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1.6Métodos diagnósticos en 1950, ya por entero bajo los nuevos paradigmas anatomopatológicos

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El punto medio del siglo XX, tomado como ejemplo de una fecha con ya siglo y medio de transcurrir la medicina bajo la vigencia del pensamiento o paradigma anatomopatológico, y que coincide con el ecuador de mis estudios de licenciatura en medicina. Se puede decir que todos los métodos de exploración y diagnóstico estaban ya guiados por el paradigma de Bichat y Laennec y por el razonamiento contenido en la frase «Convertir en externo y visible lo que es interno e invisible».

La percusión y auscultación habían conducido a la cardiología durante más de un siglo. Leopoldo Auenbrugger, medico vienés, inició la percusión, imitando a su padre, tabernero de profesión, que percutía con el puño (puño-percusión) los toneles de bebida para indagar cuándo iban estando casi vacíos, requiriendo su pronto relleno, sobre todo cuando la más fina percusión mostraba que ya apenas contenían líquido. Aplicando el procedimiento al tórax de los pacientes mostró su buena cualidad para apreciar derrames pleurales o pericárdicos notables, o bien la matidez recortada de las «hepatizaciones» o condensaciones del pulmón por neumonías o atelectasias (1761). Su interés declinó hasta que fue remozada por Corvisart y por Laennec simultáneamente al nacimiento y crecimiento del nuevo paradigma anatomopatológico, acompañada unos años después por la auscultación (1816) con el impulso del médico bretón Laennec, ocupando ambos métodos todo el siglo XIX. [7]

En 1895 el descubrimiento de los rayos X por Roentgen y su casi inmediata aplicación a la exploración del tórax de los enfermos, en EE. UU. por Williams y en el Reino Unido por McIntire, hizo que las radiografías simples de tórax fueran sustituyendo con ventajas a la percusión, aunque solamente en aquellos lugares en los que los equipos de rayos X eran fácilmente asequibles, lo cual no ocurrió de forma generalizada hasta casi la mitad del siglo XX. Aunque la Guerra Civil española (1936-1939) retrasó la instalación y maduración de los hospitales en España, que solo comenzaron su renovación y puesta al día a finales de los sesenta.

La electrocardiografía, que se inició prácticamente en 1903 (Einthoven), tuvo una difusión muy variable según países y zonas. En Valencia hubo un galvanómetro de cuerda apenas usado a finales de la década de los cuarenta, y ya en 1948 un equipo de 3 canales de Siemens, óptico-fotográfico, aunque su uso era fundamentalmente fijo, en el laboratorio.

Los avances ulteriores más notables, fueron: [1]

– La radiografía simple mejoró, aparecieron las tomografías radiográficas (1940) que luego se convirtieron en tomografías axiales computarizadas (1963), gracias a los avances técnicos.

– Radiografías con contraste, ayudadas por el cateterismo cardiaco derecho (1941) y después izquierdo (1953), que proporcionaron las angiografías, angiocardiografías y coronariografías y el salto necesario para el gran avance de la cirugía cardiovascular.

– Aparecieron métodos basados en ultrasonidos. La ecocardiografía-Doppler, iniciada en 1953 y perfeccionada durante los decenios siguientes, afinando lo que antes era la percusión al realizarse con frecuencias sonoras mucho mayores que las originadas por los golpes efectuados en el tórax y que proporciona unas imágenes muy exactas y definidas, permitiendo además cálculos que nunca se llegaron a realizar con la fonocardiografía que la precedió.

– Sistemas de resonancia magnética nuclear instaurados en los centros en 1984 y que obvian el uso de radiaciones, proporcionado imágenes anatómicas de gran precisión e información funcional.

– Imágenes isotópicas, usadas por la medicina nuclear y que como la anterior no solo proporciona información anatómico-estructural, acercándonos al lema del paradigma anatomopatológico, sino también funcional y bioquímica (1963) que se han completado con la tomografía por emisión de positrones.

