orsua tuuo este auiso se partio por la posta y se uino a Santa Fee, a tiempo que los Oydores andauan en demanda de una persona astuta y afable para encargarle la pazificacion de la prouincia de los musos, que estaua no solo rreuelde, pero con la uitoria que poco antes auian auido del capitan Baldes, al qual despues de auelle muerto algunos españoles y entre hellos al famoso Machin Donate, le abian echo rretirarse y aun salir vyendo de su tierra, saliendo en quadrillas armados fuera de los limites y terminos de sus territorios a hazer daños muy seueros y crueles en los pueblos de yndios moscas que al rrededor de si tenian, y aun a saltear los caminos rreales de los españoles, segun largo se a tratado en la primera parte desta Istoria, en el libro treze o doze o decimo121; pues como ya los Oydores tenian muy particular noticia del general Pedro de Orsua, y llego a tiempo que hellos andauan metidos en este negocio, rrogaronle que azetase el cargo de la pazificacion y poblazon de Muso, prometiendole que luego que aquella tierra estuuiese pascificada y asentada, darian horden como fuesen a descubrir el Dorado. Ursua lo azeto, y tomo a su cargo; y rreciuiendo dellos la conduta y comision que hera necesaria, luego juntó en los pueblos de Santa Fee, Tunja y Velez ciento y beinte y cinco honbres de a pie y de a cauallo, con los quales comenco su jornada por la parte de los musos que cae mas cercana a Belez, donde esta un pedazo de tierra poblada de jente mosca muy uelicosa e yndomita, llamado Rrincon de Sabaya, cuyos naturales asi mesmo se auian rreuelado y alcado y estauan de guerra contra sus propios encomenderos y uezinos de Belez, a los quales y a su ciudad tenian puesta en muy grande aprieto y rriesgo de despoblarla, porque no solo les auian quitado la ouidiencia y seruidumbre, pero muchas uezes, en quadrillas de quinientos en quinientos yndios, les uenian a correr las tierras y estancias de maiz y ganados que junto al pueblo tenian.

En esta prouincia de Sauaya122, en el balle de Tununguase, allego Pedro de Ursua con su conpañia, de donde encomenco a correr la tierra con sus soldados por vnas y otras partes, mas con desino de traher a su amistad y de paz los yndios, que con animo de dañarles y castigarles con la seueridad que merecian por los daños y muertes de españoles que auian echo, y asi, aunque mediante la deligencia que el y sus corredores pusieron, prendiendo algunos casiques y principales de aquella tierra, que no solo auian sido culpados y que actualmente se auian hallado en las muertes de algunos españoles, pero con desverguenca de baruaros se jatauan dello, y traian consigo, para su rrecreacion y pasatiempo, los rrostros de los españoles que auian muerto, desollados y curados de tal suerte que no se les caia ni perdia pelo de la barua ni de las zejas ni pestañas, con que rrepresentavan en sus borracheras la ferocidad de los españoles, nunca quiso matar ni justiciar ningunos yndios mas de a solo uno que parecio ser de animo sedicioso, pesado, segado123, y que con su presencia no ternian quietud ni guardarian entera amistad los yndios con los españoles; pero con todo, esta ueninidad que es cosa por que a los yndios se le suele dar muy poco, fue tan buena su fortuna que los pascifico y trajo a su amistad y los hizo que se rredujesen al seruicio de sus encomenderos; y esto no fue tan descansadamente como alguno les pareciera, porque para uenir a estos terminos con los yndios y atrahellos a esta concordia, fue menester andar los soldados muchos dias y muchas noches suuiendo sierras, atrauesando arcabucos, pasando rrios con las armas y comidas acuestas, donde se pasaron muy grandes trauajos y necesidades, y en algunos acometimientos que con los yndios tuuieron, donde por no osar gastar las municiones tan largamente como hera menester, los ouieran de ofender los yndios muchas uezes; porque como en este tiempo au no se auian descubierto minas de plomo en la tierra del Rreino, y el plomo que se traia despaña, por ser metal tan pesado y de poco ualor, hera poco, fue necesario que los Oydores mandasen sacar los tinteros de plomo124 que a este tiempo auia en el Rreino, de poder de quien estuuiesen para que se derritiesen y fundiesen e hiziesen dellos pelotas para los arcabuzes que en esta jornada se metian, que tanvien heran vien pocos, pero muy prouechosos por ser arma a quien mucho temian los yndios.

Finalmente, como el trauajo lo uenze todo, mediante lo mucho que el General, como e dicho, y sus soldados hicieron y trauajaron en este rrincon de Uelez y tierra de Sauaya, desde el ualle de Tumungua, donde sienpre tuuieron su alojamiento, dejaron tan pacificada la jente desta comarca que por muchos dias despues nunca yntentaron ni mouieron ninguna nouedad ni alteracion en la tierra, asta que despues, aprouechandose de las ocasiones quel tiempo les ofrecio, se tornaron a rreuelar y a poner en aflicion125 a Ueles, segun en el lugar rreferido se escriuio largo.

121

En la edición de Caracas: en el libro trece y doce y decimo. – El autor emplea la conjunción disyuntiva o, no la copulativa y.

122

Debe querer decir Savoya, que es como ha llamado á esa provincia en la primera parte de su obra.

123

No se comprende el sentido en que estas dos últimas palabras están empleadas por el autor.

124

En el original se repite de plomo.

125

En la edición de Caracas: aplicación, en vez de aflicción.

Historia de Venezuela, Tomo II

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