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FREY ARNAU DE SOLER, SEGUNDO MAESTRE DE LA ORDEN DE MONTESA (1320-1327)

Vicent Garcia Edo Universitat Jaume I

El día 4 de marzo de 1320 el rey Jaime II de Aragón comunicó al papa Juan XXII el nombramiento de frey Arnau de Soler1 como nuevo maestre de la Orden de Montesa. El documento2 va precedido por el siguiente título: «Significatio promotionis fratris Arnaldi de Solerio in magistrum monasterii Muntesie», y al comienzo contiene un resumen de las iniciativas llevadas a cabo por el propio monarca en los meses inmediatamente anteriores, con el fin de poder cubrir de manera tranquila y rápida la vacante producida tras la imprevista muerte3 del primer maestre, cuyo nombramiento tanto esfuerzo había supuesto a la Corona desde la promulgación de la bula fundacional de la Orden en junio de 1317. También deseaba ahora Jaime II poder situar al frente de la Orden a alguna persona de su confianza, y lo consiguió tras obtener del papa, dadas las circunstancias y solo por una vez, que el nombramiento del nuevo maestre lo efectuara únicamente el abad del monasterio de Santes Creus, quien, evidentemente, no se opondría a que una persona respetable propuesta por el rey accediese a esa dignidad.

Jaime II eligió a frey Arnau de Soler, miembro hasta ese momento de la Orden de San Juan del Hospital, a quien calificaba como «homo bonus, sapiens et discretus», cualidades que iban unidas al hecho de que, tal como se declara en el documento, durante más de doce años había sido consejero real y era persona cuyos méritos conocía muy bien el monarca. Sin embargo, fue necesario solicitar la oportuna licencia al prior de los hospitalarios en Cataluña, para que el candidato pudiera sustraerse al voto de obediencia que tenía contraído con ellos desde hacía bastantes años e ingresar, de este modo, en la Orden de Calatrava. Y desde esta, acceder a la nueva dignidad de Maestre de Montesa, tras ser nombrado por el abad del Monasterio de Santes Creus.

Conseguida la licencia que lo desligaba de la Orden del Hospital, el jueves 28 de febrero de 1320, año bisiesto, tuvo lugar en Tarragona el acto de recepción de frey Arnau de Soler en la Orden de Calatrava, a cuyo fin el rey Jaime II había convocado al comendador de Alcañiz, frey Gonzalo Gómez, que acudió sin demora, aunque no fue un viaje gratuito, sino que recibió de la Orden de Montesa la cantidad de 4.000 sueldos barceloneses de terno, que le fueron entregados por Simó Negre, vecino de Tortosa, como declaró por escrito, «racione expenssarum per me actenus factarum, racione magistratus predicti de Muntesa».4

EL PRIMER CAPÍTULO GENERAL DE LA ORDEN

El mismo 28 de febrero también tuvo lugar el nombramiento de frey Arnau de Soler como nuevo maestre de Montesa, quien pocos días después salió de Tarragona y marchó en dirección a Sant Mateu para tomar posesión de algunos lugares pertenecientes a la Orden.5 Sin embargo la estancia fue corta, pues su interés en ese momento era llegar al castillo de Montesa lo antes posible para celebrar el primer capítulo general de la nueva institución.

Antes, sin embargo, pasó por Valencia, donde está documentado el 16 de marzo.6 Ya en Montesa presidió el mencionado capítulo el día 23 de marzo de 1320, con asistencia de la práctica totalidad de miembros de la Orden. No conocemos el texto del acta de dicho capítulo, si es que la hubo, como parece lógico, pero sí algunos documentos relativos a varios acuerdos adoptados en él.

El principal fue el otorgamiento de poderes al maestre para poder confirmar a las poblaciones de la Orden y en la forma que considerase más oportuna sus respectivos privilegios, libertades, franquezas, inmunidades, fueros, buenos usos y costumbres. También le autorizaron para conceder nuevos privilegios y franquezas a esas mismas localidades, o a personas, así como efectuar establecimientos de heredades y, por tanto, licencia también para poder firmar los documentos necesarios para revestir de carácter legal tales actos de disposición.7

Otro de los acuerdos tomados fue el nombramiento del jurista Pere Celma, residente en Valencia, para desempeñar el oficio de abogado de la Orden con carácter vitalicio, quien por ello recibiría anualmente la cantidad de 400 sueldos, la mitad por San Juan y la otra por Navidad. En el supuesto de que tuviese que salir de la ciudad de Valencia por asuntos relacionados con cualesquiera causas o lites relativas a la Orden de Montesa, se le asignaría un escudero y dos palafreneros, así como dos animales de monta y carga para transportar cuanto necesitase. Si fuese necesario llevar libros, se añadiría un tercer animal de carga.8

Ese mismo día, seguramente ya fuera del capítulo, nombró a frey Fernando Pérez de Aragón9 comendador del castillo de Perputxent, convirtiéndose en el primer freire comendador de una encomienda de la Orden, aunque fue una decisión circunstancial, pues por aquellas fechas, apenas tres semanas después del nombramiento del maestre Soler, no se tenía una idea totalmente clara del modo en que se estructuraría la nueva orden, por lo que podría decirse que todos sus miembros estaban en expectativa de destino. Ahora bien, la situación cambió de manera muy significativa a partir de 1321, como veremos después, porque cada uno ya había ocupado el lugar que le correspondía y, por tanto, podemos hablar desde entonces de normalidad dentro del organigrama institucional.

