Читать книгу La sociedad valenciana en transformación (1975-2025) - AA.VV - Страница 10
ОглавлениеINTRODUCCIÓN
Antonio Ariño Villarroya
Pedro García Pilán
Universitat de València
La obra que aquí presentamos, fruto de la colaboración de un nutrido grupo de especialistas, tiene como objetivo ofrecer una radiografía actualizada de la sociedad valenciana que sirva para comprender los aspectos básicos de su estructura y de las dinámicas seguidas durante, aproximadamente, las tres últimas décadas. Al respecto, cabría recordar que las estructuras solo tienen sentido precisamente en su fluidez, en su permanente concreción temporal.
Era esta ya una asignatura pendiente. Y no porque un trabajo de estas dimensiones y calado no contase con antecedentes importantes, sino más bien al contrario, porque había ya puntos de partida suficientemente sólidos y, sin embargo, hacía demasiado tiempo que no se volvía a intentar una síntesis como la actual. Hay que recordar, al respecto, que son tres los antecedentes directos de este libro: en 1982, con el Estado de las Autonomías recién estrenado, la Diputació de València publicaba un reader compilado por Rafael Ninyoles con el título Estructura Social al País Valencià. Este volumen constituyó la primera aproximación global a la actual Comunitat Valenciana con una voluntad de análisis social, en el que se incluían aportaciones de la sociología, pero también de la economía y la antropología. La débil institucionalización de la sociología como ciencia académica no impidió pues la aparición, durante los años setenta y ochenta del siglo pasado, de análisis críticos –con reducida base empírica– del contexto de dominación económica, política y sociocultural valenciano.
Diez años después, la Institució Alfons el Magnànim –de quien parte también la iniciativa de este libro– publicó otro importante volumen, coordinado por el profesor Manuel García Ferrando, titulado La sociedad valenciana de los 90. Cabe señalar que, a diferencia del tomo anterior, en esta ocasión ya no se trataba de un ejercicio de compilación, sino de un volumen concebido y redactado expresamente para la ocasión, lo que dice mucho de los avances de la sociología valenciana durante el periodo indicado (el Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de València fue creado en 1985).
Cumpliendo casi de nuevo el ciclo de una nueva década, el siglo pasado se cerraba con una nueva compilación, otra vez de la mano de Rafael Ninyoles, con el significativo título La societat valenciana: estructura social i institucional. El presente trabajo es, de manera inequívoca, deudor de los anteriores, y pretende inscribirse en la línea abierta progresivamente por aquellos.1
Inscribirse, decimos, en esa línea, pero también, como no podía ser de otra manera, desbordarla en la medida de nuestras posibilidades. Y es que la comparación de los trabajos mencionados con el actual permite ampliar tanto nuestra visión de la evolución de la sociedad valenciana como la de la propia sociología y, más específicamente, la sociología valenciana (que, sobra decirlo, contribuye en cierta medida a dar forma a aquella). Al respecto, el contraste con la obra pionera resulta evidente: en primer lugar, porque el carácter «artesanal» que, según Ninyoles (1982), tenía la sociología valenciana en aquel momento ha sido completamente superado –algo que se hizo ya palpable en los dos volúmenes siguientes–. La progresiva institucionalización de la disciplina, hoy ya firmemente asentada en las universidades públicas valencianas, o la formación de equipos de investigación son ya por fortuna un hecho consumado. Por otra parte, es evidente que también se ha superado por completo la inicial dependencia de la filosofía social, representada fundamentalmente por el debate crítico con la siempre inspiradora obra de Joan Fuster, como bien observara Josep Picó (1986), otra de las figuras seminales de la sociología valenciana. La progresiva sustitución de los debates más o menos esencialistas por metodologías empíricas, dirigidas desde perspectivas teóricas plurales, era ya evidente en la segunda de las obras mencionadas, como lo es la propia transformación social reflejada en ellas: si a principios de los años ochenta todavía dominaban el debate científico-social aspectos como el carácter agrario de la más reciente etapa del capitalismo valenciano, o el debate sobre las consecuencias del tan debatido proceso de industrialización, en la década siguiente ya se afirmaba con rotundidad que la sociedad valenciana presentaba «una composición productiva cada vez más parecida a la de las sociedades avanzadas, y con unos problemas, en consecuencia, comunes a los que presentan éstas» (García Ferrando, 1992: 10). Un marco teórico en el que significativamente primaban conceptos como el de «modelo de producción capitalista», y que intentaba focalizar su mirada en discernir el carácter específico del capitalismo valenciano o la presencia de elementos «precapitalistas» en la sociedad valenciana, dejaba paso a principios de los años noventa a paradigmas inspirados en la sociedad postindustrial, magistralmente tematizada en su momento por Touraine y Bell. En otros muchos aspectos, las urgencias del marco teórico han cambiado sustancialmente. En los años ochenta, se escribía con el proceso de transición demográfica recientemente cumplido, mientras que ahora vemos cómo el estancamiento demográfico y los desequilibrios territoriales que comenzaban a vislumbrase en los noventa han consolidado sus tendencias, así como el incremento de la comple-jidad de la población mediante la presencia de una fuerte inmigración extranjera cuyo peso, en el marco de la globalización creciente, comenzaba a hacerse patente en la Estructura del año 2000. También se ha consolidado, con grandes efectos medioambientales, la urbanización acelerada que ya era evidente en la última década del siglo pasado. Por otra parte, los viejos debates sobre la comarcalización se han visto ya superados, dejando paso a la preocupación por los nuevos modelos de gestión territorial y las nuevas problemáticas surgidas acerca de la gobernanza de un territorio crecientemente complejo.