– Técnicas endoscópicas, iniciadas por Helmholtz con la oftalmoscopia (1851), y que durante el siglo XX se han ido aplicando en distintos lugares (toracoscopia, laparoscopia, artroscopia, etc.), extendiendo la visión interior (endoscopia desde fuera) y llegando a la pericadioscopia y la exploración coronaria con distintas técnicas. A ellas se ha añadido la posibilidad paralela de la endocirugía, gracias a la micromanipulación robótica externa, que ya ha iniciado su extensión a la cirugía cardiaca y coronaria, sobre todo a partir del nuevo milenio.

Con las tomografías computarizadas de alta resolución (TAC de alta resolución), la resonancia magnética y las imágenes eco-Doppler en 4 dimensiones (3D en tiempo real) se está llegando a una excelente delimitación de estructuras macroscópicas y, junto con otras técnicas, así como con la biopsia endoscópica, se está llegando a hacer externo y visible lo interno e invisible, alcanzando no solo la lesión anatomopatológica del paradigma de Bichat-Laennec, sino también la «lesión bioquímica de Peters». Los lemas del paradigma anatomoclínico se han cumplido tan ampliamente que no es infrecuente en el ambiente médico dudar de la necesidad de autopsia.

La tabla 1 muestra una relación de las distintas técnicas diagnósticas en el ámbito de la patología cardiovascular existentes en 1950, así como las utilizadas a principios del siglo XXI.

TABLA 1 Métodos y técnicas diagnósticas cardiovasculares existentes en 1950 y 2000

Principales métodos diagnósticos
Método Año 1950 Año 2000
Arteriografía Frecuente Frecuente
Auscultación En todos los casos. Orientativa Poco
Cateterismo cardiaco Inicios Habitual
Electrocardiografía Frecuente En todo caso
Historia clínica En todos los casos. Generalizada En todo caso
Laboratorio (analítica rutina) En todo caso En todo caso
Percusión Solo usada orientativamente Raramente. Desapareciendo
Radioscopía-RX simple En todo caso Siempre
Tomografía radiológica En todo caso necesario Nada. Sustituida por TAC
Apexcardiografía Frecuente Obsoleto (*)
Capilaroscopia Investigación Obsoleto
Electroquimografía (fotoeléctrica) Investigación Obsoleto (*)
Flebocardiografía Frecuente Persiste
Fonocardiografía Frecuente Apenas (*)
Fotopletismografía Investigación Obsoleto
Mapas eléctricos Investigación EEF e investigación
Radiokimografía (RX) Investigación Obsoleto (*)
Balistocardiografía Obsoleto Obsoleto
Tonometría automática Investigación Frecuente
Vectocardiografía Poco Apenas usada

EEF = Estudios electrofisiológicos.

(*) Sustituidas con ventajas por la ecocardiografía-Doppler.

Las entidades anatomopatológicas de la cardiología nacidas en el siglo XX debido a los nuevos métodos de exploración y diagnóstico han sido, sobre todo, las siguientes:

– El infarto de miocardio agudo, diagnosticado en vida (1910-1912, Herrick), que persistía sin reconocerse, ya que el corazón permanecía bajo la «protección» del concepto «cor degrotari non potest» al considerarlo un órgano tan «divino» como el sol (Harvey), a pesar de lo estudiadas que estaban las alteraciones coronarias desde Hunter y la escuela inglesa.

– El prolapso mitral o síndrome de Barlow. A partir de 1943-1950, con sus finas características fonocardiográficas consolidadas y definidas con mayor precisión por la ecocardiografía-Doppler.

– Las miocardiopatías (Symposium Ciba, 1957), profundamente estudiadas, clasificadas y caracterizadas, en pocos años, gracias a la ecocardiografía-Doppler y las nuevas técnicas diagnósticas.

– Las coronariopatías, con la enorme expansión que han supuesto para su estudio, a partir de 1960, la arteriografía coronaria y todos los métodos complementarios de exploración, incluyendo los indicadores proporcionados por las técnicas analíticas.

– Gran parte de las aortopatías y muchas angiopatías, impulsadas en su conocimiento por los adelantos de la cirugía cardiovascular.

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