DIGNIDADES Y OFICIOS DE LA ORDEN DE MONTESA EN 1320

Si el maestre Soler ostentaba la primera dignidad de la Orden, recaía la segunda en la figura del comendador mayor, oficio que no documentamos durante el efímero mandato de frey Guillem d’Erill, sino al comienzo del gobierno del maestre Soler y que recayó en la persona de frey Berenguer de Montoliu, quien lo ejerció al menos entre el 23 de marzo de 132010 y el 26 de mayo de 1322.11 Su principal cometido era el de ayudar al maestre en el ejercicio de sus funciones y sustituirlo cuando fuese necesario.

El clavero era la tercera dignidad de la Orden, pero el oficio fue establecido el primer día del mandato de frey Guillem d’Erill, y tuvo un papel muy importante en las semanas siguientes, pues la enfermedad sobrevenida del maestre provocó que el clavero, frey Erimán de Eroles, le sustituyera en el proceso de toma de posesión de las primeras poblaciones de la Orden de Montesa a las que tenían previsto acudir. Este primer clavero permaneció en su puesto al menos hasta el 20 de noviembre de 1320,12 pasando después a desempeñar otros cargos u oficios dentro de la Orden. Si nos atenemos al sentido estricto de la palabra, era misión del clavero la de custodia de las llaves del convento, pero las Definiciones13 de 1326 señalan, en su artículo 22, que el clavero debería proveer al convento de todo lo necesario para el sustento de los freires, y en caso de que en algún momento faltase pan, vino, carne, pescado, queso o aceite, estaría a pan y agua tantos días cuantos se hubiera carecido de alguna de estas cosas.

Durante el primer año de mandato del maestre Soler y, con carácter transitorio, hasta que se distribuyó el territorio de Montesa en encomiendas, en vez de comendadores hubo lugartenientes del maestre. Sus funciones figuran especificadas en los correspondientes títulos de nombramiento. Es ahí donde podemos leer que el maestre los declaraba sus procuradores, con licencia para regir, gobernar, procurar y administrar en el lugar de destino de que se tratase, lo que implicaba ostentar la autoridad maestral delegada sobre personas y bienes y, por tanto, podrían pedir o exigir y con ello recaudar las rentas pertenecientes a la Orden. También podían otorgar cartas de venta o establecimientos a favor de particulares, conceder cartas de pago o ápocas por cantidades recibidas, y en general llevar a cabo cuantos actos fuesen necesarios, incluso apertura de pleitos, para defender los derechos de la Orden. Se trata, en definitiva, de las mismas funciones que tendrían en adelante los comendadores, pero en esta etapa tan inicial, cuando todo estaba por hacer, estas cartas notariales de apoderamiento, pues es lo que en esencia parecen, eran instrumento jurídico suficiente para que en los diferentes pueblos de la Orden y sin mayor demora, sus habitantes se acostumbraran a tener en los administradores un referente que los vinculara directamente con la institución recién creada. Las lugartenencias documentadas son las siguientes:

Año 1320
24/4Frey Berenguer de MontoliuMontesa/Perputxent/Sueca/Silla14
22/6Frey Bernat SarrocaOnda/Vilafamés15
23/6Frey Guillem CerdàSueca16
23/6Frey Juan Pérez de MallénCasa de València17
28/7Frey Berenguer d’ErillPeñíscola18
2/11Frey Arnau PedrissaCastell de Cervera (S. Mateu)19
Año 1321
17/1Frey Berenguer de MontoliuTinença Coves de Vinromà20

Las lugartenencias fueron desapareciendo a partir de comienzos de 1321, con el establecimiento de los oficios de comendadores. Sin embargo, algunos de los lugartenientes continuaron ejerciendo funciones en los mismos lugares, tras ser ratificados en estos como sus primeros comendadores, como fue el caso de frey Bernat Sarroca en Onda, frey Berenguer d’Erill en Peñíscola y frey Bernat de Montsonís en Culla.