En otros temas, el contraste es aún más radical. La todavía fuerte conflictividad laboral presente en la década de los ochenta, férreamente marcada por la centralidad de la clase obrera industrial, se ha visto sustituida por el paro estructural y por las nuevas formas de trabajo flexible y precario. Por el contrario, la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo, aun en condiciones subalternas, ha reforzado su tendencia.
La internacionalización ha mutado en globalización económica, pero también política y cultural, con el consiguiente impacto en la reorganización de las posiciones de territorios y países como el nuestro. Los problemas de la desigualdad y la exclusión social han saltado a la agenda pública tras la devastadora crisis financiera y la Gran Recesión iniciadas hace diez años.
Existe todo un conjunto de nuevas problemáticas: envejecimiento demográfico, sociedad multicultural, desgaste de la democracia y secesión de las élites, economía del conocimiento, crisis ambiental y dificultades de sostenibilidad, que constituyen preocupaciones centrales del momento presente al mismo tiempo que contribuyen a generar un estado de incertidumbre colectiva y anomia moral. Cada vez se hace más inevitable la cuestión del futuro del Estado de bienestar y de la gobernanza de las sociedades.
En este horizonte, el libro ha sido estructurado en catorce capítulos, cada uno de ellos coordinado o escrito en su totalidad por reconocidas y reconocidos especialistas en la materia. En primer lugar, y siguiendo una ya consolidada tradición en este tipo de obras, nos ocupamos de la demografía. Rafael Castelló y Albert Moncusí proporcionan un completo panorama de la estructura y dinámica de la población valenciana, una población en la que el componente migratorio de procedencia extranjera, pese a su estancamiento tras la crisis, ha ido adquiriendo una creciente importancia, y cuyas dinámicas han consolidado graves desequilibrios territoriales.
Del territorio, precisamente, se ocupan los dos siguientes capítulos, fruto en gran medida de la estrecha colaboración entre sociología, economía y geografía. El coordinado por Julia Salom analiza el modelo territorial valenciano, fuertemente afectado por las fundamentales transformaciones socioeconómicas de las últimas décadas. Transformaciones que se estudian en el capítulo tercero, coordinado por Juan Romero, y que se dedica a analizar en profundidad el modelo económico valenciano y los impactos del cambio climático en nuestra comunidad, así como los retos que supone la difícil adaptación a este.
La relación entre modelo económico y estructura social se pone de relieve de manera si cabe más expresa en los siguientes capítulos. En el primero de ellos (el cuatro), Miguel Ángel García Calavia y Enric Sanchis se introducen en el modelo laboral valenciano, que está dando lugar a una estructura cada vez más polarizada y a una sociedad crecientemente fragmentada. Sus análisis se complementan con los de Francisco Goerlich, sobre la distribución de la renta, de la pobreza y de la exclusión social. En ellos se pone de relieve el aumento de las desigualdades en la Comunitat Valenciana, tendencia que es muy anterior al estallido de la crisis, que, precisamente a causa del modelo de crecimiento económico, ha sido especialmente dañino en nuestra comunidad. Aquí cabe apuntar que, en ambos capítulos, la Comunitat Valenciana sale perdiendo en comparación con el conjunto del Estado español.
Los capítulos siguientes se ubican claramente en la articulación entre perspectivas macro y microsociológicas, por usar dos categorías de fuerte arraigo en la tradición de la disciplina. Bajo la coordinación de Mercedes Alcañiz se analiza la creciente diversidad y pluralidad de modelos familiares y de convivencia, así como las transformaciones derivadas de estos en las relaciones de género y las trayectorias vitales en los distintos grupos de edad. En íntima relación con los procesos enunciados se encuentra el capítulo coordinado por Capitolina Díaz. Junto a la problemática definición de las identidades de género se efectúa un somero análisis de las desigualdades derivadas de la presencia de las mujeres en el ámbito público y político, así como las reproducidas en el mercado de trabajo. Los diferenciados usos del tiempo en función del género vienen, finalmente, a aplicar al análisis social de nuestra comunidad un enfoque teórico emergente y de notable interés.
