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Su actitud, clave en la relación médico-paciente

La relación médico-paciente-acompañantes es terapéutica.

Tiene el beneficio de curar.

Vale más que muchos medicamentos.

Lastimosamente nos hemos olvidado de cultivarla.

El autor


La primera impresión que el paciente tome de usted será la que perdurará. Siempre se pueden arreglar las cosas cuando se ha empezado mal, pero esto exigirá mucho desgaste de su parte y nunca olvide que el perdón existe pero el olvido es imposible.

Actitudes del médico que nunca se deberían perder

•Mirar al paciente y sus familiares a los ojos. Evadir la mirada disimulando con el computador, con el teléfono, no hace sino bloquear una buena relación médico-paciente-acompañantes.


•Saludar de mano o de abrazo y beso, según sea la confianza que se tenga o que se quiera brindar.

•Dirigirse al paciente por su nombre y ojalá hacer lo mismo con quienes lo cuidan en todo momento.

•Presentarse (decir quién es) ante el paciente antes de iniciar una visita por primera vez. Es una norma de simple urbanidad y consideración.

•Escuchar atentamente y con interés todo lo que el paciente tiene que decir. Orientarlo con respeto cuando se desvía del tema.


•Ayudar al paciente o solicitar ayuda en todo lo que necesite y esté a su alcance.

•Trato cordial y humano, siempre tomar las manos del paciente, ponerle la mano en el hombro con sinceridad, hablarle con muestras de interés en su problema, sentarse al lado de su cama es un gesto de solidaridad de la mayor significación.

•Darle su número de celular para que pueda encontrarlo en el momento en que lo necesite. Esconderse del paciente es una actitud ruin y poco valerosa. El paciente siempre sabrá apreciar en toda su dimensión el valor que tiene este gesto.

•Una llamada telefónica al paciente para preguntar por la evolución de su salud le demostrará sincero interés en él.

•Que su relación con el paciente sea lo más directa posible, con el mínimo de intermediarios necesarios; que sea oportuna será lo que cumplirá las expectativas del paciente y, si usted se fija, sería lo mínimo que esperaría de su médico cuando usted sea su paciente.

•Rodéese de asistentes que tengan una actitud igual a la suya. Recuerde que su secretaria es la puerta de entrada del paciente. No debe haber equivocación en esta selección.


•Ponerse siempre en los zapatos del paciente será la mejor forma de hacer que todas sus acciones redunden en su beneficio. Lo académico es muy importante, pero lo humano es fundamental.

•Hacer chanzas respetuosas al paciente, hacerlo reír siempre será una forma de lograr que él sienta la necesidad de contarle sus problemas porque se encuentra en un ambiente de confianza y sabe que es tratado como a un igual.


Robin Williams, en su papel de médico en la película “Patch Adams”, demuestra cómo el trato humano hace milagros en los resultados de los tratamientos de los pacientes. Es una película que todo estudiante de Medicina debe ver.

Hunter Doherty Adams es Patch Adams en la vida real, médico estadounidense, conocido como el médico inventor de la Risoterapia, aceptada hoy como herramienta terapéutica por la medicina moderna.

“La risa junto a la sonrisa son una función innata y lenguaje universal de los seres humanos. Nos permite comunicar y demostrar nuestro estado de ánimo, sobre todo si es una emoción real, sana y contagiosa provocando un efecto positivo en nuestro entorno y, aunque pudiese parecer sorprendente, en la salud. Hoy en día, se ha demostrado que las manifestaciones de felicidad son consideradas herramientas naturales que prolongan tanto un estado de bienestar corporal como psicológico.

Al reírnos, la risa provoca una cascada de activaciones y cambios fisiológicos involucrando al sistema nervioso central y periférico, sistema cardiovascular, pulmonar, muscular, endocrino e inmunológico. Diversos estudios han demostrado una íntima relación entre estos cambios y el aumento de producción de ciertas sustancias.

Por ejemplo, la risa está ligada con el aumento de producción de sustancias como las endorfinas, sedantes naturales del cerebro con un principio activo muy parecido a la de la morfina que podría ayudar a controlar el dolor. Ocurre lo mismo con la dopamina que actúa en la comunicación neuronal y facilita la agilidad mental, relacionándose con un estado de bienestar psicológico; la serotonina que actúa como un potente analgésico, relajante y regulador del sueño; la adrenalina que participa en la activación del sistema simpático e incrementa el estado de vigilia, generando una sensación de dinamismo; los linfocitos T, involucrados en la inmunidad; o la grelina que se relaciona con el apetito y el placer. Además, provoca la disminución de ciertas sustancias como el colesterol que se encuentra relacionado con enfermedades metabólicas y coronarias; la cortisona involucrada en el estrés, entre otras”.

Viviana Coellar Cando, AEMPPI, U. de Cuenca.

El médico trata la enfermedad.

El verdadero médico trata al enfermo que tiene la enfermedad.

William Osler


Obra: El niño Enfermo (1886), del pintor venezolano Arturo Michelena

Manual para el examen físico del normal y métodos de exploración

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