El oficio de comendador, por tanto, guarda un notable parecido con el de lugarteniente, al que sustituye. Casi no se conocen documentos de nombramiento de comendador durante el mandato de frey Arnau de Soler, aunque sí el del primero, frey Fernando Pérez de Aragón, antes referido, nombrado el 31 de marzo de 1320 para hacerse cargo del castillo de Perputxent. En unas pocas líneas se definieron sus competencias, y el fragmento que nos interesa dice así:

... que vos sciats comanador del dit castell e los hòmens d’aquell castell, axí christians com sarrahiïns, mantengats e deffenats, donan a cada ú dret e justícia en totes coses e per totes, e demanets, cullats e reebats, e demanar, cullir e reebre façats, calònies e tots altres drets a nós pertanyents en lo castell damunt dit e en sos térmens, e que puscats fer e espatxar totes altres coses que sien a profit de nós o del orde damunt dit...21

Desde comienzos de 1321 ya disponemos de numerosas noticias relativas a la existencia de comendadores en Ares, Borriana, Cervera, Coves de Vinromà, Culla, Onda, Peñíscola, Perputxent, Sueca, València, Vilafamés y Xivert. En Silla lo documentamos por vez primera en 1325. También existía la figura del subcomendador o lugarteniente de comendador, que no solo hacía funciones de alcaide, sino también otras, como la de sustituir la ausencia del titular de la encomienda.

El prior del convento de Montesa era el superior, o prelado ordinario. Durante los ocho años de mandato del maestre Soler encontramos en la documentación ocho freires ejerciendo ese oficio, demasiados para tan poco tiempo y en algunos casos coincidentes, lo que hace pensar que solo algunos lo eran del convento de Montesa y otros lo fueron en los prioratos de Cervera o Castielfabib. 22

Otros oficios. El rector de la iglesia de Montesa fue frey Berenguer d’Aravill entre 1320 y 1325, y el oficio de cantor lo ejercía frey Pere d’Olives en 1322. Fue sacristán frey Joan de Sant Pere entre 1322 y 1325; y el oficio de obrero lo tenían frey Ramón de Castellvell en 1322 y frey Bernat de Torre en 1323.

Freires. En el momento de creación de la Orden de Montesa fueron diez los freires que iniciaron la andadura en compañía del maestre Erill.23 Además de estos, a lo largo del mandato del maestre Soler hemos podido identificar un total de treinta y nueve más, de los cuales muchos desempeñaron uno o más oficios en la Orden, pero otros, en cambio, no ocuparon ninguno y su nombre es poco frecuente en la documentación conocida. Figuran todos relacionados en un apéndice a continuación de estas páginas.

Familiares y donados. Se trataba de personas que por devoción hacia la Orden de Montesa eran admitidas en ella a cambio de hacer entrega de sus bienes, total o parcialmente, en el mismo momento de su ingreso, o a su fallecimiento. También podían entrar como sirvientes, como fue el caso de Ramón Querol en 1322, que trabajó como acemilero y entregó a la Orden en el momento de su ingreso la cantidad de 700 sueldos, y prometió darle todos sus bienes a su fallecimiento.24

LA CASA DEL MAESTRE

Tal como la Casa Real, también el maestre Soler tuvo casa propia, desde el principio de su mandato, y por tanto una serie de personas dedicadas a su servicio, de las cuales tan solo conocemos a algunos de sus miembros, porque aparecen citados como testigos en documentos autorizados por el notario de la Orden, donde se indica su oficio y que son personas «de domo domini magistri».

El maestre solía ir siempre acompañado en sus desplazamientos por uno o más comendadores y freires de la Orden, que se identifican en la documentación al mencionarlos en cada ocasión como «socii nostri». También tenía varios escuderos, que le asistían y atendían en todo cuanto necesitase, incluso actuando como sus procuradores, o como oficiales de la Orden, como se desprende de la documentación conocida. Se han documentado hasta cuatro escuderos a la vez al servicio del maestre, de un total de siete25 identificados, de los cuales dos de ellos aparecen a su lado a lo largo de la mayor parte de su mandato: Galcerà de Cortes (1320-1326) y Arnau Tarragona (1320-1325). Este último es el que aparece con más frecuencia en la documentación y debió de ser persona de total confianza de frey Arnau de Soler, quien en enero de 1321 lo nombró con carácter vitalicio baile de Sueca;26 en 1322 fue procurador suyo ante la Santa Sede para pedir al papa la concesión de privilegios e indulgencias para la Orden;27 y en marzo de 1325 lo nombró apoderado para seguir los pleitos que la Orden tenía con el obispado de Segorbe por percepción de diezmos en Castielfabib y Ademuz.28

Igualmente formaba parte del entorno inmediato del maestre Soler el notario Pere Llobet de Balanyà, quizá asistido por algún escribano, lo cual sería lógico, pero no está documentado. Con anterioridad este profesional ejercía su oficio de notario en la Cancillería Real y debió de ser designado por el rey Jaime II para dirigir la escribanía29 de la Orden de Montesa, convirtiéndose en titular de esta durante un periodo que abarcó los mandatos de los maestres Erill y Soler, y también durante algún tiempo después. El notario Llobet estuvo presente en la práctica totalidad de actos solemnes de la Orden, como queda reflejado en la documentación, en donde aparece acompañando casi siempre al maestre, aunque también desempeñaba otras funciones, acompañando a comendadores u otros freires, y ejerciendo su oficio dentro y fuera del Reino de Valencia pues tenía el título de «notarius publicus per totam terram et dominacionem illustrissimi domini regis Aragonum», por lo que podía autorizar documentos de la Orden allá donde iba, y por eso tenemos ejemplos de su actuación por buena parte del Reino de Valencia, así como en Aragón (Alcañiz, Valderrobres) y Catalunya (Barcelona, Lleida).