Al mundo de las desigualdades sociales, esta vez desde la perspectiva de las políticas sociales, volvemos en el capítulo coordinado por Xavier Uceda. En él se pone de relieve el balance deficitario del Estado de bienestar valenciano, en fuerte retroceso durante las últimas décadas de gobierno conservador. Junto a la situación específica de los servicios sociales, encontramos analizado el estado de salud de la población valenciana y los recursos disponibles al respecto, así como las políticas contra la violencia de género y una interesante mapificación de grupos sociales vulnerables.
De la mano del equipo coordinado por Francesc Hernández se estudia el estado de la educación valenciana. Además de las problemáticas tradicionalmente tratadas en este tipo de trabajos, se muestra un análisis del sistema universitario valenciano, objeto de investigación plenamente consolidado en la sociología valenciana durante los últimos años. Como también han sido importantes en las últimas décadas los avances en sociología de la cultura, que hace su irrupción con entidad propia por primera vez en un libro de estas características. En el capítulo coordinado por Ramón Llopis la cultura es entendida de modo sociológico, como un campo específico de la vida social, que abarca desde las prácticas de consumo hasta las deportivas, pasando por la situación de la lengua valenciana, el ocio, las prácticas digitales o la difícil reconversión del sistema comunicativo valenciano, gravemente afectado por la crisis general.2 En estrecha relación con este capítulo se halla el de los valores, redactado por Antonio Ariño, y que sirve además de gozne entre la cultura y la política, utilizando como fuente excepcional la Encuesta de Valores de la Comunitat Valenciana, realizada por Presidencia de la Generalitat en 2017.
Respecto a esta última, la dimensión política, Óscar Barberá se ha encargado de coordinar un completo panorama que cubre desde la cultura política hasta el asociacionismo, desde los nuevos movimientos sociales hasta el comportamiento electoral y el sistema de partidos, con sus regularidades y sus recientes emergencias, sin olvidar a sindicatos y organizaciones empresariales. A continuación, de la mano de Pedro Viguer, encontramos un panorama del sistema judicial valenciano, lo que constituye una completa novedad respecto a los trabajos anteriores, en los que este tipo de aproximaciones no se había podido realizar. Valga aquí avanzar que tal panorama no resulta demasiado halagüeño, algo en lo que, por otra parte, la Comunitat Valenciana no se diferencia demasiado del resto de España.
Finalmente, cierra el volumen un análisis y reflexión de Antonio Ariño sobre la evolución del Estado de bienestar, entendido como el principal proyecto de las instituciones del autogobierno y de la sociedad valenciana, con un diagnóstico de los desafíos que han de afrontar en el contexto sociohistórico descrito tanto en los capítulos precedentes como en una serie de trabajos que está impulsando el Instituto de Ciencias Sociales de la Institució Alfons el Magnànim para la colección editorial Descobrim.
En este libro también hallaremos nuevos temas que se añaden a los ya tratados en las obras anteriormente mencionadas. También se abordan temáticas reformuladas y otras que han ampliado o disminuido su tratamiento. Nos ha guiado siempre una voluntad de transversalidad, intentando tender puentes entre los asuntos tratados, algo que consideramos haber conseguido en buena medida. Por desgracia, cualquier lector informado detectará vacíos que se deben a múltiples causas, no siendo la menos importante la decisión editorial de evitar la presentación de un texto meramente compilatorio y enciclopédico.
La obra ha tenido igualmente voluntad de interdisciplinariedad, así como la decisión deliberada de incorporar a investigadores e investigadoras de nuestras universidades públicas. Por ello mismo, somos muy conscientes de que hay mucha más sociología y ciencia social de la que esta obra contiene, pero también de que es necesario estimular la conversión de la Comunitat Valenciana en unidad de análisis de referencia, como sucede en otros ámbitos europeos, donde la dimensión regional merece mayor interés y preocupación, creando bases sólidas de datos rigurosos para la planificación política y para la acción pública. Estamos convencidos de que es imposible efectuar buenos análisis sin información rigurosa, periódica y de larga duración; y de que sin buenos análisis es imposible hacer buena política y fomentar la toma de decisiones de una ciudadanía consciente.
Queremos, finalmente, expresar nuestro agradecimiento a este importante elenco de investigadoras e investigadores que se han prestado a participar en este trabajo. También, desde luego, a la Institució Alfons el Magnànim-Centre Valencià d’Estudis i d’Investigacions, de la Diputació de València, y especialmente a su director, Vicent Flor, de quien ha partido el encargo para su realización. Tarea de sus lectores es ahora juzgarlo (y mejorarlo).
1 Entre el último libro citado y el presente es de reseñar la aparición del libro de Flor (2015), ensayo interpretativo sobre la sociedad valenciana que, a diferencia de ensayos anteriores, se apoya en una amplia base empírica.
2 Aquí es de destacar que, en junio de 2018, después de la redacción de este libro, comienzan las emisiones regulares de À Punt, canal de televisión operado por un grupo propiedad de la Generalitat Valenciana. La presencia de À Punt tendrá efectos positivos en múltiples direcciones que van desde una oferta significativa de programación en valenciano, pasado por una revitalización del sector audiovisual, hasta la mejor articulación de la sociedad valenciana.