Al frente de la casa del maestre figuraba un mayordomo que, a veces, era un freire de la Orden pero no siempre. De él dependían el resto de sirvientes. El mayordomo ejercía funciones de organización, control de gasto y abastecimiento de todo lo necesario para atender al maestre en lo que necesitase y contaría con varios asistentes. Durante los primeros años de la Orden podía ejercer ese oficio cualquier miembro de esta, pero a partir de la promulgación de las Definiciones de 1326, ese puesto lo ocuparía únicamente un freire caballero. Los mayordomos documentados al servicio de frey Arnau de Soler fueron frey Pere de Tous (12/1321-8/1323),30 que sería el siguiente maestre de la Orden, el escudero Arnau Tarragona (11/23),31 frey Bernat de Llagostera (1/1326-2/1327)32 y frey Arnau Pedrissa (9/1327-10/1327).33

A su cargo estaban los sirvientes, que se ocuparían de tareas de servicio doméstico, entre las que no eran menores las derivadas del transporte de los enseres necesarios para un maestre en constante itinerancia, entre los que se contarían ropas y objetos litúrgicos, puesto que el maestre tenía licencia para poder disponer de altar portátil. Conocemos un total de siete sirvientes distintos entre los años 1320 y 1323. La existencia de unos contratos de servidumbre fechados a finales de 132334 nos ayuda a entender mejor sus relaciones con la casa del maestre, pues, según se desprende de la lectura de uno de dichos contratos, Bernardo Agramunt de Pallars, Aznar Gonçalves del Reino de Navarra y Alfonso Rocafull, del Reino de León, se comprometían a estar por un año al servicio del maestre allí donde fuera, «faciendo omnia mandata et precepta sua licita et honesta die noctique». A cambio recibirían ropa, calzado y comida, incluso si por enfermedad no pudieran trabajar.

También contaba con médico propio, nombrado en tiempos de frey Guillem d’Erill y confirmado por el maestre Soler. Se trataba de Lanfranco de Cremona, cuyos servicios se contrataron el 23 de agosto de 1319, ya por causa de la enfermedad del primer maestre.35 Este médico residía en Xàtiva y, según estipularon, continuaría viviendo allí y recibiendo un salario de 400 sueldos anuales, así como dietas por desplazamiento cuando debiera acudir a atender no solo al maestre, sino también a freires, escuderos y familiares. Era una situación un tanto anómala, razón por la cual en 1323 y a petición del maestre se trasladó a Sant Mateu, en donde además de seguir ejerciendo su oficio al servicio de la Orden, los jurados de la bailía de Cervera le contrataron como médico de todos los pueblos de esta por diez años, a cambio de un salario de 600 sueldos anuales, de los cuales pagaría la mitad Sant Mateu y el resto los demás pueblos de la bailía. Cobraría aparte desplazamientos para atender a particulares.36

ASUNTOS RELEVANTES DEL MANDATO DEL MAESTRE SOLER

De la documentación conservada se ha podido establecer el itinerario del maestre Soler a lo largo de su mandato,37 así como conocer muchos de los asuntos llevados a cabo por él mismo en el ejercicio de su oficio. También conocemos los privilegios y concesiones otorgados a la Orden de Montesa por el rey Jaime II y el papa Juan XXII durante este tiempo. Nos ocupamos ahora solo de algunos de estos asuntos y, como no puede ser de otro modo, de manera muy breve.

a) El capítulo del Císter declara filial a la Orden de Montesa

Dentro de su política de consolidación de la Orden de Montesa, el 6 de agosto de 1321 el rey Jaime II solicitó al abad y capítulo general de la Orden del Císter que reconociese a la nueva Orden de Montesa como su hija, puesto que eran de una misma regla, al depender Montesa de la Orden de Calatrava, y esta a su vez del Císter. La respuesta no se hizo esperar y se contiene en un escueto documento fechado el 20 de septiembre de 1321, que únicamente conocemos a través de la publicación que hizo de él en el siglo XVIII José Villarroya, en el que unía el monasterio de Montesa a la Orden del Císter, al tiempo que autorizaba al abad de Santes Creus para instituir confesores.38

b) Jaime II confirma y concede privilegios

El 1 de abril de 1322, en documentos distintos, el rey Jaime II confirmó a la Orden de Montesa los privilegios concedidos por sus antecesores y por él mismo a la Orden del Temple, transcribiendo íntegramente el contenido de alguno de ellos; e hizo lo mismo con los obtenidos por la Orden del Hospital.39

c) Monedaje de Culla

El 21 de julio de 1323 el rey cedió a la Orden de Montesa el monedaje sobre el castillo y villa de Culla, así como el resto de lugares que componían su tenencia.40 El mismo día cedió su derecho sobre las apelaciones en Coves de Vinromà, Peñíscola y Ares, tal como en su momento ya pactó con la Orden del Temple.41

d ) Franquicias en Córcega y Cerdeña

El 25 de febrero de 1325 el rey concedió franquicias en Córcega y Cerdeña a los vasallos de la Orden por la ayuda prestada en su conquista.42

e) Juan XXII concede privilegios

El 15 de abril de 1322, a petición de la Orden de Montesa, el papa nombró a los obispos de Valencia, Barcelona y Tortosa jueces conservadores de la Orden para ayudarla contra personas que disfrutaban indebidamente de bienes de esta y se negaban a restituirlos.43 De no menor importancia fue la concesión papal de 23 de julio de 1326, por la que reconocía a la Orden derecho de luismo y fadiga por establecimientos de heredades.44 Con un carácter más doméstico, el 23 de julio de 1326 autorizó al maestre Soler para poder tener altar portátil y poder oficiar misa para él y sus familiares, aun en tiempo de entredicho. Las misas serían oficiadas por el capellán que le acompañase en sus desplazamientos.45 El mismo día concedió otro privilegio para que pudiera mandar celebrar misa en lugares que estuvieran bajo entredicho eclesiástico.46

f ) Renuncias al Fuero de Aragón y adopción del de Valencia

Desde tiempos de la conquista del Reino de Valencia a los musulmanes, las poblaciones pertenecientes a la Orden de Montesa habían sido repobladas por señores distintos a Fuero de Zaragoza o de acuerdo con la Costum de Lleida. Con el tiempo se entendió que el Fuero de Aragón sustituía al de Zaragoza, lo cual no era cierto, pero nadie se molestó en discutir esa cuestión, y en esa situación se mantenían un número importante de poblaciones de Montesa durante el mandato de frey Arnau de Soler, a pesar de que desde 1238 existían los Fueros de Valencia. Dichas poblaciones no tenían interés especial en efectuar cambio de fuero por si en la nueva situación se generara algún perjuicio que por falta de conocimientos en materia jurídica desconociesen. Sin embargo, en los primeros años de mandato, el maestre Soler llevó a cabo acciones para conseguir que los pueblos de la Orden renunciasen al fuero de Aragón y adoptasen el de Valencia. Con respuestas distintas, consiguió que lo hicieran Coves de Vinromà, Salzadella y Tírig. De manera voluntaria renunciaron los de Coves de Vinromà el 19 de septiembre de 1322. El 3 de abril de 1323 lo hicieron los de Salzadella, que presentaron alguna resistencia a pesar de que cedieron, aunque a cambio obtuvieron confirmación de privilegios; y el 7 de diciembre de 1323 los de Tírig fueron forzados a cambiar de fuero por el maestre, quien, para suavizar la tensión generada, les hizo una serie de concesiones.47

g) Dispensa perpetua de la visita «ad limina apostolorum»

Los maestres de la Orden de Montesa, como otras dignidades eclesiásticas, también tenían obligación de efectuar anualmente una visita «ad limina apostolorum», establecida no tanto para ir a orar ante las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo como para informar al papa del estado en que se encontraba la Orden. Una obligación de esa naturaleza no era fácil de cumplir, motivo por el cual ya a finales de 1320, el primer año de su mandato, el maestre Soler tuvo que delegar en un representante para que la efectuara en su nombre.48 El elegido fue un canónigo de Barcelona, Arnau Ses Comes, quien cumplió su mandato y el 12 de diciembre de 1320 obtuvo la oportuna carta testimonial de la visita.49 El 14 de abril de 1323 el maestre nombró a Guillem Adriá para ese mismo cometido y la carta testimonial50 correspondiente está fechada el 3 de octubre de ese año. Entre las gestiones del delegado también figuraría la petición de dispensa personal perpetua de dicha obligación, que fue concedida el 19 de octubre de 1323, con lo cual el maestre Soler nunca más tuvo obligación de realizar tal visita.51

h) Regulación del oficio de justicia de Sant Mateu

El 10 de marzo de 1322 el maestre Soler definió las características del oficio de justicia de Sant Mateu, un cargo para el que elegirían los propios vecinos a la persona más adecuada, y el 2 de marzo de 1326 el maestre concedió que dicho justicia pudiera conocer las causas civiles hasta la cantidad de 50 sueldos.52 El 2 de octubre del mismo año confirmó a la población todos los privilegios concedidos a esta hasta ese momento.53

i) Visita de la Orden de Calatrava

De enorme importancia fue la visita de la Orden de Calatrava a la de Montesa, acto que hacía años debería haber realizado, pero se demoró por razones muy diversas, entre otras por los graves problemas internos que afectaron a los calatravos por aquellos años. Sin embargo, el 2 de diciembre de 1326 el maestre de Calatrava, frey García López de Padilla, visitó Montesa en compañía del abad de Santes Creus, para otorgar las primeras constituciones o definiciones de la Orden de Montesa.54 Estas constan de un total de 42 artículos que tratan de cuestiones de moral, disciplina, costumbres, estructura y funcionamiento, bienes, delitos y penas, y otros asuntos de la vida cotidiana de la Orden de Montesa. Las Definiciones, según se establece en la última de ellas, habrían de leerse cuatro veces al año, con el fin de que nadie pudiese alegar ignorancia para su cumplimiento.

j) Enfermedad y muerte de Arnau de Soler

Es muy escasa la documentación de la Orden correspondiente a 1327, año en el que el maestre Soler permanece buena parte de él en Sant Mateu, lo que podría relacionarse con la existencia de problemas de salud que requerirían los servicios constantes de su médico, Lanfranco de Cremona, quien aparece firmando como testigo en algunos de los últimos documentos otorgados por el maestre. La enfermedad debió de motivar que el 20 de septiembre nombrase apoderado al rector de Montesa, frey Berenguer d’Aravill, para convocar y presidir un nuevo capítulo general de la Orden, y tratar asuntos que no se especifican en la carta de apoderamiento, pero de los que se dice que no admitían demora.55 Por el mismo motivo el 15 de octubre facultó a frey Pere de Tous, comendador mayor de la Orden en ese momento, para poder establecer a censo posesiones de la Orden en Borriana y otros lugares.56

El último documento conocido de frey Arnau de Soler está fechado el 25 de octubre de 1327 y contiene la confirmación de un establecimiento de tierras en Xivert a favor de Guillem Mercer.57 Según Samper, la muerte del maestre se produjo en Sant Mateu el 6 de noviembre de 1327. Justo una semana después el comendador mayor frey Pere de Tous fue elegido en capítulo general nuevo maestre de la Orden de Montesa.

Cuadro I.

Relación de freires de la Orden de Montesa documentados entre 1319 y 1327 58

NombreAñoOficio
Aguilar, frey Guillem d’1319-20
Alguer, frey Ramon1327
Aragó, infant frey Jaume d’591320
Aramont, frey Bernat1319-25
Aravell, frey Berenguer d’1320-27Prior / rector
Bellera, frey Galceran de1319-25Comendador Vilafamés
Blanes, frey Guillem de1326-27
Bonet, frey Pere1325-27
Carder, frey Joan de1325-27
Castellbell, frey Ramon de1322-27Comendador Casa de Valencia
Cerdà, frey Guillem1320-27Clavero / Com. Sueca / Com. Cervera / Com. Culla y Ares
Cruïlles, frey Dalmau de1320-27
Erill, frey Berenguer d’1319-27Comendador Peñíscola / Com. Coves Vinromà / Com. Vilafamés
Eroles, frey Erimà d’1319-27Clavero / Com. Cervera / Com. Borriana
Formigosa, frey Antoni1322-27Prior
Gonçalvo de Villel, frey Rodrigo1321-22Subcomendador
Gores, frey Antoni de1321
Huguet, frey Pere1323
Llagostera, frey Bernat de1321-27Mayordomo del maestre
Llorach, frey Pere1327
Pérez de Mallén, frey Joan1320-26Prior de Castellfabib
Martínez de Peralta, frey Gonçalvo1321-27Comendador de Ares
Martínez de Zorita, frey Gonçalvo1322
Mir, frey Bernat1323-26Prior
Montsonís, frey Bernat de1321-27Comendador Culla / Com. Cervera
Montoliu, frey Berenguer de1320-27Comendador Mayor / Com. Borriana y Vilafamés / Com. Peñíscola
Montanyana, frey Domingo de1322-27Comendador Borriana y Vilafamés / Clavero / Com. Sueca / Com. Onda
Olorda, frey Galceran1321-27Comendador de Xivert
Oromir/Olomir, frey Pere1320-27Presbítero
Horta, frey Jaume d’1322-27
Olomar, frey Pere1326-27Prior
Pagés, frey Bernat1326
Pedrissa, frey Arnau1319-27Comendador borriana / Com. Perputxent / Lugarteniente comendador / Mayordomo
Pérez de Aragón, frey Ferran1319-22Comendador Ares / Com. Perputxent
Pérez de Ros, frey Sanxo1320-27Capellán del maestre / Com. Xivert
Pinós, frey Esteve de1323Subclavero
Poncet, frey Guillem1323-27Prior de Cervera
Ramon, frey Valentí1321-27Prior de Cervera
Riusec, frey Berenguer de1320-27
Sant Pere, frey Joan de1322-27Sacristán
Sarroca, frey Bernat1319-27Comendador Onda / Com. Peñíscola
Segura, frey Guillem1325-27
Ses Olives, frey Pere1322-27Cantor / Prior / Com. Valencia y Silla
Sicart, frey Bernat1327
Torrents, frey Berenguer1319-27Comendador de Xivert
Tous, frey Pere de1321-27Mayordomo / Com. Coves / Com. Onda y Castielfabib / Com. Sueca / Clavero / Com. mayor / Tercer maestre de la Orden
Torre, frey Bernat de1320-23

1. Estas páginas derivan del contenido de mi tesis doctoral en Historia, titulada La Orden de Montesa en tiempos de sus dos primeros Maestres. 1317-1327, defendida en julio de 1990 en la Universitat de València y que nunca consideré publicar. Contiene un elevado número de fuentes documentales inéditas, la mayor parte de las cuales continúan siéndolo actualmente y constituyen la base casi exclusiva de este breve relato –que lo es por imperativos de edición– de los hechos más notables ocurridos durante los ocho años de mandato del maestre frey Arnau de Soler (1320-1327), a quien se debe reconocer y atribuir el verdadero mérito de haber sentado unas firmes bases para el buen desarrollo de la nueva Orden de Montesa, institución para cuyo conocimiento histórico en general sigue siendo muy útil la obra de Hipólito de Samper Montesa Ilustrada (Valencia, 1669, 2 vols.). Desde una perspectiva distinta, otra obra clásica es la de Joseph Villarroya: Real Maestrazgo de Montesa: Tratados de todos los derechos, bienes y pertenencias del patrimonio y maestrazgo de la Real y Militar Orden de Santa María de Montesa y San Jorge de Alfama, Valencia, 1787, 2 vols. Sobre los orígenes de la Orden en particular, véase Enric Guinot Rodríguez: «La fundación de la orden militar de Santa María de Montesa», Saitabi, XXXV, 1985, pp. 73-86.

2. Archivo de la Corona de Aragón [en adelante ACA], Cancillería, registro 245, ff. 287v-288v.

3. Frey Guillem d’Erill, primer maestre de Montesa, fue nombrado el 22 de julio de 1319 y falleció en los primeros días de octubre de ese mismo año a causa de una enfermedad sobrevenida muy poco después de su nombramiento. Vicent Garcia Edo: «El efímero mandato de Guillem d’Erill, primer maestre de la Orden de Montesa (22 julio / 4 octubre 1319)», en Las órdenes militares en la Península Ibérica, vol. I, Universidad Castilla-La Mancha, 2000, pp. 589-606.

4. Archivo Histórico Nacional, Madrid [AHN], Órdenes Militares [OOMM], Montesa, Pergaminos, carpeta 531, n. 751-P.

5. El 9 de marzo de 1320 el maestre Soler está documentado en Sant Mateu, día en que nombra a frey Arnau Pedrissa, freire de Montesa, y a Jaume d’Anglesola, vecino de Sant Mateu, como sus procuradores y administradores de la bailía del castillo de Cervera. Archivo del Reino de Valencia [en adelante ARV], Clero, Montesa, legajo 895, caja 2357. Notal del notario Pere Llobet de Balanyà, escritura 74 [en adelante Llobet, seguido del número de orden de escritura].

6. ARV, Clero, Montesa, caja 2357, Llobet, escritura 84.

7. AHN, OOMM, Libros, Ms. 820-C, ff. 1v-2r.

8. Ibíd., f. 1r-v.

9. Ibíd., ff. 2v-3r.

10. Ibíd., ff. 1v-2r.

11. Ibíd., f. 67r.

12. Ibíd., f. 16r-v.

13. Joseph O’Callaghan: «Las definiciones medievales de la Orden de Montesa (1326-1468)», Miscelánea de textos medievales, Barcelona, 1972, pp. 213-251.

14. AHN, OOMM, Libros, Ms. 820-C, ff. 3v-4r.

15. Ibíd., f. 10r-v.

16. ARV, Clero, Montesa, caja 2357, Llobet, escritura 128.

17. Ibíd., escritura 129.

18. Ibíd., escritura 140. Al parecer este nombramiento no llegó a tener efecto, según consta en nota al margen del documento en el notal.

19. Ibíd., escritura 159.

20. AHN, OOMM, Libros, Ms. 820-C, ff. 18v-19r.

21. ARV, Clero, Montesa, caja 2357, Llobet, escritura 142.

22. El más antiguo conocido es frey Antonio Formigosa, documentado el 22 de agosto de 1322. ARV, Clero, Montesa, caja 2357, Llobet, escritura 275.

23. Son los siguientes: frey Erimán de Eroles, frey Galcerà de Bellera, frey Fernando Pérez de Aragón, frey Bernat Montsonís, frey Berenguer d’Erill, frey Bernat d’Aramont, frey Guillem d’Aguilar, frey Bernat Roca, frey Berenguer Torrent y frey Arnau Pedrissa.

24. ARV, Clero, Montesa, caja 2357, Llobet, escritura 276.

25. Son sus nombres: Galcerà de Cortes, Pere Cerdà, Ramón de Sant Ginés, Pere Sicart, Ramón Andreu, Arnau Tarragona, Pere de Margat y Arnau de Bas.

26. AHN, OOMM, Libros, Ms. 820-C, ff. 19v-20v.

27. ARV, Clero, Montesa, caja 2357, Llobet, escritura 242.

28. Ibíd., Llobet, escritura 370.

29. Conservamos numerosos pergaminos firmados por este notario relativos a la totalidad del mandato del maestre Soler, con excepción del último año, del que han quedado pocos documentos; así como el primer notal o, si se prefiere, protocolo notarial de este profesional, que abarca desde julio de 1319, y por tanto el inicio del breve mandato del maestre Erill, hasta el año 1325, en pleno mandato del segundo maestre, lo que convierte este manuscrito en pieza clave para la reconstrucción de los primeros tiempos de la Orden de Montesa, como se desprende de las numerosas citas que hacemos de él en estas páginas.

30. Lo hemos identificado en el ejercicio de este oficio entre el 27 de diciembre de 1321 (AHN, OOMM, Libros, Ms. 820-C, f. 31r) y el 21 de agosto de 1323 (AHN, OOMM, Montesa, Pergaminos, carpeta 533, n. 829-P).

31. ARV, Clero, Montesa, caja 2357, Llobet, escritura 315.

32. AHN, OOMM, Libros, Ms. 820-C, ff. 49v y 116r, respectivamente.

33. Ibíd., ff. 63v y 65r, respectivamente.

34. ARV, Clero, Montesa, caja 2357, Llobet, escrituras 315 y 318.

35. El documento original no se conoce, pero existe una mención a este en la ratificación del contrato efectuada por el maestre Soler el 22-8-1322 (AHN, OOMM, Libros, Ms. 820-C, ff. 36v-37r).

36. ARV, Clero, Montesa, caja 2357, Llobet, escritura 315. Documento de 10-6-1323.

37. V. García Edo: «Arnau de Soler, segon mestre de l’Orde de Montesa (1320-27). Itinerari i altres notícies del seu temps», en Actes de les Primeres Jornades sobre els Ordes Religioso-Militars als Països Catalans: segles XII-XIX). Montblanc 1985, Generalitat de Catalunya, 1994, pp. 555-566.

38. J. Villarroya: Real Maestrazgo de Montesa..., vol. II, pp. 45-47.

39. La matriz de este documento se conserva en ACA, Cancillería, reg. 221, f. 208v y ss.

40. AHN, OOMM, Montesa, Pergaminos, carpeta 487, n. 290-R.

41. Ibíd., 292-R.

42. Ibíd., 301-R.

43. Ibíd., carpeta 504, n. 46-E.

44. AHN, OOMM, Libros, Ms. 733-C, pp. 94-99.

45. AHN, OOMM, Montesa, Pergaminos, carpeta 504, n. 51-E.

46. Josep Trenchs Odena: «El reino de Valencia bajo Juan XXII», Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, 1984, pp. 269-318.

47. AHN, OOMM, Libros, Ms. 542-C, ff. 108v-110r; ARV, Clero, Montesa, caja 2357, Llobet, escritura 293, e ibíd., escritura 320, respectivamente.

48. Ibíd., escritura 164.

49. AHN, OOMM, Montesa, Pergaminos, carpeta 503, n. 44-E.

50. ARV, Clero, Montesa, caja 2357, Llobet, escritura 306; y AHN, OOMM, Montesa, Pergaminos, carpeta 504, n. 53-E, respectivamente.

51. Ibíd., n. 54-E.

52. AHN, OOMM, Libros, Ms. 820-C, ff. 102r-104v.

53. Ibíd., ff. 112v-115r.

54. Publicadas por J. O’Callaghan, «Las definiciones medievales...», a partir del manuscrito conservado en la Academia de la Historia, Madrid, Colección Salazar, ms. 9/579, ff. 2r-6v.

55. AHN, OOMM, Libros, Ms. 820-C, ff. 60v-61r.

56. Ibíd., ff. 61v-62r.

57. Biblioteca de la Universitat Jaume I, Pergaminos, copia autorizada del siglo XVII.

58. Se indica el nombre y apellido de cada uno, los años en los que consta su pertenencia a la Orden y, a continuación, la relación de los cargos u oficios principales conocidos que ocuparon en ella, que en todos los casos tenían fecha de caducidad, aunque no podamos reflejarlo en esta relación. La sílaba Com seguida de un punto la empleamos como abreviatura, cada vez que una misma persona es elegida para el oficio de comendador en una encomienda distinta.

59. El infante Jaime, primogénito del rey Jaime II, profesó formalmente en la Orden de Montesa el día 20 de mayo de 1320, procedente de la del Hospital, pero no volvemos a encontrarlo en la documentación, pues su vida se desarrollaba totalmente al margen de la Orden.

Santa María de Montesa

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